Mensajes del Maestro Ritzua para los sabios, por Fernanda Abundes
De pronto pareciera que algo mucho más profundo y mucho más consciente debe de persuadir a aquella mente que de pronto se vuelven la “contramente”. La “contramente” es aquello que de pronto nos hace medir tanto, nos hace pensar tanto si es posible, que nos hace perder la voluntad y la posibilidad para verdaderamente lograrlo.
Convierte la verdad en una situación confusa, convierte la realidad en algo que no es seguro, convierte el presente en algo que lo persigue y no que lo acompaña, convierte al pasado en una historia que quiere borrar y convierte el futuro en una incertidumbre concreta que no sabe si va a sortearlo de una manera feliz o estará entonces en desgracia.
La “contramente” piensa demasiado pero no se ha dado cuenta que todo aquello que piensa es simplemente una idea que igualmente puede pasar. La verdadera mente y aquello que trata de persuadir a esa “contramente” es la voluntad de poder cambiar y transformar todo aquello que de pronto incluso, puede ser completamente complejo.
Y es que no existe la complejidad de las circunstancias ni de las situaciones, sólo palabras grandes y rebuscadas que definen a todo lo que nos rodea, de tal manera que entonces, se vuelve verdaderamente imposible vivirlo, pero de igual manera es tan sencillo disfrutarlo como la voluntad de querer ser feliz.
Si uno aboga más por la realidad concreta de aquella mente profunda y sensible que también pertenece a una conciencia del alma, se puede transformar todo aquello que nos provoca miedo, incertidumbre y decepción y entonces, se procede a la realidad concreta del equilibrio en la felicidad pero sobre todo el observar que todo lo que es existe y si existe, también puede ser para ti.
Agradecido del llamado y feliz estar aquí
De pronto el sabio tiene el camino más simple pero lo trata de transformar; ¿por qué los sabios consideran que las cosas siempre tienen que ser al revés de lo que realmente ya han de estar? De pronto al gran sabio se lo ocurre que es tiempo de cambiar, que toda el agua del mar tiene que estar en el lugar donde está la arena y la arena la transportará a donde está el espacio del mar; porque considera que es el mejor lado y que así lo puede transformar. Le agrada que el mar esté del lado derecho y le gusta que la arena esté del lado izquierdo y trata de hacer todo para así transformarlo.
Lo está viendo desde un punto, ¿por qué no voltea? y entonces tendrá lo que quiere, tendrá el mar de lado que quiere y tendrá la arena de lado que quiere. De pronto las situaciones así son, ustedes se aferran a transformarlas de una u otra forma pero recuerden que es una cuestión de girar y verlo del otro lado. Los verdaderos sabios no esperan a que el mundo cambie, no esperan a que las circunstancias se presenten para entonces actuar, no esperan a cambiar todas las realidades para que entonces se sientan a gusto con sus espacios, con sus entornos, consigo mismos; simplemente es cuestión de cambiar de lado. Así muchas veces en el camino no se tiene que cambiar de ruta, únicamente quizás decir: “hace falta espacio”. Así son las realidades de los sabios no es cuestión de cambiarlo todo, es cuestión de cambiar la percepción. No se necesitan todas las circunstancias, ustedes crean las circunstancias.
La sabiduría de la vida no está en esperar, sino en aprender a ver lo que se tiene; aquel que esperó que ya estuviera lista aquella agua con limón, ¿por qué no pensó que ya estaban entonces el agua y los limones por separado?, era tiempo de que se mezclaran, nada iba a nacer por si solo.
Así mismo es el sabio, el sabio innova, el sabio ve lo que tiene y entonces crea, el sabio no espera a que aparezca, el sabio puede proyectar.
Con los mismos seres sabios hemos de transformar… agradecido del llamado y feliz de estar entre ustedes.
Mensaje canalizado por Fernanda Abundes (Puebla, México)
Publicado por Geny Castell redactora de la gran familia hermandadblanca.org
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