Los venenos de la meditación: somnolencia y diálogo interior
Este es un tema que la mayoría de los meditadores debemos atender sobre todo cuando estamos comenzando nuestra práctica. De hecho la somnolencia y el diálogo interior son muy comunes al principio del proceso de la meditación.
disciplina y perseverancia……
La buena noticia es que con la práctica disciplinada y continua estos se van desvaneciendo o nosotros nos volvemos más diestros en su manejo.
Es importante tener lo que se conoce como una dieta meditativa, éste es un buen comienzo, recordemos que el concepto de meditación proviene del término Gom que significa familiarizarnos, esto es habituarnos a permanecer en estados de conciencia constructivos.
la importancia de la postura…..
Al comenzar a meditar debemos de checar que estemos en una postura corporal correcta, ésta es la que se conoce como la de los siete puntos de Vairochana, no debemos de estar tensos o flojos, simplemente relajados. Se dice que es como cuando estamos afilando las cuerdas de un laúd, si las tensamos mucho eventualmente se romperán y si las aflojamos de más simplemente no emitirán ningún sonido. También podemos visualizar un rollo de paja que si lo apretamos demasiado se puede romper y si lo aflojamos de más se deformará.
Es así como la postura es muy importante, si estamos muy tensos provocaremos el diálogo interior y si estamos relajados de más experimentaremos sueño al punto de quedarnos dormidos.
La buena noticia es que existen antídotos para estos dos casos. En el caso del diálogo interior, que es cuando aparecen en nuestra mente muchas imágenes, recuerdos y sonidos y no los podemos controlar debemos centrar nuestra atención en la exhalación, contar hasta veintiún respiraciones haciendo énfasis en la salida del aire de la nariz.
atender al proceso de la respiración…..
Otro muy efectivo contra el dialogo interior es visualizar una pequeña esfera de luz azul a la altura del ombligo y atender al mismo tiempo a la respiración. Estos dos antídotos son muy efectivos y deben reforzarse con la práctica continua hasta que la mente se familiarice con un estado de quietud mental. Con el tiempo el proceso fluye de manera automática y nos permite acceder a un estado meditativo ideal.
En el caso del hundimiento mental o somnolencia también existen antídotos efectivos. El primero es concentrarnos en el proceso de la inhalación, intentarlo al menos veintiún veces, esto sirve para refrescar la atención. El otro remedio es el de visualizar una pequeña esfera luminosa a la altura del entrecejo y seguir atendiendo a la respiración.
paciencia y atención sostenida…..
Las cualidades básicas en todo meditador deben ser la paciencia y la atención sostenida pues nos ayudarán a detectar cuando estamos siendo dominados por cualquiera de estos dos venenos: el diálogo interior y el hundimiento mental.
Al proceso de detectar los venenos en la meditación se le conoce como introspección que sirve para evaluar la textura de nuestra mente y aplicar los antídotos necesarios en el momento preciso.
Como todo en lo que a la práctica meditativa se refiere, es importante no compararnos con nadie más, atender a nuestro propio proceso pues cada mente tiene su necesidad individual y también no generar demasiadas expectativas acerca de lo que queremos lograr, es importante soltar y dejar que el progreso aparezca por sí mismo…si forzamos el proceso lo que podemos experimentar es la decepción o aversión a la práctica meditativa y no debemos permitir que esto acontezca. Es vital perseverar y esperar que la atención fluya y a su debido tiempo el proceso meditativo se estabilizará.
Algunas recomendaciones adicionales son: escoger un lugar ventilado, con luz apropiada ni muy oscuro ni muy luminoso, evitar consumir alimentos pesados previos al meditar como irritantes, el rábano o demasiados alimentos, pues la mente tendrá que enviar más energía al proceso digestivo y nos restará espacio para la atención unipuntual.
nuestro lugar de meditación….
Por último es importante tener un lugar destinado únicamente para la práctica, esto es que no debe ser el lugar donde acostumbramos dormir o dónde generalmente existe mucha actividad. Se cree que la energía de los meditadores se va resguardando en dónde meditan de manera que cuando lo hacemos repetidamente en el mismo sitio éste favorece un estado de tranquilidad y atención.
La recomendación es como siempre que acudan a centros profesionales de meditación con maestros calificados, el principio marcará el desarrollo de nuestra exitosa práctica en el futuro. Los beneficios son muchos no dejen de aprovechar ésta vida haciendo que todo progreso espiritual cuente.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca
Pajarita Lunar