La Naturaleza Básica Esencial. Comunicación no violenta
La Natural
eza Básica Esencial
Nuestra naturaleza esencial es lo que somos cuando estamos libres de la experiencia del pasado; es nuestra naturaleza innata y un estado de conciencia no condicionado. Es nuestro estado de la niñez, y coexiste con las características particulares de nuestra alma (ternura, claridad, fortaleza y otras). Cuando somos bebés, no tenemos la capacidad de saber que ésta es nuestra experiencia, todavía no hemos desarrollado la capacidad de reflexionar. El proceso de perder el contacto con nuestra naturaleza esencial es universal: todos los que desarrollan un ego tienen que pasar por ello, todos los seres humanos del planeta, a menos que uno nazca santo o loco, desarrolla una estructura de ego. Necesitamos confrontarnos con nosotros mismos para reconectar con nuestra naturaleza esencial.
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– El principio básico que inicia el desarrollo del ego: la perdida del contacto con nuestra Naturaleza Verdadera de forma gradual durante los primeros años de vida, al llegar a los cuatro años, la percepción de la esencia se ha perdido casi por completo e inicia el desarrollo del armazón que estructura al ego. Esta estructura es un requisito previo al desarrollo espiritual ya que parte del logro del ego es la conciencia introspectiva. Sin ella no podríamos darnos cuenta de nuestra propia conciencia.
– factores que conducen a esta pérdida de contacto con la Esencia:
La identificación con nuestros cuerpos: El comienzo de la cognición se origina con la diferenciación entre las sensaciones agradables y desagradables, y cualquier rastro de memoria de estas impresiones se registra gradualmente en nuestro sistema nervioso central desarrollado. A través de la repetición de estas impresiones, la memoria empieza a formarse. Esforzarse por alcanzar el placer y evitar el dolor es el principio fundamental que subyace a la estructura del ego. El sentido de lo interior frente a lo exterior, el contacto repetido del entorno con nuestra piel nos lleva a una sensación preliminar de ser una entidad separada y distinta. Esta sensación de separación, definirnos con contornos y límites incuestionables- constituye otra creencia fundamental y característica de la estructura del ego. El comienzo de la conciencia introspectiva se inicia con las impresiones físicas, y nuestra sensación de quiénes y qué somos acaba identificándose con el cuerpo. el ego es primero y antes que nada es un ego corporal. Esta identificación con el cuerpo y que su diferencia define quiénes y qué somos, nos desconecta de la conciencia de nuestra temprana niñez en la cual todo se experimentaba como la totalidad. Cuando nos identificamos con nuestros cuerpos y con nuestra separación, en vez de experimentarnos como manifestaciones únicas de una cosa, o como células diferentes del cuerpo único del universo, llegamos a experimentarnos como independientes y desconectados del resto de la realidad.
Etapa del desarrollo del ego o de la caída:
La Naturaleza Verdadera de nuestra alma es única, las características que manifiesta se transforman, o cambian con las que estamos más en contacto en un momento dado. La cualidad de la Esencia que se manifiesta depende de la situación externa en la que nos encontramos o surge en nuestro proceso interior. La compasión surge dentro de nosotros en presencia de un amigo que está sufriendo. El niño experimenta muchas cualidades de la Esencia, algunas se vuelven predominantes en fases específicas del desarrollo.
– simbiosis (2 a 6 meses) aspecto más destacable el amor extático, dulce sensación de estar fundido y unido a todo, dichosa sensación de unión que los adultos buscan recuperar a través del enamoramiento.
– gatear (6 o 7 meses) sentido interno con el que discrimina entre él y la madre, como «si saliese del huevo» de la órbita simbiótica. Hay una expansión energética, sensación de fuerza y capacidad.
– explorar su mundo tocar, probar y manipular los objetos y personas, sensación de deleite y curiosidad sin límites.
Cualquier fractura o trauma durante esa etapa del desarrollo afecta nuestra relación con el Aspecto Esencial asociado, debilitando su contacto. Estas fracturas se vuelven parte de la historia que se almacena en nuestros cuerpos y almas. La pérdida de contacto con nuestras profundidades es lo que llaman la caída. No ocurre de golpe sino gradualmente durante los primeros cuatro años de la infancia
– Al final se alcanza una especie de masa crítica, la totalidad del mundo esencial se desvanece de nuestra conciencia. La caída no es una verdadera pérdida de la Esencia; simplemente perdemos el contacto con ella. El mundo esencial está presente solamente lo hemos «olvidado» o borrado de nuestra conciencia. Es inseparable de quiénes somos pero se ha quedado en nuestro inconsciente. Una manera de contemplar el desarrollo espiritual consiste en hacer consciente lo inconsciente. En la conciencia normal, el mundo esencial esta cubierto por el estrato más profundo de la personalidad (contenidos reprimidos-impulsos instintivos-recuerdos-fantasías relacionados con ellos) Cada Aspecto de la Esencia se va sumergiendo en el caldero del inconsciente, poco a poco vamos perdiendo contacto con esa parte preciosa de nosotros; de hecho lo que nos hace realmente dignos de ser apreciados. Con cada Aspecto que se pierde sentimos que falta algo, experimentando una sensación de carencia interpretada como deficiencia: «Hay algo que falta en mí hay algo incorrecto en mí», como si hubiera agujeros en nuestra conciencia donde debería haber algo que los integrase, sensación de lugares vacíos. a medida que se forman estos agujeros por la pérdida de Aspectos Esenciales, el equilibrio se inclina hacia una sensación general de vacío y deficiencia que forma el núcleo de la experiencia interna de la mayoría de las personas. Estado de deficiencia del ego experimentado como:
– sensación de carecer de valor, no merecer, ser pequeño, débil,
– sentirse completamente incapaz, impotente, inadecuado, inútil, sin apoyo. Capa más profunda y honda experiencia de la personalidad.
La personalidad es una sensación del yo carente de su fundamento -la Esencia- y por tanto sólo podemos sentirnos deficientes.
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Comunicación no violenta
Joseph Zinker en su Teoría del Conflicto, habla acerca del conflicto intrapersonal e interpersonal, como un espacio-tiempo, potencial de aprendizaje, en tanto permite la diferenciación en relación con los propios limites y los de los otros. Así distingue al:
– Conflicto improductivo o confluente, en donde no hay posibilidad de comprensión, y en donde aparece la culpabilización de todo al otro, involucrando claramente dos formas manifiestas de defensas, la represión y la proyección. Se proyecta lo que se es incapaz de enfrentar en el propio interior y se reprime la posibilidad de dar respuesta haciéndose responsable de la parte que corresponde, se acusa al o los otros. Aquí siempre esta la creencia que uno gana y el otro pierde, como corolario de este tipo de conflicto involutivo aparecen las respuestas polares, estrechas, pobres y frágiles. Involucra en gran medida un auto concepto incongruente, en tanto se ve así mismo en forma esteriotipada (soy esto y jamás aquello), con multitud de fuerzas y sensaciones limitadas y con una percepción carente de fluidez y amplitud, mostrándose vulnerable al ataque.
– Conflicto saludable o creativo, cuando hay una clara sensación de ser diferentes y una clara impresión de desacuerdo, pero en donde la diversidad es tolerada y mas aun hasta verse como enriquecedora. Este tipo de conflicto aparece entre personas integradas y auto concientes de sus limitaciones y capacidades, haciéndose cargo sin represión o proyección de los propios errores y sus consecuencias. Conflictiva que si se la maneja con habilidad produce, como efecto secundario buenos sentimientos entre las personas. Aquí hay conciencia que ambas pierden y ganan, de acuerdo a como procesen el conflicto. Involucra un auto concepto saludable en tanto la persona se concibe conciente de fuerzas que se oponen en su interior, y poseedor de diversas partes en ínter juego.
Zinker dice que todo conflicto interpersonal deriva del conflicto intrapersonal o intrapsiquico. Cuando un individuo reprime la conciencia de su propio ser y la proyecta sobre otro, le resulta mas fácil ver lo inaceptable, molesto o inquietante en el otro que en el mismo. Resultando más fácil luchar con otro que con uno mismo. La lucha con uno mismo se libra a solas y provoca una cuota de ansiedad que pareciera no estuvieran dispuesto a pagar, entonces “que el otro se haga cargo.”
Resulta menos doloroso para algunos individuos atacar al otro, sobre todo si la acusación no es directa o abierta. A veces solemos atacar partes de otros dignas de aprecio pero demasiado temibles para uno. Si alguien me disgusta y su conducta me molesta es que aun la desconozco en mi mismo, no pudiendo tomar una clara posición ante ella, limitándome solo al fastidio. Si fuera mas condescendiente con mi propia conducta que me disgusta y desconozco comprendería mejor y el conflicto seria más constructivo.
El conflicto a menudo se establece cuando uno ataca la polaridad en sombra que el otro esconde o desconoce, evidenciándose el lado oscuro de la luna que se desea negarnos, por resultar amenazante. La competencia es el primo hermano de la inferioridad, mientras uno se sienta inferior debe proclamar y demostrar (demostrarse) su capacidad, en cambio si se siento ajustado a su evolución no hará comparaciones ni entablara competencias, sino se relacionara desde su ser maduramente en cualquier etapa de la vida seguro de si.
Zinder nos aconseja para trabajar con los conflictos, dos pautas claves:
1- enseñar a tomar conciencia del lado oscuro de si mismo, que el otro viene a representar, lo que nosotros llamamos el adversario-maestro, ya que con su resistencia viene a mostrar partes de nosotros que aun no habilitamos ni reconocemos y que serian de gran utilidad para nosotros integrarlas.
2- enseñar a empatizar con el espacio donde vive la otra persona y hablar desde ese sitio en donde será escuchado, y empalizar con nuestras partes que a través de los conflictos interpersonales nos evidencian los conflictos aun no resueltos intrapersonales.
Entendemos por comunicación no violenta a la habilidad comunicativa que refuerza la capacidad humana aun en condiciones límites, tratando de responder en ves de reaccionar, desde los hábitos adquiridos o los impulsos automáticos no elaborados. Responder concientemente hace la diferencia en cualquier comunicación, ya que la respuesta esta anclada sobre la percepción, el sentido y la sensación. Identificando y expresando con cierta claridad las propias necesidades y deseos, facilita en gran medida la comunicación, evitando interpretaciones, proyecciones de creencias o preconceptos. Claro que para esto se requiere que previamente, tengamos bien en claro nosotros nuestros deseos y necesidades (autentica comunicación intrapsiquica) y hallamos encontrado el mejor modo que nos represente de expresión e idiosincrásicamente nos comuniquemos.
Claridad en la observación, en el sentido y en las necesidades, en vez de juzgar es un simple camino que nos lleva a la comunicación pacifica. Escuchándonos y escuchar con atención ayuda a educar la tensión y lleva luz a sitios en donde esta lo que buscamos.
Marshall Rosenberg quien desarrollo el concepto de “comunicación no violenta” (CNV) nos muestra que es de gran utilidad observar y detectar las conductas y situaciones que nos afectan, ya que “la esencia de la comunicación no violenta esta en la conciencia, no en las palabras y que el método para establecer esta relación esta basado en la sinceridad y la empatia”.
El termino sinceridad significa sin cera en el rostro, sin maquillaje que oculte tu verdadera cara, y junto con la empatia hacen el equipo para que nos comuniquemos pidiendo y no exigiendo, enfrentándose con la frustración de no recibir, pero claros de poder seguir buscando sin cabildeos dilatantes.
Tener conciencia de nuestros objetivos colabora grandemente en la comunicación no violenta, saber lo que queremos ahorra muchos conflictos inoperantes “El condicionamiento centra mi atención en lugares donde no es probable que encuentre lo que busco. Vivimos en una cultura que usa la culpabilidad para controlar a las personas, dinámica que nos induce engañosamente a creer que esta en nuestras manos hacer que los demás se sientan de determinada manera. El sentimiento de culpabilidad es una táctica de coacción y manipulación, que confunde estimulo con causa.” Rosenberg como Rogers investigaron y comprendieron los sistemas comunicativos de implícita dominación en las relaciones humana. La comunicación así entendida es una forma de expresión que nos va alejando paulatinamente de la vitalidad de la existencia., alejándonos de lo que sentimos y necesitamos esencialmente.
En Generación Empatica partimos de la base que la violencia es una conducta aprendida, no es intrínseca a la esencia humana, concepto sustentado por todo el pensamiento humanístico y las grandes corrientes filosóficas que dan base a las teorías psicológicas presentadas aquí.
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