La serpiente Uróboros en la civilización Maya: Segunda Parte.
“La serpiente Uróboros, que se come su propia cola…”
El Uróboros es un símbolo que muestra a un animal serpentiforme que engulle su propia cola y que conforma, con su cuerpo, una forma circular. El uróboros simboliza el ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo. Por su parte, la civilización maya fue una civilización mesoamericana desarrollada por los pueblos mayas, que destacó en América por su escritura glífica, el único sistema de escritura plenamente desarrollado del continente americano precolombino, así como por su arte, arquitectura y sistemas de matemática, astronomía y ecología. No en vano el experto Eric S. Thompson nos dice en su monumental “Escritura Jeroglífica Maya”:
“uno se queda perplejo ante el dominio sobre números formidables, implicados en los diversos términos para las unidades superiores que han sobrevivido. Seguramente ningún otro pueblo con un nivel comparable de cultura material, ha tenido semejante concepto de números inmensos, y un vocabulario, para manejarlos”.
En este artículo, vamos a estudiar como la civilización maya, se sirve del mito de la serpiente Uróboros para explicar la evolución de la conciencia humana, desde la antigüedad, hasta nuestros días. La primera parte de este artículo ha sido recientemente publicado en hermandadblanca.org. Se recomienda su lectura previa para un mejor entendimiento.
Los Mayas del Tiempo Eterno
En este mundo moderno, la mayoría de nosotros vivimos en una realidad sintética.
Por sintético queremos decir separado de la naturaleza. Lo vemos en nuestras casas, nuestros coches, e incluso nuestra ropa. La tecnología nos protege del mundo exterior y los peligros de la naturaleza, pero también nos separa de una conexión eléctrica esencial a la Madre Tierra que todos los pueblos indígenas entienden. (Sugiero visitar la siguiente web para aprender más cosas sobre la conexión con la tierra https://www.earthing.com/)
Debido a nuestro orgullo por los logros tecnológicos, no podemos imaginar cómo un indígena, con sus pies en la tierra y apenas capaz de alimentarse a sí mismo, podría afectar a este mundo moderno.
Permitirme explicar por qué los mayas y otras tribus indígenas son tan importantes para la humanidad y para nuestra propia existencia. Si vosotros aceptáis la luz de este entendimiento para que os ilumine, podéis descubrir el mundo oculto del pueblo maya, donde comenzará a revelarse su modo de vida y sabiduría.
Geometría Sagrada
Observando la naturaleza y al Universo, vemos que el ser humano y todas las formas de vida conocidas, se rigen por una serie de números llamada la secuencia de Fibonacci. Nuestro cuerpo humano contiene estos patrones de números miles de millones de veces, pues están presentes en cada célula, y las relaciones proporcionales entre todas las partes de nuestros propios cuerpos se corresponden con ellas.
La Geometría Sagrada es el modelo subyacente del Universo. Da orden a lo que de otro modo sería el caos total. La disposición de cada objeto materializado en existencia, independientemente del tamaño, se ordena en razón de patrones geométricos que llamamos Geometría Sagrada. Por ejemplo, los planetas orbitan alrededor de los soles, según la Geometría Sagrada.
El Mundo Antiguo conocía y utilizaba este saber; como evidencia de ello, encontramos vastas muestras de Geometría Sagrada dentro de cada una de las Pirámides; pero el Mundo Moderno ha olvidado estos conocimientos básicos, y durante los últimos 500 años se ha movido en la oscuridad. Ahora que la NASA ha recordado este conocimiento antiguo y lo está combinando con el conocimiento moderno, una nueva imagen del Universo está emergiendo. Sin este antiguo conocimiento, nunca podríamos conocer la verdadera realidad.
Golden Mean (Media dorada aristotélica)
El Golden Mean aristotélico, también llamado Golden Ratio o Phi Ratio, es primordial más allá de todas las demás medidas y proporciones del universo. Podemos tomar cualquier línea recta, no importa cuán larga sea, y cortarla en un lugar particular para crear el Golden Mean. La parte más pequeña de esta línea será igual a uno, y la parte más larga será aproximadamente 1.6180339, que es un número irracional que continúa en infinito. Esta proporción puede verse no sólo en planetas, estrellas y lunas, sino también en cualquier forma de vida en la Tierra, incluyendo nuestro propio cuerpo.
Si miramos las articulaciones y los huesos de una mano y dividimos la longitud del hueso que incluye la uña en la longitud de la siguiente, aparece la relación Phi: 1.6180339. Si luego tomamos la longitud de ese hueso y lo dividimos en la longitud del siguiente hueso en nuestro dedo, el Phi aparece de nuevo.
De este modo, encontraremos la medida Golden Mean en todos nuestros huesos.
Se asegura que el Golden Mean es la más importante proporción de todas las otras posibilidades de la matemática existente. Incluso el tamaño real de los planetas y sus lunas no es accidental, sino que coincide perfectamente con la geometría sagrada.
La Vida natural descubrió esta increíble proporción al comienzo de la creación, pero un hombre llamado Fibonacci la redescubrió para nosotros solo unos pocos cientos de años atrás. La Serie Fibonacci comienza con 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144 y así sucesivamente. Se trata de una serie numérica en la que se agrega el primer número al siguiente número en la serie para llegar al nuevo tercer número. Entonces si se inicia con 5 y se agrega a 8, el siguiente número es 13.
Si dividimos estos números por sí mismos obtendremos aproximadamente la proporción Golden Mean de 1.6180339; así comenzamos a vislumbrar el entendimiento primigenio. Si dividimos 1 por 1, obtenemos 1, y este número está por debajo de la proporción Golden Mean. Si dividimos 1 por 2, obtenemos 2, que está por encima del Golden Mean, pero ya más cerca del número real. Cuando dividimos 2 y 3, obtenemos 1,5, que está todavía más cerca, aunque nuevamente por debajo. Cuando dividimos 3 entre 5, se obtiene 1.666667, que vuelve a estar por encima, pero cada vez más cerca. Si seguimos dividiendo los números entre sí, cada vez nos acercaremos más al Golden Mean.
Aquí hay una concha de Nautilus que fue cortada por la mitad para que podamos ver el interior. Cada cámara ha sido creada a partir de la Serie Fibonacci. Podemos ver que estas cámaras al principio son un poco desiguales, espaciadas y muy extrañas, porque estas cámaras iniciales no están cerca del Golden Mean. La primera cámara es el número 1, y luego continúa, 1, luego 2, luego 3, luego 5, etc. A medida que avanzan en la Serie Fibonacci, están cada vez más cerca de la media dorada perfecta. A simple vista, podemos notar como las cámaras del Nautilus son cada vez más perfectas. Esto es lo que hace por su cuenta la Vida natural. Con el fin de evitar el uso de complejos números irracionales, la Vida ha encontrado una forma de utilizar números enteros de un solo dígito, como 1, 2 y 3. Y la Vida usa estos números no sólo en los cuerpos de los seres vivos, sino también en cosas que los seres humanos no consideramos vivas, como los cristales.
Recordemos que la cuestión principal que abordan estos artículos, es por qué el Mundo Antiguo y el Mundo Moderno se necesitan mutuamente para sobrevivir a la profecía maya. Vamos a explicar esto usando la imagen de una planta Sneezewort.
Es una planta de aspecto extraño, pero en realidad crece de acuerdo con la Secuencia de Fibonacci; si nos fijamos bien, podemos ver la secuencia desplegarse ante nuestros ojos. Al salir de la tierra, primero crece 1 hoja, luego 1 más; luego crece 2 hojas, luego 3, luego 5, luego 8 hojas, y luego 13. La pregunta es: ¿cómo sabe esta planta, después de que ha crecido en 5 hojas, el número de hojas que crecerá a continuación? 8 hojas es la respuesta, pero ¿por qué no 10 o 12 o algún otro número? ¿Cómo lo sabe?
Lo sabe porque la planta mira hacia su pasado, que es 3, y sabe que cuando añade su pasado a su presente, que es 5, el futuro se encuentra en el 8. Sabe exactamente que el número siguiente es 8.
Esta es la situación en la que la humanidad está ahora. El mundo moderno es como el número 5 en este momento, y no sabe dónde va porque está completamente desconectado de su pasado. Pero cuando vuelva a a conectarse con el Mundo Antiguo, y cuando sume el Mundo Antiguo al Mundo Moderno, sabrá exactamente donde se supone que debe ir. No podemos saber dónde se va a expandir nuestra conciencia, sin volver a conectarnos al Mundo Antiguo. Es algo esencial. No es una opción.
Debemos recordar el pasado. El Mundo Antiguo está completamente preparado para nosotros. Ellos están listos. Saben que nos necesitan. Pero nosotros, no recordamos lo mucho que los necesitamos a ellos. Este es el problema. El porqué del mito de la serpiente Uroboros que se muerde su propia cola.
Sin embargo, pienso que es un problema que los lectores sabios serán capaces de resolver por sí mismos.
AUTORA: Eva Villa, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTE: “The Cosmic Cycles come full circle” de Drunvalo Melchizedek.