Las cinco claves astrológicas para alcanzar la armonía espiritual
La búsqueda de la Armonía Espiritual, va de la mano con descubrir y practicar las claves conceptuales e ideológicas que nos ayudan a transitar de forma concreta el camino hacia la divinidad.
Las cinco claves astrológicas para alcanzar la armonía espiritual
Muy queridos lectores, preparamos para este día un tema enriquecedor. A petición de muchos de mis consultantes, hablaremos sobre cinco de los puntos más destacados de la carta natal o mapa celeste y su relación con la ideología y actitudes que deben acompañarles para alcanzar la armonía espiritual.
Nos referimos a la posición y aspectación del Sol, el Ascendente, la Luna, el Medio Cielo y el Punto Focal de la carta. Mismos que se corresponden (en ese orden) con el Reconocimiento del YO, la Capacidad auto crítica y Reconstructiva, el Sentido de Unidad, la Congruencia y la Gratitud.
Recordando que absolutamente todos los aspectos del mapa celeste personal son de alta relevancia. Sin embargo, nos concretaremos en entender estos que hemos mencionado, pues constituyen las cinco claves astrológicas para alcanzar la armonía espiritual. Independientemente de que contemos o no con los conocimientos necesarios para analizar e interpretar nuestra carta natal, lo importante es reconocer que estas cinco claves son pilares que dan sustancia y soporte a la estructura de nuestra visión interior de las cosas.
Especificaremos los aspectos generales de cada clave, para tratar de darte un horizonte más amplio respecto de cada punto, clarificando su comprensión y aportando nuevos elementos a considerar para que logres generar una idea más precisa y clara en cada caso. De ese modo te será más sencillo practicar interiormente dichos conceptos, hasta que formen parte integral de ti y ejerzan su labor de manera natural y luminosa.
En esta ocasión, focalizaremos nuestra atención en la idea clave, por lo que obviaremos el uso de ejemplos de mapas celestes. El objetivo es que conozcas la relación de cada clave con el planeta o aspecto astrológico, pero canalizando su importancia sobre el terreno espiritual, en lo vivencial y evolutivo.
Antes de entrar en materia, permítanme enviar un saludo especial y mi gratitud, a mi querido Yoishe Zakve, quien con sus enseñanzas en meditación y enriquecedoras charlas me ha ayudado a prepararme mejor para poder compartir con ustedes estos conocimientos de forma clara y sencilla. Pues el objetivo es dejar un poco al margen tecnicismos y términos complejos que no todos comprendemos, y así poner al alcance de quien lo busque, este tipo de información valiosa.
El Sol junto con su posición y aspectación en la carta natal, es sin duda el eje energético de nuestro mapa astrológico. Entender su esencia y fuerza de influencia, nos permite comprender que sólo podemos elevar la consciencia cuando empezamos por descubrir y reconocer nuestra individualidad y sus características distintivas.
Sabemos que el Sol marca en el mapa celeste el signo que nos define. Pero sin importar su localización, es esencial que dediquemos tiempo de calidad al reconocimiento del YO. Este concepto es particularmente importante y se debe ser muy cuidadoso en su escrutinio. Pues hay una diferencia radical entre reconocer al YO y entre caer en el error de sentirnos superiores.
Este reconocimiento el YO, debe ser realista y muy honesto. Y debe incluir un alto sentido de aceptación personal al tiempo que no dependa del reconocimiento externo.
En otras palabras, se trata de poder privilegiar quienes somos, sin la necesidad de reconocimiento social. La poderosa fuerza del Yo es el material con el que construimos nuestras estructuras internas de pensamientos y emociones. Idealmente, el objetivo es poder sentirnos plenos, satisfechos y gozosos el decir: Yo Soy.
La sustancia del universo está hecha de cada partícula o alma individual, que se reconoce a sí misma como indispensable y hermosa. Esplendorosamente luminosa desde su creación y con la capacidad de amplificar su brillo y energía conforme las experiencias de vida nos van ayudando a evolucionar el Yo, dentro de una espiral ascendente perfecta.
El pleno reconocimiento del Yo, nos brinda la oportunidad de regresar a nuestro más puro origen divino y a descubrir los otros puntos clave de la armonía espiritual. Suena a trivialidad, pero es de suma importancia que abandones hábitos erróneos tales como sentirte inferior o como suponer que tus privilegios te posicionan en un rango más elevado que a otros seres. Por ello insistimos en que el reconocimiento del YO, debe incluir honestidad y análisis realista.
Una vez que logres reconocer, aceptar y regocijarte de quien eres, el Sol de tu mapa celeste, brillará con mayor intensidad y te recompensará de formas insospechadas. Eres luz perfecta. Siéntete dichoso por ello.
El Ascendente es reconocido por la astrología como el siguiente aspecto más trascendente en la carta. El signo que lo rige y los planetas y aspectos involucrados con él, le imprimirán sus rasgos distintivos. Sin embargo, más allá de representar la cara que le mostramos al mundo, simboliza la capacidad de evaluar nuestra personalidad y realizar los ajustes pertinentes que nos conviertan en la mejor versión de nosotros mismos.
El Ascendente nos cualifica. Esto significa que el conjunto de sus características en la carta natal, nos permite generar un mapa definitorio de la personalidad que usamos para interactuar con el entorno. Pero cabe señalar que su función principal es la de auto evaluarnos constantemente, para hacernos conscientes de hábitos aprendidos o heredados que quizá limitan o ensucian la luminosidad de nuestra energía.
La Auto crítica es de vital importancia cuando buscamos trascender interiormente. Ser imperfectos no debe traducirse como un delito. En todo caso, debe entenderse como la hermosa oportunidad de re valorar nuestras respuestas cognitivas o patrones habituales que quizá entorpecen la evolución espiritual.
Detectar funcionamientos erróneos o deficientes y corregirlos en consecuencia, es quizá la labor más sublime que nos aporta el Ascendente de la carta natal. Tras haber reconocido al YO, su constante y efectiva auto evaluación, nos permite dar pasos gigantescos hacia la armonía espiritual.
Como seres cambiantes, los cambios y adecuaciones energéticas personales, son muy necesarias para dar forma a la energía que emana de cada uno. Y aunque muchos sienten temor de auto analizarse, la realidad es que una vez que se descubren las imperfecciones, es más fácil y satisfactorio el proceso de reconstrucción interior.
Las recompensas recibidas son tan disfrutables, que en automático se restará importancia al hecho de haber descubierto aquellos aspectos que en su práctica no nos dejan avanzar y evolucionar.
La Luna, junto con el signo y casa que habita y aspectos compartidos con otros astros, representa las características de nuestras emociones. Pero para este análisis, deberemos entenderla como la capacidad personal de integrarnos a la unidad del universo. El cosmos es un cúmulo de partículas de materia, pero también de almas en evolución. Y ha de ser un objetivo trascendente comprender que formamos parte del TODO.
Las cinco claves astrológicas para alcanzar la armonía espiritual
Las características de nuestra Luna en el mapa celeste, nos indica de qué manera experimentamos y expresamos la emotividad. Los sentimientos que albergamos y el cómo los manifestamos, tiene mucho que ver respecto de las particularidades de la Luna en la carta.
En un concepto más elevado, esto debe entenderse como el don o capacidad que tenemos para sabernos parte de un todo. El sentido de unidad se alcanza cuando ocupamos nuestra energía en experimentar la sensación de comprometernos con otros seres. Y esto va mucho más allá. La finalidad es hacernos conscientes de que todo cuanto existe, desde la más pequeña partícula de polvo inanimado, hasta el ser vivo más complejo, estamos ligados por la energía del cosmos y SOMOS el cosmos.
Todo, sin excepción, posee energía cósmica, siempre perfecta y radiante en su origen. Imagina una red de hilos luminosos que te conectan con absolutamente todo cuanto existe. Tú perteneces a todos y todo te pertenece.
Elevar el plano de la consciencia hasta dicho punto, es otra de las claves para alcanzar la armonía espiritual. Somos materia, energía, luz y esencia. El universo no sería lo perfecto que es, si le faltaras tú o si le faltara cualquier otro elemento. Por ello, el sentido de unidad vivido a plenitud, no sólo consolidad la finalidad de la creación, sino que también te ayuda a ver con claridad el camino a seguir para regresar al origen divino.
El Medio Cielo y sus características determinan aspectos como la fama o el prestigio social, además de la satisfacción de logros personales en áreas que tienen que ver con aquellas de nuestras actividades que signifiquen beneficios colectivos y desinteresados. Pero para este estudio también deberemos entenderlo conforme al nivel de congruencia con el que experimentemos la vida.
El Medio Cielo es sin duda un eje energético de suma importancia en la interpretación astrológica. Sus rasgos y características definen la manera en la que nuestro quehacer humano se manifiesta o impacta en otras vidas.
Ahora bien, para su comprensión como la cuarta clave de búsqueda de armonía espiritual, deberemos entender su esencia como la capacidad personal de ser congruentes en todos los aspectos de nuestras vidas. Es decir, que de forma ideal, deberá de imperar la congruencia entre lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos.
Comprendamos que no hay una sola fórmula perfecta para esto último. Los estilos de personalidad son incontables y todos son potencialmente armónicos. Con esto queremos establecer que la congruencia es personal y no hay buenas o malas opciones. Sólo se busca que cada uno de nosotros sea congruente plenamente.
Esto significa que lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos, deben manifestarse de manera equilibrada; sin estorbarse o generar conflictos entre sí.
Aunque el Medio Cielo representa la fama y el prestigio, es tarea de cada quien buscar la plena congruencia interior, pues de eso modo la proyección de nuestro quehacer humano, contará con la posibilidad de aportar elementos auténticos y armónicos a la esfera a la que pertenecemos o por la que estemos transitando.
Vivir sin congruencia sólo por conseguir el aparente reconocimiento del exterior es literalmente una pérdida de tiempo. Al final nos enfrentaríamos a la necesidad de volver a recorrer el camino. Esencialmente aquello que aportemos al entorno para su beneficio es un deber personal. Pero si le falta el elemento de la congruencia sería como generar beneficios a otros pero renunciando a la voz interior que siempre nos dicta lo que cada uno necesita para sentirse satisfechos con el trabajo realizado.
Por lo que podemos concluir que dicha renuncia atenta contra la energía del ser. Enfoca tu energía en vivir con congruencia cada día.
El Punto Focal de la carta no es sencillo de determinar. Se conforma de una serie compleja de características. Y aunque astrológicamente representa el motor de nuestros deseos en cuanto a carrera o actividades que más nos satisfacen, para este análisis habremos de entenderlo como nuestra capacidad de dar gracias por la vida y por la oportunidad de crecimiento interior.
Aunque casi siempre es necesaria la intervención de un astrólogo serio y profesional para determinar el Punto Focal de la carta, la realidad es que el tema que hoy nos ocupa va más allá de reconocer dónde, cómo y por qué dedicaremos nuestra vida a aquello que nos otorga tanta felicidad.
Aquí lo que deseamos destacar es la importancia de vivir con gratitud plena. Sin importar tu estandarte religioso o filosófico, es trascendente que aprendas a vivir con gratitud.
Ese conjunto de rasgos y elementos que constituyen el Punto Focal de tu carta puede interpretarse como una misión. Una tarea que te fue designada para que descubras lo que significa sentirse feliz. En contraparte, la gratitud que tú manifiestes no es otra cosa que energía pura. Dicha energía es la que cierra el círculo de las cinco claves astrológicas para alcanzar la armonía espiritual.
El aquí y el ahora es tu realidad más palpable. Sin embargo, el origen divino de tu ser, desde su creación y hasta el infinito, constituyen la sustancia que te da forma y esencia. La gratitud de poder experimentar a diario el cúmulo de circunstancias que te acompañan, es la más sublime respuesta de tu alma.
En términos coloquiales, la gratitud es la cereza del pastel. Pues una vez que has podido reconocer plenamente al YO, ejerciste la autocrítica y la reconstrucción, experimentaste el sentido de unidad, viviste con congruencia y disfrutaste de la gratitud, será que tu espíritu reflejará sólo armonía luminosa y perfecta.
Las cinco claves astrológicas para alcanzar la armonía espiritual
Queridos amigos, les invito a estudiar estos temas en compañía de su astrólogo para que juntos descubran aún más sobre la interpretación de sus cartas natales. Les aseguro que será muy interesante y revelador. Además de que, por sí solas, estas cinco claves representan grandes satisfactores interiores y facilitan el camino de regreso al origen divino.
Gracias siempre por leernos.
Que la luz brille en ti, hoy y siempre.
AUTOR: Miranda Luna, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Intensidad del signo zodiacal. Los niveles de expresión en el horóscopo.
MUCHAS GRACIAS.
Gracias a ti Antonio.