La temida y tan evitada muerte
Es verdad que cuando escuchamos acerca de la muerte pensamos de manera inmediata que está muy lejana, que es mejor ni hablar de ese tema o como en algunas culturas preferimos reír y burlarnos de ella.
¿Qué es en realidad la muerte?
Pero ¿Qué es en realidad la muerte?, es un proceso en el que experimentamos la disolución de los elementos que nos comprenden hasta que nuestra conciencia, alma o espíritu (dependiendo de la cultura o corriente espiritual de la que se trate) se desprende de nuestro cuerpo físico.
En las culturas de oriente se conoce a la muerte como Yama y los grandes maestros, al explicar el tema, afirman que una vez que nacemos lo más seguro es que vamos a morir, cuándo y cómo, no lo sabemos pero empieza la cuenta regresiva y Yama emprende su viaje para encontrarnos. Si, esto puede asustar a cualquiera pero no debe ser necesariamente así.
la muerte es un paso o experiencia
La realidad es que debemos de ver a la muerte como un paso o una experiencia que en algún momento de nuestras vidas debemos afrontar, de hecho en el devenir de nuestra historia personal experimentamos de manera cercana la muerte de nuestros seres queridos, amigos, conocidos o personan neutras. Normalmente nos aproximamos a la experiencia con distancia y con una voz interna que nos dice …qué bueno que esto no me está pasando a mí, es aquí cuando perdemos una valiosa oportunidad para reflexionar y de alguna manera prepararnos, porque no.
Por ejemplo, podemos entender que la duración de la vida es de manera última desconocida y que debemos estar al día en nuestros afectos, en nuestros rencores, odios, resentimientos, palabras no dichas y acciones no realizadas.
Es hermoso escuchar a personas que dicen si muero en este momento todo está bien, y es que de verdad lo está, simplemente han cerrado con conciencia ciclos, han amado en el momento que se presenta todo lo que llega y han transformado sus experiencias de odio y dolor en perdón y luz para aquellos que les dañaron. Es algo así como escribir un cuaderno de nuestra vida en el que al final la cuenta de nuestras acciones está al corriente.
no ignorar que algún día vamos a morir
Lo peor que podemos hacer es ignorar que algún día vamos a morir, claro que no significa que permanezcamos pesimistas y dedicados a pensar en eso todo el tiempo, por el contario significa estar en todo momento agradecidos porque respiramos, porque nos reencontramos con un ser querido, porque viajamos al lugar deseado o porque meditamos en tranquilidad y paz…si observan no estamos en realidad pensando en la muerte, estamos concentrándonos en la vida, en hacer de ella algo grandioso y edificante, no mañana, ni en un año, ni cuando llegue a viejo….es ahora en nuestro tiempo presente con atención plena y satisfacción.
Encontrar la satisfacción en nuestra vida es de vital importancia para morir bien, por así decirlo, en realidad las muertes más difíciles y dolorosas son aquellas en las que quedo algo pendiente.
vivir al día en nuestra cuentas afectivas
Así que por nuestro bien y el de los que nos rodean vivamos nuestros días con la plena conciencia de que debemos hacer todo lo que necesitamos y queremos, amar y dar a los otros nuestra consideración, y perdonar o entender todo aquello que no nos es favorable, no es una posición pesimista…de hecho es la más productiva, realista y constructiva que podemos adoptar…además como en algunas culturas de oriente afirman, al final de cuentas el pensar de vez en cuando en la muerte es una ventana de oportunidad para mejorar nuestro desempeño diario y para vivir con plenitud…es sin duda la mejor opción…vivir en paz para morir en paz …está ahí el gran secreto.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca