Mensaje del Maestro Ritzua: «El verdadero aprendizaje», Por Fernanda Abundes
Agradecido del llamado y feliz de estar entre ustedes…
La Sabiduría como un término
Muchos consideran que la sabiduría es entonces aquello que se obtiene conforme pasa el tiempo; pero entonces los sabios comienzan a comprender que el tiempo es algo únicamente que mide, que el tiempo también es una situación que presiona a aquellas mentes que intentan entender y entonces los humanos entienden todo aquello que no comprenden y entonces, cuál es la pregunta de entender lo que no se comprende. Cuando surgen las preguntas de la vida y en concreto de la existencia, se trata de responder a través de la vida misma lo que se considera como: el camino a seguir.
Muchos consideran y en la sabiduría también plantean que la misión debe de estar delimitada y sobretodo marcada en aquellos grandes seres. Consideran aquellos que la misión debe de estar completamente entendida y entonces será entendible.
¿Entendida y entendible?
Bien, entendida en el sentido de que sepan qué es lo que deben de hacer y entonces los sabios se confunden conforme ésta no va siendo sencilla; entonces, no resulta entendible en el camino.
Correspondiendo a ello, recuerden que la sabiduría no es un término alcanzable ni mucho menos de una situación que se acumule. Quiero decir que los conocimientos no acumulan a la sabiduría, tampoco será una cuestión de éxito, en este sentido la sabiduría no es el premio, la sabiduría es una condición.
¿Y cuál es la condición concreta dentro de todo esto?
La sabiduría parte de la característica de los humanos. Todos los humanos contienen en ello, es decir, los humanos son sabios por naturaleza por el simple hecho de que su existencia, el tema de la vida, es una situación mucho muy profunda. En este sentido, desde la concepción de los seres humanos se aplica la dualidad, es decir, se aplican las polaridades tanto la polaridad que da el ser como “él” y la polaridad qué dan los seres como “ella”.
Quiero decir que dentro de la fusión de la naturaleza existe ya desde entonces un término de sabiduría; los seres saben que el equilibro viene desde entonces la parte más simple, la parte más compleja al mismo tiempo. Quiero decir que entonces cuando se forma la primera célula y el conjunto de las células es una completa situación de equilibrio, y es entonces, cuando lo sabios deben entender que necesitan de ambas realidades para verdaderamente continuar en el camino. Podríamos decir que el camino es una vereda bastante larga y al mismo tiempo en esta situación, entienden que hay cosas de un lado que pueden fascinarles y hay otras cosas del otro, que tienden a perturbarlos; pero necesitan de ambas situaciones para saber cuál es el camino concreto. Podríamos decir que el camino de la vida se encuentra justo en medio; pero de un lado se encuentra lo fascinante y del otro lado lo que perturba.
¿Qué puede ser aquello que perturbe al ser humano?
El tiempo… y es entonces, cuando el sabio comprende que el tiempo no puede pertenecer al lado que le perturba, debe de entender que ese va a seguir corriendo conforme la medición del tiempo; pero que no es algo en lo que deba de basar realmente lo que pueda aprender y entonces, en aquello que le fascina podrían estar aquellos seres con los que genera apegos pero esos mismos, conforme pasa el tiempo y pasa aquello que los perturba, la ausencia, aquello que el sabio sabe que no es muerte, únicamente un cambio, puede entender entonces, que lo seres aún cuando ya no estén en el plano totalmente físico, continuarán en su camino.
Cuando el sabio trascienda la realidad en el sentido del pensamiento y considera que lo tangible no sólo es aquello que puede observar sino aquello que siente, comprenderá que el camino es mucho más profundo. El sabio sabe, el sabio comprende, el sabio debe de entender sobre todo la realidad y esta realidad se basa en que no sólo lo tangible es seguro; incluso existen cosas que no perciben los sentidos que son mucho más seguras pero que pasan desapercibidas y esas son las verdaderas armas de los sabios para poder continuar.
Las fortalezas emocionales resultan bastante útiles cuando las situaciones de lo que perturba tienden, en cierta manera, a complicar más el camino y es entonces cuando los miedos deben de salir y entonces continuar con aquellas fortalezas emocionales, parte de eso continúan en las situaciones de objetivos.
Quiero decir que las situaciones de fortalezas emocionales resultan también en una situación de lo que se llama el objetivo. El objetivo de la vida de los seres, claro que eso también está comprendido y está también en lo que resulta de un éxito meramente humano. Los sabios claro que necesitan de profundidad en su conocimiento, ir más allá de lo tangible pero tampoco descuidar su parte humana, porque eso son, seres humanos, seres que se componen de dos situaciones. Ese es el equilibrio, aquellos seres que se han olvidado de las situaciones humanas también deben recordar que son humanos.
El camino de la sabiduría, el camino de la espiritualidad, no sólo se basa en situaciones no tangibles sino también en los hechos. Para ser un gran ser humano debes de ser un gran ser y también un gran humano; en este sentido, no descuidar las situaciones que son meramente de esta dimensión. Aquel que se equilibre podrá entender que son grandes los aprendizajes dimensionales pero que también son muy valiosos aquellos mensajes que resultan de lo que la vida humana te puede proporcionar, equilibrando todas las condiciones que merecen, para darle bienestar al cuerpo. Equilibrando las situaciones también del cuidado de lo que se considera como el vehículo para lograrlo y el vehículo para lograrlo es el cuerpo humano. No prohibiéndole la existencia humana pero tampoco en los excesos, es entonces cuando darán cuenta de que deben complementar en ese camino de la vida en ese trecho, aquellas situaciones, lo fascinante, lo que perturba, necesitan conocer lo que les da miedo y entonces sabrán cómo delimitar el camino para que no vuelva a ocurrir. También necesitan las situaciones gratas para saber qué eso es lo que deben de preservar.
Recuerden que en la vida no todo tiene que ser de lo que fascina, también deben de conocer aquello que perturba para que sepan cómo aislarlo, para que sepan también que entre la felicidad y la tristeza necesitan un punto medio. No hay felicidad constante ni perpetua, tampoco hay tristeza constante y perpetua, se componen de un sinfín de emociones. En el universo, tal como las estrellas iluminan el camino, también también las situaciones iluminan en las emociones, en este sentido, para poder ser un ser equilibrado, necesitan la existencia pura de ambas realidades. No quiere decir que sean malos y buenos desde el término que no existe como tal, pero quiere decir que puedan conocer. Aquel que conoce las dos realidades puede entender cuál es su camino concreto y entonces, resultar en una tercera realidad, no en la del mundo, no en la medición y división del mundo, sino en aquello que es él. Y es entonces cuando comparte de las dualidades, lo que verdaderamente existe, entonces es cuando el hombre y la mujer se vuelven uno, en un sentido de la fortaleza, en un sentido de la emoción. Es entonces que el camino debe de ser recto y justo, en medio de eso no hay más.
El sabio lo comprende y no lo debe de comprender conforme se están terminando sus días de humano sino conforme empiezan, quiero decir, que siempre se comprende conforme son niños; se olvida en el camino del trayecto y vuelven a recordarlo cuando ya están en sus últimos momentos de la vida humana. ¿Por qué no recordarlo en esa trayectoria? aquel que lo piense, será mucho más fácil atravesar, como llaman, todas aquellas situaciones complejas que pertenecen a parte de lo que perturba.
La sabiduría recuerden, que es una situación de equilibrio, cuando de pronto suceden cosas adversas para los sabios no debe de negarlas, no debe tampoco decir que “por qué le ocurren a él habiendo tantos sabios en el mundo”; en cierta manera debe de agradecer que es mucho más fuerte que esas situaciones adversas, que aún aquello que le perturba va a poder resultar mucho más en aquello que le fascina y es entonces, cuando obtiene su equilibrio, ese es el verdadero aprendizaje; no considerar que no necesitan situaciones adversas sino saber que son mucho más fuertes, mucho más hábiles que cualquier obstáculo que se pueda atravesar.
Agradecido del llamado y feliz de estar aquí.
Mensaje canalizado por Fernanda Abundes (madreymaestro@hotmail.com) (Puebla, México)
Publicado por Geny Castell, redactora de la gran familia de la hermandadblanca.org
Solo un Gran Maestro puede expresar tan profundas verdades en una manera tan clara y sencilla.
Gracias Maestro Ritzua por alumbrar el camino
muchas gracias
Que gran Sabiduría y mensaje nos deja el Maestro Ritzua. Muchas gracias.
Gracias Maestro Ritzua por este extraordinario mensaje y gracias a la Hermandad Blanca por comunicarlo.
Que gran explicación de qué es la sabiduría, me gustó lo de es el punto medio entre lo humano y lo intangible. Gracias.
Gracias Maestro Ritzua por este
asi sera por el bien mayor de todos en ti confio gracias gracias gracias yo soy luz clrificadora de dios.
Amén