Los Mitos Sobre El Divorcio Más Dañinos
No es la primera vez que hablamos del divorcio en esta sección de análisis espiritual, queridos lectores de la gran hermandad blanca. Hemos tocado anteriormente el tema, desde el punto de vista de las estrategias que podemos utilizar para superar un divorcio de manera más rápida y con el mínimo dolor emocional posible.
En esta ocasión, vamos a explorar algunos de los mitos más comunes que flotan alrededor de todos los divorcios, pero que no necesariamente son ciertos ni pueden generalizarse a todos los procesos de separación.
El problema con los mitos alrededor del divorcio es que cuando las personas creen en ellos como si fueran verdades inamovibles, todo su proceso se puede volver mucho más pesado y difícil de sobrellevar.
La verdad es que la mayoría de las cosas que se acatan como verdades absolutas con relación al divorcio, no son más que mitos, por la simple y sencilla razón de que todas las personas son diferentes y también lo son las relaciones, así que generalizar al respecto realmente es contraproducente.
Que todas las personas que te rodean insistan en que debes de sentirte de una u otra manera, o hacer tal o cual cosa para superar tu divorcio, no significa que sea verdad y mucho menos que se trate de una estrategia que realmente vaya a funcionarte.
A continuación, vamos a enumerar los 10 mitos más frecuentes sobre el divorcio.
Mito # 1 es lo peor que te puede pasar
Así como casarte no es lo mejor que te puede pasar, divorciarte tampoco es lo peor. Parte del proceso socio cultural de maduración ha implicado de forma tradicional la exigencia de formar un núcleo familiar propio, de hecho, lo interpretamos como el paso definitivo hacia la madurez.
Bajo esta percepción de las cosas, un divorcio significa simbólicamente que también fracasamos como adultos, y esto tiene una serie de implicaciones emocionales que pueden no ser tan evidentes para la persona, que sin embargo experimenta no sólo el dolor del divorcio, sino una serie de sentimientos asociados de culpa y vergüenza.
Esta culpa y esta vergüenza derivan del hecho de que sienten que, tuvieran o no la responsabilidad final, no dieron el ancho. Pero como podemos ver, esto sólo es la respuesta a la introyección de las presiones sociales.
Si lo vemos de una forma completamente objetiva, el divorcio puede no sólo puede no ser algo trágico, sino marcar el paso hacia otra etapa evolutiva de la persona. Todo depende de la actitud con la que lo tomemos.
Mito # 2 Tienes que estar enojado con tu ex
El enojo es una de las emociones más frecuentes y más intensas del divorcio. Pero no es un requisito.
Muchas personas intentan esconder el dolor de la separación tras una cortina de resentimiento que incluso alimentan activamente, dejando a un lado lo bueno que tuvieron durante su matrimonio y enfocándose únicamente en las cosas malas.
Creemos ingenuamente que alimentar este enojo hará que la tristeza desaparezca. Pero esto no es así, la tristeza no se transforma en enojo, simple y llanamente estamos acumulando un peso adicional a las emociones negativas.
En otras ocasiones, realmente tenemos muchas razones válidas para estar enojados con nuestra ex pareja, pero eso no significa que no debamos hacer todo lo humanamente posible para dejar ir ese sentimiento, porque al final del día, perdonar es quitarle una enorme carga al corazón, sin importar que la otra persona se lo merezca o no.
Alimentar el enojo sólo hace que todo el proceso de superar un divorcio sea más largo y más difícil. Usarlo como una herramienta para esconder el dolor y la tristeza tampoco hace ningún bien.
Mito #3 No pueden seguir siendo amigos
Este es, quizá, uno de los mitos más dañinos que existen sobre el divorcio.
Dos personas que han estado casadas pueden tomar caminos distintos, pero eso no significa que no hayan hecho una profunda huella en la vida del otro y mucho menos que no puedan seguir teniendo una relación cordial, incluso amistosa.
Que un matrimonio ya no funcione no significa que la amistad ya no es una posibilidad. Quizá no sea una posibilidad inmediata, pues aún están muy frescas las emociones negativas del divorcio, pero con el pasar del tiempo es perfectamente posible que la amistad se recupere.
En algunos casos drásticos esto no es posible. Pero en la mayoría, dos personas maduras que lograron superar el trauma del divorcio pueden seguir reconociendo la una en la otra todas las cosas buenas, seguir siendo parte de la vida del otro e incluso ser una gran fuente de consejos y de apoyo.
Mito #4 Todas las personas se sienten igual tras un divorcio
No es verdad. De hecho, todas las personas experimentan su divorcio de una forma única, y ésta tiene que ver con su personalidad y con lo que la relación significó para ellas.
A veces, una persona que lleva muchos años casada es capaz de superar su divorcio con mucha rapidez, porque lo encara con practicidad y porque además la relación ya no significaba gran cosa para ella.
Otra persona que quizá llevaba poco tiempo casada puede tardar mucho más en superar la ruptura pues ésta se dio mientras tenía una gran cantidad de expectativas y esperanzas.
Así, no es necesariamente cierto que mientras más tiempo haya durado un matrimonio, será más difícil la ruptura. Todo depende de lo que ese matrimonio en particular represente para la persona y de la forma en que decida afrontar que se terminó.
Mito #5 El tiempo lo cura todo
No podemos negar que el tiempo es un gran aliado para superar el dolor, para aprender y para madurar. Pero desgraciadamente dejar todo en manos del tiempo no es la solución para superar un divorcio.
Es necesario que la persona que lo experimente trabaje activamente para superarlo y que pueda experimentar, digerir y aceptar todas las emociones negativas para que luego, con ayuda del tiempo, éstas vayan desapareciendo.
Muchas personas no logran superar plenamente su divorcio, aunque hayan pasado muchos años del mismo, simplemente porque pensaron que no tenían que hacer nada al respecto, simplemente esperar.
Así que, si te sientes fatal por tu divorcio, lo mejor que puedes hacer es buscar ayuda, en lugar de confiar en que eventualmente te sentirás mejor. Puede que el tiempo anestesie tu dolor, pero solamente tú puedes liberarte de él para seguir adelante.
Mio #6 Los hijos deben de quedarse con la madre
La concepción de que cuando una pareja que tiene hijos se divorcia éstos deben quedarse con la madre es sexista y además no siempre es la mejor elección. Tendemos a pensar que la madre tiene más derechos sobre los hijos, pero esto solamente responde a estereotipos sociales.
Dividir a una familia nunca es fácil, y hacerlo siguiendo premisas arbitrarias puede hacer que el proceso sea mucho más complicado. En resumen, los hijos deben de quedarse con el padre con el que puedan estar mejor, así de simple.
Además, la opinión de los hijos también debe de representar un peso importante en la decisión final. Muchas familias arreglan el asunto determinando temporadas iguales en la que los hijos pueden pasar tiempo con ambos padres sin que uno tenga más privilegios que el otro.
A menos que exista una situación de riesgo que verdaderamente lo amerite, un padre nunca debería intentar impedir que el otro viera a los hijos en común, mucho menos si esto responde a un intento de venganza derivado de las emociones negativas del divorcio.
Mito #7 Siempre es culpa del otro
Así como muchas personas tienden a alimentar el rencor para esconder la tristeza, es muy frecuente que culpemos a la otra parte de la separación para esquivar los sentimientos de culpa que provienen de nuestros propios errores.
Salvo honrosas excepciones, los divorcios tienden a ser no culpa, sino causa de los errores en conjunto de dos personas. Puede que uno haya tenido la parte pasiva, y otro la parte activa, pero al final es realmente muy difícil determinar que toda la responsabilidad de una relación fallida es solo de la otra parte.
No es para autoflagelarnos, pero admitir nuestra parte de la responsabilidad, aunque puede hacernos pasar por un periodo de culpa, también nos obliga a pasar por una etapa de aprendizaje, y todo aprendizaje nos hace mejores seres humanos.
Cometer errores no es el fin del mundo. De hecho, es la forma más rápida de convertirnos en mejores seres humanos si nos damos la oportunidad de aceptarlos, aprender de ellos y, cuando es posible, enmendarlos.
La culpa es un sentimiento en el que tampoco debes estancarte. Evita la tentación de echarle la culpa de todo a tu ex, pero tampoco te estanques en ella. Aprende del pasado y sigue adelante.
Mito # 8 Debes dejar pasar un año antes de salir con alguien más
Este es el tipo de cosas que ya hemos escuchado tantas veces que hasta suenan a sentido común. Pero si nos detenemos a pensarlo con detenimiento, encontramos que es más bien una declaración arbitraria.
Un divorcio no te impone un toque de queda de un año ni de ningún tiempo. Recuerda que sigues siendo una persona libre que toma sus propias decisiones.
Quizá el trasfondo de este mito sea bienintencionado, porque no podemos negar que todas las personas deberían tener la capacidad de estar consigo mismas e incluso de disfrutar y sacar provecho de la soledad. Pero eso no significa que tengas que negarte a oportunidades y experiencias que quieres vivir sólo porque hay un tabú social.
Este mito afecta más a las mujeres que a los hombres, porque otro de los mitos del divorcio es que los hombres deberían encontrar a otra mujer lo antes posible, mientras que de las mujeres se espera que pasen por una especie de luto emocional.
Al final del día, no es que haya respuestas buenas o malas, ya que siempre y cuando tus acciones sean guiadas solamente por lo que tú deseas y no por las expectativas sociales, puedes estar seguro de que serán adecuadas para ti porque te harán aprender y crecer.
Mito #9 Siempre hay una infidelidad de por medio
Las infidelidades con frecuencia son el detonador de los divorcios, pero pensar que la gran mayoría se deben a una es un error y un lugar común.
Las infidelidades son expresiones complejas que aparecen en el marco de una relación que quizá no está siendo del todo satisfactoria, y es esa falta de satisfacción, de comunicación y de confianza la que deriva en el divorcio, no la infidelidad en sí.
Muchas personas que se divorcian tras una infidelidad sienten que alguien les “arrebató” a su pareja y pasan mucho tiempo culpando a un tercero de todo. Pero esto es un callejón sin salida ¿qué sentido tiene engañarnos? Nadie puede obligar a nadie a irse o a quedarse. Y si las cosas no estaban funcionando, un tercero en discordia fue la consecuencia y no la causa.
Mito #10 No puedes volver a empezar
Las personas que se divorcian después de muchos años de matrimonio y que ya no se sienten jóvenes, tienden a estar convencidas de que su vida en pareja llegó a su fin definitivo y no se dan la oportunidad de establecer otras relaciones románticas.
Y no es que no quieran, es más bien que hacen caso de ese mito pernicioso que les dice que sólo en la juventud es posible enamorarse, amar y ser amados de esa manera.
Pero al rededor del mundo, miles de personas mayores que se dan la oportunidad de seguir buscando una pareja después de un divorcio, no sólo la encuentran, sino que logran establecer dinámicas de pareja mucho más satisfactorias y felices que las que tenían en su matrimonio previo.
Divorciarse puede ser un trámite muy doloroso. No dejes que los mitos te hagan sentir aún peor. Recuerda que tu proceso es sólo tuyo.
Escucha tu voz interior, sólo ella sabe qué es exactamente lo que necesitas para sanar y para encontrar la paz espiritual y la luz de nuevo.
AUTOR: Kikio, redactora de la gran familia hermandadblanca.org
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MUCHAS GRACIAS