LA SENDA DE LAS ESTRELLAS – Ep. 12: «Acuario»

ESCUCHA…

LEE…

ACUARIO

Amigo, amiga mía… Este trabajo sugiere que me dirija a ti como  si me dirigiera a mí mismo…

Según vimos en el episodio anterior… escalar la terrible montaña que se alza en nuestro interior requiere un gran esfuerzo…  Un esfuerzo envuelto por la soledad… a veces por un extraño y doloroso  vacío de ti mismo y el silencio… siempre el silencio  como respuesta a todas tus preguntas…

Y añadamos el soportar una mochila cargada de pasado, de tradiciones, dogmas y del “bluf” de  tantas ilusiones que, a veces, hemos construido sobre la nada…

Pero la intuición te sugiere  que el contenido de esa mochila debe ser incinerado allá en lo alto… y bajar  “ligero de equipaje”… con un destello de Luz en ti… con esperanzas renovadas y la necesidad amorosa de sembrar lo mejor de ti mismo en el  valle de la Vida…

Ese es el misterio de Capricornio… Un misterio que abre  las puertas del Corazón a la Luz “renovadora” de Acuario…  y te impulsa a descender al valle donde  aguardan tus cosas… para ararlo y sembrar en él las mejores semillas de ti mismo…  Un valle del que no siempre sabes apreciar sus secretos… En el que convives en medio de buenas intenciones o de guerras… de explotación y de sacrificio… En el que surgen relaciones tempestuosas pero… también…  en el que cada día intentas mostrarte lo mejor que sabes y puedes… Esa es la grandeza del Ser Humano…

Y a veces te preguntas acerca de si en la Creación nada ocurre por azar y nuestro aprendizaje en Ella es tan variado e intenso… ¿Se puede deducir de esa preparación la gloria que nos aguarda como Humanidad?… ¿No sientes el deseo de unir tu voz de aguador al de tantos otros aguadores que siembran, riegan y anuncian una próxima cosecha de Luz en los surcos del Planeta… para que por fin la Luz ilumine la Tierra y crezcan radiantes las semillas de Acuario?…

¡Claro que sí!… ¡Porque eres un trabajador de la Luz!…

Permíteme una pregunta… ¿acaso… en ocasiones… no te sientes como los novios que se aguardan el uno al otro?… El novio aguarda a que aparezca la radiante novia… Y en ella… ¿acaso no  brinca de gozo su Corazón cuando se acerca a la Luz del altar?… ¿No deseas ser cómo un novio de   Luz radiante ante tu  Alma?… Y acaso… como novia… ¿no eres una prolongación de Ella…  ¿y por qué no?… ¿aparecer luminosa en el Templo del Corazón y asida al brazo de la Gran Luz”?…  ¡ah, el Padre Eterno!… ¡Que bendita unión!…

¿No se muestra Acuario como esa novia engalanada en tu Corazón?… ¿Acaso no te motiva todo a afirmar tu amor por Ella y por toda la Gracia divina que encierra?… Aguardas en el altar como “hijo”… como “hija” de hombre”…  pero cuando en un fugaz ensueño te unes en la Luz de tu Alma… es cuando te consagras como “Hijo de Dios”!…  y en la eternidad de ti mismo se disuelve la ignorancia y el olvido…

Hasta que otra vez… ¡intrépido!… vuelves a envolverte en la densidad y ¿para qué?… ¡pues para seguir arando la tierra!… Es tan alta… que no es posible que podamos concebir la grandeza  de la Humanidad… pero… al tiempo…

En el mito acuariano dedicado a la limpieza de los “Establos de Augías”… Hércules dirige la corriente de dos ríos para que atraviesen unos establos saturados de podredumbre, basura, putrefacción, guerra y corrupción…

¿Acaso te es ajeno el dolor que el engaño ha sembrado a lo largo de milenios?… ¿No te sientes impulsado a renunciar a la “gran mentira” mantenida por la tradición cuando se dice que “siempre ha sido todo así”? ¿No te sientes rebelde ante  “reformadores” cuya misión es no reformar nada… y que en el fondo no hacen más que servir a la oscuridad que esclaviza a la Humanidad?… ¿Y no te has preguntado acerca del porqué de tu afán por compartir esfuerzos para limpiar, despejar de broza, arar la tierra y sembrar en ella nuevas semillas de Luz?…

¡Que se saneen todos los establos!…  ¡Hasta sus cimientos!… ¡Y que el eterno engaño se diluya también por siempre!…

Y no… no se trata de un barrer aquí y un quitar el polvo allá… ¡No!… Porque si esperamos que el Cristo habite entre nosotros… ¿No será, acaso,  el Cristo que crece en  tu Corazón?…

¡Y que limpieza!… ¡que Luz al desterrar de tu ánimo la esclavitud del tiempo!… ¡Que nuevos  tiempos aguardan a la Humanidad!

Te propongo que nos sintamos como Hércules renovados… y nos tomemos la licencia de poner nombre a dos ríos de aguas rápidas y potentes…

A uno llámale  “Rio de la Depuración” y al otro “Rio de la Sanación… ¡Venga… atrévete… que eres tú mismo quien… en estos tiempos… debe escribir tu propia historia!…

Y si diriges la corriente de ambos ríos hacia los establos de nuestro planeta… ¿por qué no?… quizá también hacia tu propia vida?… ¿No necesitas sumergirte, tú también,  en las “Aguas de la Renovación”?…

¡Abre  pues la esclusa de las “aguas depuradoras”!

¿Te importaría, acaso,  que sus aguas se lleven para siempre el abuso de los poderosos sobre los débiles?… ¿O qué arrasen las catedrales donde se reverencia al ídolo de oro con pies de barro?… ¿Y disuelvan las cristalizadas creencias nacidas de intereses de religión, poder económico y social sobre las conciencias de los hombres?…

¡Ah, que aire de libertad para buscar al propio Dios en ti mismo y no en sangrientas cruces, altares de sacrificios o fastuosos rituales!… Lavar tu mirada con sus aguas y  abrirla a la libertad…

Gozar de la fraternidad  con el propósito de ya no hacer nunca más la guerra… ¿Porque acaso no han servido las guerras sino para ser la simiente de otras nuevas?… ¿No son ya milenios en los que la Humanidad se prepara para  la guerra para conseguir la paz pero… la paz… esa paz… amiga, amigo mío… nunca llega?…

¿Y quién, desde lo antiguo,  se ha beneficiado de todo ello?… ¿Quién ha sido y es el pagano de tal desatino?… He ahí una cuestión a meditar… ¿Deben pues las aguas de  la “depuración” barrer todo cuanto se halle en ese establo mal administrado?…

El alma acuariana…  ¿se puede sentir molesta por participar en ese “zafarrancho de limpieza”?…

¡Que no te incomode!… ¡Abre las esclusas!… ¡Que entren las aguas embravecidas y que todo huela a limpio!… ¡y siéntete satisfecho en tu dignidad como  “hijo del Hombre!…

Pero… ¿Qué ocurre con el “Hijo de Dios” que tú eres?… Y no, no ese “dios” nacido en los tiempos de los dioses… de tiranía probada… celoso de su propia sabiduría… ¡no!… ¡ese dios no!… ¡Que tu Dios… el nuestro… es, incluso, ajeno a los multiuniversos!…

¡Colabora en abrir la esclusa de las “Aguas Sanadoras”… y aunque quizá… hoy por hoy… no todos deseen navegar o  zambullirse gozosos en ellas… quizá sea tal como otros muchos no supimos hacer en un pasado remoto…

¡Pues que sirva la experiencia!… ¡Abre, abramos las esclusas!… ¡Que entren las aguas embravecidas… que todo huela a limpio y que cada uno en su conciencia decida!…

Unamos pues nuestro trabajo… y decidamos si debemos respetarnos y amarnos con reconocida fraternidad…

Decidamos si deben abrirse las puertas de los nuevos sentidos con los que colaborar en la hermosa tarea de bajar el Reino de los Cielos a la Tierra…

Decidamos si es bueno contemplar… como hijos y criaturas de Dios que son… a todos los Reinos de la Naturaleza y de los que participamos, somos y existimos…

Decidamos si deseamos entregarnos a la inanimada tecnología y confiar a ella nuestras relaciones, el progreso o los sueños esclavizantes de artificiales metauniversos…

Decidamos si queremos ser  dioses a la antigua usanza dejando nuestros pensamientos en manos de la “Inteligencia Artificial” o expresar la abarcante intuición del “Hijo de Dios” que somos…

Decidamos si deseamos seguir lastrados por el pasado… esclavizados a las metas del futuro o increíblemente sentirnos ajenos al tiempo… y, por tanto, ajenos a la muerte…

Si deseamos seguir condicionados tan solo por la Ley de Gravitación Universal o vemos llegado el momento de percibir la Ley de Afinidad Universal…

Y que las conciencias se unan en función no de su peso y masa sino… antes bien… en función de inquietudes y aspiración… sea desde donde sea… más allá del limite que impone cualquier velocidad…

¿O acaso Acuario no muestra la sutilidad del misterio que trasciende universos, galaxias o conciencias de lo infinito?… ¿Debemos… como Humanidad… seguir renunciando al “TODO” en Quien se halla todo?…

¡Que hermosa tarea Acuariana!… ¡Que fraternidad universal nos espera!… ¡Ahhh, tiempos de “renovación”!… ¡que grandes cosas reservas a tus hijos!…

Busca en tu “cajita de las buenas cosas”…  busca en tu intuición de “trabajador de la Luz”… porque bien sabes a lo que me refiero y aunque no haya palabras para expresarlo… ¡Es tanta la oscuridad que nos ha envuelto en los pasados doce mil años!…

Pero… ¡son tantas las buenas nuevas que para la Humanidad encierra la promesa de Acuario!…

¡Ah, hermoso tiempo que nos aproxima la Luz del esfuerzo pasado… la esperanza y la revelación de la magia!…

Y todo ello en un lenguaje que solo el Corazón sabe interpretar… En él se halla la clave del nuevo camino para la Humanidad… un camino tan increíble como puede ser el “reencuentro” con nosotros mismos y… por tanto… con las infinitas vidas del Universo…

Amigo, amiga mía… Concluyo este trabajo confiando en ti una experiencia personal…

Hallándome en la meseta de Guiza, en Egipto, de repente sentí como una triangulación entre la pirámide de Kefrén… la Esfinge… y yo mismo… Por un momento me sentí como envuelto en una fugaz magia… Uno de esos momentos en los que el silencio parece tomar cuerpo… Como recogiendo el misterio que quizá un día me deje allí y hoy transformado en el amanecer de una “revelación”  que llama a las puertas de la Humanidad…  Un misterio cuya puerta se cerró en Leo y que debe volver a abrirse en Acuario…

Amigo, amiga… Sintámonos en esa empresa y  que nuestro caminar lo motive un próximo aire de “renovación”…  y puesto que ya es llegado el tiempo… que nuestras voces se  unan y eleven un canto decidido hacia los dioses de Acuario… hacia la “Edad de Oro” esperada…

Fraternalmente.

Juan

JUAN A. SÁNCHEZ DE LEÓN

www.lasendadefuego.com/

FUENTE: https://mivozestuvoz.net/2022/05/25/la-senda-de-las-estrellas-ep-12-acuario/