Luna llena de Geminis
Estamos finalizando un período que inevitablemente influirá en nuestras
conciencias y en nuestro intenso deseo evolutivo hacia una Luz mayor.
Comenzamos ya a vivir la tercera Luna Llena más importante, por
ahora, para la humanidad.
En Aries nos fusionamos con el sentido auténtico de la palaba
«Resurrección». En Tauro, al ejercer nuestro bendito poder de invocación,
anhelamos el encuentro con la Luz y con el Desapego y estamos ahora,
cercanos a la celebración del Festival de la Humanidad, el cual representa
reconocer intensamente la Presencia Divina en nuestros átomos, admitiendo
desde el corazón las belleza del Mantram «…los Hijos de los hombres son uno
y yo soy uno con ellos».
Posiblemente sean estos días que comienzan ahora, los más potentes para
ejercer esa obligación que tenemos sobre el invocar y creo realmente, que es
obligación la palabra correcta, si entendemos que esa acción comporta
inevitablemente, una respuesta de los Grandes Seres que revertirá en las tan
deseadas correctas relaciones.
Si bien es cierto, que constantemente estamos escuchando y más aún,
comprobando hechos que se alejan totalmente de Plan de Dios sobre la Tierra,
la intensa energía que miles de seres emiten en esta lunación, alterará y
despertará conciencias. La invocación, cuando es impersonal y llena del
sentido del amor universal, trae como consecuencia la liberación de energía
positiva que inunda nuestros átomos llenándolos de Luz, penetrando en
nuestros centros y en el torrente sanguíneo, así como en el sistema
nervioso, regido por el Signo de Géminis.
La dualidad tan propia del Signo de Géminis, produce ese despertar al
situarnos siempre entre los pares de opuestos. Pureza y contaminación;
materia y espíritu, vida egoísta y vida de servicio. Los seres humanos
observan que una gran parte de la humanidad degenera y son conscientes
también de la evolución de otra parte de esa humanidad.
Para llegar al discernimiento que es uno de los dones de Géminis, hemos
tenido que pasar por esas y muchas más dualidades que han dejado en nuestras
memorias, sentimientos de frustración.
La Luz de Géminis nos ilumina gradualmente y nos lleva cada vez más hacia la
acción correcta, tanto en nuestro interior como en todo lo que tenga
relación con trabajos o actividades en los campos en los que nos movemos.
Los Maestros dicen que la individualización de los seres humanos tuvo lugar
en el Signo de Géminis, y a través del amor de los Ángeles Solares el hombre
tuvo por primera vez consciencia del Yo, llevando a cabo un gran paso en la
evolución.
Astrológicamente, Venus es el regente esotérico de Géminis, fusionando el
Quinto Rayo. Mercurio es el regente exotérico, incidiendo con el Cuarto
Rayo, en la búsqueda de la armonía y la Tierra es el regente jerárquico,
uniendo su fuerza de Tercer Rayo a las energías anteriores. Ambos planetas,
Mercurio y Venus tienen un total compromiso en el camino que lleve a nuestro
Planeta a convertirse en Sagrado.
Entre tantas enseñanzas llenas de belleza que pudimos escuchar en estos días
al lado del Maestro Kumar, unas palabras dichas el último día, vienen ahora
a la memoria. «Auto estudio, soledad y selectividad en las asociaciones».
Esas aparentemente sencillas indicaciones, llevan al Sendero cuando se
consigue discernimiento y serena expectación.
Que la potencia de nuestra invocación, unida a todos los grupos de
discípulos ayude a nuestro amado planeta.
Desde el corazón.
Joana
Gracias por la información, todo es importante, todo lo que enseñan y publican. me fascina esta página…excelente!!!llos felicito….Linda en amor y luz.
GRACIAS JOANA.
ABRAZOS EN LA CALIDA LUZ CRISTICA.