Los regalos de Dios y la herencia de la divinidad.
Cuenta la historia que Dios reunió a sus doce hijos e hijas. Los convocó para darles regalos y explicarles el compromiso adquirido al recibirlos. Cuando terminó, sus hijos e hijas poblaron el mundo y admiraron cómo la grandeza del creador se manifiesta en todas partes.
Muy queridos amigos, en esta ocasión deseo compartirles este hermoso relato que narra cómo fue que Dios, en su infinita bondad, le dio a cada uno de sus hijos e hijas (doce signos del zodiaco), sus dones. Dones que representan herramientas para la evolución del alma hacia el camino de la divinidad.
El relato nos señala que, una vez que Dios concluyó con su trabajo creador, reunió a sus amados hijos e hijas para concederles dones y bendiciones. Dándoles así la capacidad de vivir de forma honorable y digna conforme a la idea original de su padre.
Una vez que todos recibieron su herencia, comenzaron su travesía de vida ejerciendo su labor conforme al plan divino. Gracias a ello, los hijos y las hijas de Dios hoy en día, comprendemos mejor la misión especial que nos fue asignada. Y tenemos la posibilidad de encontrar la perfecta felicidad hasta en la simpleza de las cosas cotidianas.
¿Conoces el don que Dios te otorgó, según tu signo zodiacal?
Los regalos de Dios y la herencia de la divinidad
Cuenta el relato que Dios convocó a sus hijos e hijas. Cuando todos estuvieron presentes, el creador los fue llamando de uno a uno, para entregarles su herencia y explicarles el compromiso espiritual que adquirían al recibirlo.
Y así fue como se dirigió al primero.
A ti, mi amado Aries, te heredo la idea de mi creación. Úsala como una semilla y goza de sembrarla en la mente de los hombres. Cada vez que plantes la semilla correctamente, esta se multiplicará para que la idea se propague por doquier. Serás el primero en contemplar mi idea tal cual es, sin embargo, tu labor no es la de cuestionarla ni alimentarla. Cada ser que toques con mi idea, tendrá la responsabilidad de analizarla y de regarla para hacerla crecer. Tú sólo serás proveedor de la idea.
La acción de sembrarla es tu tarea. Lo único que deseo de ti, es la de empezar a difundir la idea en tantas mentes como puedas. Como premio a tu trabajo, recibirás de mí un regalo más: el don de poseer una autoestima sana y dichosa.
Y así fue como se dirigió a la segunda.
A ti, mi amada Tauro, te heredo el poder de convertir. Tú convertirás mi idea o la semilla en sustancia útil. La encomienda que te doy es importante, pues necesitarás constancia, paciencia y disciplina para concretar tu labor. Una vez que hayas comenzado, debes cerciórate de concluir la tarea, para impedir que se pierda la utilidad de la idea.
No deberás cambiar la esencia de la semilla, ni esperarás que otros te ayuden. Para premiar tu esfuerzo y buen trabajo, recibirás de mí un regalo más: el don de la fortaleza interior.
Y así fue como se dirigió al tercero.
A ti, mi amado Géminis, te heredo las preguntas complejas. Tú aportarás capacidad de comprensión a todo aquel que lo necesite. Tu labor respecto a mi idea, es la de promover la búsqueda de las respuestas. No importa si las respuestas de otros coinciden con la tuya, sólo importa que el afán por descubrir la verdad no se pierda.
Reúne tantas preguntas como puedas y ordénalas. Organízalas y úsalas para encontrar el sentido de la vida. Como recompensa a tu precioso trabajo, recibirás de mí un regalo más: el don del conocimiento.
Las bendiciones del creador, son para todos nosotros. No existe ser alguno en el universo, sin una misión concreta otorgada desde la luz.
Y así fue como se dirigió a la cuarta.
A ti, mi amada Cáncer, te heredo el poder de los sentimientos. Tu labor será mostrarles a los hombres lo que es una emoción. Les enseñarás a reír y a llorar, para que cada cual pueda entender cómo está construida su esencia. También les mostrarás que no hay sentimientos malos, sólo inadecuados o inoportunos. Será muy importante que les ayudes a entender que las emociones no son trofeos o causa de vergüenza, sólo son reflejos del alma.
Gracias a ti aprenderán a disfrutar o a controlar sus sentimientos, según se requiera. Como premio a tu labor, recibirás de mí un regalo más: el don del amor compartido.
Y así fue que se dirigió al quinto.
A ti, mi amado Leo, te heredo la capacidad de exponer la magnificencia de mi creación. Mediante tus actos, darás testimonio de la facultad de alcanzar la plenitud y el éxito, que todos los hombres llevan en su interior. Tu trabajo es mostrarles el camino correcto para que cada uno encuentre su luz radiante.
Sin embargo, deberás también recordar que se trata de mi idea y no permitirás que el ego se interponga en el desempeño de tu trabajo. Tu luz iluminará a todos y les servirá de faro guía. Como recompensa a esta labor, recibirás de mí un regalo más: el don del honor.
Y así fue que se dirigió a la sexta.
A ti, mi amada Virgo, te heredo la facultad del razonamiento serio y profundo. Examinarás las acciones de los hombres y les ayudarás a reconocer y sentir satisfacción por sus aciertos. Así como les señalarás amorosamente sus equivocaciones para que puedan enmendar el rumbo. De ese modo mediante tu labor se perfeccionará mi creación y el espíritu de quienes te escuchen.
Gracias a tu análisis de las cosas importantes, la humanidad entenderá más y mejor la finalidad de mi idea. Como premio a tu labor, recibirás de mí un regalo más: el don de una mente clara y serena.
Conocer la herencia que te fue asignada, te permitirá encontrar el camino más corto a tu meta de vida perfecta.
Los regalos de Dios y la herencia de la divinidad
Y así fue que se dirigió al séptimo.
A ti, mi amado Libra, te heredo la misión del servicio. Mediante tu labor el hombre podrá hacerse consciente de su compromiso para con los demás. Tu ejemplo difundirá la importancia de la cooperación y la verdadera esencia del bienestar común y compartido.
Estarás presente ahí donde se generé un conflicto y gracias a tu ejemplo de servicio desinteresado, los hombres se contagiarán del entusiasmo de compartir mi idea. En recompensa a tu trabajo, recibirás de mí un regalo más: el don del equilibrio interior.
Y así fue que se dirigió a la octava.
A ti, mi amada Scorpio, te heredo la facultad de entender. Tu tarea es difícil y compleja porque no te está permitido exponer lo que descubras y en ocasiones te dolerá lo que veas. Entenderás la naturaleza humana de forma integral y encontrarás en tu camino seres de mucha luz y también seres contaminados. Eventualmente tendrás la iniciativa de exponer lo que veas, pero no deberás hacerlo. Tu tarea es sólo la de entender.
Mediante tu labor, yo descubriré en dónde se me necesita y entonces me manifestaré. Como premio a tu trabajo, recibirás de mí un regalo más: el don del carácter firme.
Y así fue que se dirigió al noveno.
A ti, mi amado Sagitario, te heredo la alegría. Cuando los hombres equivoquen su interpretación sobre mí o sobre mi idea, se tornarán grises y amargados. Tu capacidad de encontrar el lado positivo de cualquier situación y la diversión hasta en las cosas simples, ayudará a los hombres a recordar que mi idea es perfecta y que la felicidad vive en cada uno.
Gracias a ti, el mundo recordará que la vida es preciosa y que bajo mi idea fue diseñada para disfrutarse. En recompensa a tu tarea, recibirás de mí un regalo más: el don de la abundancia interior.
Todos poseemos en nuestro interior, los elementos necesarios para expandir la consciencia y alcanzar un estado de felicidad infinito.
Y así fue que se dirigió a la décima.
A ti, mi amada Capricornio, te heredo una herramienta poderosa y muy útil, la practicidad. Mediante tu comprensión de la estructura de las cosas, enseñarás a los hombres el valor del trabajo. Les mostrarás como ser eficientes y productivos. Te presentarás como un líder que sabe guiarlos para alcanzar sus metas con dedicación y disciplina. Sin embargo, no te permitirás convertirte en un tirano. Cuando veas que alguien se equivoca o no sabe cómo realizar su trabajo, usarás la amabilidad y tu comprensión para apoyar.
Gracias a la herramienta que te doy, el hombre comprenderá que sólo mediante el trabajo constante en todas las áreas de su existencia, es que se puede encontrar el camino de regreso a mi hogar. Como premio a tu labor, recibirás de mí un regalo más: el don de la sabiduría.
Y fue así que se dirigió al undécimo.
A ti, mi amado Acuario, te heredo el futuro. Este concepto le ayudará a los hombres a ver con claridad la infinita gama de posibilidades que hay frente a ellos. Mediante tu creatividad, enseñarás a otros a entender que no hay límites y que la expansión de sus mentes y almas tiene potenciales insospechados.
Alentarás el trabajo creador de quienes te rodean e incluso te involucrarás en proyectos que no son tu idea, con tal de descubrir cosas nuevas y fascinantes. Como premio a tu labor, recibirás de mí un regalo más: el don de la libertad.
Y fue así que se dirigió a la décimo segunda.
A ti, mi amada Piscis, te heredo la tarea más compleja de todas. Tú comprenderás el dolor de los hombres. Reunirás sus lágrimas cuando la mala interpretación de mi idea los haga sufrir. Sólo tú de entre todos mis hijos, comprenderá la perfección de mi creación. Serás quien abrace a las almas perdidas para que en ese abrazo de amor, recuerden que mi amor es su sustento.
Tu tarea es la más dura porque los hombres no estarán listos para comprender mi idea tal y como tú la comprendes. Pero tu trabajo es esencial para que mi idea o semilla de luz, renazca con fuerza en un corazón herido. Como recompensa por tu labor, recibirás de mí un regalo más: el don de la verdad.
No te resistas a tu misión. Acéptala con amor y recibirás a cambio bendiciones insospechadas.
Los regalos de Dios y la herencia de la divinidad.
Amigos míos. Espero que este relato les sea de utilidad. Cuando tenemos la oportunidad de conocer más sobre nuestra misión de vida, nos acercamos con pasos firmes a la meta deseada.
Si no oponemos resistencia y nos decidimos a fluir con la esencia de la energía que nos mueve, nos será más fácil entender que la divinidad no es una promesa vaga, sino una potencial realidad. Comprometernos con una evolución espiritual concreta, nos brinda felicidad y paz interior.
Que la luz brille en ti, hoy y siempre.
AUTOR: Miranda Luna, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Muchas gracias a todos por sus hermosos comentarios.
MUCHAS GRACIAS
Sencillamente excelente, Gracias, ahora entiedo el porque de lo que he estado haciendo hace un tiempo, bendiciones
Hermoso
me encantó!!