por María de Gracia

“El hombre antes de su nacimiento, al ser espíritu puro, lo sabe todo, pero en el momento en que ve la luz del día, un ángel le da una bofetada en la boca y se olvida de toda la Toráh”.

(Ver.51a; Me’ilah, 17b; Ta’anit, 11)

Angeología

La Angeología es la rama de la teología que trata de los ángeles a los que considera seres sobrehumanos que viven en el cielo y en ocasiones revelan al hombre la voluntad de Dios, además de ejecutar sus órdenes. De una forma u otra la creencia en los ángeles aparece en las primeras etapas de la historia pre-cristiana y sigue muy viva en el mundo espiritual tanto de los judíos como de los que profesan las religiones que surgieron del judaísmo, como son el cristianismo y el islamismo. En otros pueblos y religiones de la antigüedad también hay constancia de la creencia en estos seres.

Según la tradición cabalística todos tenemos un ángel, que no es precisamente el de la Guarda, sino que se trata de uno de los setenta y dos ángeles de los que se compone el Arbol de la Vida. Estos ángeles sirven directamente a Dios y ayudan a los hombres a evolucionar y a encontrar el camino de su espiritualidad. Las jerarquías de ángeles están compuestas por nueve coros de ángeles formados cada uno de ellos por ocho rostros lo que suma un total de setenta y dos ángeles. Se trata de los setenta y dos ángeles de la Cábala y se dividen en: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Potencias, Virtudes, Principados, Arcángeles y Angeles.

El nombre original para el ángel es simplemente: “mensajero”, obtuvo su mayor significado solo a través del nombre adicional de Dios, como “Angel del Señor”, o “Angel de Dios”, aunque hay otras denominaciones que los llaman “Hijos de Dios”, “los Santos”, etc. (Salmos XXIX)

Los ángeles se aparecen a los hombres como medio de poder y también por la voluntad de Dios, y para llevar a cabo sus peticiones. Los ángeles se revelan a las personas, así como a las naciones, con el fin de anunciar eventos ya sean buenos o malos. También se menciona a los ángeles de la Guarda, pero no igual que los anteriores, sino como espíritus guardianes de los individuos y también de las naciones. Mientras que todas las revelaciones que reciben los ángeles vienen directamente de Dios, el ángel actúa de intérprete divino sobre todo cuando tiene que comunicar Sus órdenes a los hombres.

“Adoptan forma de seres humanos de una gran belleza y no son, al tiempo, reconocidos como ángeles; vuelan por el aire y pueden volverse invisibles. Son tocados y consumidos por el fuego como Elías que cabalgaba en un carro de fuego.” (Salmos XXIX)

“Aparecen en las llamas de la zarza. Son puros y brillantes como el cielo, por lo tanto se forman en el fuego y están protegidos por la luz”. “El que convierte a los vientos y a las llamas del fuego en sus mensajeros”. “Llevan espadas o armas de destrucción en sus manos y alguno lleva un tintero”. “Un ángel terrible está entre la tierra y el cielo con una espada desenvainada en su mano”. (Ezequiel IX)

San Miguel – Carlo Crivelli, año 1.476

“Un ángel vestido de lino, y ceñido su cuerpo de oro, era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud”. (Daniel, X-5).

“Los ángeles son poderosos y terribles, están dotados de la sabiduría y el conocimiento de todos los eventos terrenales, son correctos en sus juicios, pero no son infalibles porque luchan entre sí y Dios tiene que poner paz entre ellos. Cuando sus funciones no son punitivas los ángeles son benéficos para el hombre”. (Salmos, CIII: 20)

El número de ángeles es infinito. Jacob se reúne con una multitud de ellos y vé al príncipe del ejército de Jehová: “Dios se sienta en su trono y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda”. (Reyes, XXII:19)

Los ángeles son mencionados en relación con sus misiones especiales, como por ejemplo: “el ángel que ha redimido”, “el intérprete”, “el ángel que destruyó”, “el mensajero del pacto”, “el ángel de su presencia”, y “un grupo de ángeles del mal”. Sin embargo cuando las huestes celestiales son consideradas en su aspecto más amplio se puede hacer fácilmente una distinción entre los querubines, serafines, hayyot (criaturas vivientes), ofanim (ruedas) y arelim (no se conoce el significado de dicho término).

Dios es descrito cabalgando sobre los querubines y como “el Señor de los ejércitos que mora entre los querubines”. Los serafines, son descritos por Isaías (VI:2), tienen seis alas. Los ofanim son seres celestiales que transportan el trono de Dios. En tiempos post bíblicos las huestes celestiales se organizaron mejor, llegó a haber varias clases de ángeles y cada una de ellas pertenecía a una jerarquía.

“Hay ángeles militares, uno de ellos acaba en una sola noche con todo el ejército asirio compuesto de 185.000. Los hay mensajeros. Otros aniquilan a miles de personas. Están personificados también los ángeles del “mal”; los que producen mal, aunque por lo general se les considera como benéficos para el hombre. Algunos acompañan a Dios como sus asistentes cuando tiene que manifestarse al hombre”. (Deuteronomio XXXIII:2)

“Los Siete Ojos del Señor que corren de aquí para allá por toda la Tierra con el fin de descubrir e informar de todo lo que sucede, y no son idénticos a los siete arcángeles o vigilantes”. (Zacarías IV:7-10)

En los libros de los profetas los ángeles también aparecen como representantes del espíritu profético y llevan la Palabra de Dios a los elegidos. Así, el profeta Ageo, fue llamado el mensajero (ángel) de Dios y se sabe que “Malaquías” no es un nombre real, sino que se trata de una palabra que significa: mensajero o ángel. En el libro I de los Reyes, XIII:18, se dice que un ángel lleva la palabra divina al profeta.

Algunas tradiciones mantienen que los ángeles ya existían antes de la creación del mundo. Los escritos bíblicos no especulaban sobre ellos, sino simplemente hablan de sus relaciones con el hombre como agentes de Dios (Gen. I:26). En consecuencia no se individualizan y al ser interrogados se niegan a dar sus nombres. (Jueces, XIII:18).

En el libro del profeta Daniel ya aparecen los nombres de Miguel y Gabriel. Daniel fue el primero en otorgarles tanto los nombres como los rangos en sus jerarquías. Miguel es el representante de Israel en el cielo donde están situadas todas las naciones. El imperio persa ya estaba representado por los príncipes angelicales. Unos 300 años antes del Libro de Daniel el profeta Zacarías ya había clasificado a los ángeles según su rango, pero no según sus nombres. Los llamados Siete Ojos pueden haber sido influenciados por la representación de los siete arcángeles y también por los siete amshaspands persas. Poco después del libro de Daniel aparecieron los Esenios con una angeología muy desarrollada, aunque por otro lado los saduceos siempre cuestionaron la existencia de los ángeles. En general, sin embargo, las creencias dominantes sobre angeología pueden ser recogidas de las tradiciones que continuaron incluso después de la extinción de los esenios.

Gustave Moreau – un Peri – 1865

En la mitología persa un “Peri” es el descendiente de un ángel caído que tiene prohibida la entrada en el Paraíso hasta que cumpla su penitencia. En otras tradiciones los “peris” son descritos como agentes del demonio; aunque también les hay benevolentes. Son hermosos, tienen alas y parecen criaturas de cuento que se mueven entre los ángeles y los espíritus malignos.

En los relatos bíblicos se tiende al embellecimiento tanto de los ángeles como de sus misiones en la tierra, como por ejemplo cuando Abraham está a punto de sacrificar a su hijo Isaac, los ángeles interceden protestando ante el Señor porque consideran que el acto es antinatural.

“A los ángeles no se les permite perdonar pecados. Los ángeles se reúnen alrededor del trono de Dios con curiosidad. Israel tiene prioridad”. (Midrash CIII)

Además del nombre bíblico (ángel), el término “los superiores” se utiliza en contraste con “los inferiores”. (Midrash XXV:14). “Mediante la creación de la humanidad, Dios estableció la paz entre los superiores y los inferiores”. (Lev. IX). “El hogar superior está compuesto de familias, lo que significa que los ángeles forman la corte celestial y son siervos de Dios en la tierra de abajo. Las huestes angélicas son llamadas “exercitus” y los ángeles de rango más bajo son llamados “galearii” (sirvientes del ejército)”. (Núm. XII:8)

“La esencia de los ángeles es el fuego y se mantienen de fuego; su aliento es de un fuego que consume a los hombres y ninguno puede soportar el sonido de sus voces”. (Cant.V:10)

Se dice que ninguna de las huestes celestiales canta alabanzas al Señor dos veces, pero que Dios oye todos los días a nuevos ángeles que cantan sus alabanzas. “¿Dónde van?”, preguntó Josué; y le respondieron: “a la corriente de fuego de donde emanaron”. Y Josué volvió a preguntar: “¿Cuál es el carácter de esta corriente?”: “es como el río Jordán, que no cesa de fluir por el día o por la noche”. “¿Y de donde viene el río de fuego?”: y le respondieron: “del sudor de los seres vivos”.(Daniel VII:10)

Otra teoría mantiene que los ángeles están hechos la mitad de fuego y la mitad de agua y que Dios hace las paces entre los elementos opuestos, que se alimentan de los rayos que envía y que en la luz de Su rostro está la vida” (Pesik. VI:57.a)

“En tres aspectos se asemejan los ángeles a los demonios y en otros tres a la humanidad. Igual que los ángeles tienen alas, se mueven de un extremo a otro de la tierra y son premonitorios, los hombres comen y beben, se propagan a sí mismos y mueren, en estos tres puntos los hombres se parecen a los ángeles y en otros tres a los animales” (Hag. XVI:A)

“A los ángeles se les representa generalmente como buenos y no estar sujetos a malos impulsos, por lo tanto los Diez Mandamientos no son aplicables a ellos. Se les llama santos mientras que los hombres necesitan una doble santificación para merecer el nombre. Tener ese carácter indica que no muestran ni odio ni envidia, ni tampoco existiría la discordia o el mal entre ellos. Sin embargo tienen la necesidad de beneficarse mutuamente”. (Lev. XXI-XXIV:8)

Los ángeles aparecen a veces de pie, ahora en forma de un hombre o una mujer, y ahora como el viento o como el fuego. De los tres ángeles que aparecieron a Abraham uno era como un sarraceno, otro como un nabateo y el tercero como un árabe. A Jacob se le apareció como un pastor. Un ángel asume la forma de Moisés con el fin de ser capturado por el faraón en lugar de él mismo y otro tomando la forma de Salomón le destronó. (Lev. VI – YerSanh II:20c)

El Angel de la Muerte

“Los ángeles vienen del cielo en caballos y con armas relucientes. Con una guadaña afilada que había sido preparada desde la creación”. “Los ángeles está concebidos dotados de alas y son llamados “aves del cielo”». (Sanh.95:b)

Sus cuerpos se supone que son como los que describe Daniel en X:6. “Su tamaño es diverso. Un ángel se extiende desde la tierra al cielo, donde están los “hayyot”. Sandalfón ocupa un lugar más alto que el resto de sus compañeros y la duración de su viaje es de quinientos años”. Según la tradición cada ángel ocupa una tercera parte del mundo y otra nos dice que dos mil parasangas (una parasanga mide 6,25 kilómetros) son lo que mide la mano que va desde el cielo a la Tierra. “Los ángeles no siempre se revelan a sí mismo en todas sus dimensiones, sino que son visibles solo a aquellos a quienes sus preocupaciones les llaman y sus mensajes son escuchados por nadie más que por aquellos a los que están destinados” (Taanit 21.a)

Angel persa – Avesta – Lailat ul Miraj

Aunque la Biblia no aporta ninguna información sobre el origen de los ángeles la tradición dice que han sido creados por Dios, pero no hasta el segundo día de la Creación con el fin de no tener que decir que Dios habría recibido asistencia en su trabajo y que Miguel ayudó en el firmamento del sur, Gabriel en el del norte y el poder de Dios hizo el centro. Otra versión nos dice que los ángeles fueron creados el quinto día. “Ellos no estaban entre las seis cosas cuya creación fue decidida antes de que el mundo estuviera creado (Gen. I:3)”. “Dios celebró consejo con los ángeles a la hora de crear al hombre”. (Gen.VIII:5)

“Los ángeles también se sientan en el Consejo en el juicio del hombre para decidir su culpabilidad o inocencia. Si hay novecientos noventa y nueve votos para la condena y solo uno para la absolución, Dios decide a favor del hombre. El alma anuncia los asuntos del hombre al ángel; el ángel a los querubines y los querubines a Dios”. (Cant.I:9-Pesik VIII)

Los espíritus de los elementos, así como los príncipes del fuego, también tuvieron su origen en Persia, tal y como se desprende de sus nombres. Los ángeles que acompañan esporádicamente a los hombres no son los mismos que los ángeles de la guarda puesto que unos acompañan a Jacob en Tierra Santa y otros lo hacen cuando iba al extranjero. “Los ángeles acompañantes no son permanentes, sino que son temporales, son compañeros. Cada ángel lleva en su pecho una placa inscrita con el nombre de Dios”.

(Pesik.XII:108b).”Dos ángeles, uno bueno y otro malo, acompañan al hombre en el regreso de la sinagoga a su casa la víspera del sábado. Las almas de los piadosos son recibidas por tres ángeles buenos; las de los impíos por tres ángeles malos que los acompañan y dan testimonio de ello”. (Shab XVII:2)

Esfinge asiria – Persépolis

“El destino de las naciones y de sus príncipes celestiales está estrechamente entretejida. Dios no castiga a ninguna nación; ni El ni tan siquiera el Mesías hasta que primero haya castigado a su ángel de la guarda”. (Cant.VIII:14). “La hostilidad de las antiguas naciones contra Israel se refleja en la leyenda de que los setenta príncipes de las naciones presentan cargos contra Israel y entonces Dios toma parte. Esos mismos ángeles favorecieron a Egipto. Dios ordena la obediencia de Israel a fin de poder alejar la hostilidad de los ángeles sobre ese país”. (Beshallah, Shirah II)

“Las setenta naciones: cada una de ellas tenía su ángel de la guarda en el cielo y Miguel, el ángel Guardián de Israel, se ubica por encima del resto”. (Deut.XXXII:8)

Jacob vió en un sueño que suben y descienden por una escalera que llegaba al cielo y se teme que siempre oprimen a Israel. (Pesik, XXIII,150b; Exodo XXIV:10). No se dan nombres de los mismos, con excepción de Miguel y Samael; los siguientes que se mencionan: los príncipes de Egipto, Babilonia, Reino de Media (Persia), Yaván (= Grecia, por lo tanto también Siria) y Edom (Roma). Esta última se manifiesta con mayor frecuencia ya que el poder mundial se le facilitó a Roma.

“Hay ángeles de la oración, de la beneficencia y de los sueños”. (Gen.LXXXV). “Con frecuencia también encontramos ángeles de paz o de furia; se sabe de buenos y malos ángeles y con mayor frecuencia aparecen los ángeles destructores cuyo número es ilimitado, y que figurativamente representan la infinidad de males y desgracias que se ciernen sobre la humanidad”. (Shab, 88a; Enoc, LIII)

Destrucción de Babilonia-símbolo de Satanás y todo lo maléfico. “Libro de las Revelaciones”.

Los nombres de Metatrón, Sandalfón y Semalión son de tradición hebrea. Según el Talmud los tres ángeles que visitaron a Abraham eran Miguel, Gabriel y Rafael.

El contacto más cercano que hubo con los ángeles fue en la antigua Babilonia gracias a su sistema de espíritus superiores e inferiores; la tradición rabínica, posteriormente, lo confirma: “los nombres de los ángeles fueron traídos por los judíos de Babilonia”. (Yer.RH I:2). “Hay siete ángeles de Dios con forma humana: seis para hacer el trabajo de destrucción y el séptimo, el escriba celestial, enviado a la ciudad santa”. (Ezequiel, IX:2)

Sin embargo esta tradición angélica, cuyo extenso conocimiento era en un principio propiedad de los Esenios, o Hasidim (Josefo, II:7-8), también resultó muy útil a los magos babilonios en la medida en que les permitió controlar las fuerzas espirituales mediante el uso de los nombres específicos de los ángeles a la hora de llevar a cabo encantamientos y conjuros. Estas prácticas eran aplicadas tanto por los babilonios como por los sacerdotes mazdaístas de los templos persas.

En el Libro de Tobías, III:17, aparece el nombre del tercer ángel, es decir: Raphael (“Dios te sana”), “Dios me ha enviado para sanarte a ti y a Sarah, tu hija. Yo soy Rafael, uno de los siete santos ángeles que presentan las oraciones de los santos y de la cual entran y salen antes la gloria del Santo”. (Tobías XII:14-15)

 Gabriel limpiando las impurezas del corazón de Mahoma antes de llevarlo al cielo, mientras los otros ángeles vigilan. Manuscrito del siglo XVI, Turquía.

Mahoma tocando las manos del Arcángel Gabriel – Siyer-i-Nebi, año 1595 – Topkapi Museum, Estambul

Según Enoch, XXI, hay siete arcángeles que vigilan.

1). Uriel (Dios es luz).

2) Rafael, que se encuentra en los espíritus de los hombres.

3) Ra’uel, “el terrible”, que castiga al mundo de las estrellas.

4) Miguel, que se extiende sobre el pueblo de Israel.

5) Sariel (estrellas), Sakariel, Suriel, que se encuentran en los espíritus que seducen a los pecadores.

6) Gabriel, que se encuentra en el paraíso, las serpientes (los serafines) y los querubines.

7) Jerahmeel (Dios es misericordioso) a quien Dios puso sobre la resurrección.

Ya sea que se corresponden con los siete Amshaspandas de Persia, o con los siete espíritus planetarios de Babilonia, estos siete arcángeles se repiten en el libro de Enoch, XC: 21-22. Miguel (Luecken), el cuarto, es probablemente el jefe, el líder de los siete.

Cuatro ángeles en el Trono

Por otra parte, Miguel, Gabriel, Uriel y Fanuel (Peniel) se presentaban como los cuatro ángeles de la presencia de Señor. Después de los vigilantes (los que no duermen).

“Ví a los cuatro lados del Señor de los espíritus cuatro presencias (caras) diferentes de las que no duermen, y oí la voz de esas cuatro presencias ya que dieron gloria al Señor de la Gloria. El primero, Miguel, misericordioso y sufrido, bendice al Señor de los espíritus por los siglos de los siglos. El segundo, Rafael, que se extiende sobre las enfermedades de los hijos de los hombres, bendice el Elegido y los elegidos los que unirá al Señor de los espíritus. El tercero, Gabriel, que se encuentra en todos los poderes, intercede en nombre de los habitantes de la tierra, y el cuarto, Fanuel (Penuel) que se encuentra en el arrepentimiento y la esperanza de la vida eterna, impide acusar a los demonios de los hombres”. Enoch, X:9-10

“Estos cuatro se colocan cerca del trono de cristal de Dios, que está rodeado por el fuego, donde también están los serafines, querubines y los ofanim (ruedas)”. (Ezequiel, I:15).

Ofanim

“Los que no duermen, el protector del trono, en medio de mil veces mil y diez mil veces diez mil el Jefe de los días que está con los cuatro. Cuatro ángeles que estaban delante de la presencia de Dios como líderes de cuatro huestes de ángeles que glorifican al altísimo que está sentado en medio de ellos y sus nombres son, Miguel, Uriel, Gabriel y Rafael”. (Enoch, XXI:7-13)

Estos ángeles se corresponden con los cuatro espíritus tutelares o gobernantes de las cuatro esquinas de la tierra en la mitología babilónica. Por otra parte se hace mención a las siete clases de ángeles:

1) los queribunes  – 2) los serafines – 3) los Ofanim – 4) todos los ángeles del poder – 5) los principados – 6) el elegido (Mesías), y 7) las competencias (primarias) de la tierra y el agua.

Dotados como están de siete virtudes angélicas al mesías se le atribuye una más. “En el espíritu de la fe, de la sabiduría, de la paciencia, de la misericordia, del juicio, de la paz y de la bondad glorifican diciendo: “Bendito sea, y que el nombre del señor de los espíritus bendito sea por los siglos de los siglos”. (Enoc, XI:10)

Algo parecido a lo anterior es ofrecido por los Testamentos de los Patriarcas, T.Levi, III, donde se da la siguiente descripción de los siete cielos:

“En el mayor de los cuales habita la gran Gloria en el Santo de los Santos y debajo de él están los ángeles de la presencia del Señor que piden al Señor el perdón y la expiación por la ignorancia de los justos. Y en el cielo por debajo de éste, se encuentran los ángeles que llevan las respuestas a los ángeles de la Presencia del señor y en el cielo, al lado de éstos, se encuentran los tronos y dominios en los que se ofrecen himnos a Dios.”.

“En el tercer cielo están las huestes de los ejércitos organizados para el Día del Juicio y para vengarse de los espíritus del engaño; y el segundo cielo tiene fuego, nieve y hielo también preparados, además de todos los espíritus listos para entrar en acción el Día del Juicio; y el cielo más bajo es sombrío, ya que está cerca de la maldad de los hombres”.

Enoc (apócrifo eslavo)

En este libro la jerarquía celestial está todavía más desarrollada. “Ocupado por dos ángeles con apariencia de fuego, veo en el tercer cielo al sol y las estrellas, además de otras criaturas aladas, con la asistencia de cuatrocientos ángeles que se quitan la corona cada noche para llevarla al Señor y se las ponen otra vez sobre la cabeza todas las mañanas”. (Enoc, XXXIII:6)

En el cuarto Cielo ve los ejércitos de ángeles armados (para el Juicio), mientras alababan a Dios con cánticos. En el quinto ve a los Vigilantes, cuatro órdenes, en duelo por sus compañeros los ángeles caídos, pero sin dejar de cantar, y haciendo sonar cuatro trompetas de alabanza al Señor. En el sexto Cielo ve legiones celestiales de ángeles, más algunos seres vivos, y las almas de los hombres, con siete serafines, siete querubines y siete criaturas con seis alas (hayyots) en medio de ellos, y oye cantar con una sola voz de una belleza indrescriptible mientras se regocijaban ante el Señor. Y por último en el séptimo Cielo: “Ví una gran luz, y todas las huestes de grandes arcángeles, poderes incorpóreos, señoríos, principados, dominios, querubines, serafines, tronos y los vigilantes de muchos ojos (Ofanim), diez soldados de acuerdo a su rango de día y de noche sin cesar cantaban: “!Santo, santo, santo es el Señor Dios de los ejércitos, el Cielo y la tierra están llenos de tu gloria!”.

Textos mágicos hebreos (Sepher ha-Razim) manual de conjuros e invocaciones

Algunas versiones tradicionales han intercalado el octavo cielo, “mazzalot”, con los doce signos del zodíaco; el noveno cielo, “kokabim”, las casas celestiales de los doce signos del zodíaco, y el décimo cielo: “Arabot, donde ví el rostro del Señor como el hierro quemado en el fuego que emite chispas; y el gran trono del Señor, que no está hecho por las manos, y los querubines y serafines alrededor de El”.

Los siete cielos en el Talmud. ( Ps. XVIII: 5).

Hay Siete Cielos en el Talmud. Uno encima del otro:

1) Velon (latín: velo: cortina), que rueda hacia arriba y abajo para que el Sol entre y salga: “El extiende los cielos como una cortina”.

2) Raki’a, el lugar donde el sol, la luna y las estrellas están fijas.

3) Shehakim, en el que están las piedras de molino para moler el maná de los Justos.

4) Zegul, la parte superior de Jerusalén con su templo en el que Miguel ofrece el sacrificio en el altar.

5) Ma’on. En el que habitan las clases de ángeles que cantan de noche y no dicen nada durante el día; guardan el honor de Israel y también sirven al Señor en el día.

6) Makon, en el que están los tesoros de la nieve y el granizo, las cámaras de rocío, la lluvia y la niebla detrás de puertas de fuego.

7) Arabot, donde se encuentran la justicia y la rectitud, los tesoros de la vida y de las bendiciones, las almas de los justos y el rocío de la resurrección. Aquí están los ofanim, los serafines y los hayyot, los ángeles guardianes y el trono de la gloria y sobre ellos se encuentra el gran Rey”.

Maimónides en su “Yad ha-Hazakah, Yesode ha Torá”, II, cuenta diez filas de ángeles empezando por la más alta:

1) Hayyot

2) Ofanim

3) Arelim

4) Hashmallin (Hayyot que a veces son silenciosos y a veces hablan cuando El ha terminado de hablar)

5) Serafines

6) Malakim (ángeles)

7) Elohim (o seres divinos)

8 ) Bene Elohim (hijos de Dios)

9) Querubines (flor de juventud)

10) Ishim (seres semejantes al hombre) – (Daniel, X:5)

Los Cabalistas tienen una lista diferente: (Exodo, 43, el Zohar)

1) Arelim, con Miguel como jefe

2) Ishim, con Sofonías como jefe

3) Bene Elohim, con Hofniel como jefe

4) Malakim, con Uriel como jefe

5) Hashmallin, con Hashmal como jefe

6) Tarshishim, con Tarsis como Jefe

7) Shinanim, con Zadkiel como jefe

8 ) Querubines con Querube como jefe

9) Ofanim, con Rafael como jefe

10) Serafines, con Jehoel como jefe

En “El Zohar” es más complicada la descripción de los siete cielos con sus jefes angélicos y las doce jerarquías de ángeles que las de otras tradiciones.

En el tratado kabalístico del siglo XIV titulado:”Masekhet Azilut” (???? ??????) las diez jerarquías de ángeles son como siguen:

1) Serafines, con Shemuel o Jehoel como jefe

2) Ofanim, con Rafael y Ofaniel como jefes

3) Querubines, con Cherubiel como jefe

4) Shinanim, con Zedekiel y Gabriel como jefes

5) Tarshishim con Tarsis y Sabriel como jefes

6) Ishim, con Zephaniel como jefe

7) Hashmallim, con Hasmal como jefe

8 ) Malakim, con Uzziel como jefe

9) Bene Elohim, con Hofniel como jefe

10) Arelim, con Miguel como jefe

Malachim

“Estos son los diez arcángeles que se crearon primero y sobre ellos está Metatrón-Enoc que pasó de ser de carne y hueso a llama de fuego”.

De la inmensidad de los ejércitos del cielo encontramos la siguiente descripción:

“Hay doce mazzalot (signos del zodíaco), cada uno de ellos con treinta ejércitos, cada ejército tiene treinta campamentos, cada campamento tiene treinta legiones; cada legión tiene treinta cohortes, cada cohorte tiene treinta cuerpos, y cada cuerpo tiene 365.000 puñados de estrellas que se le confían”. (Mateo XXVI:53 y Berach, 32b

“Cuando Moisés subió en las nubes al cielo, Quemuel, el portero de la puerta Primera, con doce mil ángeles de destrucción bajo su mando, no quería dejarlo pasar, pero sucumbió. Al llegar a la segunda Puerta, Hadraniel, que supera los 600.000 parasangas de longitud apareció con sus dardos de fuego para golpearle, pero Dios interfirió. Finalmente llegó a las inmediaciones de Sandalfón, el ángel que se eleva sobre el resto de la duración del viaje, 500 años, y que si se encuentra en la Tierra llega con su cabeza hasta los hayyot”.

“De pie detrás de la carroza celestial teje coronas para el Altísimo mientras que todas las huestes celestiales cantan: !Bendita sea la gloria de Jehová!. Antes del fuego, incluso Hadraniel temblaba, pero Moisés cruzó también, el Señor le había blindado. Y Moisés llegó a la corriente de fuego que consume, incluso a los ángeles, y Dios le hizo pasar a través de ella saliendo ileso. Luego vino Galizur, también llamado Raziel (el Secreto de Dios), o Akraziel (el heraldo de Dios)”.

“Por último la tropa de los poderosos ángeles que estaban alrededor del trono de la Gloria amenazaban con consumir a Moisés con el aliento de sus bocas, pero Moisés llegó al trono de la Gloria, el Señor extendió su nube sobre él y recibió la Ley a pesar de los ángeles que protestaban”. (Job, XXVI:9 – Pesik, XX).

“Caída de los Angeles Rebeldes”, año 1.554 – Frans Floris

Caída de los Angeles

La angeología hebrea no conoce el principio del mal, como el Ahriman persa. Satanás es uno de los hijos de Dios. Esto convierte el problema del mal en algo muy difícil. La tradición bíblica dice que los hijos de Dios se casan con las hijas de los hombres lo que implica la posibilidad de que los ángeles codicien y pequen; fue entonces cuando surgió la idea de una caída, y no solo del hombre, sino de los seres celestiales puros. La mitología babilónica daba por sentado la existencia de espíritus malignos que trabajaban contra Dios a través de malas prácticas de brujería, la astrología y algunas ciencias ocultas. “Los ángeles caídos se convirtieron en los protectores de los ejércitos de los espíritus malignos y por lo tanto ayudarán a caer a los hombres en el crimen y el vicio”. (Isaías XIV: 12)

“Sin embargo, finalmente, fueron subyugados por el poder del Cielo y castigados por los arcángeles Rafael y Gabriel, y por lo tanto el conocimiento de sus nombres permitiría controlarlos” (Lev. XVI:10).

Hay varias versiones sobre la caída de los ángeles y una de ellas dice que el líder de la rebelión era Azazel y su lugar de castigo en la tierra fue un barrio de Israel.

“Los dos líderes rebeldes, al tomar el juramento en el Monte Hermón para derrocar el gobierno de los cielos, disponían de diez jefes con un centenar de ángeles cada uno a su mando. Pero el castigo que reciben de manos de Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel es el de no aniquilarlos por completo. Azael (Azazel) traicionó los secretos del cielo con el rey Salomón tal y como hizo en la época de Enoc. Algunos ángeles fueron posteriormente acusados de traicionar los secretos divinos desde detrás de la cortina y fueron expulsados de sus cargos”.(Enoc, IX:1)

El “Libro de los Jubileos”, o “Génesis pequeño”, II:2, dice lo siguiente:

Los ángeles como instructores

Los ángeles dotados de conocimiento divino aparecen en la literatura apocalíptica, y rabínica, como los maestros de los hombres. Son llamados “susurro de los ángeles”. “Miguel inició a Adán y Seth en los secretos de la creación y enseñó a Adán los secretos de la agricultura. Los ángeles Miguel, Uriel y Raziel iniciaron a Enoc en los misterios del mundo”. (IV:21)

“Rafael impartió a Noé el conocimiento de las hierbas curativas”.”Miguel inició a Abraham en la tradición secreta en hebreo, idioma de la creación, de la revelación, lo que le permitiró estudiar las sagradas escrituras de los primeros padres”. “Los ángeles entienden solo el hebreo, pero Gabriel sabe setenta idiomas, todos los que enseñó a José”. (XII:25)

En otras versiones se dice que fue Zagzagael el que instruyó a los hombres en los setenta idiomas. (Libro de los Jubileos, I-II-III)

Moisés recibió todo su conocimiento de los siguientes ángeles en el Monte Sinaí y también se le enseñó el arte de la curación: Yefehfiah (Belleza Divina) el angel de la Ley. Metatrón (el Príncipe del Rostro) le enseñó el misterio de la Cábala práctica. El ángel Zagzagael (Esplendor Divino) le instruyó en el conocimiento del los misterios de la creación. Uriel enseñó a Esdras los misterios de la vida y Suriel instruyó a Ismael y a Eliseo en las leyes de la higiene.”

Mediar entre Dios y los hombres:

Los ángeles interceden por los hombres que moran en la tierra ante Dios llevando sus oraciones hasta Su Trono. De la misma manera que colocan las oraciones cerca de Dios y las buenas obras de los Justos, también colocan los pecados de los impíos. Ellos anotan todos los hechos y la vida que llevan los hombres. Estos registros, según el Testamento de Abraham, se llaman los “Libros de los Querubines”, ya que son mantenidos por los querubines y los registros de los pecados se leen en la gran Sala del Juicio del mundo inferior, así como también se leen las buenas acciones de las almas.

Los ángeles llevan a Adán a su último lugar de reposo. También asisten al funeral de Abraham y al entierro de Moisés. Los angeles llevan las almas de los Justos al cielo.

Los ángeles acompañan a los muertos en su partida de este mundo:”Tres bandas de ángeles del ministerio divino o (mal’ake ha-Sharet), o de la paz (HaShalom), acompañan a los Justos. El primer canto: “Entrarán en la paz”; y el segundo: “descansarán en sus lechos”; y el tercero: “el que anda en rectitud”. “Pero cuando el impío se aparta, tres bandas de ángeles de la destrucción (mal’ake Habbalah) se describen como que lo acompañan cantando:”!No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos!”. (Isaías LVII:2-21)

A los ángeles que ejecutan el Juicio de Dios se les llama “los ángeles del castigo”. Su furias y su modo de castigo se describen en el Testamento de Abraham, XI y XII. “Lanzan las almas de los malos de un extremo del mundo a otro”. “Estos ángeles están bajo la dirección de los seis o siete arcángeles: Kezef, Af, Hemah, Mashit, Meshabber, Mekalleh, Ebrah, Zarah y por encima de estos está el Angel de la Muerte”. “Af y Hemah amenazaban con devorar a Moisés a causa de no haber circundado a su hijo. Dios mantiene a estos ángeles de la destrucción lejos de sí para que no ataquen todos a la vez dando de este modo a la gente la oportunidad de arrepentirse”. (Ta’anit, II:65 – Testamento de Abraham, XVIII-XX)

Los ángeles de los infiernos

Según el Apocalipsis de Juan (IX:11) Abaddon es el ángel del Abismo. En el Talmud, Duma es el ángel del silencio, el príncipe del mundo inferior a cuyo cargo están los espíritus. Según el Midrash hay tres príncipes colocados en las tres puertas superiores.

1) Kipod (lobo en farsi)

2) Nagrasagiel o Nasragiel, el príncipe que muestra a Moisés el mundo inferior y el sufrimiento de los impíos.

3) Nairio Sangha, el mensajero de Ahura Mazda, a cuyo cuidado eran confiadas las almas de los Justos.(Zendavesta, XXIII)

En el Testamento de Abraham, XIII, se mencionan dos arcángeles que ayudan al juicio de las almas.

1) Dokiel (el que pesa en la balanza) y Puruel (el ángel de fuego despiadado).

En el Midrash Konen se mencionan los siguientes ángeles de castigo para los siete departamentos:

1) Kushiel (el rígido)

2) Lahatiel (llama del fuego)

3) Shoftiel (el juez de Dios)

4) Makatiel (la plaga de Dios)

5) Hutriel (el azote de Dios)

6) Pusiel (Puriel) (la ira de Dios)

La tendencia a individualizar y dar a cada ángel un nombre distinto, además de asignarle un rango o posición particular, creció entre los devotos de la tradición secreta.

“Cada ángel lleva una placa en su corazón en el que su nombre, junto con el nombre de Dios (El) está inscrito”. “El Señor habita en ellos. Ellos no pueden decir tus nombres”. (Jueces, XIII:18)

“Ningún ángel puede llevar a cabo dos mensajes, ni dos ángeles cumplir con un solo mensaje”. “Miguel a la derecha, Uriel a la izquierda, Gabriel en frente y Rafael en la parte trasera del Trono están situados en los cuatro lados del cielo”. (Num. II- Midrash VI)

“En cada fuerza y elemento de la vida se coloca un ángel: uno sobre los vientos, uno sobre el fuego y uno sobre el agua. Enoc, (V:176)

“No hay un pie sobre la tierra que no tenga su estrella angelical (mazzal) en los cielos”, (Gen, X)

Ya en Daniel, X:20-21, prevalece la idea de que cada nación tiene un ángel guardial celestial o príncipe. “Los setenta pastores son los ángeles guardianes de las setenta naciones sobre las que Miguel, como príncipe de Israel, se establece como gobernante. Con estos setenta y un ángeles-príncipes en el mundo, Dios se sienta en el consejo y sostiene el juicio sobre el mundo, y cada ángel defenderá la causa de su nación ante El”.

Hay un angel príncipe muy especial que gobierna el mundo . Un ángel que ha sido identificado en el libro de Tobías como Metatrón. Pero al lado de Metatrón se menciona, en “Maseket Azilut”, como hermano y por encima de él, a Sandalfón, explicado como Sinadelfon (hermano gemelo). Posteriormente la Cábala coloca a Akathriet de poco menos que igual rango que los gemelos Metatrón y Sandalfon; este último de un poco menos rango que Metatrón. (Job, XLI:9).

Invocaciones a los ángeles

Los nombres de los ángeles se convirtieron en el estudio favorito de los esenios, o Hasidim, en vista de las sanaciones mágicas efectuadas utilizando estos nombres, puesto que con del conocimiento exacto del nombre, del ámbito de cada ángel y del poder ejercido por él en ciertos malos espíritus, dependían la eficacia de los conjuros llevados a cabo por magos y hechiceros. En el Testamento de Salomón, siglo I, el Rey es presentado contando sus experiencias en el encuentro con varios demonios a cada uno de los cuales le pide su nombre, así como el nombre del ángel que le puede dominar.

“Cuando Jerusalén estaba sitiada por Nabucodonosor, después de que el héroe de la ciudad, Abika, hubiera caído, Hananeel, tío de Jeremías, conjuró a los ángeles que sembraron el terror en los corazones de los caldeos poniéndolos así en pie de fuga, pero Dios, después de haber decretado la caída de la ciudad, había cambiado los nombres de los ángeles cuando Hananeel invocó el nombre del príncipe del mundo utilizando el Nombre Inefable y levantó a Jerusalén en el aire, pero Dios lo echó de nuevo”. (Yalk.Lam.1001). De acuerdo con otra historia: “los principales hombres de la ciudad se habían conjurado a los ángeles del agua y del fuego para rodear la ciudad con muros de fuego y agua, pero Dios cambió los nombres de los ángeles”. (Ibi, 1012)

Destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor

Adoración a los ángeles:

La tradición nos dice que se acusaba a los judíos de rendir culto a los ángeles. En Orígenes, (VI:30) podemos leer: “las figuras mágicas en que encontró a los siete ángeles inscritos son como sigue:”

1) Miguel, con la figura de un león

2) Suriel, como un toro

3) Rafael, en forma de serpiente

4) Gabriel como un águila

5) Yalda Bahut con el rostro de un oso

6) Erathaol, como un perro

7) Onoel en forma de asno

Los judíos aplican expresamente la prohibición de la idolatría a la semejanza de los ángeles :” el que sacrifica un animal en el nombre del sol, la luna, las estrellas y los planetas, o en el nombre de Miguel, el gran capitán de las huestes celestiales, hace la misma ofrenda a los ídolos muertos”. (Celso, VI:20).

(continuará)

María de Gracia

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bibliografía:

-”Conversations with Angels”, John Dee

-”The book of Angels”, Eleazar de Worms

-Antiguo Testamento

-Zohar

-Talmud

-”Occult Philosophy”, Libros I y II, Heinrich Cornelius Agrippa

Los Angeles y la Cábala (I)