Necesito decirte algo, por Julio Andres Pagano (recopilación de escritos)
Finalizando un período de profundas vivencias e intensos aprendizajes, hoy llego a tu vida para entregarte los 82 mensajes que fueron brotando desde mi corazón mientras peregrinamos juntos, de modo que al leerlos puedas integrar cada una de las circunstancias que tuviste que atravesar para llegar a este singular momento planetario, en donde la humanidad se prepara para comenzar a vibrar en una nueva dimensión donde reinará el amor.
Sabiendo que el camino emprendido era por demás intenso y desafiante, puse todo mi empeño y dedicación en tratar de apoyarte y brindarte aliento. Llevé mis fuerzas al límite. Sé que pese a la voluntad puesta en la tarea asumida, no siempre logré cumplir en entregarte los mensajes, pues muchas veces el cansancio me vencía y no lograba llegar hasta tu puerta, de ahí que hoy realice esta especial entrega bajo el manto del amor.
Vivo una experiencia humana, al igual que vos, sólo que durante este trecho quise acompañarte para que puedas experimentar que latimos en un mismo corazón. Viví a tu lado cada una de las instancias adversas. También dudé y lloré por no saber qué era lo que estaba pasando. Ahora, por más que aún faltan superar algunos obstáculos, el panorama se presenta más claro a los ojos del corazón. Sabemos qué clase de mundo queremos manifestar, y eso es lo que estamos haciendo al vibrar alineados con nuestra esencia.
Cada mensajero tiene un guía que lo orienta en el sendero de la vida, para poder llevar luz, amor y esperanza a todos aquellos que hayan decidido vibrar en Unidad. Durante todo este tiempo que peregrinamos juntos, no te dije quién guiaba mis pasos para evitar que tu mente creara una barrera que impidiera que el mensaje llegara a tu interior, pero es tiempo de que lo sepas: Cada uno de los textos que amorosa y compasivamente tocaron tu corazón fueron inspirados por la guía luminosa de la Virgen María (bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás). Ella fue quien transformó mi vida, cuando hace casi cuatro años se me presentó y con su mirada dulce y serena colmó de luz mi interior.
Cada vez que internamente reconocía que un mensaje debía ser expresado la invocaba especialmente, juntos a todos los seres de luz que están ayudando al proceso de ascensión. Nunca escuché su voz, sólo ponía en palabras aquello que sentía. Reconocía su presencia por la energía cristalina que recorría mi cuerpo y por la sensación de expansión, dulzura, amor y gozo que reinaba en mi corazón, por eso te digo que ella inspiró la esencia de los mensajes que hoy te entrego de manera agrupada.
Este es un tiempo de profundo cambio y transformación, en donde la energía femenina se expresa de múltiples formas para iluminar tu vida, la Virgen María es una de ellas. Esta energía femenina, que ingresa para fusionarse con la energía masculina y así permitirnos alcanzar la Unidad, también la encontrarás expresada en tu contacto con la Pachamama, en cada caricia, en cada gesto solidario, en todas y cada una de las expresiones de amor que hoy recorren la Tierra.
No pretendo con estas palabras que creas en la Virgen María, sólo quiero que sepas que ella me guió. Seguí sintiendo. Seguí escuchando tu voz interior. La vida se abre como una bella flor, para brindarte la fragancia de un nuevo tiempo, sin fronteras ni banderas, donde todos danzaremos en la Unidad del Amor. Hoy te entrego estos mensajes que mi corazón vehiculizó -junto con este video https://www.youtube.com/watch?v=1TjwFpQVs2w cuyas imágenes grafican cada uno de los pasos dados – pues soy un mensajero que se cruzó en tu vida por amor, vibrando desde el corazón : )
Julio Andrés Pagano
Una gota más
Por más diminuta que parezca, cada gota de conciencia, que se suma, expande y eleva la vibración planetaria.
Unas tras otras, las gotas van cayendo. Nada parece transformarse. El goteo es casi imperceptible. El cansancio y la desolación dicen presente. El paisaje desértico de esperanzas crea la falsa ilusión de que nada va a cambiar. El vacío interior se agiganta. Las gotas siguen cayendo, expanden su vibración. La mente sostiene que todo está perdido. El corazón no se deja engañar, escucha cómo las gotas continúan brotando y ríe de felicidad. Su sabiduría le anuncia que el río está emergiendo. Libere sus compuertas. Ayude a que el agua corra. Sume para que el río de la conciencia espiritual irrumpa en todo su esplendor.
Las gotas son todas aquellas cosas que nos ayudan a ser más humanos y nos permiten armonizar con la existencia. Los buenos actos son gotas. Las caricias son gotas. Los pensamientos positivos son gotas. Los abrazos, las palabras de aliento, los rostros felices. Gotas… Las acciones conscientes, las oraciones, las meditaciones, la ayuda desinteresada, los gestos de sensibilidad. Gotas… El saber compartir, aprender a valorar, el respeto por uno mismo. Gotas… La fe, la humildad, la confianza, la esperanza, el amor. Gotas… Todas son gotas que reflejan una nueva humanidad. Son gotas que acrecientan y vivifican el río de la conciencia espiritual que está transformando la vibración del planeta.
El futuro nace del presente. Nuestras decisiones co-crean. Si sólo sembramos discordia, odio, pesimismo, sufrimiento y frustración ¿qué cree que cosecharemos? Sus gotas, aunque parezcan simples, aunque las perciba insignificantes o débiles, hacen la diferencia. Son como semillas de luz que transforman y ayudan a que el futuro no se manifieste desalmado.
Fluir con esta corriente, que conduce al océano de la existencia, entraña desafíos que nos permiten crecer y nos impulsan a continuar evolucionando. Implica aventurarse en terrenos desconocidos. El río nos invita a desaprender para seguir aprendiendo, porque sólo lo que se vacía puede volver a llenarse. Sus piedras no son dificultades, sino oportunidades disfrazadas que nos ayudan a elevar.
No permita que estas frases queden sólo en el plano mental. Tírese al agua. Abra su corazón. Arriésguese. Cuando se sumerja en este río de conciencia verá cómo las vivencias se transforman en maestras multidimensionales que le ayudarán a experimentar una realidad que transformará su vida.
Existen innumerables formas de contribuir a que este incipiente caudal se torne aún más cristalino. Si nos animamos a reconocer nuestro lado más oscuro, si trascendemos nuestras limitaciones y transmutamos los miedos que nos mantienen cautivos ya estamos ayudando. Lo mismo si ponemos conciencia en cada uno de nuestros actos y desplegamos, sin reservas, nuestro potencial para materializar una realidad que esté acorde con lo más puro de nuestro ser.
¿Por qué se preocupa tanto? Haga lo que haga, los demás siempre hablarán. Ellos no son enemigos, son maestros que nos impulsan a trascender la careta social. ¡Vamos, rómpala! ¡Tírela! Deje que su ser interno lo guíe y lo instruya. Escuche la voz que emana desde el centro de su pecho. Siga sus consejos, son inmaculados. No importa que algunas personas se le rían en la cara y lo desacrediten. Muchos disfrazan de ese modo el temor que les provoca el cambio.
Vamos… anímese. Juegue. Suéltese. Disfrute. Recupere su inocencia. Mire a la vida con ojos nuevos. Explore su interior. Conózcase. Restablezca su vínculo con la naturaleza. Aliviane su mochila. Expanda su divinidad. Despierte. Redescubra su magia interna. Equilíbrese. Ayúdese a cambiar. Permítase soñar. Sáquele el polvo a sus talentos. Multiplique sus dones. Respete su sentir. ¡Viva! Empiece a sanar.
Preste atención. Sienta cómo el río de la conciencia late con cada pensamiento de luz que recorre su cuerpo. El agua renueva y purifica. Inhale su perfume, es pulsión de vida. Observe con el corazón y comprobará que no existen las divisiones. Somos Uno. El río se compone de millones y millones de gotas que danzan en la unidad, más allá de todo ego.
Vamos… transforme su desierto. No deje que sus gotas se esfumen bajo el sol abrasador de la indiferencia y el desgano. Viértalas en el río de la existencia. Cierre sus ojos y facilite que el murmullo de las aguas guíe sus pasos. Descubra que nunca puede encontrar afuera lo siempre estuvo dentro. Sí, ya lo sabía, es cierto. Simplemente lo había olvidado, el río está en su interior. Permita que el agua corra. Derrumbe sus compuertas. No tema. Abra su corazón de par en par, para que el agua penetre y lave sus heridas. Renazca. La existencia, agradecida: una gota más.
Hombre nuevo
La sabiduría del hombre nuevo consiste en dejar que su espíritu vuele libremente, para cumplir con su misión de vida.
La Tierra sangra. Se agita. Se retuerce de dolor. La oscuridad marcha a paso firme, pisoteando flores, marchitando esperanzas, sembrando temor e incertidumbre. El escenario mundial se muestra como un cuadro sombrío, dominado por la ambición, la inseguridad, el desequilibrio y la incoherencia. Hay olor a derrumbe. Hay olor a muerte. El hombre viejo está sucumbiendo. Lo sabe y se resiste. Su programación mental le impide aceptar que le llegó su hora. Soplan vientos de cambio. Se aviva la llama del espíritu. Un nuevo hombre es llamado al escenario de la vida.
Hay que armarse de coraje para leer los diarios y ver los noticieros. La negatividad es el signo que manifiesta cada título: robos, asaltos, crímenes, bombas, guerras, conflictos, peleas, abusos, accidentes… Intoxica el espíritu tanta densidad compactada. La calle confirma las noticias. No hay baldosa que no esté salpicada con manchas de violencia, bronca o descontento. El aire está viciado por vibraciones rastreras. ¿Existen alternativas de cambio?
Aunque todo pareciera indicar que no, la buena noticia es que detrás de este tétrico escenario se está gestando una nueva función. La obra se llama “Hombre nuevo”. Falta poco, muy poco, para que esta nueva puesta en escena irrumpa. Por medios no tradicionales se va haciendo el anuncio de que se necesitan actores para que la función cobre vida. Escuchar el llamado requiere de un corazón sensible y un espíritu libre de condicionamientos sociales, que no tema al “qué dirán”.
A través de los sueños, las intuiciones y las emociones más puras, el anuncio golpea a cada instante las puertas del alma. La mente sube el volumen, potencia la confusión, y con la ayuda del ego y la razón refuerza las paredes de la indiferencia, para que el mensaje no llegue a destino y naufrague en el olvido. Tarde o temprano, el muro caerá y el hombre despertará a una nueva realidad; porque el mensaje lleva la fuerza del agua, que todo lo erosiona.
¿Y por qué tanto caos? El caos es lo que da lugar a que la transformación ocurra. Cuanto más caos, señal de una transformación más profunda y visceral. Viejos esquemas se están resquebrajando. Los modelos autoritarios y represivos dan claras evidencias de agotamiento, por carecer de valores humanos. Las bases que cimentaron una economía deshumanizada y despiadada cruje. La vieja mentalidad que alimentó a un multitudinario ejército de corporaciones inescrupulosas está siendo acorralada por los consumidores inteligentes que, con sus decisiones de compra, castigan la irresponsabilidad y se muestran a favor del medio ambiente.
Esta vez el cambio no vendrá de afuera, sino de adentro. Desde el mismo centro de su ser. En la medida en que cada uno se transforme, en la medida en que cada uno se adueñe de su destino, de su derecho a “ser humano”, estaremos cada vez más cerca de vivenciar la obra. Esta vez no como simples espectadores, sino como partícipes necesarios, que harán brillar -con maestría- sus dones y talentos al servicio de un mundo sin fronteras, que se unificará bajo la bandera del amor. No se trata de una obra para ver, sino para protagonizar. Una obra para sentir y para vibrar.
Co-crear una realidad distinta, más humana y armónica, es tarea de todos. Es algo indelegable y también impostergable. La multitud como tal no existe, sino que se compone de la suma de personas. Por eso quiero recordarle que su transformación vale, y mucho, porque suma. Todo suma. Incluso los pensamientos, porque crean realidades.
De nada sirve protestar por el entorno adverso en que estamos sumidos, si no hacemos absolutamente nada para tratar de revertirlo. Con nuestras actitudes pasivas, que se apoyan sobre los bastones de la apatía y la indiferencia, también somos cómplices de estos tiempos violentos que presagian un futuro apocalíptico.
Si usted es de los que cree que el llamado no existe, cierre los ojos, relájese, lleve sus manos al centro de su pecho y pregúntele a su alma si tiene algún mensaje para darle. Si pese a todo no escucha nada, no se preocupe. Ella sabe que nunca fue bueno a la hora de escuchar, así que le traerá la respuesta de mil maneras distintas. Apelará a la magia de la sincronicidad y dibujará la respuesta en las letras de las canciones, las palabras de un desconocido o en el canto de los pájaros. Preste atención. Esté atento, el mensaje llegará.
Sabía que tal vez usted querría un adelanto sobre el contenido de la obra, por eso le pedí ayuda a mi ángel de la guarda, quien sonriendo me dijo: “la obra mostrará el resurgir del hombre como ser multidimensional, en perfecta sincronía con su cuerpo, mente y espíritu. Conectado con la existencia. Construyendo un nuevo espacio. Dando impulso a una nueva visión que estará gobernada por la alegría y el sentir, por el poder de lo simple. Habrá unidad, respeto y cooperación. La palabra dada recobrará su valor y renacerá la confianza. Las injusticias no tendrán cabida porque el hombre reconocerá que somos parte de una misma energía, por lo tanto será consciente de que lo que le hace a otro se lo está haciendo a sí mismo. Deciles que en el texto de la obra, palabras como fluir, meditar, elevar, disfrutar, empatía, sinergia y contemplar serán una constante. Deciles que los espero, que es hora de reencontrarnos”.
Nunca se sabe. Quizá cuando el telón se levante más de uno se sorprenda cuando una voz en off agradezca, entre otros, a los maestros del caos, del desentendimiento, de la indiferencia, de la confusión y del dolor, porque hicieron posible que la alquimia acontezca, al servir de fondo para marcar el contraste necesario que impulsó el cambio.
Ahora haga una pausa. Mire su reloj. Observe cómo corre el segundero. Sepa que al igual que la palabra pronunciada y la flecha disparada, las oportunidades desperdiciadas no retornan jamás. Se van al mismo sitio en donde se oculta el tiempo perdido.
Tíldeme de loco si quiere, no me importa. Sólo soy un simple mensajero. Nuestro contrato álmico decía que en caso de que lo olvidara se lo volviese a recordar: “su misión de vida es anclar en la dimensión física lo más puro de su ser”. Despierte, hombre nuevo, ya es tiempo de subir al escenario.
Celebro tu existencia
Dispuestos a dejar sus huellas, nuestro planeta es visitado por bellos seres que darán vida a una nueva humanidad
Las puertas de entrada y de salida no descansan. El tráfico es incesante. Intenso. Miles de almas llegan a la Tierra a cada instante para vivir una experiencia física. Otras tantas se van con sus lecciones aprendidas. Todavía no partí, por eso quiero hacer un alto en mi camino y hablarte a vos, inigualable ser, que acabás de llegar con tu inmaculado traje de inocencia a disfrutar del juego de la vida. Sé que me estás escuchando. Agradezco la belleza de tu silencio. No te preocupes por los murmullos de fondo, son los comentarios de los insensibles que descreen que nos estemos comunicando.
Antes que nada, quiero darte las gracias por venir. Tu presencia alimenta la esperanza de que el cambio es posible. Siento tu vibración cristalina. Los latidos de tu tierno corazón no mienten, una nueva realidad se está gestando. Ruego porque nuestras sofocantes estructuras sociales no marchiten tus sueños y seamos capaces de ayudarte a volar para que nos transportes hacia una dimensión más pura, en donde la humanidad, toda, celebre y honre la vida.
Sé que si te ayudo, contándote parte de la trama del juego de la vida, también me estoy ayudando porque vos y yo somos uno, aunque el velo de la ilusión intente hacerme creer lo contrario. Antes de seguir hablando, te pido que recuerdes que lo que voy a decirte lleva la carga de mi subjetividad, de mis condicionamientos y limitaciones, por eso quiero que tomes este mensaje como una simple referencia y no como una verdad incuestionable.
El juego consiste en recuperar la inocencia y conectar con nuestra esencia interior para seguir evolucionando. Ahora te parece sencillo, sin embargo, a medida que pasen los días, la sociedad se encargará de adormecerte para que seas funcional a sus intereses y creas que lo real es lo que sucede fuera. No te rías. Lo digo en serio. La gran mayoría cree que únicamente lo exterior importa, y como le temen a la muerte –porque desconocen que es un proceso de cambio- prefieren ignorarla y hacer de cuenta que vivirán para siempre. Te mirarán raro si les preguntás por qué no aprovechan la estadía, siendo el juego tan breve. Vivir 90 años implica jugar sólo 32.850 días. Demasiado poco para desaprovecharlo, ¿no?
Quiero pedirte que, pase lo que pase, no traiciones tu misión de vida. Las pruebas están dispuestas para ayudarte a crecer. Dar pasos en el vacío, siguiendo los dictados de tu conciencia, te ayudará a fortalecer la confianza en vos. Siempre que puedas optá por el conocimiento vivencial. El conocimiento intelectual es limitado, sirve como marco de referencia pero no te transforma. Abrite a las vivencias, son maestras mutidimensionales que te darán las claves para que recorras tu camino sabiamente.
Aunque te cueste, siempre dá lo mejor de vos sin esperar recompensas, porque no todos piensan igual. No descuides tus dones. Potenciá tus talentos. Tu singularidad le aportará a la vida un caudal de inigualable belleza si ponés conciencia en tus actos y sos fiel a tu guía interna. Nunca dudes en hacerle caso a lo que afluya desde tu corazón, sobre todo cuando el caos se adueñe del campo de juego, porque esa es tu verdadera brújula.
Si dejás que los deseos programen tus días estarás corriendo detrás de ilusiones que sólo conducen al descontento. Aprendé a disfrutar cada instante. Conectá con el aquí y ahora. El futuro es una proyección de la mente y el pasado tiene vida sólo si ponés tu energía al servicio de los recuerdos. Aprovechá tu tiempo. No olvides que todo pasará. No te aferres a nada. Fluí con la existencia. Sentirás la esencia de la libertad elevándote sobre la mediocridad de quienes viven mecánicamente.
Nunca dejes oxidar tu capacidad de sorprenderte. Escuchá a todos con atención, pero no colecciones verdades prestadas. Buscá siempre tu propia verdad, para que tu mente, cuerpo y espíritu se expresen de manera unificada y no permanezcas dividido. Esa división es la que hará de tu vida un infierno. También tené presente que tus días serán opacos si dejás que la mente sea el amo de tus acciones, porque no serás capaz de sentir.
Puede que ahora te cueste entenderlo, pero perderás la inocencia para volver a recuperarla. Aprenderás para luego desaprender. Te llenarás para luego vaciarte. Te caerás, pero sabrás levantarte con las lecciones aprendidas. Muchos caminos aguardan tus huellas. Quiera la vida que los padres que elegiste te sepan guiar, te sepan respetar y te sepan amar por sobre todas las cosas.
Este mensaje finaliza. Cada uno seguirá su rumbo. Tal vez nunca volvamos a encontrarnos. No importa. Estoy agradecido de contar con tu presencia. La Tierra acaba de recibir a otro hermoso ser que viene a transformar el juego de la vida. Alzo mi copa, hermano. Celebro tu existencia.
Su mundo puede cambiar
Cada uno tiene en sus manos la posibilidad de ayudar a construir un mundo más cristalino.
Esté donde esté. Tenga la edad que tenga. Viva como viva. Sepa que puede cambiar su mundo. Puede transformar su realidad. La magia interna existe. Modificar el rumbo sólo requiere de una simple cuestión de actitud que abre las puertas a una nueva percepción sobre la vida. La felicidad y la alegría dicen presente si uno se anima a fluir con la existencia, si uno tiene la osadía de abrir su corazón. Somos responsables de nuestros actos. Ningún mortal puede arrebatarnos el derecho de volar hacia la luz y de co-crear un mundo más humano, sensible y armónico, donde el sentir no sea una utopía y el amor reine para siempre.
No sería novedad que algunos de los que lean estas líneas me crean un desquiciado, al que sería bueno internar. Así es como piensan los muertos. ¿Qué muertos? Los que tienen sus mentes encofradas en la codicia y no dejan que sus corazones florezcan. Es cierto que usted los ve desenvolverse dentro de la sociedad, ocupando diferentes roles y actividades, pero no se deje engañar… están muertos. Son cuerpos que caminan, respirando inconciencia, hacia una tumba que les dará la ilusión de que han vivido.
Los muertos en vida son fáciles de identificar. Viven aparentando. Aparentan amar, aparentan ser felices, aparentan vivir, aparentan saber, aparentan disfrutar. Sólo aparentan. Palabras como acumular, estatus, poder, dinero y prestigio son una constante en sus bocas rígidas, que ya no recuerdan cómo era sonreír. Ellos son los maestros de la confusión. Son los que nos quieren hacer cree que no es más feliz el que menos necesita, sino el que más tiene. Muertos son también los que abusan del alcohol y de las drogas para sentirse vivos. Los que explotan a los demás para creerse importantes. Los que hacen de su imagen un culto. Los que no se animan a vivir su propia vida. Los que le temen al cambio. Los que no se animan a crecer. Muertos. Están muertos.
Morir puede que parezca una cuestión que está relacionada con el tiempo, sin embargo es más que nada una actitud hacia la vida. La clave está en poder sentir, pero para eso hay que dar un paso previo: abrir el corazón. Si lo logra, si se permite sentir, su percepción del mundo cambiará. Nacerá de nuevo. La vida estallará en mil colores, aromas y sonidos. Verá la divinidad manifestarse en todos y en todo. Su ser interno danzará dentro de un mar de inexplicables sensaciones nuevas. Conocerá la dicha de estar vivo. La bienaventuranza besará sus labios.
Es cierto que desde el punto de vista objetivo usted seguirá inmerso en la misma realidad. Las paredes de su casa serán las mismas, tendrá los mismos vecinos, continuará conduciendo el mismo auto, etc; la diferencia estará dentro suyo. Usted ya no será el mismo. Verá con ojos nuevos. Obtendrá profundidad y sensibilidad. Su mundo se vestirá de fiesta. Será una celebración constante, porque aprenderá a reconocer cuáles son las cosas que verdaderamente importan. Se sentirá un privilegiado.
Puede que parezca simple, pero sentir no es tan sencillo como parece. La coraza interna que en su momento fue funcional, porque nos ayudó a no sufrir y a soportar los golpes del destino, asfixia cuando uno intenta dar los primeros pasos de apertura. Recién ahí, uno toma verdadera conciencia del grosor de la armadura y reconoce que para sentir hay que tener la valentía de volverse vulnerable.
No existen fórmulas matemáticas para el desarme. Sólo puedo sugerirle que apague el ruido de su mente. Escuche. Hay una voz en su interior que le implora que cambie. No tema. Nunca es tarde. Déjese guiar por la intuición. Abandone la vergüenza. Acabe con la monotonía. Trascienda la rutina. Acérquese a un árbol, abrácelo. Huela una flor. Contemple un atardecer. Exprese sus sentimientos. Sea agradecido. Comparta. Disfrute. Libere sus emociones. Cante. Haga ejercicios. Expanda su luz. Deje que su imaginación despegue. Pinte. Haga lo que sienta, sin importar si lo critican. No puede darse el lujo de pasar por esta vida sin sentir.
A veces consideramos que al mundo lo hacen los otros, que la realidad es algo que se mira por televisión, porque nuestros trabajos no son significativos y nuestras acciones parecen irrelevantes. Mentiras. Simples creencias. Todos somos los constructores de esta realidad.
Gestos, palabras, actos, miradas, hechos, pensamientos… cada paso que damos construye, y muchas veces destruye. Por eso, vuélvase consciente. Despierte. Abra su corazón. Sienta por primera vez. Viva. Su mundo puede cambiar.
Sólo importa el mensaje
Te está enseñando a ser más sensible, ¿estás seguro de que podés llamarlo animal?
Preste atención. Infinitos mensajes llegan a su vida para ayudar a que cambie, pero así como vienen se van. La rutina, la seguridad, la indiferencia y la costumbre los echan a patadas. La mente social alerta sobre el peligro de escuchar a los desconocidos, teme perder el control. Perpetuar una realidad apática y desequilibrada es el propósito de los que pretenden que el hombre permanezca de rodillas y en las sombras. Deje de matar al mensajero. Escuche. La vida quiere verlo disfrutar. Rompa sus cadenas. Vibre.
Cristo, Buda, Krishna, Mahavira, Lao Tse, Chuang Tzu, un perro, una abeja, un pájaro, una flor, un vagabundo… Qué importa quién transmite el mensaje. Lo que vale es lo que se nos quiere decir. Sólo cuenta lo que la existencia, a través de sus infinitas formas, nos hace llegar para que evolucionemos. Pero si en este momento su mente está horrorizada preguntándose “¿cómo se le ocurre igualar a Cristo con un perro?”, me temo que usted no está comprendiendo lo que intento decir, y quizás sea de los que piensan que sólo los que van a misa están cercanos a Dios.
Las diferencias están en nuestra cabeza. En nuestras particulares formas de percibir y entender el mundo. La existencia no discrimina. Utiliza todo lo que nos rodea para acercarnos aquello que nos quiere decir. Somos nosotros quienes hacemos las distinciones, quien distorsionamos según nuestros miedos, condicionamientos o conveniencias.
Las fronteras y las separaciones son inventos del hombre que muy pronto sucumbirán. Esas divisiones son las que conducen a las guerras, al aislamiento y a la destrucción. Son las que nos hacen creer diferentes. Las que impiden que nos reconozcamos como hermanos y que nos sintamos uno con el Todo.
La realidad es inmensamente rica. Nuestras miradas mezquinas son las que la muestran descolorida y pobre. El pájaro, con su vuelo, nos enseña la libertad. La nube, con sus transformaciones, nos enseña a fluir. La flor, expandiendo su aroma, nos enseña a ser generosos. Todo enseña. A su modo, todo comunica. Varía el lenguaje, cambia la forma de expresión que adopta lo que se nos pretende transmitir, eso implica que debemos estar más atentos, más despiertos, cada día más conscientes.
Si cambiamos nuestra percepción, si ampliamos la mirada y conectamos con la existencia, por medio del corazón, podemos trascender nuestras limitaciones. Y cuando lo hagamos, no importará quien nos acercó el mensaje, porque habremos comprendido que las categorizaciones corresponden a una función de la mente, y que todo, absolutamente todo, forma parte del Creador.
Lo que marca la diferencia no es quién lo dice, sino qué se nos dice. El valor del mensaje está en su poder de transmutación, en su fuerza para impulsar los cambios. Si lo que recibimos nos ayuda a convertirnos en personas más positivas, sensibles y equilibradas, eso es lo que verdaderamente cuenta. El mensajero es como la baranda de una escalera, cumple una función, constituye un medio para ayudar a elevarnos.
No se olvide que la mejor manera de que alguien continúe preso es haciéndole creer que está en libertad. Tenemos que abrir los ojos. Pensamos que somos libres, sin embargo estamos cautivos por nuestras estructuras mentales. Permanecemos inmovilizados por las cadenas de las creencias. Así no hay posibilidades de remontar vuelo.
Si continuamos con el corazón cerrado, sin darnos el permiso de humanizar nuestros días, el sufrimiento, la violencia y la desesperanza serán el aire que respiremos. Aduéñese de su vida. ¿Por qué restar pudiendo sumar? ¿Por qué elegir quedarnos estancados, rumiando penas, pudiendo ser felices? El exterior sólo nos muestra un reflejo de nuestro interior. Si lo que vemos fuera no nos gusta, cambiemos entonces lo que está dentro y mágicamente nuestra vida será otra. Se volverá luminosa.
Aprendamos a conocernos. Descubramos quiénes somos. Recuperemos el vínculo con nuestro niño interior. Sólo cuando demos este primer paso podremos confiar. Recién ahí conectaremos con la esencia de los mensajes. Ese día no importará si fue Cristo, Buda, la naturaleza, una mariposa o una flor quien nos acercó la enseñanza. Habremos comprendido que la existencia, fiel a su naturaleza creativa, se disfraza de millones de maneras para acercarnos aquello que necesitamos saber…. Que caigan nuestras barreras. Demos paso al mensajero. Lo que importa es el mensaje.
Un mágico encuentro
Abra su corazón y experimente la profunda alegría de vivir en armonía.
Por favor, deténgase. Deje de correr. No importa que no nos conozcamos. Siéntese. No se asuste. Sé que la espiritualidad no le interesa, porque me lo acaba de decir. No importa. La vida nos está regalando la oportunidad de compartir un instante. Puede que le resulte extraño. Lo comprendo. En unos momentos sabremos por qué el destino cruzó nuestros caminos. Aprenda a confiar. Respire profundo. Sienta la vida. Su universo y el mío son convocados a un mágico encuentro.
Si considera que hablando desahogará su tensión, lo escucho… Tiene razón. No está acostumbrado a que lo pare un desconocido por la calle y le pida que se siente a dialogar. Estamos viviendo tiempos raros, ¿no? Podría robarle o intentar golpearlo si estuviese resentido por mi mala suerte. Quédese tranquilo, mi locura es sana. Sé que mis comportamientos son atípicos, pero disfruto abriendo mi corazón.
No se aleje. La sensibilidad no tiene que ver con asuntos sexuales. No se deje confundir por la mente. Abra también su corazón y podremos hablar el mismo lenguaje. Nos comunicaremos más allá de las palabras. ¿Cree que será menos hombre por eso? Sentir es lo que impide que veamos al otro como un medio para alcanzar nuestros fines, es lo que nos impulsa a renovar la confianza en que nunca es tarde para empezar de nuevo, es lo que facilita que el amor brote sin pausas y la esperanza siga latiendo.
Espere. No se vaya. Aunque corra más rápido el día no le alcanzará. La sensación de aceleración que está experimentando no se debe a que esté envejeciendo. Pregúntele a los jóvenes, comparten la misma impresión. El día se acortó para todos. Por más que en cada jornada el reloj marque igual cantidad de minutos, la sensación es que el día tiene sólo 16 horas, por eso nunca nos alcanza. Busque en internet sobre la resonancia Schumann y entenderá lo que le digo. Quizás descubra que no corre porque esté apurado, sino porque siente que la vida se le escapa.
Míreme a los ojos. Preste atención. Escúcheme con todo su ser: si siente que la vida se le esfuma, ¿por qué sigue negándose a cumplir con sus anhelos más profundos?. Las limitaciones están dentro nuestro. Deje de jugar al pobre de mí. Crezca. Asuma su poder co-creador. Llame de regreso a la voluntad y a la actitud positiva, dígales que no está dispuesto a dejar morir sus sueños. Anúncieles que está de pié y con la firme determinación de emprender su obra más preciada, ser feliz. Así me gusta… Sus ojos están brillando. Su rostro se ilumina. Un ángel le está dibujando una cálida sonrisa, déjesela para siempre. Sienta la tibieza de sus lágrimas. Relájese. Experimente la sanación de su cuerpo emocional.
Ahora lo sabe. No era difícil. Sólo tenía que animarse a cambiar. ¿Vio que no perdió su hombría por abrir el corazón? Sí, sonría, usted ya no es el mismo. Acaba de renacer. Agradezco la oportunidad de presenciar la transformación de un hombre en un HOMBRE. De ahora en más, a donde quiera que vaya, marcará la diferencia. Su vibración ayudará que otros anhelen vivir en paz y comprendan la importancia de sentirse en armonía.
Aunque le cueste asimilarlo, este encuentro no fue casual. Nada está librado al azar. La sincronicidad agendó esta cita. La vida quería enseñarle que la espiritualidad no consiste en vestirse de blanco, saber recitar un mantra o en decir de memoria una oración religiosa, sino en abrir el corazón para sentir. Vuelvo a agradecer. Ser testigo de la luz que libera el espíritu cuando vuela renueva mi confianza en la existencia.
No lo demoro más. Ojalá dentro de muy poco lo vea, sentado en este mismo banco de la plaza, hablando con un desconocido. Quiera Dios que se atreva a dar el paso que marcó la diferencia. Ahora comprendo mi enseñanza. ¿Quiere saber cuál fue el paso? El que hizo que me acercara a usted, movido por mi corazón, venciendo mis temores y prejuicios. Para todos comienza un nuevo año, para usted comienza la vida. Gracias por ayudarme a crecer. Siempre recordaré este mágico encuentro.
Donde quiera que estés
Si nos dejamos guiar por el corazón, cada una de nuestras acciones aportará más luz.
Se puede sentir. La trama se consolida. Lo invisibles se hace visible. No es una utopía la red de luz. Muchísimas personas están vibrando en una nueva frecuencia. Cada hebra luminosa va encontrando su lugar de manera sincrónica. Un entretejido de conciencia da impulso a una nueva realidad. ¿Acaso creías que estabas solo? Que tus fuerzas no decaigan. Continuá iluminando. Este mensaje no llega a tu vida por casualidad, viene directo a tu encuentro, donde quiera que estés, porque necesito decirte algo.
¿Dudás que sea cierto? ¿Pensás que estas líneas no fueron escritas para vos? Los errores no existen. Las cosas no suceden porque sí. Sos de los que están poniendo el cuerpo y el alma al servicio de la transformación del hombre. Todavía no podés percibir la real magnitud de tu aporte al cambio global, pero intuís que tu trabajo no es en vano.
Salí en tu búsqueda porque estás necesitando la confirmación externa de lo que internamente ya sabés: cada una de tus acciones aportan luz, porque son guiadas desde el corazón.
Tu manera de pensar, sentir y actuar está sincronizada con los latidos de la existencia. Sé que no te digo nada nuevo con todo esto, pero lo hago porque, de tanto en tanto, es bueno que nos lo recuerden. Sobre todo cuando nuestras fuerzas se debilitan por creer que estamos solos; ahí es donde cobran más sentido estas caricias para el alma.
Podremos no vernos, podremos no conocernos, pero en un nivel más íntimo y profundo sabemos que estamos conectados y que somos multitud los que fluimos en una misma sintonía, porque estamos orientados a un mismo fin… crear puentes hacia el cielo.
No es tan difícil como parece. Si podemos hacer que alguien sonría, sufra menos o logre cambiar su percepción para que contemple el vaso lleno, con una mitad de agua y la otra de aire, habremos dado un paso enorme en la construcción de los caminos que nos ayudan a elevar. Sé que podés volar e irte si lo quisieras. Eso es lo que te hace humanamente bello cada vez que te veo construyendo puentes.
No te distraigo más. Tenemos que seguir ayudando a que la mayor cantidad de personas despierte. Necesitamos de más gestos, palabras y acciones para que el entramado se cristalice y la red de conciencia revele toda su magia y esplendor. El mensaje es simple. Hoy quise llegar a vos, porque necesitaba decirte GRACIAS. Donde quiera que estés, recibí este eterno abrazo, lleno de amor, luz y armonía, que te envío con el viento.
Del otro lado de la línea del olvido
Juntos co-creamos una nueva realidad.
Estás muy cansado. Tus fuerzas tambalean. Las dudas te acechan, al punto de descreer de tu misión. Se anuncia la llegada de un nuevo reino, tendrías que estar celebrando, pero en tu rostro hay más lágrimas que sonrisas. La pesadez se adueñó de tu cuerpo. La energía vital parece haberte abandonado. Seguís dando pasos sólo por amor a la luz. Tu corazón no se entrega. Sé que estás necesitando una cuota extra de esperanza, por eso te escribo. Co-creamos este instante. Nuestras almas programaron, del otro lado de la línea del olvido, esta particular forma de volvernos a encontrar.
Ninguno de los dos previó la importancia de este encuentro. Nos reímos a carcajadas cuando, segundos antes de encarnar, nos pidieron que incluyamos esta cita para infundirnos ánimo. No la creíamos necesaria. Consideramos que nuestros espíritus experimentarían la densidad de la materia, pero no olvidaríamos nuestra verdadera esencia. Al vernos tan confundidos, hoy un ángel se apiadó y me recordó al oído sobre la posibilidad de este encuentro. No importa sino creés lo que te digo, sólo necesito que me escuches.
No puedo verte, pero sí sentirte. Estás extenuado. Sentís como si remaras contra la corriente. Una catarata de estupidez humana golpea sobre tus espaldas y te impide avanzar. Te cuesta aceptar que la gran mayoría de las personas se sienta cómoda viviendo en la inconsciencia y la insensibilidad. Ellos no te comprenden. Se muestran tan seguros con sus pseudas verdades que a veces pensás que, tal vez, el equivocado sos vos.
Es cierto que tu cuerpo siente el cansancio por tanto peregrinar, pero lo importante es que tu llama interior se mantiene viva. Eso es lo que cuenta. Eso es lo que marca la diferencia. Esparcí tu amor por la vida. Continuá ayudando. Seguí sembrando. La bandera de la esperanza tiene que seguir flameando, no la pueden derribar. Que hoy tu pecho se infle de nuevo para gritarle al mundo que, a pesar de todo, se puede. SE PUEDE.
Sé que cada día tenés que juntar coraje para seguir sobreviviendo. Es comprensible que te duela el corazón. No es fácil moverse en medio de tanta violencia sin sentido. De todos modos seguís y seguís. Valoro tu constancia, siempre fuiste de los que nunca se entregan. Tu pasión no se apagará jamás. Conozco tu espíritu.
¿Acaso creés que mi realidad es diferente a la tuya? Al escribirte también me escribo. El ángel me ayudó a recordar. Ambos sabemos que estamos dispuestos a dar nuestro cien por cien para ayudar a transformar la realidad. Cada vez somos más. Animo. Tu vibración hace que también otros se pongan de pié.
A lo lejos veo que se ilumina otra parte del camino. Debés ser vos, eterno amigo, que ya terminaste de leer este mensaje y sentís que tu corazón estalla de felicidad, al igual que el mío, por reencontrarnos aunque sea de este modo. Gracias por estar, por seguir y por no bajar los brazos. Nos vemos del otro lado de la línea del olvido.
El camino señalado
Dame tu mano, compañero de ruta, y caminemos unidos en dirección a la luz.
Un paso. Otro paso. Uno más. La marcha se hace lenta. Cuesta caminar. La subida es empinada. El sendero no está marcado. Contemplando las estrellas todo se vuelve más fácil. No estamos solos. ¿Hacia dónde vamos? ¿Por qué tanta gente permanece indiferente? Subir aporta claridad, pero hacerlo implica un esfuerzo que muchos no están dispuestos a realizar. La seguridad se paga con la libertad. Debemos seguir andando. Hay que aprender a confiar. El camino señalado es invisible. Sólo el corazón puede verlo. Sentir es la clave para seguir avanzando hacia la luz.
La constancia y la voluntad presentan síntomas de cansancio. La batalla es interna. Viejos cuestionamientos y dudas afloran, saben que sólo pueden vivir mamando de la inconciencia y dan sus últimos coletazos para intentar torcer el rumbo. A medida que ascendemos se caen los andamiajes. Las estructuras se esfuman. Hay que permanecer alertas. Nunca se sabe de qué manera se presentará el próximo desafío. Las pruebas son una constante que nos ayudan a elevar.
Hombro con hombro, alma con alma, así, juntos, todo se hace más simple. La mano cálida de un peregrino me apuntala. La sonrisa de otro hermano me infunde optimismo. Todo suma. Es un honor poder disfrutar cómo las mariposas danzan con el viento. Las abejas y picaflores también nos acompañan. Son mensajes sutiles que confirman la senda elegida. El corazón simplemente agradece por tanta felicidad.
A lo lejos, todavía se escucha el eco de la risa de las masas. Creen que estamos locos por querer que la paz y la armonía retornen a la Tierra. Cantemos. Que nuestras manos se unan bien alto, para que desde el valle de lágrimas vean que marchamos unidos en el amor, irradiando la energía de una nueva humanidad. No somos mejores ni peores que los demás, sólo buscamos no vivir en la inconsciencia.
Se necesita coraje, fe y actitud para seguir peregrinando. La vibración del despertar insufla energía, cicatriza las heridas y abre los ojos del alma. La maestría del corazón nos guía. Podemos no verlos, pero estamos acompañados. Seres de luz nos protegen. El caos, la desesperanza y el odio quedan en sus bajos reinos de sombras. Luz por un lado, oscuridad por el otro. Las aguas se dividen. Un nuevo orden se despliega.
Me pediste ayuda compañero de ruta, lo mejor que puedo hacer es recordarte que falta muy poco. No aflojes, ánimo. Tomá mi mano y ponete de pié. Tenemos que continuar. Imaginá lo majestuoso que será llegar a la cima. Despreocupate, vamos bien. Disfrutemos del silencio. Contemplemos el paisaje. No hacen falta las señales, nuestros espíritus saben que aunque no existan los carteles indicadores, éste es el camino señalado.
Es tiempo de inspirar con nuestro vuelo
Tu corazón está abierto, por eso podés volar.
Este mensaje llega a tu puerta porque estaba abierta, al igual que tu corazón. Tu vibración lo atrajo. No te preocupes, la energía que lo impulsa está impregnada con esperanza para que tu confianza se multiplique. Hoy comienza un nuevo día. Hay que volver a salir a la calle. La constancia es una virtud que bien conoce tu alma. Muchos, por lo bajo, se burlarán al verte pasar. Descreerán de tu tarea. Dirán que vas camino al abismo. Están en lo cierto, pero ellos desconocen tu verdadera razón: vas a volar, para inspirar con tu vuelo.
Los esclavos del consumismo huelen tu frustración y se burlan de tus esfuerzos. No los culpes, eso los hace suponer que están vivos. Desconocen que tu cansancio obedece a tu imperiosa necesidad por ayudarlos a despertar. Te mueve la compasión; ellos creen que es la locura. No te podrán comprender mientras dejen que sus acciones las timonee la mente y mantengan al corazón hechizado en el olvido.
Es desgastante, lo sé. No te frustres. Sabés que estás sembrando consciencia a cada paso. Sos leal a tu guía interna. Eso es lo que cuenta. Qué importa que no te entiendan, qué importa que se te rían en la cara o que te miren con desprecio. No vinimos a cosechar aplausos. Fuimos convocados a romper las cadenas de la deshumanización, para que muchos puedan volar. Hay un reino de sombras que debe ser destronado por la luz del amor.
A mí me sucede lo mismo. Te cuesta comprender por qué muchas personas se asustan al oírte hablar sobre la importancia de la paz, la alegría o los valores humanos, y en cambio se sienten cómodos consumiendo escenas de violencia, mintiendo o esforzándose para acumular poder y riquezas que no podrán llevarse más allá de la tumba. ¿Acaso eso no es lo loco?
No todas serán rosas, lo sabés. Nadie dijo que esta cruzada sería sencilla. Tu espíritu tiene el temple necesario para superar la adversidad. No sólo habrá que poner la otra mejilla. Cada golpe que recibas no hará más que confirmar la senda elegida. Las cicatrices darán cuenta del empeño que pusiste en tu labor. Valoro enormemente tu entrega. Nunca dudé de tu entereza. Conozco tu esencia, por eso te amo.
Hoy saldrás a la calle. Se repetirá el tortuoso ritual de las miradas displicentes y los comentarios sarcásticos. No importa. Aunque muchos no lo vean, está brillando el Sol. Dame la mano. Corramos bien fuerte. Despleguemos nuestras alas. Saltemos… Es tiempo de inspirar con nuestro vuelo.
Más allá del horizonte
Que tu cálida luz cristalina se extienda más y más.
Algo parecería haber fallado. Nos muestran que el aire sigue plagado de miedo y desconsuelo. Los cuestionamientos no se diluyen. La sensación de incertidumbre se expande. ¿Acaso los guías se están retirando? ¿Estamos asistiendo a la noche oscura del alma? Nada sucede por error, calma. Estás empezando a caminar sin ayuda, es sólo eso. Nadie te abandonó. Estás experimentando el acto más grande y puro de amor. Hoy sueltan tu mano porque saben que creciste. Es hora de que confíes en tu guía interior. Llegó el momento de que tu fe se multiplique, para que tu luz se esparza más allá del horizonte.
No importa de qué manera esta carta llegue a tus manos, fue escrita sólo para vos. Sentí su vibración. Este mensaje llegará al centro de tu alma. Tu espíritu le dará paso, sabe que lleva la fuerza de mis más puras intenciones para intentar ayudarte a que cambies de percepción.
¿En qué mundo vive esta persona que me escribe? ¿Acaso no ve televisión, no lee los diarios o no escucha la radio? Calma… calma. Es cierto que hay atentados, violencia y hechos que llevan la firma de la locura y el descontrol, pero eso es sólo una parte de la realidad. Es lo que nos muestran los medios de comunicación. Ellos hacen de lo negativo su principal ingreso económico, por eso a cada rato nos acercan fuertes dosis de oscuridad compactada. Pero esto no significa que sea lo único que sucede. Toda forma de ver es una forma de no ver, no lo olvides. Hay otra gran parte, muy luminosa, que también existe, pero que los medios casi no reflejan porque no se traduce en rating, ni en ventas: a cada instante también hay abrazos, caricias, sonrisas, besos, buenas acciones, palabras de aliento y gestos de humanidad, pero eso queda en el anonimato de la cotidianidad.
Lo que vemos fuera no es más que la proyección de lo que nos pasa dentro. Hoy sentimos temor e incertidumbre porque estamos caminando sin ayuda, por eso el eco de lo que lo medios reproducen nos hace tambalear. Sin ayuda no significa solos, recordalo. Nuestros padres siempre estuvieron muy cerca cuando aprendimos a caminar. Si fuese por ellos nunca se hubiesen desligado, pero sabían que había llegado nuestro tiempo de andar sin sostén. ¿Acaso creés que soltaron nuestra mano por insensibilidad? Sólo quien nos ama nos deja libres.
Asistimos a una etapa de profundos cambios. Es necesario que escuches, más que nunca, tu voz interna. Todo es cuestión de percepción. Para la nariz la posibilidad de ver no existe, pero eso no significa que no se pueda ver. La lengua no puede oír, pero eso no implica que los sonidos sean un invento. Hay otra realidad que los medios de comunicación no cuentan. Esa realidad habla de que tu corazón continúa abriéndose hacia mundos más sutiles.
Vamos, seguí floreciendo. Persistí co-creando la nueva humanidad. Detrás tuyo hay una legión de ángeles que aplauden y honran tus esfuerzos. Ellos celebran cada paso que das. Saben que llegó tu hora de correr por la vida, esparciendo tu hermosa luz. Nada ha fallado. Seguís acompañado como siempre. Te miran. Te sonríen. Te aman. También te alientan a que prosigas expandiendo tu intensa vibración cristalina, más allá del horizonte.
Tu espíritu es convocado a revelar su maestría
Así brillan tus acciones en el río de la consciencia.
Veo tus ojos mirando al cielo. Siento el clamor que brota en tu interior. No importa que no te comprendan, no importa que te humillen. Es sólo una ilusión. No más lagrimas. No más lamentos. Este escenario mundial de atrocidades e incoherencias fue montado para que tu alma recuerde. Nunca más la inconsciencia. Nunca más la indiferencia. Nunca más la deshumanización. Es hora que despierte tu memoria antigua. Tu espíritu es convocado a revelar su maestría.
Muchas vidas. Muchas enseñanzas. Muchísimos aprendizajes. La espiral ascendente hace que hoy se ponga a prueba tu templanza y saques a relucir tu verdadera esencia de luz. Este juego no se diseñó con errores. Los dolores, las penas, las frustraciones y los conflictos fueron enseñanzas encubiertas para que aprendas a volar. Una y mil veces caíste, y tuviste la fortaleza, la dignidad y el coraje para volverte a levantar, sin perder la confianza.
Tus alas no están rotas, solamente algo cansadas y magulladas por los golpes. Sos amado y respetado. Todo lo que estás viviendo es para demostrarte que podés. Lo que anida en tu pecho no es dolor. Es el fuego del espíritu que abre paso a tus recuerdos. Este es el tiempo de la unificación. Tu sabiduría es llamada a transformar la realidad. Tus dones y talentos deben prestar servicio. Hay otras almas peregrinas que necesitan de tu auxilio. Naciste para inspirar con tu don de gente.
No dejes que la ilusión te engañe con sus viejos trucos. Recordá que nos prometimos ganarle la pulseada. Hoy seco tus lágrimas porque así lo hiciste conmigo. Quiero que vuelvas a sonreír. Necesito ver el brillo de tus ojos. Vamos rumbo a la meta, con las lecciones aprendidas. No fue en vano tanto esfuerzo. Honremos las enseñanzas. Digámosle gracias con el corazón abierto, en dirección al Sol.
Celebro porque estamos juntos y cada vez somos más. Esta noche, cuando eleves tu mirada al cielo, prestá atención a la Luna: dejé un abrazo gigantesco, lleno de amor, fe y esperanza, para que te cuide y te acompañe en lo que resta del camino. Hoy tu espíritu es llamado a revelar su maestría. Las estrellas no titilan, sólo danzan de alegría.
Por amor a la vida
Aprendamos a disfrutar cada instante con intensidad.
La muerte no existe, sólo la transformación. Mirás con pánico a la tumba, como si allí todo acabara. No temas. Observá, la única certeza es el cambio. Nada permanece igual. Debemos ser conscientes de nuestro limitado tiempo en este plano. Sólo así viviremos de una manera intensa y profunda, celebrando. No te asustes, continuá leyendo. Aunque cueste reconocerlo, este mensaje llega a tus manos por amor a la vida.
La evolución requiere de la mutación de las formas. Nadie llora por la semilla cuando se transforma en árbol, ni por el gusano cuando resurge en mariposa. ¿Acaso una madre se apena porque su hijo ya no está en su vientre? La vida fluye como una interminable sucesión de misteriosas transformaciones.
Hasta cierto punto, la ciencia y la tecnología nos permiten ver qué es lo que sucede antes de nacer. Por ahora, los recursos son limitados. Sólo podemos conocer hasta el instante en que el cuerpo finaliza su ciclo. De todos modos, ¿cuántas pruebas más necesitamos para darnos cuenta de que lo que llamamos vida y muerte no son más que dos caras de una misma moneda? Buscamos certezas, la vida es incertidumbre.
La materia es necesaria para la experiencia en el mundo de las formas. Fuera de ese entorno ya no sirve. Nadie se angustia por abandonar los zapatos a la hora de dormir. Cumplieron una función. Lo mismo sucede con nuestro cuerpo, nos permite movernos en esta dimensión, pero llegado cierto punto habremos de dejarlo. Es un proceso natural. Deberíamos aprender a liberar de tanta negatividad a la muerte. Sólo es transformación.
¿Creés que hablo así porque no soy humano? Claro que las ausencias duelen, y cuánto. Es cierto que el vacío por los que ya no están es insondable. El corazón queda herido, lo sé. Pero si vivimos con intensidad cada momento, amando y disfrutando de todo lo que nos rodea, reconoceremos la muerte como parte indivisible de la vida y podremos celebrar. Habremos trascendido las fronteras de nuestras limitaciones.
Si cambiamos nuestra percepción, ya no lamentaremos la partida de nuestros seres queridos. Seremos conscientes de que simplemente se adelantaron en el camino para seguir evolucionando. No los podemos ver, es cierto, pero los podemos sentir. Sabemos que están.
Mirá hacia tu cielo interno. Agradecé, desde lo profundo de tu alma, por los momentos vividos. Enviales millones de besos y tus más puras intenciones. Liberalos. Ellos deben seguir su marcha, ya llegará el tiempo del reencuentro. Seguí viviendo. También te irás cuando llegue tu hora. No cierres tu corazón. Aún queda mucho por aprender, mucho por disfrutar. Sólo quien te ama te dice lo que a veces no te gusta escuchar. Nunca lo olvides, este mensaje llegó a tus manos por amor a la vida.
Es la hora de la acción
Ya es tiempo de que emprendamos vuelo.
Los ánimos parecen estancados. Milenarios surcos mentales tiñen la vida de gris. Se intuye la necesidad del cambio, sin embargo hay temor a soltar viejas estructuras. Las buenas intenciones ya no bastan, carecen de la fuerza suficiente para hacernos despegar. Es necesario romper la inercia. El corazón debe echarse a rodar con pasión. Debemos desatar un tsunami de confianza. Necesito que te sumes más allá de las palabras. Este mensaje viene a despertar tu conciencia. Es la hora de la acción.
Cuando escuchás lo que te digo, algo se agita en tu interior. Tu espíritu sonríe con alivio. Tu mente, en cambio, se ataja y sacude una poderosa onda de argumentos lógicos, que impacta en tus zonas inseguras. En sólo una fracción de segundo, el temblor retumba en tu seguridad económica, los lazos familiares y el entorno social. En medio de la conmoción, una segunda descarga, aún más potente, te enrostra la edad y te doblega, haciéndote creer que tu tiempo pasó, y que no estás para emprender desafíos.
Hay tres grandes maestros recorriendo la Tierra: el maestro “No Sé”, el maestro “No Puedo” y el maestro “No Me Animo”. No los culpes, vinieron para ayudarte. Las limitaciones tienen la virtud de impulsarnos hacia aquello que nunca creímos que sería posible.
Las respuestas a cómo trascedender la estancación residen en tu interior. Sin dejar de mirar al cielo, confiá en tu divinidad interna. Dejá que la sabiduría de tu alma se exprese. Recuperá tu dignidad. Por tus venas aún corre la vida, no te entregues. Al futuro lo construimos con las acciones presentes. Nada mejor vendrá como por arte de magia. Si nos quedamos esperando que otros lideren los cambios, todo permanecerá igual. Tu realidad es la que debe transformarse.
No aprisiones tu espíritu, dejalo volar. Abandoná el surco. Rebelate a la estupidez que ciega las masas y nivela hacia abajo. Animate a dar pasos en el vacío. Tené fe. Sentite vivo por primera vez. Buscá tu lugar en el mundo, nadie puede decirte cuál es. Sólo tu corazón lo sabe, simplemente escuchalo, dejá que te guíe y echalo a rodar con pasión. Hay un despertador que está sonando en el centro de tu pecho, ¿podés oírlo? Animo, es la hora de la acción.
En medio del caos
El caos es lo que da lugar a la transformación.
No todo es lo que aparenta ser. Reaccioná. No reniegues de tu presente, comprendelo. Los errores no existen. Estás en el lugar exacto donde tenés que estar. Nadie te abandonó a la suerte de tu destino. Mirá en tu interior, sos un alquimista. Tenés el majestuoso poder de transmutar las vibraciones de tu entorno. Vamos, con fe. Esto ya lo sabías, recordalo. Avivá tu antorcha, sostenela bien alto y firme. La existencia quiere que estés allí, en medio del caos, para sembrar esperanza.
En este preciso instante, estás parado en el lugar indicado para ayudar a transformar al mundo. ¿No creés en lo que digo? El vaso, para llenarse, necesita de todas y cada unas de las gotas. Es cierto que, en relación con el tamaño del recipiente, un agota parece insignificante, pero… ¿qué pasaría si las gotas desistieran de sumar? El agua nunca podría derramarse. Somos gotas que damos vida al río de la existencia. Nuestro aporte tiene un valor único, incalculable.
¿Te estás preguntando por qué te envío este mensaje? Te empujo para que me actives. Estamos interconectados. Necesito que te muevas, para poderme mover. Si iluminás, ilumino. El entramado cósmico es tan extenso que genera la sensación de que estamos separados, pero nuestras fibras están más que unidas. Cuando ayudás, también te estás ayudando. Nos movemos juntos, en un solo movimiento sincrónico y perfecto.
Los trabajos son excusas para plasmar nuestra esencia. Donde quiera que estés, sumá de manera creativa. Cuanto más difícil el entorno, señal de que tenés buena madera. Estás precisamente ahí, en el ojo del vendaval, porque saben que sos capaz de aplacar tormentas.
¿Por qué ponés esa cara, pensás que estas palabras no son para vos? ¿Acaso tu trabajo parece insulso, poco trascendente? Ese es el otro extremo del desafío. Si nada parece pasar en el lugar donde estás, es tu deber transformarlo. Hacer de lo ordinario algo extraordinario, es portar la magia seductora de un gran alquimista.
Vine a tu encuentro, una vez más, por amor. Honro tu esfuerzo. Admiro tu entrega. Valoro tu constancia. Que este enorme abrazo cristalino, que te brindo desde el alma, te anime a seguir marchando. Tenelo siempre presente en tu interior: fuiste convocado a un entorno de caos para que brille la calma de tu luz.
La señal
A veces, simplemente tenemos que elevar la vista.
¿Creés que nadie te ve? ¿Pensás que nadie te escucha? Mientras los días se te escapan de las manos, las dudas te acechan de manera implacable. Tu pecho se ahoga en un mar de contradicciones. Hay pasos claves que no te animás a dar. Hablás hacia adentro, como quien esconde un secreto. Tus labios se mueven de manera casi imperceptible. Un llamado de auxilio es lanzado a la existencia a través del brillo de tus ojos. Este mensaje viene a tu encuentro, ¿pediste una señal?
Sin importar la edad, en muchas circunstancias de la vida nos sentimos como niños. Necesitamos que nos digan qué tenemos que hacer. Decidir es como intentar hacer una pirueta en el aire sabiendo que no hay red. Pretendemos que nos garanticen que alcanzaremos, con éxito, el otro extremo de la barra antes de dar el salto. Esos son los instantes críticos en que recordamos que existen fuerzas superiores, que cada uno invoca de la mejor manera que puede.
Nadie puede vivir por nosotros. Eso implica que ningún otro podrá mover nuestros piés. Es tiempo de que tomes tus propias decisiones. Si estás parado en una vereda que sentís ajena, comenzá el regreso a tu hogar. No existen los mapas en las calles de la existencia. Guiate por el corazón, es una brújula maestra. No temas equivocarte, es una manera de aprender. Qué importa si te das algunos golpes, vas camino a tu casa. Recordá… recordá, buscá en tu memoria antigua y reviví el calor del hogar.
No creas que soy ajeno a esta realidad. También me invaden las dudas cuando en el camino se cruzan el dolor, la pena o el sufrimiento. De todos modos, aunque no los vea, sé que estamos asistidos por seres que nos acompañan con su cálida luz cristalina. No están para evitar que recibamos nuestros aprendizajes, son quienes nos ayudan a ponernos de pié, y nos infunden el coraje necesario para intentarlo de nuevo.
Nunca estás solo. Tus palabras son escuchadas. Las respuestas llegan, sólo debemos aprender a descubrirlas. Cada vez que superamos una instancia adversa, la energía del gozo recorre nuestro cuerpo, y un ángel sonríe al besar nuestra alma. ¿Necesitabas alguna prueba que confirme tus ruegos? Camuflado en forma de mensaje, hoy la existencia te acerca estas palabras para que recibas tu señal.
Llegó el momento de actuar
Debemos hacerlo con los pies en la tierra y los ojos en el cielo.
Abrí tus ojos, la vida celebra. Extendé tus manos, la vida danza. Despertá tu corazón, la vida vibra. La existencia te invita a que te sumerjas en la frecuencia del amor, para que tu divinidad humana estalle en infinitos colores. Un nuevo mensaje, disfrazado de palabras, viene a darte impulso. Hay que colorear la Tierra con fragancias sutiles. El mundo necesita que liberes lo más puro de tu esencia. Nuevos aires deben abrazar el cielo. Vinimos a sumar. Vinimos a irradiar. Vinimos a transformar. Llegó el momento de actuar.
¿Cuánto tiempo más esperarás para dar el salto? Podés traspasar las fronteras de tus limitaciones. Podés volar más allá del horizonte. Sólo es necesario que recuperes la confianza. Tu espíritu sabe que tiene una inmensidad por dar. Hay una voz, que desde dentro, clama porque la escuches. No la silencies, es tu verdadera guía. Ignorarla equivale a quedar muerto en vida y condenarse a caminar en las sombras.
El futuro es sólo una proyección. El pasado sólo un recuerdo. Existe únicamente este instante. No sigas postergando por miedo. Nadie más que vos sabe cuántas ganas tenés de vivir una vida distinta, lejos de las presiones sociales y de los cuestionamientos sin sentido. Todo es cuestión de elección. Si sentís que no estás donde tu alma se siente plena, date el permiso interno y simplemente saltá.
Reí, soñá, amá, bailá, disfrutá, qué importa que se te rían. Hacé que tu locura se vuelva contagiosa. Celebrá con la existencia. La frecuencia del amor llama a tu puerta, abrile. Dejá que te impregne con su magia. Gozá. Permitile que libere la presión de tu pecho. No deberías irte de este mundo sin haber dejado todos aquellos regalos que trajiste para dar. Sabés a lo que me refiero. Sólo tenés que animarte.
Basta de excusas. Podrás engañarme mil veces con tus mejores argumentos, pero a vos nunca podrás mentirte. Si te elevás me elevo. Si sanás tus heridas, también sano las mías. No existen las divisiones. Somos Uno. Necesito que disfrutes, también quiero disfrutar. Nunca podré estar completo si sé que una parte de mí quedó enredada en la tristeza, por no animarse a Ser.
Vinimos a transformar la realidad, pero sabés que primero debemos transformarnos a nosotros mismos. Si lo hacemos, podremos ayudar a sumar e irradiaremos una energía más pura y cristalina. Me pediste que te ayudara a recordarlo, éste es el tiempo de actuar. Mirá cuántos colores divinos. Sentí las increíbles fragancias que nos envuelven con dulzura. Saltemos a la vida. Es la frecuencia del amor. Dame tu mano bien fuerte. A la cuenta de tres, lo haremos juntos: uno, dos, tres…
Que despierte el espíritu de los mansos
El espíritu del águila te inspirará a volar.
El mundo cruje. La naturaleza grita, con desgarradora fuerza. Las entrañas de los cuatro elementos se retuercen de dolor. La inconsciencia se relame, busca solidificar su reino. No todo está perdido, estamos a tiempo. Si abrimos los ojos del alma, si cambiamos por dentro, revertiremos la historia. Es despiadado dejar a nuestros hijos un destino de barbarie. Aún podemos restituir el equilibrio. Una nueva humanidad debe florecer. Recuperemos nuestra esencia. Que despierte el espíritu de los mansos.
Parece mentira, un puñado de desequilibrados, sedientos de poder, tiene en su puño la vida de miles de millones de personas. Con total impunidad programan guerras, promueven la desigualdad y no vacilan en pisotear los derechos del hombre. Tampoco dudan en destruir el medio ambiente a cambio de dinero. No dejan flancos sin cubrir. Pertrechan sus fuerzas, hasta los dientes, para silenciar voces disidentes que reclamen el cese de tanta injusticia.
Pese a todo, hay posibilidades de cambio. Unidos y despiertos no podrán volver a someternos. Debemos empoderarnos. Basta de que otros decidan por nosotros. ¿Por qué seguir soportando vibraciones tan oscuras? Somos co-creadores. Nuestras acciones modifican el futuro. Humanicemos nuestra realidad. No hace falta un puesto de poder para influir. Estemos donde estemos, no importa la tarea que desempeñemos, cada uno impregna su entorno con una determinada frecuencia. No existen los actos insignificantes.
Ser Humano es la condición para transformar este escenario. Volvámonos conscientes. Debemos reunir lo que está disperso. La ciencia y la tecnología deben sincronizar sus pasos con los del hombre. La verdadera transformación es interna. Si cambiamos por dentro, automáticamente lo que está fuera se modificará. No existen las divisiones. Luz en cada uno de nuestros actos. Están llegando nuevos niños, era nuestro compromiso dejarles un suelo fértil para que sus semillas crezcan.
Lo que estás leyendo puede parecerte una nota, en realidad es un tambor que resuena a través de las palabras. Sentí como golpea cada una de las letras. Los sonidos buscan alcanzar el centro de tu pecho, para encender tu sabiduría interna. Tu corazón puede y debe abrirse todavía más. Si vos podés, también puedo. Es tiempo, que despierte el espíritu de los mansos.
Sumarse a la vida
La prisa te impide contemplar las cosas bellas.
¿Dónde vas con tanta prisa? Hacé una pausa. Hablemos. No importa que los demás sigan corriendo como locos. No van a ningún lado. Sólo huyen de la soledad. Temen encontrarse. La multitud les hace creer que están acompañados. Es sólo una ilusión. Precisan que los ruidos anestesien sus reclamos más profundos. Mirá qué hermoso Sol. Dale, sentémonos en este banco de la plaza. Deseo compartir algo con vos. Necesito devolver un favor, quiero ayudarte a que te sumes a la vida.
También me asusté demasiado cuando un desconocido tomó mi brazo y me pidió que me sentara. Iba corriendo más rápido que vos. Mi cabeza estaba focalizada en cómo optimizar mi tiempo y mis recursos para ganar más dinero. No era consciente de que mi cuerpo estaba manejado por los hilos del consumismo. Alguien tuvo la compasión suficiente para cruzarse en mi camino y rescatarme del descontrol.
Entiendo que me mires así. Tu mente tiene razón. Soy un desconocido, no hay motivos para que merezca tu confianza. Sólo te pido un segundo más. ¿Ves esa hermosa mariposa cómo danza entre las plantas? ¿Ves a esa pequeña abeja cómo besa la flor? Contemplá cuánta magia. Fijate cómo las hojas juegan a volar con el viento. Mirá esa nube, ¿no parece un ángel? Sentí… sentí. Este instante es único. La existencia nos premia con su encanto sutil.
Prestá atención a cómo pasa la gente. Van rumiando sus problemas. Miran sólo el piso. Olvidaron el cielo. No hay expresiones de felicidad en sus rostros. Juraría que son robots simulando ser humanos. Sus cuerpos están muy tensos. ¿Te parece saludable? ¿Te das cuenta que eso es lo que la gran mayoría define como una vida “normal”? Algunos nos observan con recelo, creen que estamos perdiendo el tiempo. No perciben que ganamos en calidad de vida. Es cierto, hoy habrá algunos centavos menos en tu bolsillo, pero eso no marca la diferencia. La diferencia está en que te diste el permiso interno de conectar con la vida.
Sólo tengo palabras de agradecimiento para aquél desconocido que una tarde detuvo mi andar y me habló desde lo más profundo de su corazón. Nunca supe quién fue ese anónimo peregrino. Cuando comprendí su enseñanza, me pidió que cierre los ojos y respire muy lento, fundiéndome con la brisa. Al abrirlos, ya no estaba. Estoy en deuda, por eso me interpuse en tu camino. No dejes que esta cadena de favores se detenga. Sujetá otro brazo por amor. Ayudá, sonriendo desde el alma, a que otra persona se sume a la vida.
Está por salir el Sol
Tras el instante más oscuro de la noche, surge la claridad.
Un paso hacia adelante, cinco para atrás. Algo parecería no funcionar. Nuestra intención es avanzar, sin embargo juraríamos que estamos retrocediendo. Las reservas de energías se agotan. Cuesta horrores movernos. Es una tarea tortuosa. La desconfianza y el desgano nos invitan a rendirnos. Miramos, con añoranza, un pasado que nunca nos cerró. ¿Qué es lo que sucede? Antes de que amanezca, se vive el instante más oscuro de la noche. Aunque el cansancio haga temblar nuestros huesos, debemos seguir andando. Está por salir el Sol.
Nadie nos garantizó que sería sencillo, de todos modos emprendimos el viaje. Al principio parecía fácil, porque logramos liberarnos de una insoportable mochila. Sin embargo, a poco de andar, fuimos tomando conciencia de que soltar por fuera, no implica, necesariamente, soltar por dentro.
Chispazos de buenos momentos se apoderan hoy de nuestros ojos. La mente juega su última carta, sabe que no le quedan más chances, y no está dispuesta a claudicar. Para impedir que soltemos las últimas estructuras, proyecta, a través de la memoria selectiva, un paraíso que jamás existió. Arma, con suma inteligencia, una cautivante postal, entrelazando nuestros mejores recuerdos. Es un duro golpe bajo, perfumado con nostalgia, que le otorga al viejo surco un encanto que nunca tuvo. El hechizo se rompe diciéndole al corazón que nos recuerde qué fue lo que impulsó nuestra marcha.
Nunca se retrocede, es sólo una ilusión. También estamos observando todo aquello que nos permitió llegar a esta instancia. Esta particular forma de mirar hacia atrás, es nuestro reaseguro de que aprendimos las lecciones. Honremos nuestro pasado. Demos las gracias por todas las enseñanzas.
¿Ves cómo se inclina el camino? Sigamos. Tras la niebla está la cima. Desde allí contemplaremos lo que siempre anhelamos. Estas son las últimas palabras que le susurraré a tu alma. Seguiré a tu lado, como siempre, pero esta vez en silencio. Animo. Sólo resta un último esfuerzo. Falta muy poco… Está por salir el Sol.
La respuesta que buscabas
Un mundo sutil te abre ahora sus puertas.
¿Qué pasa en tu interior? Te esforzaste demasiado. Superaste tus límites. Fuiste más allá de lo posible. Subiste a la cima con tu último aliento, confiando en lo no visible, y aún no sale el Sol. ¿Acaso es desilusión lo que muestran tus ojos? ¿Estás preguntándote de qué valió tanto sacrificio? Aunque pueda parecerte una locura, la respuesta la encontrarás al descender la montaña.
Comprendo que puedas enojarte. Tanto dolor y entrega para subir y ahora hay que bajar. ¿Suena incomprensible, no? ¿Por qué la sonrisa se escapó de tu rostro? ¿Descender suena a derrota? ¿No ver el Sol implica que subir no valió la pena? Este es el instante en donde se ponen a pruebas las enseñanzas recibidas. Cada paso que te animes a dar te volverá más luminoso.
Ascender es animarse a dejar. Descender es retomar lo dejado sin apegos. Si creíste que subiendo trascendías la opinión de los demás, sólo bajando, y reuniéndote con quienes te criticaban, podrás saber si lograrás moverte sin que las palabras te hieran.
¿Creés que así estás retrocediendo? El que baja no es el mismo que quien sube. La montaña que uno asciende no es la misma por la que uno desciende. La transmutación ocurre en múltiples direcciones. No hay separación entre el hombre y la montaña.
La Verdad no anida en las alturas, allí sólo se consigue mayor claridad para poder percibirla. Subir y bajar son excusas para movilizarnos y mantenernos despiertos. El Sol que fuiste a contemplar no se veía con los ojos. Ahora lo sabés, podrías haberlo visto sin dar un solo paso. Sólo tenías que mirar en la dirección correcta, hacia el centro exacto de tu propio corazón.
Si ascender te humaniza, descender te otorga alas. Nada podrá retenerte ahora. Sos libre como el viento. Aunque desde abajo no lo parezca, la trampa más sutil está en la cima. Ahora que regresaste, conocés la respuesta: sólo descendiendo se asciende más alto, porque se trasciende el apego a la cima. Esta es la respuesta que buscabas para volver a sonreír.
La luz llama a la luz
Debemos ayudar a expandir, conscientemente, el entramado de luz.
Este mensaje viene a impulsar lo que internamente sentís. Es el momento de ir por la vida entrelazando corazones, para multiplicar el campo de energía sutil que ayudará a que florezca una humanidad más consciente. El entramado cósmico debe alcanzar una dimensión más profunda. Es tiempo de co-crear redes dinámicas, para que fluya el amor y renazca la armonía. La luz llama a la luz, para despertar conciencias.
Tu ser superior lo sabe. Vinimos para expandir una frecuencia cristalina que ilumine las tinieblas. Desde el punto de vista evolutivo, hay que dar un paso más. Sos de los que no se desanima, por más que la realidad se disfrace de caos para jugar a amedrentarte. Es por eso que sé que estas palabras no pasarán desapercibidas. Lo que voy a decirte resonará en tu alma, porque esta charla ya la tuvimos en donde no existía el tiempo.
Ondas de amor. Torrentes de confianza. Flujos de alegría. Corrientes de abundancia. Así fuimos agendando de qué manera podríamos llamar a los infinitos hilos que iríamos trenzando, de corazón a corazón, para conformar redes que anclen de manera activa el entramado de luz. Nos comprometimos al servicio de amplificar el campo vibratorio, que permitiría que todos recobremos la capacidad de volar más allá de nuestros límites. No importa si aún no recordás nuestra charla, lo que cuenta es que sientas el espíritu que anida en estas frases.
Estás muy atareado, lo sé. Esto no requiere que descontinúes lo que tan sabiamente realizás. Implica hacer lo mismo, pero de un modo diferente. Requiere que nuestras vibraciones se expandan, guiadas por la voluntad, en múltiples direcciones, a medida que desarrollamos nuestras actividades cotidianas.
Hoy salí a la calle y miré a un desconocido a los ojos, hice que mis mejores intenciones viajaran a su corazón cuando le dije buen día. Vi a un perro vagabundo, permití que mi sonrisa llegara al centro de su pecho. Observé, con amor, a una planta y mientras seguía caminando la acaricié con dulzura. También hice que el viento llevara mis pensamientos, más puros, a volar hacia otras mentes. Así fui disfrutando mi trayecto, sintiendo que, a cada paso, co-creaba una resplandeciente red que unía a todos, sin distinción.
Nunca olvido tu eterna compasión, tu apoyo incondicional y tu incansable entrega. Sé que con tus mejores pensamientos, palabras, acciones e intenciones también co-crearás, conscientemente, otro mágico entramado por donde fluirá la esencia luminosa de tu fuego interno. Así iremos por la vida entrecruzando lazos de amor, paz y esperanza, hermanando corazones para despertar conciencias. A través de estas palabras, la luz llama a la luz y sonríe al abrazar tu alma.
Tus huellas mostrarán nuevos caminos
El desierto es menos árido con la presencia de tus pasos.
Tu alma necesita que tu cuerpo siga en pié para seguir inspirando. Las dudas no están para inmovilizarte, sólo para que medites los pasos que vas a dar. ¿Está tu corazón orientando las decisiones o es el miedo quien impulsa tus movimientos? Que todavía no veas que otros crucen los puentes, no significa que te hayas equivocado al construirlos. Vine a confirmarte lo que bien intuís, tus huellas mostrarán nuevos caminos hacia un mundo más humano.
La lógica es la excusa de la razón para demostrar que está en lo cierto. Que tus acciones puedan parecer ilógicas para aquel que está acostumbrado a guiarse por la mente, no significa que hayas errado el rumbo. Siguiendo la sabiduría de tu voz interior, fluirás con la existencia y animarás, con la pasión de tu servicio, a que otros también co-creen un entorno más armónico, cálido y resplandeciente.
Por más que te movés en la misma realidad que los demás, mirando las mismas paredes, las mismas veredas y las mismas calles, sabés que tus pasos se mueven en una dirección más profunda, hacia el centro mismo de tu verdadera esencia. Los puentes que construiste, en dirección al corazón, fueron hechos por amor; así que será el amor quien impulsará a que otros, muy pronto, los crucen.
¿Escuchás lo que están diciendo los ángeles? Se acercan tiempos de re-encuentro y celebración. La tarea realizada no tardará en rendir sus frutos. Gracias por Ser y por estar, eterno amigo peregrino. Seguí inspirando con tu decidida entrega. Amo tu entereza. Celebro tu constancia. No lo olvides: la vibración de tus huellas mostrará nuevos caminos, para todo aquel que busque llegar al corazón.
Somos Uno
No existen divisiones, nuestra esencia es luz… Celebremos.
¿Te preguntás por qué este mensaje llegó a tus manos? Mis ojos son tus ojos. Sentimos en un mismo corazón. Respiramos al unísono la magia del universo. Amamos con idéntica pasión. Nuestra sangre brota desde la misma vertiente. Vengo en tu búsqueda para reencontrarme en la luz. Nuestra danza multiplicará la vibración del amor. Más allá de la ilusión, somos Uno.
El discurso ensordecedor y uniforme de los dormidos anuló mi capacidad de vuelo. Ató mis alas con palabras sin alma. Te percibí distante. La mente social me convenció de que sólo los locos escuchan al corazón. De manera imperceptible, levantaron muros para que creciera la indiferencia y germinara la desconfianza. Amparados en cuestiones de raza, sexo o religión, me obligaron a mirarte como si fueses un extraño. ¿Fue así como sucedió? ¿Acaso soy una víctima? Ilusión, así se llama este juego.
Me vivencié como si fuese otro para poder conocerme. Necesité fragmentarme para sentirme. Me costó comprender que si te dañaba me dañaba. Verme en otros piés me hizo suponer que éramos distintos. La distancia entre los cuerpos ayudó a generar esa falsa percepción de separación. Me hablé con otras palabras. Me odié y amé sin saberlo. En boca de ese otro yo, mi voz sonó ajena, poco familiar. Incluso creí que esas lágrimas que corrían por tu rostro nada tenían que ver con mi vida. ¡Ilusión!
Necesito escribirme, por eso te escribo. Llegó el momento de despertar a cada una de mis partes. Ese que hoy mata soy yo. Ese que hoy roba soy yo. Ese que sufre soy yo. También soy ese que sonríe, ese que celebra y también el que agradece. Necesito alinear mi esencia. Quiero danzar y vivir en armonía. Cerrá los ojos. Sentime. Recordá… Más allá de la ilusión, somos Uno.
Dios me habló sin palabras
Nuestro corazón debe orientarse hacia la luz.
Dicen que será inminente. Anuncian que viviremos momentos de tremendo caos. Los ánimos se agitan. Los rostros se tensan. Se respira confusión. ¿Será cierto, sucederá lo que proclaman? ¿Son puras las intenciones de quienes dicen recibir mensajes tan alarmantes? ¿Qué hacer? ¿En quién creer? ¿En quién confiar? ¿A dónde ir? Dios me habló sin palabras, hizo que sintiera mi propio corazón.
¿Por qué tanta preocupación por lo que estaría por suceder, acaso tenemos garantizado que viviremos dentro de cinco segundos? ¿Por qué pasamos tanto tiempo escuchando a los demás, sin prestar atención un solo instante a lo que fluye desde nuestro interior? Va a pasar solamente lo que tenga que pasar. Nada más ni nada menos. No importa si olas gigantescas nos dejarán sin vida o si habrá terremotos, furiosos huracanes o cientos de volcanes activándose al mismo tiempo. Sucederá aquello que tenga que suceder. Todo es perfecto.
Por más que algunos mensajes son contradictorios, no pongo en duda lo que los canalizadores dicen. Ellos reflejan fielmente lo que reciben. Puede que lo que nos transmiten suceda, no suceda o tal vez ocurra de un modo diferente al que nos revelan. Nunca se sabe. Tampoco importa. Lo que sí importa es que escuchemos nuestro propio corazón, para conectar con aquello que nos hace vibrar de la manera más intensa. Sólo podemos celebrar.
Si nuestra hora ha llegado, celebremos. Si nuestra hora no llega, celebremos. Todo lo que podemos hacer es celebrar. No desperdiciemos más tiempo discutiendo sobre quién tiene razón. Celebremos. Disfrutemos. Aprovechemos cada instante. Si estamos haciendo lo que resuena en nuestro interior, nada de lo que suceda fuera importará, porque nuestra aceptación sobre aquello que acontezca será total. Habremos comprendido que estamos viviendo lo que nuestro ser necesita para seguir evolucionando.
Si el miedo te acorrala, si la desesperación se apodera de tu vida, si la confusión te aturde, ¿hacia dónde irás? ¿Acaso seguirás corriendo en busca de consuelo? La sed que tiene tu alma nadie podrá apagarla tomando agua por vos. Si sos honesto con vos mismo y escuchás la voz interior que insistentemente te reclama, te moverás hacia el único lugar donde podrás encontrar calma. Comenzarás tu viaje de regreso a casa. Irás hacia tu interior, al centro mismo de tu propio corazón. ¿Acaso todo este escenario no está montado para eso? Dios me habló sin palabras, hizo que sintiera mi propio corazón.
La vibración del amor
Juntos, haremos de la Tierra un gigantesco corazón.
Respirá bien hondo. Un maravilloso torrente, de energía amorosa y cristalina, llega para acariciar tu alma. Sus multicoloridas ondas de consciencia trascienden los moldes de las letras. La frecuencia te invita a volar con el corazón abierto. Una sonrisa angelical te recuerda que estás vivo. Dibujale alas a tus sueños, insuflales pasión. No estás solo. Juntos anclaremos, en el mundo de las formas, la vibración del amor.
Tu ser reconoce este mensaje, por eso ríe. Sabe que no hablo de utopías. Cuando las palabras, pensamientos e intenciones son guiados por el espíritu, la majestuosidad de los reinos luminosos desciende para impulsar tus pasos y guiar tu corazón. Vinimos a servir. Ayudamos, por amor, a que nazca una humanidad más consciente.
Estas líneas confirman que estás acompañado. A los ojos de muchos, seremos ilusos o simples soñadores que pretendemos co-crear un mundo que nunca será. No importa. Nuestra voz interior nos orienta y anima a persistir. Falta demasiado poco para que la historia se revierta. ¿Lo percibís? Ya se siente la inigualable fragancia que anuncia el arribo de un tiempo sin tinieblas, ataduras, ni fronteras. Continuemos trabajando con fervor y denodada entrega. Perseveremos inspirando, centrados en el corazón, para ayudar a que otros despierten, al recordar su esencia divina.
Que quien mire tus ojos vea el brillo de un nuevo amanecer. Que quien tome tus manos sienta contención y humanidad. Que tus palabras se transformen en agua fresca para aquellos que estén sedientos de consuelo y esperanza. Que a través de tus abrazos sientan el calor de la fe. Que tu risa los eleve más allá de las estrellas. Que tu corazón les muestre el camino hacia la luz.
Cada vez que necesites aliento, aquí estaré. Siempre vendré a tu encuentro. Sabemos que la tarea que emprendimos no es para nada sencilla, fue por eso que convenimos esta peculiar manera de apoyarnos para avanzar con firmeza. Sigamos sembrando semillas de consciencia, paz, armonía, unión, alegría y confianza. Haremos de esta Tierra un inmenso corazón, para que a través de sus latidos se expanda y multiplique, por todo el universo, la vibración del amor.
De pie
El arco iris nos recuerda ponerle color a la vida.
Duele… Lastima. Las ciudades crecen sin alma. La velocidad sólo permite contactos periféricos. Envueltos en febriles ruidos y colores sin brillo, millones de personas cierran sus corazones, mientras patean ilusiones y destilan frustración. ¿Quién nos hizo creer que no somos capaces de construir un escenario más armónico y humano? Elevemos la mirada al cielo. Juntemos nuestras manos, en señal de unión. El teatro de la vida merece otro telón de fondo. De pie.
Estas palabras son otra simple excusa para volverte a encontrar. Necesito que me ayudes a despertar corazones.
Es tiempo de que acrecentemos la vibración para que ninguna de nuestras partes quede arrastrándose en el lamento de la pena y la desesperanza. En cada cabeza gacha, en cada frente fruncida y en cada cuerpo angustiado nuestra esencia está presente. No hay divisiones.
Debemos ayudar a recordarnos que está en nosotros la posibilidad de resignificar la realidad. Atraemos aquello que tememos. Nuestras miradas deformadas por la codicia y la mezquindad nos volvieron insensibles al glorioso misterio de la vida. Tenemos que revelarnos a nuestra propia estupidez. ¿Cuánto tiempo más nos seguiremos moviendo en este escenario tan sombrío y decadente?
Somos espíritus viviendo una experiencia humana. Cambiemos nuestra percepción. Elijamos un destino de grandeza. El poder está en nuestro interior, es ahí donde se activa y acrecienta nuestra conexión con lo divino. Busquemos dentro la inspiración y los recursos para escenificar nuevos espacios. Co-creemos.
Cuando movemos el verbo, una poderosa frecuencia cobra vida y se despliega. Nuestras palabras ayudarán a que transformemos el mundo, porque contienen la fuerza inigualable del amor y la inquebrantable belleza de la fe. Por eso hoy, más que nunca, abrí tu corazón. Dejá que la luz del Sol inunde tu pecho y exclamá muy fuerte, desde lo profundo de tu alma: ¡De pie hermanos, de pie!
Duele… Lastima. Las ciudades crecen sin alma. La velocidad sólo permite contactos periféricos. Envueltos en febriles ruidos y colores sin brillo, millones de personas cierran sus corazones, mientras patean ilusiones y destilan frustración. ¿Quién nos hizo creer que no somos capaces de construir un escenario más armónico y humano? Elevemos la mirada al cielo. Juntemos nuestras manos, en señal de unión. El teatro de la vida merece otro telón de fondo. De pie.
Estas palabras son otra simple excusa para volverte a encontrar. Necesito que me ayudes a despertar corazones.
Es tiempo de que acrecentemos la vibración para que ninguna de nuestras partes quede arrastrándose en el lamento de la pena y la desesperanza. En cada cabeza gacha, en cada frente fruncida y en cada cuerpo angustiado nuestra esencia está presente. No hay divisiones.
Debemos ayudar a recordarnos que está en nosotros la posibilidad de resignificar la realidad. Atraemos aquello que tememos. Nuestras miradas deformadas por la codicia y la mezquindad nos volvieron insensibles al glorioso misterio de la vida. Tenemos que revelarnos a nuestra propia estupidez. ¿Cuánto tiempo más nos seguiremos moviendo en este escenario tan sombrío y decadente?
Somos espíritus viviendo una experiencia humana. Cambiemos nuestra percepción. Elijamos un destino de grandeza. El poder está en nuestro interior, es ahí donde se activa y acrecienta nuestra conexión con lo divino. Busquemos dentro la inspiración y los recursos para escenificar nuevos espacios. Co-creemos.
Cuando movemos el verbo, una poderosa frecuencia cobra vida y se despliega. Nuestras palabras ayudarán a que transformemos el mundo, porque contienen la fuerza inigualable del amor y la inquebrantable belleza de la fe. Por eso hoy, más que nunca, abrí tu corazón. Dejá que la luz del Sol inunde tu pecho y exclamá muy fuerte, desde lo profundo de tu alma: ¡De pie hermanos, de pie!
Angel humano
Expandí tu vibración para ayudar a que otros vuelen.
Vamos, apurate. Sacudí, con fuerza, tu tristeza. Desconectate del dolor. Sentí… Sentí. Una poderosa fuerza nos envuelve y nos eleva. Contemplá los destellos de luz. La vida danza, es una fiesta. Cuántos colores, cuánta magia, cuánto amor. Desplegá tus alas. Entregate al viento de la consciencia. Volá bien alto, por encima de los miedos y la desesperanza. Reí. Disfrutá. Gozá. Recordá tu esencia y ayudá a que otros se levanten y vuelen. Sos un ángel humano.
Estas palabras llegan para conmover tu espíritu y reavivar la llama de tu pasión. Despertá. Viniste a propagar ánimo y confianza en los momentos de crisis. Por tus venas fluye la energía de una estirpe relumbrante. Tu destino está al servicio de un reino inmaculado, en donde no se oculta el Sol.
También me muevo dentro de los límites de la materia. Sé que hay terremotos, huracanes, tsunamis, inundaciones, atentados, muertes, muertes y más muertes, pero pará, hacé una pausa. Elevate. Basta de lamentos. Mirá con los ojos del alma. Recuperá tu capacidad de conectar con la existencia. Equilibrá tus vibraciones. La transición es bien caótica y alarmante, pero todo está dispuesto para que aprendamos las lecciones y trascendamos la inconsciencia.
Las alas te fueron dadas para que puedas contar con una fuerza adicional que te permita despegar de la confusión y el desconsuelo. Sirven para que no te arrastre la desorientación y el sufrimiento, y puedas asistir a quienes necesiten una cuota adicional de fe y optimismo. Sé que no podés verlas, pero eso no significa que no las tengas. Recordá: tus alas son internas. Se despliegan cuando abrís tu corazón, de par en par, hacia la luz.
Que esta sonrisa contagiosa, que ahora renace en tu rostro, te acompañe por siempre. Hemos recorrido un largo trecho para llegar hasta esta instancia, en donde prometimos ayudarnos a volar hacia otros cielos. Me emociona reencontrarte. Extrañaba el armónico sonido de tu cálido aleteo. No permitas, nunca más, que nada, ni nadie, trunque tu vuelo. Valoro tu misión, viniste para ayudar al proceso de evolución. Sos un ángel humano.
Un paso clave
Nuestra vida pierde brillo y plenitud si nos quedamos tras los muros de nuestros temores.
¿Por qué seguís postergando decisiones? ¿Acaso alguien te garantizó hasta cuándo vivirás? Internamente hay una voz que te dice que te animes. Tu cuerpo se resiste. Lo desconocido te tensa, agita tus fantasmas más temidos. Intuís que todo será para bien, sin embargo hay algo que todavía te frena. La vibración de estas palabras llega para infundirte confianza. Hoy tu vida cambiará, darás un paso clave.
Tras la frontera de lo conocido, el mundo se presenta amenazador a los ojos de nuestras propias fantasías. Las dudas paralizan, estancan, juegan en favor de la mente para aplazar los cambios. Miles y miles de frases que comienzan con tendría, debería y podría, se van acumulando en el rincón de la desesperanza, donde mueren de tristeza tras incansables intentos por alcanzar la libertad.
Ya es tiempo de que te muevas hacia el lugar en donde te sientas alineado con tu esencia. Confiá en tus corazonadas. Hacele caso a la intuición. Dejá que la existencia te guíe a través de las señales. Hay nuevas puertas que se están abriendo, date el permiso interno de verlas. No temas. Lo desconocido se torna amigable si confiamos en que todo sucede para nuestro mayor bien. Tu corazón sabe lo que te digo, es por eso que acelera sus latidos al reconocer este mensaje.
Tenete fe. Animate a moverte, nunca es demasiado tarde. Los movimientos externos generan movimientos internos. Abrite a nuevas vivencias. Dejá de dar vueltas en círculos de inconsciencia, que, poco a poco, extinguen tu aliento y apagan tu luz. No más excusas, no más aplazamientos. Estas letras vienen a recordarte aquello que en su momento creímos que nunca íbamos a olvidar: el poder está dentro nuestro.
Quiero volver a disfrutar del intrépido resplandor de tu alma cuando ríe. Tu felicidad suma para que el mundo sea más cálido y humano. Permití que la sabiduría de tu espíritu establezca la nueva dirección hacia dónde fluirá tu energía. Hay un paraíso interno que aguarda tu regreso. Hagas lo que hagas, hacelo de manera consciente. Ese es el paso clave, que hoy transformará tu vida.
Seguí alumbrando
Por más sombrío que sea el panorama, sé que no dejarás de iluminar.
Lo sabés muy bien. Estos son tiempos especiales, en donde el desánimo y las caídas serán una constante. Son momentos en donde las dudas se adueñarán de la escena. Sé que no te dejarás vencer. No importa cuán duro pegue el desaliento, no perderás la fe. Confío, plenamente, en la fortaleza de tu espíritu. Estás ayudando a transformar la realidad. Sos un oasis de esperanza. Tu luz aporta paz y claridad. No te detengas, seguí alumbrando.
Te puedo ver a la distancia. Ese cálido resplandor, que atraviesa las tinieblas de la negatividad, proviene del centro de tu bello corazón. La llama, de tu fuego interno, tiene la particularidad de transmutar lo denso en destellos de ánimo. Sos un multiplicador de vibraciones positivas, es por eso que las sombras buscan opacar tu frecuencia poniendo piedras en tu camino. Desconocen que sabés volar, y que también podés usar los obstáculos como escalones para ir más alto.
Recuerdo que al asumir tu misión de vida decidiste, sabiamente, que palabras como potenciar, sumar y florecimiento, formarían parte de tu laboriosa tarea. No en vano me pediste que triplicáramos nuestras raciones de aliento y optimismo, ya que, llegado el momento, sería lo que más deberíamos sembrar.
Es un verdadero honor saber que somos compañeros de ruta. Gracias por Ser y por estar. Seguí resonando con la misma intensidad de siempre, para que otros se nutran de la confianza que emana de tu esencia y trasciendan sus temores. Estamos generando campos de consciencia por donde fluirá la gracia y el encanto de los planos cristalinos. No habrá tormenta que silencie nuestra voz, pues nos impulsa el coraje de reconocernos conectados a la Fuente, en donde todo es amor.
Algunos te llaman faro de luz, prefiero decirte hermano del alma. Ojalá puedas sentir, a través de estas palabras, cuánto valoro tu inagotable esfuerzo por ayudar a que más y más personas orienten sus dones y talentos al servicio de un mundo más armónico y humano. Amo tu osadía de reírtele, en la cara, a la adversidad y la desunión. No te detengas, seguí alumbrando.
El corazón de la existencia
Si conectamos con nuestra esencia, encontraremos belleza en todo lo que observemos.
Cataratas de mensajes negativos alteran tu campo áurico. Frases y más frases destructivas menoscaban tu vibración. Cuesta mantenerse equilibrado en medio de las contradicciones. La atmósfera está saturada de preocupación y desconsuelo. ¿Me podés escuchar? Necesito que silencies el ruido de tu mente. Quiero invitarte a que vayamos hacia dentro. Viajemos, juntos, hacia el corazón de la existencia.
Tantos ruidos desarmónicos no sólo ensordecen, sino también distraen nuestra atención y nos bloquean, fue por eso que te pregunté si me podías escuchar. Sin querer, nos vemos envueltos en oscilaciones anímicas que nos marean y conducen a estados de inconsciencia que creímos trascender. ¿Comprendés por qué te invito a que vayamos hacia dentro? Vamos a recordar.
Aquí conversaremos en calma. ¿Cuánta diferencia, no? Esa bella y apacible luz, que nos está envolviendo con amor, es la misma que muy pronto se sentirá en la superficie de la Tierra, a medida que más personas conecten son su verdadera esencia y se expresen desde su centro, de manera unificada. Respiremos profundamente. Impregnemos nuestro ser con la energía sanadora del silencio que mora en esta profundidad. Dejemos que las tensiones se desvanezcan. Disfrutemos de esta paz.
Prometeme que cada vez que me veas aturdido, por la desesperante confusión que impera en la periferia, me traerás hasta acá, sin dudarlo tan siquiera un instante. Nada se compara con este paraíso interno, por donde fluye el cautivante río de la consciencia. Acá me siento pleno, al igual que vos, por eso quiero darte las gracias por haberme acompañado.
Seríamos más que egoístas si no hiciéramos el esfuerzo de ayudar a que otros ingresen, conscientemente, a disfrutar de esta sublime frecuencia. Sé que conocés muy bien este lugar inmaculado, pues es aquí donde nuestros espíritus se reúnen a celebrar y danzar de alegría. Este es el espacio que conecta todos los corazones, sin distinción, y sincroniza nuestro sentir. Cada uno lo llama del modo que más le resuena. A mí me gusta decirle… el corazón de la existencia.
Aplaudo tu actitud
Ya lo podés contemplar, la luz se esparce por todos los rincones.
Cada una de estas letras vibra. Tus ojos ven sólo palabras, tu corazón percibe amor. A medida que este mensaje recorra tu cuerpo, tu espíritu encenderá aún más su llama y multiplicará su luz. Este texto viene al encuentro de aquellos hombres y mujeres que tienen la fortaleza, la pujanza y el coraje de arriesgarse a dar pasos en el vacío, para forjar una humanidad más consciente. Gracias por tu invalorable entrega. Aplaudo tu actitud.
Sé qué extenuante resuelta a veces la tarea, por eso cumplo mi inquebrantable promesa de volver una y mil veces para brindarte mi aliento. Un esfuerzo más, eso es tan sólo lo que falta para que caigan, estrepitosamente, los muros de una realidad deshumanizada, que fue construida con los ladrillos del egoísmo, el miedo y la insensibilidad.
Redoblo mi confianza en tu tenaz labor. Vamos, así, con lo máximo de nuestra capacidad. A esta altura ya no importa el dolor, ni tampoco cuenta el cansancio. Expandí, aún con más bravura, la inconfundible vibración cristalina que proviene desde el centro de tu luminoso ser, para que las grietas se acrecienten y las fronteras se rompan en mil pedazos. Estamos destinados a la celebración de iluminar la oscuridad.
Es tiempo de unidad. Es tiempo de amor. Es tiempo de paz. Se acerca la hora del gran despertar del espíritu del hombre. La libertad está abriendo sus alas, sabe que la espera el majestuoso vuelo de una era dorada, en donde las únicas lágrimas serán de felicidad.
Falta poco, demasiado poco. Seguí firme, con más fe y decisión que nunca. Estas palabras anuncian que estás acompañado. Tu brillo es el sello que acredita que no es la primera vez que batallás con estos desafíos. Recordá… recordá. Quizá para otros seas un desquiciado, para mí sos un héroe. Sé que podés sin mi ayuda. Vine porque necesitaba abrazarte, con toda mi alma. Y también decirte: aplaudo tu actitud.
¿Y ahora qué?
Hay veces en que el laberinto de la vida parecería no ofrecer salida alguna.
Cuando los caminos se truncan, cuando las respuestas no llegan, cuando las predicciones fallan, cuando la vida parece marchitarse y carecer de sentido, una pregunta retumba, implacablemente, en todo nuestro ser: ¿y ahora qué?
No pierdas la calma, eterno peregrino. Nuevos aprendizajes acuden a tu encuentro. Abrí tu corazón. Date el permiso de asimilar las enseñanzas. No existen los errores. Sos movilizado, con suma maestría, para que no te duermas y fluyas con la existencia.
Todo sucede en el momento exacto y del modo que más se ajusta a nuestro crecimiento personal. La sincronía es perfecta. Si miramos a través de nuestros deseos, expectativas o ilusiones, puede que los resultados parezcan negativos, crueles o injustos. Ese es un problema que atañe a la personalidad. El espíritu no juega al pobre de mí, simplemente agradece la sabiduría de vida que contiene cada experiencia.
Podemos llorar y maldecir, podemos lamentarnos y creernos desgraciados. Nadie puede quitarnos el derecho a sentirnos víctimas y estamparnos contra el pozo de la amargura y la desesperanza. Las enseñanzas son pacientes. Saben que llegaron a nuestras vidas movilizadas por el amor y el ferviente impulso de ayudarnos a crecer, para que trascendamos las barreras de la ignorancia.
Está en nosotros ver más allá de lo aparente. Tenemos la habilidad de resignificar la realidad y leer entre líneas. Podemos elevarnos o dar vueltas en espirales descendentes. La elección es interna. El camino del dolor y el del amor enseñan por igual, la diferencia está en la sangre que se derrama.
Llegó el instante de comenzar a movernos de manera consciente. Debemos fluir, en vez de resistir. Nuevas puertas se abrirán si dejamos de sentirnos desdichados y aprendemos las lecciones. Nuestra vida ganará en profundidad. Elegimos despertar. Nacimos, en nuestro libre albedrío, a una dimensión más sutil y encantadora. Sólo debemos recordar que siempre es más fácil comprender las enseñanzas si abrimos nuestro corazón hacia la luz.
Aunque pueda parecerte extraño, este mensaje te pertenece. Me lo entregaste, donde no llegan las ataduras del tiempo, cuando jugamos a que vivíamos en la Tierra y te pregunté, abrumado por los problemas, sin aparente solución: ¿y ahora qué? Guardé tu respuesta en mi alma. Intuí que si pasábamos por la experiencia física, podríamos necesitarla para volver a sonreír y continuar disfrutando.
Necesito tu ayuda
El vuelo del espíritu nos hará siempre libres.
Miralas bien. Sentilas. Puede que parezcan palabras. Son ondas de consciencia, que adoptan formas de letras para que tus ojos las reconozcan. Entre espacio y espacio, también hay impulsos de energía, pura, para que tu ser se expanda e ilumine. Vine en tu búsqueda porque sé de lo que sos capaz. Necesito tu ayuda.
Mejor que hablar es accionar. Acompañame, ya lo hicimos otras veces. Despleguemos nuestras alas, al compás del viento. Volemos así, bien alto. Que tu luz sirva de guía para aquellos que ahora contemplan el cielo, en busca de una señal. Advertí cómo transmutan aquellos ojos tristes. Vamos bien. Tu sonrisa les imprimió un atrayente resplandor, lleno de vida y encanto. No te detengas, sigamos.
¿Ves esas manchas oscuras? Son áreas de inconsciencia. Así se ven los campos vibratorios que ayudamos a sostener cuando la negatividad nos impregna. Estos son los espacios, densos, que oxidan el corazón, para impedirle que se abra y reconozca la degradación y el desequilibrio al que se expone al hombre, de manera sistemática.
Intuiste bien. Este es el sitio donde esparciremos nuestras semillas de luz, para ayudar a que florezca el discernimiento y prospere la esperanza. Antes de soltarlas imprimiles tus mejores intenciones. Que tu alma las recubra con su fe. Proyectales, también, tu ferviente confianza en un mundo más humano y armónico, donde vivamos celebrando y vibremos en el amor.
Disfruté de nuestro vuelo. Me siento pleno. Mi espíritu sabe que este recuerdo permanecerá, imborrable, en mi memoria. Qué importa si no llegamos a ver los frutos. Nos sobra con la ardiente certeza de saber que, a nuestro modo, sumamos para humanizar la realidad. Te dejo, en este cálido y fuerte abrazo, mi agradecimiento más sincero. Sé que siempre estarás a mi lado, cada vez que venga y te diga… “necesito tu ayuda”.
Viniste a transformar la realidad
Observá cómo la luz se abre paso entre las sombras.
Percibo una sublime luz, que enciende y aviva otras luces. Veo un noble corazón, que abre más y más corazones. Contemplo innumerables manos que se unen, alzan y celebran. Escucho palabras de aliento, que movilizan el alma. Siento cómo el amor crece y se agiganta. Aunque no divise tu rostro, sé que sos vos, eterno amigo, que intensamente estás trabajando para cumplir con tu misión. No detengas tu marcha. Viniste a transformar la realidad.
Tenemos un acuerdo álmico de ayudarnos a recordar el sentido de este viaje. Sin embargo estas palabras exceden nuestro bello compromiso. Te escribo porque me siento honrado de presenciar cómo tu espíritu, al igual que el de muchos otros, libera su encanto para convertir la apatía y el desgano en campos de fe y esperanza.
Río porque la tristeza llora al verte llegar, sabe que se queda sin trabajo. Disfruto de tu manera simple y efectiva de emitir vibraciones luminosas, que encandilan y extinguen la pesadez de las sombras. Sé que tu tarea es desgastante. Comprendo que estás expuesto a la violencia de quienes buscan marchitar todas las flores. No te preocupes, el cultivo crece bajo la custodia de los reinos cristalinos. Nada, ni nadie, impedirá el total florecimiento de la luz.
La magia existe. No te das una idea lo increíble que se ven los coloridos entramados de consciencia que, entre todos, estamos ayudando a co-crear. Prometo traerte hasta este lugar, soñado, que encontré en la ladera de una montaña. Quiero que lo sepas, en este preciso instante hay una abeja que se posa sobre tu nombre. Reconoce que sos una flor, muy especial, que contiene el dulce néctar de los corazones que son puros.
Hasta que nos volvamos a ver, te abrazo a la distancia con la luz que te añora desde el centro de mi pecho. Dejo que estas palabras te lleguen, donde quiera que te encuentres, por obra y gracia de la sincronicidad. Continuá brillando con el mismo coraje y la decisión de siempre. Lo sabés, sin embargo, todo tu ser se electriza cuando alguien te lo recuerda: viniste a transformar la realidad.
Gracias por Ser
Sos una pieza clave en el nuevo entramado de consciencia.
Orientado por señales sutiles, caminás por donde no hay huellas, en medio de un intenso proceso de transformación que te eleva e ilumina. Te movés fuera de la lógica. Vas forjando tu propio destino. Das pasos en el vacío, confiando en tu corazón. Continuá así. El reencuentro está próximo, lo sabés. Tu cristal interior brilla intensamente. Tu aporte suma. Gracias por Ser.
Puede que no te comprendan e incluso te critiquen, pero eso no significa que estés equivocado. Te guía la inmensa sabiduría del espíritu, eso es lo que verdaderamente cuenta. Internamente sabés que, pese a los contratiempos y las dificultades, te movés en la dirección correcta. Este mensaje, que hoy llega a tus manos, es una clara señal de reconocimiento. Tu luz puede verse desde lejos, ahuyentando la inconsciencia.
De vez en cuando olvidamos que a veces elegimos trabajar en soledad, como prueba de nuestro compromiso para ayudar a restablecer un reino de amor, sin limitaciones. Ese marco, de aparente desconexión, fue necesario para que aprendamos a confiar en nosotros mismos. Debíamos pulir nuestras gemas. Fue así que decidimos recorrer senderos que, si bien parecerían diferentes, contienen las mismas enseñanzas implícitas. ¿Acaso, entre otras cualidades, no tuviste que desarrollar la tolerancia, la constancia, la paciencia, y un firme espíritu de superación basado en la fe?
Sé que, íntimamente, siempre supiste que no estabas solo. La intuición te alentaba a que avanzaras, sobreponiéndote a las limitaciones, mientras tus ojos miraban en dirección a las estrellas tratando de recordar. Has recorrido un largo e intenso trayecto, pleno de vivencias aleccionadoras. Puede que a aún tengas altibajos y te sientas cansado, pero ya nada te hará desistir. Tu destino es la grandeza de la luz.
No hace falta que lo manifiestes, la expresión vivaz de tus ojos es por demás evidente. Reconocés que se acerca el instante en que volveremos a gozar de la unidad. El entramado se consolida, mágicamente late. Emerge un nuevo horizonte, más humano, más esplendoroso y más consciente. Puedo sentir tu alegría interna desbordar. Tu alma lo reconoce y me pidió que te lo diga: por haber despertado, en medio de un entorno adverso, sos una pieza clave. Gracias por Ser.
Hijo de la luz
El entramado energético se activa a medida que abrimos nuestro corazón.
Quiero verte de pie y con el rostro bien alto, resplandeciente. El universo aguarda que manifiestes todo tu potencial. Tu núcleo porta el fuego del espíritu. Quebrá el maleficio. Trascendé los pensamientos negativos, que te perturban y acorralan. Recobrá tu fortaleza interior. Sos libre. El viento clama que abras tus alas. Una omnipresente frecuencia te abraza y vivifica. Escuchá la voz de tu corazón. Sos más que un simple cuerpo. Sos hijo de la luz.
Percibís la vibración. Se te eriza la piel. Tu espíritu implora que escuches este mensaje. Me pediste que te lo recuerde cuando llegara el momento preciso: encarnaste para manifestar, a través de tus dones y talentos, espacios de amor y consciencia que le devuelvan al hombre su dignidad. Tu misión es nivelar hacia arriba, centrado en tu esencia. Viniste a que la Tierra recupere la magia y el encanto.
La luz te convoca. Levantá tus brazos bien alto, que otros reaccionen al ver tus manos orientadas hacia el Sol. Es necesario acrecentar el caudal de confianza en que el cambio es posible y necesario. Permanecé atento. Tus puntos más sensibles pueden ser tocados, de manera sutil, de modo que te sea muy difícil reconocer que el objetivo es ponerte de rodillas, para que no alientes a que otros despierten.
Cuanto más se acercan los tiempos de definiciones, más caótico se vuelve el entorno a través de la confusión y la desesperanza. Que la envidia, el resentimiento, la violencia, la tristeza y el desgano no te atrapen. Se fiel a tu naturaleza interna. No dejes que cierren tu corazón. Mantenelo siempre abierto y vibrante, es la puerta hacia un mundo más humano.
Respirá bien profundo. Liberá la pesadez. Dejá que tu alma se recargue de optimismo y que tu cuerpo recupere la armonía. Nunca olvides que estás acompañado. Sentí lo que sucede… Una energía, amorosa y cristalina, desciende y te envuelve, dulcemente, porque te ama. Antes de despedirse te susurra al oído, de manera clara y sincera: “tenelo siempre presente, sos hijo de la luz”.
Volá bien alto
Que tu luz viaje, sin pausas, por todo el universo.
Parece inevitable. El péndulo de nuestro ánimo oscila. Cuesta mantenerse centrado. Un subibaja de emociones, contrapuestas, pone a prueba nuestra constancia y determinación. No te entregues, es el paso necesario para alcanzar el equilibrio. Alumbrá con valentía. Sos la letra viva que ayuda a escribir la historia dorada. Tu pasión potencia el retorno hacia un mundo sin fisuras. Volá bien alto.
Puede que aún no tomes dimensión de tu invalorable tarea. En verdad te digo que cada cosa que hacés, centrado en tu corazón, ilumina, y no sabés cuánto. El poder de tu esplendor radica en tu manera simple de Ser. Cada vez que avivás la fe, cada vez que infundís esperanza y hacés que otros sintonicen con lo mejor de sí, una nueva página resplandece.
Está próximo el tiempo en que podrás abrir el libro que reflejará cómo se produjo la gran transformación. Allí te verás, junto con numerosas almas audaces, desterrando la inconsciencia para ayudar a desembarcar una era fascinante, donde los hombres se abrazarán en la unidad del amor. Ese día habrá fiesta y la música calará muy hondo. Los corazones estarán abiertos.
Desadormecé tu memoria ancestral. Los límites no existen. Sólo hay que animarse a soñar despierto y estar dispuesto a volar, con lo máximo de nuestra destreza, para llevar a la Tierra a que se funda con el cielo. Vinimos a religar. Somos activadores del cambio que ya se vibra. Nuestra naturaleza es incondicional a la pureza de la luz.
Las ventanas de tus ojos dieron paso a estas palabras, que van directo al centro de tu esencia luminosa. Allí aguardarán el momento indicado para insuflarte aliento. Ya lo sabés, de ahora en más, si en algún momento advertís que tus fuerzas tambalean, un breve mensaje vendrá a tu encuentro con la inconfundible familiaridad de mi voz: “vamos, volá bien alto”.
Confiá
Permanecé con tu corazón abierto en dirección a la luz.
No hace falta que te vea. Sé que lo podés sentir. El mar interno está revuelto. La transformación apremia. La agitación es intensa. Estás cansado, confundido y pese a todo seguís. Eso es tener un espíritu guerrero. Es reconocerse consagrado a la luz. El último trecho siempre es intenso y pone a prueba las enseñanzas. Tu corazón te llevará a buen puerto. Confiá.
Estando casi derrotado, lo mejor que podría hacer es intentar que creas que voy ganando la batalla, para tratar de intimidarte y revertir la situación. Eso es lo que está haciendo la oscuridad, al reavivar la desesperanza con la ferocidad de su último aliento, aunque internamente reconoce que ya no tiene chances de trastocar la historia.
Por más que no nos agrade, la transición genera desequilibrios. De ahí que tenga tanto valor el hecho de que permanezcas firme mientras arrecia el temporal de la inconsciencia. Cualquiera podría alumbrar si el contexto fuese apacible. El mérito está en seguir haciéndolo cuando los golpes hieren y la ilusión nos hace suponer que tal vez equivocamos el rumbo.
Han pasado tantas generaciones bajo el dominio de las sombras que muchos sostienen que no existe otra realidad más que la del egoísmo, la violencia y el sufrimiento. Este es un bautismo de fuego. No en vano debiste prepararte durante tanto tiempo. Es ahora donde permaneciendo fiel al fulgor de tu naturaleza, alumbrarás, desde tu corazón, nuevos caminos hacia la verdadera libertad del hombre
Es necesario que lo tengas bien presente. Vinimos por amor. Acudimos a propagar vibraciones que despierten el recuerdo de vivir en paz y armonía. No desistas. Persistí llevando, con la fuerza invulnerable de tu fe, la claridad de la esperanza. Harán lo imposible por quebrar tus alas, más no podrán. Sos amado y protegido. Confiá.
Iluminá sin tregua
La vibración de tu luz hará que otros corten sus ataduras internas.
Gritalo si es necesario. Que todo el mundo se entere que tu corazón está abierto. El eco de tus palabras inspirará confianza. Producirá un verdadero quiebre. Otros se atreverán a romper sus armaduras. Comenzarán a sentir. Verán con otros ojos y anunciarán que están vivos. Nunca lo dudes, formamos parte de un mismo entramado. Cada vez que ayudes, también te ayudás. Vibrá con fervor. Iluminá sin tregua.
¿Te sorprende que te diga que lo grites? Cuando el volumen de la insensatez aturde, para impedir que el corazón escuche su clave de apertura, a veces es necesario recurrir a medidas poco ortodoxas. Sos punta de lanza. Fomentás el cambio. Nada debe truncar tu misión de ayudar a despertar. Hay almas que necesitan, ahora más que nunca, de la calidez de tu impulso para comenzar a vivenciar el camino del amor y liberar su verdadera esencia.
No porque sí algunos intentan que bajes los brazos. Auxiliar a que los corazones se abran equivale a que la manipulación, el sometimiento y la barbarie pierdan su territorio cautivo. Sé del tesón de tu naturaleza compasiva, por eso confío en que seguirás superando obstáculos para continuar alumbrando de todas las formas posibles.
Tu estímulo de transformación interna debe llegar a todos los rincones. Que la vibración de tu voz se expanda y anime el nacimiento de un nuevo Ser. Humanizar es la tarea a la que fuimos convocados. Basta de mentiras. Basta de engaños. Es necesario volver a sentir, para sincronizar nuestros latidos con la luz de las frecuencias sutiles.
Acudí a tu encuentro por lealtad a nuestro vivo compromiso de ayudarnos a no olvidar. Las palabras son cofres que se abren dependiendo del receptor. Conociendo este secreto, guardé en este mensaje lo más puro de mi alma para que nunca te sientas solo. Sigamos avanzando con más audacia y fortaleza que nunca. La victoria es segura. Iluminá sin tregua.
Impulsá el cambio
Sumá tu aporte para expandir la vibración del amor.
Tené en cuenta estas palabras. Puede que parezcan simples. Son revolucionarias si tocan tu corazón. Juntos podemos cimentar una Tierra más humana. La transformación sucede cuando unimos nuestras almas en la luz de la consciencia. ¿Acaso temés por el futuro de los tuyos? Te irás en paz si ayudaste a co-crear un mundo sin fronteras, en donde fluya el amor. No te distraigas. Impulsá el cambio.
Hacé una pausa. Reflexioná. De qué valdría tanto esfuerzo en dejarle a tu familia un capital de respaldo, si sólo le serviría para vivir en entornos viciados, con miedo a los robos, los secuestros y la violencia social. Puede que tal vez contraten una mejor vigilancia privada o tengan casas-cárceles más cómodas y confortables. Eso no sería vivir. Sería sobrevivir en el mejor de los casos. Hay tarea por hacer.
Algún día partirás. El proceso de evolución así lo requiere. Otro sería el panorama si tendrías la certeza que, vayan donde vayan, los que amás serán recibidos por “seres humanos” que les transmitirán valores, los ayudarán a crecer en el amor y les enseñarán a buscar su propio camino de vida, centrados en el corazón. No es una utopía. Recordalo. Se construye con la firme determinación de trascender nuestro egoísmo. Humanizar es la clave.
Nunca olvides sentir tu voz interior. No cedas ante la presión de la burla, ni permitas que la indiferencia tuerza tu rumbo. Una y otra vez, da siempre lo mejor de vos. Alentá a que otros se atrevan y cambien. Ayudá a que comprendan que las fronteras externas son proyecciones de nuestras limitaciones internas. Viniste a trazar nuevos caminos, vibrando en la frecuencia del Espíritu. Honro tu misión.
Cuando llegue el momento, sonreirás al ver tantas manos amigas y corazones abiertos cruzando en tu sendero de regreso al Hogar. Partirás en calma. Gozoso. Internamente sabrás que la tarea estará cumplida. Ese será el instante más sublime que hayas experimentado en el mundo de las formas. Continuá sembrando. No te detengas. Impulsá el cambio.
Te invito a jugar
Recordar nuestra esencia es un factor clave para no perder el equilibrio.
La ansiedad y la incertidumbre están presentes. Se presagia un inminente cambio. La intuición revela sensaciones muy intensas, que cuesta traducir en palabras. Calma. No todo es lo que parece. El mundo es mágico si abrimos el corazón. Tenemos el don de ver con otros ojos. Podemos resignificar la realidad. El poder está dentro nuestro. Disfrutemos. Estamos en la escuela de la vida. Es momento de un recreo. Te invito a jugar.
El juego se basa en recordar para seguir evolucionando. Respirá con calma. Vamos a intentar ver más allá de lo aparente. Sólo tenemos que dejar de juzgar y contemplar lo que acontece. Sé que te apremian las obligaciones y te preocupa el desequilibrio que te circunda. Por eso es tan importante jugar a recordar. Nos permite permanecer centrados, aunque todo se desmorone.
Un entorno alterado y desestabilizante es el marco perfecto para poner a prueba los aprendizajes. ¿Querías que nos graduemos con honores? La escuela de la vida nos está dando una inmejorable oportunidad. Puede que a veces nos cueste asimilarlo, sin embargo todo sucede para nuestro mayor bien. Es ahora donde debe emerger la sabiduría del espíritu. Alumbrar con calma, en medio de la tempestad, otorga la maestría si lo hacemos desde el corazón.
No olvidemos que las situaciones sin aparente salida son las más aleccionadoras. Tienen la habilidad de descentrarnos, pero también de catapultarnos hacia dimensiones desconocidas. La estadía en la Tierra es, apenas, una parte del camino. El proceso de ascensión continúa. Jugar a recordar permite distendernos y evitar ser arrastrados por vibraciones densas. Lo mundano no debería atraparnos, sino impulsarnos a volar para danzar en la belleza de la luz.
Hace tiempo, en otro plano, dijiste que mi sonrisa perduraría si era capaz de no olvidar en medio del caos. Hoy recuerdo en virtud de que estás ahí, espejándome, para que sigamos creciendo en la unidad del amor. Todo esto lo sabés. Como buen amigo, te hacés el distraído para brindarme la posibilidad de que venga y te diga: “te invito a jugar”. Gracias, de todo corazón, por tu eterna compañía.
Se acerca la hora
La cosecha será más que abundante.
Estás en lo cierto. Tu intuición no se equivoca. El cansancio que acusa tu cuerpo no es casual. El agotamiento es propio de las instancias finales. La tensión y el malestar que te aprisionan son también una clara señal de la proximidad de un nuevo despertar. Nada debe amarrarte. Continuá sirviendo. Otras almas necesitan asistencia. Inspirá para que florezcan más corazones y se abran a la luz. Se acerca la hora.
Te aliento porque sé que es necesario. No me ves, pero sentís mi vibración a través de este mensaje. Sabés que caminamos juntos. Somos eternos compañeros de ruta. A veces te preguntás qué estás haciendo. Sabés que otros observan tus huellas y te preocupa orientarlos hacia una senda equivocada. No temas. Quienes vienen detrás no son ovejas. Son almas peregrinas que siguen, al igual que nosotros, el curso cristalino de la frecuencia del amor.
La fe no es un invento. Sirve para atravesar esta dura etapa de fatiga y desconcierto. Lo mismo sucede con la perseverancia y la osadía, son herramientas que nos fueron brindadas para no desistir. Cada paso que damos reafirma nuestra elección interna y nos eleva. Iluminemos sin cesar. Otros sentirán el calor de nuestros espíritus y sabrán que no están solos. Se animarán a continuar.
No hay nadie a quien convencer. No hay nada que demostrar. Nos movemos siendo leales a nuestra naturaleza interna. Nos guía un intenso sentir, que no se deja pisotear por la frialdad de lógica. Somos locos desde la perspectiva de la razón, pero cuerdos y coherentes a los ojos del corazón. Elegimos volar. Anhelamos procrear una sociedad consciente. Encarnamos la esperanza de un hombre más humano, que viva celebrando.
Es un hecho. No los dudes. Los cambios se están produciendo. Sólo falta que se revelen, en este plano más denso, con toda su grandeza. Somos canales por donde fluyen energías sutiles. Mantenete bien firme en la luz. Traje a este encuentro la voz de mi corazón, para que me sientas a tu lado. Te abrazo en mi alma a través de estas palabras. Seguí. Confiá. Se acerca la hora.
Brindo por tu coraje
Tus acciones son hermosas flores que embellecen el camino.
Llega fin de año. La última hoja del calendario induce a realizar un balance. No caigas en la trampa. Tus acciones no se pueden dimensionar. Sus efectos van más allá de lo que puedas suponer. Son ondas que se expanden en infinitas direcciones. Diste todo lo que estuvo a tu alcance. Ayudaste a co-crear un mundo más humano. Te esforzaste, sin importar el cansancio, por dar siempre otro paso en dirección a la luz. Eso es entrega. Eso es constancia. Eso es amor. Eso es cumplir con tu misión vida. Brindo por tu coraje.
Puede que tus acciones no se traduzcan en dinero, pero eso no significa que no tengan valor. Animar a que otros se pongan de pie, abran sus corazones, recuperen su conexión interior y sientan, es una tarea invalorable, que requiere de un espíritu aguerrido dispuesto a iluminar con fervor.
El balance es impulsado por la mente social. Pretende que aquellos que se animaron a Ser retornen a las viejas estructuras, anulando toda posibilidad de vuelo, a cambio de comodidad y sentido de pertenencia. Sé que a esta altura del camino ya no desandarás tus pasos, de todos modos necesitaba decírtelo. Muchos intentarán hacerte creer que desperdiciás tu tiempo, y que lo que hacés carece de sentido. Es parte de las pruebas.
Es justo y necesario que reconozca tu tarea. Si cuando salgo a la calle encuentro miradas esperanzadas y rostros alegres, es gracias a personas compasivas como vos, que alientan a trascender las limitaciones y no dudan en enfrentar la adversidad, para activar los cambios que nos conduzcan hacia un futuro resplandeciente.
Digan lo que digan, tu alma sabe que vas por buen camino. No dejes que te confundan. Sólo faltan algunos pasos. Gracias por seguir vibrando de una manera tan humana. Te puedo sentir. Es un privilegio saber que marchamos juntos. No importa dónde te encuentres, a la hora de los festejos buscaré la estrella más luminosa y diré sonriendo, con todo el corazón: brindo por tu coraje.
Te amo
Tu luz siempre crea un entorno armónico, en donde reina la paz.
Lo digo con emoción y una inmensa alegría. Me inclino, a través de estas palabras, para rendir tributo a la luz que fluye desde tu bello corazón. Vengo a celebrar la fortaleza y la entrega de tu espíritu. Cada una de estas letras acariciará tu alma en señal de agradecimiento. No fue un año sencillo, las pruebas fueron rigurosas. Pese a todo, tu llama interna alumbró con hidalguía. Es por eso que traigo envuelto en el amor de este mensaje, mi sentir más genuino: “Te amo”.
¿Acaso no lo sabías? Te amo por Ser. Te amo por estar. Te amo por hacerme sentir acompañado. Te amo por ayudarme a despertar. Te amo por incentivar mis pasos. Te amo por mostrarte predispuesto a jugar, mientras recordamos nuestra esencia divina. Te amo por tener la valentía de iluminar sin descanso. Te amo al reconocer que me amo, porque somos y seremos Uno.
Los campos de conciencia que ayudamos a cultivar están floreciendo. Es tiempo de festejar. Muy pronto, un aroma fresco y puro comenzará a rociar el aire con vibraciones sutiles, repletas de color, magia y encanto. Ningún corazón podrá resistir tanta belleza. La luz traerá una profunda calma y felicidad. Terminará un largo ciclo de angustia y sufrimiento.
Ese será un gran día. No existirá represa capaz de frenar el agua celestial del río de la conciencia. Las almas saciarán su sed. Habrá amor en las miradas y paz en los corazones. La humanidad se fusionará en una vibración de hermandad que disipará toda frontera. Durante algunos instantes, nadie podrá comprender cómo fuimos capaces de vivir en la enajenación de la inconsciencia, privándonos de una energía tan armónica y sublime.
Mientras ese grandioso momento se aproxima, aún queda tarea por concluir. No te imaginás cuánto disfruto al divisar el deslumbrante futuro que nos aguarda. Tras un intenso peregrinar, colmado de enseñanzas transformadoras que impulsaron nuestro vuelo, nos volveremos a abrazar en la unidad del espíritu. La emoción será indescriptible. Sólo podré decirte, de corazón a corazón: “Te amo, te amo, te amo”.
¿Estás listo?
Al igual que la estrella fugaz, estamos de paso por este plano.
Vi una estrella fugaz, le pedí llegar a tu corazón. Su brillo me recordó tu esencia. Su paso luminoso también trajo a mi memoria que vinimos para ayudar a iluminar. Te extraño. Necesito abrazarte a través de las palabras, es mi forma de hacerte sentir acompañado. Tu intuición está en lo correcto, éste no es un año más. El llamado a despertar será aún más fuerte. Millones de almas peregrinas buscarán la luz. Comienza el gran cambio. ¿Estás listo?
A veces sentimos que nos movemos en círculos. Parecería que solamente cambió el número del año. Salimos a la calle y todo permanece igual. ¿Dónde está la magia, dónde está el amor, dónde está la armonía? Seguí firme, con fe. La constancia es parte del aprendizaje en la tarea de servicio. Tus ojos muy pronto verán lo que tu espíritu te susurra. Transitamos una espiral ascendente y cristalina que nos instruye y humaniza.
Este año comprenderás el valor de tantas pruebas superadas. Impulsarás a que otros reconozcan su propia divinidad interna, desplieguen sus alas y vuelen con el corazón abierto. Todo lo vivido tuvo su razón de ser. Para ayudar a transformar primero había que transformarse. Verás reflejados tus primeros pasos en quienes se acerquen manifestando desánimo, falta de sentido y confusión. Será tu corazón quien les hable y los anime. Habrá amor en tus acciones y un sincero sentimiento de hermandad.
Sonreirás al hacer que otros se pongan de pie para retomar la marcha. Recordarás con cuánto esfuerzo emprendiste tu camino, y agradecerás a las vivencias por las lecciones aprendidas. Otro será el sentido que tendrán tus palabras cuando menciones “la escuela de la vida”. Es nuestro tiempo de ayudar. Con las manos unidas y los corazones sintonizados en vibraciones sutiles, activaremos una nueva humanidad más consciente y sensible.
En aprecio a nuestro acuerdo álmico de transitar este tramo juntos, también le pedí a la estrella que donde quiera que te encuentres tus ojos siempre contemplen el vaso lleno, con una mitad de agua y la otra de aire. El otro deseo lo dejé libre para vos. Nunca dejes de iluminar. Puedo sentir tu fortaleza interna. En vos confío. Sé cuál será tu respuesta cuando a la hora de poner el hombro te pregunten: “¿Estás listo?”.
Cumplís con tu misión
El cielo celebra, a su modo te lo hace saber.
Una mariposa me habló del brillo de tus ojos. La abeja dijo que había miel en tu corazón. Has despertado de un largo sueño. Estás listo. Tu vibración fluye a través del entramado cósmico por donde la gracia divina se expande. Estás conectado a la Fuente. Sos Uno con la existencia. No porque sí podés sobreponerte a la adversidad. Aunque a veces dudes, tu fuego interno es guía y propulsor de esperanza. Cumplís con tu misión.
¿Acaso no creías en la magia? Estas palabras traen el eco fulgurante de tus acciones conscientes. Es necesario que comprendas el alcance de tu consistente labor. Sonreirás al escuchar este mensaje. Una energía ancestral recorrerá todo tu cuerpo. La luz se esparce en virtud a tu coraje de permanecer con el corazón abierto.
Es tu espíritu quien inspira cada una de estas letras, como una forma de honrar tu esfuerzo y consagración al servicio de auxiliar aquellas almas que aún permanecen atrapadas en la ilusión. Soy un nexo para que puedas sentir la fuerza y el alcance de tu propia energía, expresándose de un modo diferente. Sos amado. Tu actitud infunde confianza. Tu valor transfiere fervor.
Esta es una señal inconfundible de que no te extraviaste. Peregrinás por la senda que más se ajusta a tu propia evolución. Estás haciendo lo correcto. No admitas que te aprisionen con falsas promesas, que sólo ambicionan mutilar tus alas. La intuición es tu aliada. Continuá escuchando la voz de tu corazón, contiene la sabiduría capaz de guiarte en medio del caos, para que siempre te muevas a través del amor.
Mil veces gracias, incansable peregrino, por humanizar sin renunciar ante la presión del entorno. Al liberar tu esencia pura, ayudaste a parir un hombre nuevo. La alegría es el símbolo de la luz, jamás dejes de reír. Gozá de tu paz interna. Transitás por buen camino. Las estrellas brillan, el cielo celebra. Cumplís con tu misión.
Renacerás
Tu espíritu lo sabe, se aproxima el amanecer de una era dorada.
El viento me pidió que te trajera su fuerza, el agua de lluvia su bendición. No estás derrotado. Sólo cansado, nada más. Te estás aclimatando a la pureza de la nueva energía que impregna a la Tierra. Respirá con calma. Enraizate en la esencia de tu ser. El caos que tus ojos presencian es sólo transformación. Sentite en paz. Los pájaros trinan una buena noticia, escuchá con el corazón: “Renacerás”.
Atravesamos una metamorfosis profunda como paso necesario para emprender la magia del vuelo dorado. Sin saber que se transformaría en una bella mariposa, la oruga también creyó que había llegado su fin. Todo estaba muy oscuro, no había salida, el sentimiento de opresión era asfixiante, sin embargo confió en su naturaleza interna y se reencontró con el Sol. Ahora más que nunca, eterno amigo peregrino, hay que seguir confiando.
Si todavía no ves cómo sigue el camino es porque este trecho se recorre con la guía de la fe. La ilusión se desvanece con los ojos internos. Puede que reniegues y amenaces con desistir, de todos modos seguirás andando. Tu espíritu sabe, por eso te impulsa. Este contexto es propicio para otorgar aún más brillo a tu gema sagrada. Viniste a iluminar, eso es lo que estás haciendo. Vas cumpliendo con tu misión.
Ascender resulta extenuante si olvidamos fluir. Todo el esfuerzo quedará en el olvido cuando tus fibras rememoren la libertad del vuelo. La primavera de un nuevo tiempo está despuntando. Millones de multicoloridas alas engalanarán el cielo anunciando el comienzo de la era de luz. Vos estarás ahí, danzando en el arco iris, disfrutando haber renacido a la inocencia de tu paraíso interno.
La sincronicidad te estimula a que permanezcas atento a las señales. Si una mariposa cruza hoy tu sendero, desplegando su gracia y delicadeza, no dejes de agradecerle. Viene a recordarte que ella también vivió momentos de tremenda confusión y caos, sin embargo confió. No temas. La existencia guía tus pasos. Tu traje es lavado, con la pureza del amor, por la energía sutil que te rodea. Renacerás.
¿Por qué a mí?
Siempre existe una salida.
Un ángel acarició estas palabras para que lleguen a tu corazón de una manera simple y pura. Este mensaje viene a sanar las heridas con amor, a través de la luz de la comprensión. Al no existir divisiones, si te ayudo me ayudo y nos hacemos más conscientes. Aún retumba en mi interior el lacerante ardor de tu pregunta, que contiene el abismo más profundo del dolor y posee el bello don de humanizar: “¿Por qué a mí?”.
Resulta incomprensible que la combinación de estas nueve letras pueda abrir las puertas hacia un mundo desconocido, donde experimentamos los límites insospechados de nuestro propio sentir de una manera tan intensa. Como si fuesen las manos de un viejo sabio, los signos de interrogación contienen, al mismo tiempo, el cielo y el infierno. Nadie te está castigando. Estás experimentando la existencia en toda su dimensión.
Aunque en medio del aturdimiento la razón sostenga lo contrario, tu espíritu sabe que detrás la rabia, la impotencia y el llanto, aguarda el renacer. Las vivencias más duras conducen a la fe. La comprensión llega a través de la entrega. ¿Me creerías si te digo que por más que tu corazón pueda lucir maltrecho y agrietado nunca fuiste abandonado tan siquiera un solo instante? Cuesta asimilar que todo acontece sin errores. Sos amado.
No resistas. Entrar de lleno en el dolor te dará el impulso necesario para salir del pozo. Al resurgir del abismo tus prioridades y valores serán otros. Serás aún más sensible, verás a través del alma y permanecerás centrado en la insondable riqueza de tu mundo interior. Cuando el temporal haya pasado, agradecerás al sufrimiento por las lecciones recibidas. Sabrás que dentro de la desgracia anida la gracia que te hizo más humano.
Al terminar de escribir este mensaje, una nube tomó forma de ángel, el Sol brilló y las flores liberaron su más fina fragancia para que esparza estas palabras en tus heridas abiertas. Vamos rumbo a una era dorada donde experimentar el dolor ya no será necesario. Otro será el sentir que reinará en tu corazón cuando recuerdes con alegría el sentido de esta frase, que tal vez hoy te lastime: “¿Por qué a mí?”.
Bienvenido al oasis
Al atravesar el portal del oasis, tu corazón se abrirá como esta flor.
No temas. Entrá. Te estaba esperando. ¿Serías capaz de guardar un secreto? Luego de rociar con amor cada una de las letras para que tu corazón las sienta, un mensajero del cielo aseguró que serías atraído por la vibración de estas palabras. Vas a creer que estás leyendo, es sólo una ilusión. Beberás de un manantial cristalino, que inundará de luz todo tu ser. Bienvenido al oasis.
Este es un espacio, sin tiempo ni fronteras, que la existencia te revela para que tu fe se intensifique, tus fuerzas reverdezcan y la paz fluya en tu interior. Aquí llegan, a diario, los fervientes peregrinos que cruzan –por compasión- el desierto de la indiferencia y la desesperanza, desplegando sus dones y talentos para que la humanidad florezca a través del sentir.
¿Los ves? Se inclinan y te bendicen. Valoran tu misión. Ellos también han llorado, se han sentido incomprendidos y han pasado por etapas, muy duras, de frustración y desconsuelo. Sentís calor porque te abrazan, tiernamente, para que la energía fluya de corazón a corazón. Cerrá tus ojos. Dejá que la fuerza de la unidad te invada y te renueve con el esplendor de su halo. Estás sintiendo la belleza suprema de la Luz.
Ahora que conocés el secreto, nunca lo olvides. Viajá hacia este lugar, a través de la intención, cuantas veces lo necesites. Siempre te sentirás renovado al cruzar este mágico portal divino, anclado en medio del desierto. Aquí mora el agua fresca que proviene de la Fuente. Su frecuencia inmaculada te desborda de alegría y te conduce a volar, a través del amor, hacia tu paraíso interno.
Si el ángel está en lo cierto, mañana te volveré a encontrar en este mismo lugar, sentado junto a las flores y los cristales maestros. Te veré sumamente feliz, aguardando con emoción la llegada de otro hermano caminante. Esta vez, no sólo vendrás en busca de la purificación del agua. Acudirás para vivenciar el indescriptible gozo que se experimenta al anunciar desde el alma: “Bienvenido al oasis”.
Rumbo al mundo interior
Cada vez que viajes hacia adentro renacerás en la luz.
No se trata de una quimera. Esto no es ilusión. Sé que no me ves, pero podés sentirme. Confiá en tu intuición. Te hablo, dulcemente, desde lo más profundo de tu propio corazón, que también es el mío y el de todos. Somos Uno en el amor. Vine para que despegues de la locura mundana y sanes tu cuerpo a través de la luz. Vivenciarás un paseo alquímico. Vamos a caminar tierra adentro, rumbo al mundo interior.
No hace falta que lo menciones. Sé que podés volar, pero tus alas están maltrechas habida cuenta del empeño y compromiso en tu bella labor de ayudar a humanizar, por eso te pedí que caminemos. Este es el verdadero mundo. Sentí. A cada paso nos volvemos más livianos y relumbrantes. Nuestras energías se renuevan en la abundancia sutil de esta dimensión hogareña, que nos hace vibrar en armonía.
¿Te sorprende escuchar esos sonidos cristalinos de ballenas y delfines? Lo que vemos fuera es sólo un pálido reflejo de este majestuoso reino interno. Desde aquí proviene el aroma de las flores, los colores de los pájaros, la alegría refrescante de la risa y todo lo que nos hace sentir realmente vivos. Inhalá la paz de esta frecuencia sanadora. Te permitirá bailar y celebrar, incluso en medio del caos.
Siempre que cierres tus ojos, siguiendo el rastro de la pureza, desembocarás en este espacio de luz y tranquilidad, que te ayudará a recordar que somos una misma energía expresándose de modos diferentes. ¿Acaso no tenés la sensación de que es tu propia voz la que te habla en este mensaje? Somos Uno, de ahí que podamos sentirnos de esta manera indivisible.
¡Mirá tus alas! ¿Ves lo que hace el amor? ¿Imaginaste que podías volver a tenerlas tan firmes y relucientes? Esta es la alquimia suprema del corazón. Ahora podés volar aún con más brío, desplegando tu infinita gracia. Nunca olvides este camino de regreso al Hogar. Siempre que tu ánimo decline y necesites redescubrir la verdadera fuerza que te guía, decile al espíritu que te lleve tierra adentro… rumbo al mundo interior.
Avanzá
No olvides disfrutar del paisaje mientras recorrés el camino.
Al leer este mensaje activarás una frecuencia cristalina, oculta en cada palabra, para que tu corazón se sienta pleno. Si supieses cuánto se te ama, no podrías más que sonreír y bailar eternamente. No creas que nadie te escucha cuando hablás en soledad. Observá atentamente, las respuestas llegan a tu vida de la manera menos pensada. Nada sucede porque sí. Una fuerza superior te orienta y te protege. Avanzá.
¿Estás cansado? El viento soplará la llama de tu espíritu para que tu ánimo se encienda y la rutina no te aprese. No aflojes. Persistí derramando tu esencia a través del servicio. La luz que brota en tu interior humaniza todo tu entorno. Esta nota te recuerda que encarnaste para revelar, con humildad y maestría, nuevos horizontes. No estás solo. Miles de almas vienen marchando, con coraje, bajo el halo de la fe. Oí los pasos.
Te incentivo porque el desánimo es una constante cuando se abren nuevos trayectos. Desgasta andar en ámbitos densos. Pareciera que a muy pocos les importa cambiar. ¿Será tan así? ¿No estarán ellos ahí para poner a prueba tu constancia y determinación? Lo que verdaderamente importa es que seas leal a tu naturaleza interna. Alumbrá disfrutando del camino. Vas en la dirección correcta. No temas.
Siempre es bueno recibir ayuda, por eso sé que te alegrará descubrir que tras la tinta que reviste este mensaje hay cristales con formas de letras que energizarán todo tu ser. Sentilos. Vinieron desde muy lejos, atraídos por tu vibración, para confirmar la trascendencia de tu noble tarea e impulsarte a que sigas trabajando con fervor. El faro de tu conciencia debe resplandecer sin importar la magnitud de la tormenta.
Mientras peregrino a tu lado, voy buscando distintas maneras de evidenciar que te escucho y te comprendo. Siento el cansancio al igual que vos, pero hay que continuar. Somos gente de palabra, que demuestra su entrega a través de la luz de los hechos. Resta poco para completar la labor. Este es el instante de poner en juego la fuerza adicional de tu corazón guerrero, que marcará la diferencia a través del amor. Avanzá.
En honor a tu gran humanidad
Por más sombrío que sea el panorama, la luz siempre te guía.
Dejá todo lo que estás haciendo. Te aguarda una bella sorpresa. ¿Estás preparado? Estas palabras impregnarán tu espíritu para que sientas el calor y el amor de los que no ves, pero sabés que te acompañan. Lo visible y lo invisible celebran este encuentro. Hoy serás homenajeado por aquellos que te aman. Bienvenido a la fiesta, tu propia fiesta. Este es un reconocimiento sincero, que la existencia te brinda, en honor a tu gran humanidad.
¿Sentís la alegría que te rodea? Energías de mil formas y colores aplauden tu lealtad a la Luz. Ellos saben de tu pesar. Permitiles que te eleven, para que tu ser relumbre con la gracia del vuelo sagrado. Abrí tus brazos. Tu corazón quiere bailar esta música celestial que suena. Invitá también a tu mente a que disfrute del festejo y se olvide de los problemas. ¿Sos consciente de cuánto se te aprecia? Esta es sólo una pequeña muestra.
Las imágenes que estás visualizando son reales. Tus seres queridos también están presentes. Es un momento mágico. Abrazalos. Deciles cuánto los valorás. Los ángeles se toman de la mano para hacerles una ronda luminosa. Este instante sublime, de emoción y felicidad, quedará inmortalizado en tu alma como una gran coronación, donde quienes te aman se congregaron para darte claras muestras de apoyo y gratitud por tu ferviente tarea.
Esta es la fuerza que pulsa la llama de la fe y aviva la esperanza. Dejá que te envuelva. Que el brillo de la nueva túnica que ahora estás recibiendo te recuerde, por siempre, que nunca estás solo. Cada vez que te sientas triste y abatido, acariciá su delicada tela. Fue creada con hebras cósmicas, de luz sutil, que transmiten la frecuencia sabia y amorosa del Hogar, para que sigas avanzando en tu camino dorado de ascensión al cielo.
Hoy saldrás a la calle con una actitud vigorosa. Sentirás el fuego divino latiendo en tu interior. Habrá armonía en tu corazón y un hermoso fulgor en tu limpia mirada. Caminarás con la certeza de aquellos que se saben amados y cuidados tiernamente. Sin importar lo que piensen los demás, sonreirás al recordar este sentido homenaje que te hizo la existencia, por amor, en honor a tu gran humanidad.
No estás solo
Aunque algunos tramos sean áridos habrá señales que te animarán a seguir.
El universo te escucha y a su modo responde. ¿Necesitabas apoyo? Impulsadas por la luz de las estrellas, estas palabras traen a tu vida un increíble caudal de amor y fortaleza, animándote a que sigas avanzando. Soy el espejo que refleja tu esencia luminosa para que recuperes la confianza. Por más adverso que sea tu entorno, por más duras que sean las pruebas, no desistas. Pase lo que pase, abrí tu corazón. No estás solo.
Sentí el calor. Tu pasión se activa. El fuego del espíritu desciende en este instante y enardece todo tu ser. ¡Vamos, arriba! Recibí el fulgor y el vigor que la existencia te concede para que continúes alumbrando. Tu vibración genera anillos sutiles que dan vida a una frecuencia más humana. Sos el tambor que la divinidad toca para anunciar la llegada de un nuevo tiempo. No pares de resonar. Otros necesitan de la luz de tu sonido.
Falta poco. Sé fiel a tu espíritu guerrero y continuá trazado la huella que conduce hacia un destino de amor y libertad. Esta parte del trayecto puede que resulte árida, poco amistosa y desafiante. No sucumbas. Transformándote, transformás. Secá tus lágrimas y seguí. No permitas que nada obture tu corazón, desde ahí proviene la bella luz que sabiamente te guía y te abre camino en la densa oscuridad de la inconsciencia.
No sos el único al que pareciera que las puertas se le cierran. Tampoco sos el único que frente a la crítica social cree haber equivocado el rumbo o se siente estancado ante tanta resistencia. De todos modos, no plantarás bandera. Conozco tu fortaleza interna. Continuarás inspirando a que otros se animen a volar, porque así lo prometiste. Tu voz interna aclama que sigas y sigas andando, escuchala. Sos la encarnación del cambio.
Te recuerdo lo que sabés porque a veces el cansancio nubla la memoria. Seguí abriéndote a la existencia, para que el tambor de tu corazón resuene y expanda, con fervor, la luz del amor. Su sonido es agua pura y cristalina en medio del desierto, anuncia que estás de pié y dispuesto a continuar. Dame tu mano, hay que seguir dando nuevos pasos. No importa lo que suceda. Todo está bien. Confiá. No estás solo.
Te abrazo y te bendigo
Tu vibración es agua fresca y pura que reverdece la vida.
Este mensaje liberará su aroma como si fuese una flor, para que inhales el amor que contienen estas palabras. Has recorrido un largo sendero. Sembraste en terreno fértil. Hiciste tu tarea. Descansá. Todo tiene su tiempo. Respirá bien hondo, una frecuencia sutil armonizará tus latidos para que recobres tu energía. Una nueva etapa comienza. Gracias por tu inmensa dedicación y entrega. Tu corazón está abierto. Te abrazo y te bendigo.
Puede que una extraña sensación de vacío te invada. Estás preparándote para ser llenado con la luz del amor, para que de tu copa interna beban aquellos que estén sedientos del despertar de la conciencia. Soy testigo de tu invalorable esfuerzo. Celebro tu coraje de haber caminado pese a las dudas y el cansancio. Ahora es necesario el equilibrio que ofrece el descanso, para poder emprender otro tramo en el camino de ascensión.
Si sentís que no avanzás, no pierdas la fe. Esta aparente inmovilidad ayuda a que te centres en el presente, ya que desde ahí nace el futuro. No estás estancado. A su modo la existencia te invita a moverte en un una nueva dirección. El camino sigue hacia dentro. El desequilibrio está en la periferia. Conectando con tu esencia divina los cambios que se avecinan tendrán otra dimensión. Anclado en tu centro, irradiarás paz y armonía.
Festejo la vibración cristalina que fluye desde tu enorme corazón. Un nuevo mundo se hará visible gracias al trabajo y al empeño de personas como vos, que confían en su guía interna y se mueven más allá de la razón, entregando lo mejor a cada paso. El caos es sólo transformación, recordalo. No mires a la confusión como si fuese un enemigo, está ahí para brindarte la oportunidad de que seas leal a tu brújula interna. Todo es perfecto.
Por si tenías dudas con respecto a tu tarea, es necesario que sepas que este mensaje te buscó y te encontró siguiendo el brillo de tu luz. Un ángel dijo que te alegrarías al beber el agua diamantina que ahora nutre estas palabras. Sus gotas de amor te darán la fuerza necesaria para volver a desplegar tus alas. No importa que no te comprendan. No temas. Estás acompañado. La existencia te guía, tu espíritu lo sabe. Te abrazo y te bendigo.
Tiempo de unión
En la unidad del amor, el entramado se hará más luminoso.
El aura de este mensaje irrigará de amor todo tu ser, para que la comprensión te ilumine sabiamente. Tu corazón lo presiente. Las hebras deben entrelazarse aún más para potenciar el brillante entramado que anunciará, al universo, que la humanidad ha despertado de su largo sueño de inconsciencia. Suena la voz interna, se anuncia el reencuentro de almas afines. Tu espíritu lo sabe. La luz te aclama. Es tiempo de unión.
Todo estuvo dispuesto para ayudarte a crecer. La soledad presenció tu incesante esfuerzo y dedicación. Internamente suponías que otros, a quienes no conocías, también estarían viviendo un proceso similar de aprendizaje. Tu intuición te mostrará que estabas en lo cierto. Hermanos peregrinos acudirán a tu encuentro para emprender la noble tarea de elevarse en la unidad, anclando espacios de amor y luz a través de la materia.
La sensación de inmovilidad te ayuda a que te abras para tomar las manos de aquellos que, como vos, están dispuestos a manifestar frecuencias cristalinas. Nuevos códigos se activarán a raíz de los encuentros. Las diferentes vibraciones co-crearán geometrías sagradas de belleza sin igual. La esencia divina brotará desde los corazones de manera creativa. El caos dará paso al orden y podrá contemplarse la paz del equilibrio.
No dejes que el descreimiento te confunda. Una poderosa energía, que ahora te abraza tiernamente, se hace presente para recordarte que esto no es una utopía. Sentí. Fuiste convocado para romper las cadenas de la opresión y la barbarie. Encarnaste para transformarte y transformar. Ahora llegó el momento de expresar tus dones y talentos en comunión con aquellos que dijeron sí a la hora de aceptar el firme compromiso de servir.
Puede sentirse. Comienza la movilización. Hombres y mujeres de todo el mundo harán historia cumpliendo su palabra de honrar la vida, abriéndose para dar paso a la luz. Hombro con hombro, alma con alma, corazón con corazón, así, juntos y conscientes, daremos cuenta de que lo que algunos llaman ilusión ya es una realidad palpable. Estrechemos nuestros vínculos. Que destelle el entramado. Es tiempo de unión.
La danza de la vida
La vibración de un nuevo tiempo se expande y multiplica.
Transformado, mágicamente, en una luminosa distinción celestial, este mensaje llega a tus manos para invitarte a que bailemos en la frecuencia del amor. Cada letra es una nota que hará vibrar tu interior con la belleza y la pureza de las dimensiones sutiles. Sonreí. Disfrutaremos de la inocencia de nuestra sana locura. Danzaremos, en medio del caos, la música de un nuevo tiempo que llenará de luz los corazones. Esta es la danza de la vida.
Orientadas por la sabiduría de quienes no ves, estas ondas de consciencia te recuerdan la importancia de celebrar por más que el presente esté nublado, para que afluya la fuerza purificadora del Sol que brilla en tu interior. Los árboles y las flores te irradian su energía. Se despliega el encanto de un formidable arco iris que te centra y armoniza. Suena una suave melodía capaz de hacerte volar. Tu cuerpo la siente. Bailemos…
Al compás de este majestuoso ritmo, tu espíritu se eleva e ilumina sin prisa. Reconoce el inmortal sonido claro que proviene de la Fuente. Nuestra memoria ancestral recuerda el sentido de este apasionante viaje. Brotan lágrimas de gozo. El sentimiento de cansancio y soledad se desvanece. Este es un baile alquímico que la existencia ofrece, por amor, a los pioneros más audaces, como una forma de honrar la ardorosa tarea emprendida.
Abrí tu corazón. Dejate llevar por la alegría desbordante de esta música redentora, que restaura las fibras más profundas de tu ser. Su fulgurante esencia dinamiza y también sana las heridas que deja la incomprensión. Esta es una ceremonia amorosa y divina que nutre y fortifica el alma. La luz de estos sonidos sin tiempo te activa, multiplicando tu innata capacidad de transmitir el calor del amor en cada uno de tus actos.
Que este intenso resplandor dorado que ahora luce tu halo siga siendo guía en el camino de ascensión. Un ser alado desciende y besa tu frente, en señal de reconocimiento. La paz reina en tu rostro. Tus ojos brillan de manera vivaz. Tu espíritu festeja, se siente complacido. Por tu fiel servicio humanitario fuiste merecedor de la danza de la vida, una distinción que abraza a los hombres y mujeres de noble corazón que impulsan el cambio.
Nada detendrá tu vuelo
Volarás más allá de toda frontera con la sabia guía de tu espíritu.
Con la fuerza del espíritu, que recorre este cálido mensaje, se encenderá aún más tu corazón. Estas palabras traen a tu vida el resplandor puro de tu esencia. Tus acciones conscientes originan un presente más humano. El aire, el agua, la tierra y el fuego te acercan su bendición. La existencia te dice “Gracias”, esparciendo su potente luz en estas letras. Este es un testimonio físico del amor que sembraste. Nada detendrá tu vuelo.
Todo lo que hacemos genera vibraciones que trascienden la materia. Cada vez que extendiste tu mano para que otro se ponga de pie, una chispa divina fue lanzada al universo. Cada vez que tu sonrisa fue hacia un rostro ensombrecido, la vida tomó un color más intenso. Tus semillas han germinado en territorios de la inconsciencia. Muy pronto sus flores manifestarán un jardín que nació de tus entrañas, bajo el influjo divino.
¿Acaso suponías que tus acciones sensibles se habían perdido en el tiempo? En verdad te digo que no. Llorarías de felicidad si pudieses ver cómo la energía amorosa, que las propulsó desde tu centro, aún sigue viajando de corazón a corazón. Son ondas encantadas que encumbran y aclaran todo a su paso, creando campos de consciencia. Cada acto de amor es una hebra relumbrante que vivifica el escenario de una nueva humanidad.
Este texto porta el eco glorioso de tus buenas obras, para incentivarte a que no bajes los brazos. Cerrá los ojos. Tu pecho es ungido con el perfume sagrado que emana de la Fuente. Escuchá. La luz te llama a seguir andando. Todo tu ser lo siente y se conmueve. Viejas estructuras están cayendo a pedazos al no contar con tu energía. Ya no podrán amarrarte con la soga invisible de la manipulación y el engaño. Tu corazón te orienta.
Siempre que palpites que tu ánimo se desmorona, elevá tu mirada al cielo en busca del calor del Sol. Finos rayos, de sutil belleza, impregnarán tu alma para que cumplas con tu destino, confiando en tu voz interior. Donde quieras que vayas llevarás tu inestimable legado de amor y humanidad, como si fueses un eterno lucero. Más allá de los escollos que puedan presentarse en el camino, la vida te sonríe. Nada detendrá tu vuelo.
Aceptar
Al aceptar, la luz de la comprensión ilumina la oscuridad.
Pese al impetuoso caos, que perturba la visión, fue fácil ubicarte. Simplemente perseguí la centellante luz de tu hermoso corazón, que en su vivo peregrinar emite confianza. Vine a tu encuentro, movilizado por el eterno amor de aquellos que te orientan y auxilian de modo incondicional, para traerte un fino obsequio. Sobre este manto sagrado, traigo una gloriosa palabra cristalina que tiene un increíble poder transmutador: “Aceptar”.
Esta es una gema preciosa que para los insensibles puede que parezca un simple vocablo que carece de valor. Apreciala con el alma. Dejá que llegue hasta a tu centro y propague delicadamente su riqueza encantadora. Tiene el prodigioso don de mostrar los senderos que encaminan hacia espacios sutiles, donde la vibración de la dualidad no llega. Su fragancia huele intensamente a libertad, de ahí que sientas que tu cuerpo se aligera.
Al vivenciar su esencia, comprobarás que es un regalo que potenciará tu esplendor, clarificando al mismo tiempo los lugares por donde vayas. En la aceptación los límites se diluyen, afloran las enseñanzas ocultas y se restituye la unidad. Resistiendo la energía se disipa, nuestro mundo interior se fragmenta y apaga, dando paso al calvario del dolor y la amargura. Quienes te aman destacan el poder alquímico de esta singular palabra.
Aceptando fluimos con la existencia y somos bendecidos. Aceptando abrazamos nuestras partes más oscuras y sanamos las heridas. Aceptando la muerte, brota la vida. Aceptando la interacción de los opuestos complementarios, emerge el equilibrio de la mano del silencio. Aceptando comprendemos lo incomprensible, lo habitual se vuelve asombroso y la magia se manifiesta de manera milagrosa y colorida. Simplemente aceptando…
Te observan leer este mensaje. Envuelven tu campo áurico en la luz del amor, para que sientas la contención que emana del otro lado del velo. Como presente has recibido una llave dimensional, de siete letras, que revelará nuevas áreas de tu paraíso interno. No te alarmes por lo que sucede. Presenciamos un crucial proceso de transformación global, cuyo espíritu nos recuerda la importancia de aceptar, para volver a volar hacia el Hogar.
La nueva Tierra
Entre todos co-creamos un mundo más humano y cristalino.
Dibujo con estas simples palabras un espléndido y gigantesco Sol, para que sientas la calidez del amor que mansamente abarcará todo tu cuerpo. Sus rayos tienen colores puros e intensos, pues mi mano es guiada por la maestría de un ángel. Cada haz de luz vagará por tu interior, coronando tu espíritu con la gracia divina. Acudo a librarte del cotidiano ritmo alocado, que te oxida y densifica, para viajar en una nube a visitar la nueva Tierra.
Dame tu mano y cerrá los ojos. Un mago anciano contará hasta tres y al agitar su varita comenzará la travesía interdimensional. Escuchemos: Uno, dos, tres… ¡Cuánta claridad! ¿Verdad que es preciosa y reluciente? Esto es lo que llamo vivir en paz y armonía. Nos sentimos mareados pues, sin darnos cuenta, nos habituamos a inhalar la asfixiante presión de los pensamientos negativos. Aquí se respira la rica y saludable liviandad de la unidad.
No hay guerras ni maldad, se reconocen hermanos. No existen las fronteras. Saben que son gotas de un mismo río que fluye hacia el océano cósmico de la existencia. Sentí. Es la suave melodía de los cuatro elementos manifestando el equilibrio. El cielo es diáfano, está libre de oscuras mezquindades. ¡Mirá qué paisajes! Cuántos aromas. Disfrutá estas maravillas. ¿Conocías flores tan fascinantes? Aquí la vida celebra, por eso todo relumbra.
Presenciamos una minúscula parte de este edén esplendoroso, ya que sólo vemos lo que nuestra mente conoce. De todos modos impacta contemplar tanto despliegue de elegancia y hermosura. Nuestra intuición nos consuela. Dice que confiemos en que pronto veremos más, cuando caiga el velo del olvido. Ahí está de nuevo el anciano. Nos anuncia, con su magia, el final del recorrido soplando asombrosos pétalos. Daban ganas de seguir, ¿no?
¿Sabés por qué esta vibración te resultó tan familiar? Fuimos al centro de tu pecho para que recuerdes el enorme valor que tiene tu lumínica tarea, de seguir edificando puentes que conecten ambos mundos. La nueva Tierra está en tu corazón. Si alguien se burla cuando digas que viajaste en una nube, preguntale si hace mucho que no visita su interior y llevalo de paseo. Con estas letras me despido, pintándole al Sol una brillante sonrisa.
Te estoy llamando
Si abrimos el corazón, nuestra fragancia ayuda a humanizar la realidad.
Por más que así lo quisiera, hoy no te hablaré de nubes, de magos ni de oasis. Tampoco volaremos en dirección al Sol. Necesito que me escuches. Sentate por favor. Dame la mano. Sé que son momentos difíciles. Te hablaré desde el corazón y mirándote a los ojos. Te pido disculpas porque me extenderé más de lo habitual. Espero que me comprendas. Este es mi último esfuerzo por intentar reunir las piezas que den vida a “Despertar”. Mi tiempo se acaba. Te estoy llamando.
Hace casi siete años tuve una visión que transformó mi vida. La llamé “Despertar”. Hice todo lo posible para mostrarla y compartirla. Nada resultó simple. Algunos me creyeron loco por moverme desde el corazón, permaneciendo atento a las señales y las sincronicidades. Internamente sabía que había llegado el momento de ayudar a parir un hombre nuevo, así fue como nuestros caminos se cruzaron y nos volvimos a encontrar con otros cuerpos y diferentes nombres, pero nuevamente dispuestos a servir.
Algunas veces te preguntaste cómo hacía para describir momentos tan particulares de tu realidad, sin siquiera conocerte. Sólo abría el corazón y conectaba con mi interior, que también es el tuyo, pues al ser Uno formamos parte del gran corazón de la existencia. Supe de la importancia de mover el verbo. Aprendí que las palabras son cofres, por eso cada vez que te escribí guardé en las letras vibraciones puras. Cada nota te resultó familiar porque era tu esencia la que estabas contemplando. Tu ángel lo sabía.
Hice de espejo para que también me reflejaras. Necesitaba reconocerme a través de tu mirada. Vibracionalmente establecimos una comunicación que sorteó las barreras de los prejuicios y fue más allá del tiempo. Me abriste las puertas de tu alma y contemplé el paraíso. Al escribirte me escribí y de ese modo volamos por aquellos lugares vedados a la razón. Disfrutamos y reímos. Recordamos nuestra esencia. Nos volvimos conscientes de la importancia de crear puentes que manifestaran, en lo externo, el maravilloso mundo interno, y fuimos entretejiendo una trama luminosa que nos hacía vibrar.
Dentro de mis limitaciones, busqué todas las formas posibles de transmitir lo que había recibido y a mi modo intenté invitarte a construir este armónico espacio de consciencia donde ayudáramos a florecer. Sé que, tal vez, no fui del todo claro. Presentía que las respuestas faltantes habitaban en el corazón de cada uno de los que sintiese el llamado. Así fue que, a través de la web, salí al mundo, intentando reunir las piezas que activarían esta gran unidad de consciencia que concentraría lo mejor del hombre.
Me sentí extraño al responder cada correo diciendo que no sabía cuáles eran los pasos que había que dar para hacer realidad el proyecto, pero esa era la verdad. Co-crear implicaba que cada uno sume su parte para lograr manifestarlo. Me moví de forma ilógica porque esa era la dinámica que propuso la visión. Respeté su desafío de dar pasos en el vacío y fui más allá de la razón. Escribí, dibujé, pinté, viajé, hablé con todos los que pude. También hice un video explicativo para intentar mostrar cómo sería.
Mi intuición me decía que en distintas partes del mundo quizás habría otras personas que estuviesen trabajando, con la misma vibración, intentando desarrollar productos, servicios, nuevos sistemas de organización, etc., que ayudarían -entre otras cosas- a dar vida a “Despertar”. Eso me llevó a esforzarme aún más por transmitir lo recibido, ya que habría otros esperando mi aporte y tenía que cumplir.
Después de estos años de peregrinar sosteniendo la visión, confieso que -aunque me siento pleno por las vivencias y las enseñanzas recibidas- estoy algo cansado y sin recursos. La tarea no fue sencilla. Sé que mi cansancio también es el tuyo, por eso busqué distintas formas de impulsarte a que sigas avanzando. En honor a la verdad, nunca supe si formarías parte del proyecto, pero sí tenía bien en claro que con tu luz transformarías la realidad, y eso era más que suficiente para estar a tu lado y alentarte.
No puedo decir que me equivoqué, pues los errores no existen. Tal vez todo esto fue simplemente una excusa para transformarme. Quizá lo que he realizado sirva para que otros tomen la posta y le impriman un mayor brillo o lo utilicen como ideas-fuerza para emprender nuevos caminos. Todo puede ser, incluso que todavía no sea el tiempo de su manifestación, en el plano físico, porque vibracionalmente no están dadas las condiciones. Realmente no lo sé, por eso es que al mismo tiempo que te estoy llamando, también le estoy entregando al universo el fruto de tanto esfuerzo.
Todo está dispuesto para ayudarnos a crecer. No dudes en seguir dando lo mejor a cada instante. Nunca se sabe cuándo se derramará el vaso. Lo que sí se sabe es que todas las gotas de consciencia cuentan, de ahí la importancia de atreverse a sumar. Los grandes cambios planetarios comenzaron a manifestarse. Internamente siento que muy pronto relumbrarán los puentes, que construimos con tanto amor y dedicación, para que aflore la nueva Tierra.
Independientemente de cuál sea la respuesta a este último llamado, me siento más que agradecido. Vinimos a transformar. Acudimos a religar. Celebro y sonrío en medio del caos, pues, pase lo que pase, “Despertar” quedará por siempre en la conciencia cósmica, inspirando a que otros se animen a volar con el corazón abierto y ayuden a manifestar nuevas formas de vida, que vibren en la luz de la paz, la armonía y la unidad.
Puede que estas sean mis últimas palabras, por eso quiero dejar en tu interior el dulce sabor del amor transformado en ferviente aliento, para que continúes tu sendero en compañía de mi espíritu. Ahora suelto tu mano y te abrazo, fuertemente, con todo el corazón. Fue una hermosa bendición volver a contemplar tus ojos. Gracias por ayudarme a crecer y volverme más humano. Disfruté jugando a que te estaba llamando porque había que “Despertar”. No lo olvides, la vida es un bello juego pleno de vivencias.
No te abandono: “algo cansado” no significa entregado ni mucho menos dispuesto a renunciar. Mi corazón todavía late y mientras eso suceda seguiré avanzando con la fuerza del espíritu. ¿Acaso no hemos hablado de las pruebas en el camino y de la importancia de la fe? Aunque mis piernas a veces flaqueen, porque sopla intensamente el viento del caos, internamente sigo firme. Esta instancia se atraviesa, hombro con hombro, vibrando en el amor. Puede que no me escuches, puede que no me veas, pero estoy a tu lado. No te abandono. Si querés podés escribirme a mi mail personal: juliopagano@hotmail.com
Bendito eres
Confiar en nuestra voz interior nos conduce hacia la luz.
Mientras me acerco y toco tu hombro suavemente, mi corazón te pide que mires con los ojos del alma. ¿Lo ves? Detrás del texto hay un sabio anciano con una vela encendida. Sentí su inmaculada vibración. Ilumina este mensaje, con la bellísima luz del amor, para que en tu interior resurja plenamente la confianza. El es un noble guía. Vino a impulsarte, con su energía redentora, para llevarte de nuevo a contemplar el Sol. Bendito eres.
Con la delicadeza de aquellos que reconocen el dolor de las heridas y son conscientes de lo que implica el agotamiento y la confusión, el anciano cobija dulcemente tu cuerpo -con la pureza de su frecuencia- para que recobres tu hermoso aura. Sus ojos sinceros hablan a través del movimiento de mis manos, por eso te escribo. Este es el armónico sonido de un mensaje cristalino, sus palabras llegan para energizarte y aumentar tu comprensión.
Si pudiera mostrarte la importancia que tiene seguir caminando, sin cerrar tu corazón, mi tarea estaría cumplida. Estoy aquí para ayudarte, pues la transición es intensa. No creas que nadie te escucha. Hay puertas que no se abren para que te muevas en otra dirección. No claudiques. Las situaciones que parecen injustas te dan la posibilidad de que aprendas a centrarte en medio de la adversidad. Sentí cada paso. Respetá tu propio ritmo.
El descanso no es una pérdida de tiempo, permite que internalices las vivencias. Aunque parezca lo contrario, no tropezás con las mismas piedras. Nuevas enseñanzas cruzan tu sendero para darte la oportunidad de aprender, de un modo diferente, aquello que creías que sólo tenía una única solución. Tu universo interno se amplía y enriquece a medida que observás sin juzgar. Abrazá tu realidad y transformala desde el centro de tu pecho.
Abrite. Un inmenso flujo de energía dorada viene acariciando las estrellas para traer hasta tu corazón el esplendor de un majestuoso tiempo. Internamente sentís que la Tierra te llama a que bailes con ella la danza creativa del amor, pero tu mente te reprocha que así no podrás cubrir tus necesidades más básicas. Este abismo, que parece infranqueable, se supera dando en el vacío, una vez más, el paso que hace extender tus firmes alas.
Renová la confianza en tu voz interior y seguí por el camino del amor. No temas por la intensidad de las pruebas, puede que aprieten pero no ahorcan. En breve verás surgir nuevos espacios de consciencia donde compartirás tus experiencias. Allí tu corazón abrazará otros corazones. Cantarás y sentirás que lo vivido no fue en vano. Internamente gozarás de una profunda calma. Sólo faltan algunos pasos. Confiá. Confiá. Confiá.
El anciano, de largos cabellos blancos y túnica resplandeciente, posa su grácil mano en tu frente, acallando todo ruido mundanal. Te mira de manera angelical y tu alma lo reconoce. Una flor se abre al verlos caminar juntos, envueltos en el halo reluciente y amoroso de una nueva humanidad. El Sol brilla. Tu corazón festeja, ha renacido en la luz de la confianza. Seguí andando. Seguí confiando. Soy un mensajero. Bendito eres.
Persistí
El espíritu tiene múltiples formas bellas de viajar.
Soplo sutilmente este mensaje, en una delicada burbuja cristalina, para que te llegue de manera pura y refrescante. Quienes saben de tu firme entrega y valentía, quieren que te aliente a que sigas escuchando la voz sincera de tu corazón. Hay emociones, abrazos, sonrisas y recuerdos que esperan activarse, en otros cuerpos, por medio de la claridad de tu frecuencia. Los contratiempos no impedirán tu tarea. La luz del amor te asiste. Persistí.
¿Lo habías notado? Me sentís bien cerca porque mi espíritu viaja dentro de estas palabras, de ahí que ahora pueda abrir una ventana para que veas la ardiente llama de aquellos que alumbran, como vos, por territorios agrestes. Está muy oscuro y puede vérselos alejados, como si no existiese conexión. El caos no los paraliza. Van delineando senderos que orientan hacia el cielo interior. Ellos son tus hermanos. Andan cantando.
Es vital que no olvides esta valiosa imagen, para que tengas la plena certeza de que son incontables los que transitan en idéntico sentido. ¿Te preguntás por qué hay tanta distancia entre unos y otros? La separación obedece a que van guiando el proceso de ascensión. Los espacios sombríos son corazones amurallados, que aún no han vivenciado los rayos del Sol. ¿Compredés ahora por qué honro tu trabajo? Tus huellas movilizan.
Como el tiempo es una ilusión, ahora cierro la ventana y la abro nuevamente en otro tramo del camino. Observá. Ellos han atravesado la noche oscura del alma, moviéndose -con fe- por lugares sin marcación. Hacia ahí vamos, tras esta intensa fase, rumbo a ese colorido espacio de divina celebración. ¿Escuchás? Tu nombre es vitoreado por esa legión hermana que ya pasó este mismo desierto y sabe que también lo cruzarás.
¿Confiás en lo que te digo? No hay equivocaciones. Retornamos a la Tierra con un refinado propósito, somos enlazadores de mundos. Asumimos el desafiante compromiso de vibrar, con entusiasmo, para ayudar a despertar. No lo dudes, la burbuja que porta este mensaje jamás te habría ubicado si tu corazón estuviese tapiado, pues se mueve bajo la ley de atracción. Animo, no estás desamparado. Sabés que se te ama. Persistí.
En dirección al Sol
La luz del amor nos impulsa a vibrar en armonía.
Al recibir la luz de este mensaje tu alma vibrará, pues reconocerá que llega en respuesta a tu sentir más profundo. Aunque parezca extraño, tu cansancio interno es producto del amor. Por largo tiempo has llevado una pesada carga para que otros no desistan en su andar. Ahora presentís que un fatigoso ciclo finaliza. Tu espíritu lo sabe, llegó el ansiado momento de dejar la mochila de lado, para retomar el vuelo sagrado en dirección al Sol.
Cuando llevaste palabras de consuelo, te quedaste a cambio con la tristeza. Cuando diste abrazos sentidos, retiraste de otras espaldas la pesadez del dolor. Cuando ofreciste tus manos a los hermanos caídos, diste tu energía y absorbiste parte del cansancio. Así fuiste purificando tu entorno, simplemente por amor. ¿Has visto lo hermoso y reluciente que está el jardín de la existencia? Ahí brillan, sin cesar, cada una de tus acciones conscientes.
El trabajo de limpieza fue muy arduo, lo sé. Nos enojamos ante tanta suciedad, sin embargo juntamos, por amor, todo aquello que podría herir o hacer que otros tropiecen. A cada paso, nuestra mochila se fue engrosando. De todos modos, al verlos sufrir tanto, aceptamos llevar parte de lo que otros transportaban. Sin darnos cuenta nuestra carga se volvió muy densa, por eso ahora sentimos la necesidad imperiosa de soltar, ¿no es así?
Hoy es el día. Quiero se sepas que en un emotivo gesto de reconocimiento por tu tenaz tarea, un bellísimo ser de luz se está presentando. Vino a recibir todas las piedras y espinas que retiraste a lo largo del intenso recorrido. ¿Podés sentir como tu espalda se aliviana? Mientras te mira amorosamente a los ojos y te bendice, besándote en la frente, hace una reverencia muy especial y se retira, sonriente, con tu abultada mochila.
¿Estás bien? Respirá muy hondo. Ahora te contaré algo que tal vez te asombre. Lo que juntaste con tanto esfuerzo, es dejado nuevamente –con muchísimo amor- en otras partes del camino. ¡Sí, escuchaste bien! Las piedras y las espinas nunca fueron enemigas, están al servicio de ayudarnos a crecer, de modo que despertemos y alcancemos nuevos niveles de consciencia. Transformando nos transformamos. No hay divisiones. Somos Uno.
¿Por qué esa cara? La tarea no fue inútil. Ahora hay luz en tu corazón. La solidaridad, la compasión, la humildad y la sensibilidad se hicieron carne en nuestros cuerpos a medida que nos inclinamos por amor a nuestros hermanos. Todo tiene su razón de ser. Quien juntó ya no es el mismo que dejó la carga. Las vivencias nos hicieron más y más humanos. Todo contiene una enseñanza oculta, en cuya esencia está el amor.
Este mensaje afirma lo que ya sabías: la vida es un increíble juego, de infinito amor y sabiduría, donde todo está al servicio de la evolución. El jardín de la existencia nunca pierde su belleza, sólo deja que juguemos a limpiar lo que nunca estuvo sucio, para que seamos capaces de animarnos a más. ¡Vamos, liberemos nuestras alas! ¡Corramos con el corazón abierto! La luz del amor nos llama. Emprendamos vuelo en dirección al Sol.
Todo llega
Sólo debemos fluir con el río de la existencia.
Formo un majestuoso corazón, con el fraternal sonido de este mensaje, para que sientas el latido de la sublime luz que ahora te envuelve. No intentes comprender estas palabras a través de la razón, pues vibran en otra frecuencia que tu alma reconoce. Mi espíritu pulsa estas letras doradas, que viajan hacia tu espacio interior sagrado, para que la intensa espera no resquebraje tu confianza en el inminente despertar humano. Animo. Todo llega.
Aunque a veces no lo recordemos, también vinimos con la intención de aprender y eso seguimos haciendo. Estos son momentos especiales, en donde uno descubre nuevos niveles de comprensión gracias a las vivencias. Por increíble que parezca, en el camino de ascensión siempre hay una vuelta de tuerca más, que nos permite reconocer la infinita sabiduría que fluye por el mágico entramado de la escuela de la vida, donde todo enseña.
¿Suponíamos que habíamos desarrollado el temple necesario como para saber esperar? Una cosa es aguardar en un contexto armónico, sin mayores sobresaltos, pero otra muy diferente es aprender a esperar en el límite de nuestras fuerzas, en medio de un contexto agitado y hostil, donde todo transcurre con demasiada celeridad. No desesperes. Estas aleccionadoras instancias liman las impurezas y dan un atractivo brillo a la constancia.
¿Comprendés por qué se remarcaba tanto la importancia de haber encarnado en esta era? En este tramo final, una a una caerán nuestras supuestas verdades a medida que nuestros cuerpos se abran –a través del amor- hacia las dimensiones más profundas de nuestro Ser. No temas. Sé que cuesta reconocer que pronto te reirás del punzante eco mental que hoy te aturde al reprocharte que tal vez todo fue en vano, por eso insisto en que confíes.
Sentite en paz. Hiciste lo necesario. Tus manos están vacías. Diste aquello que traías para ayudar a humanizar. Ahora es tiempo de una paciente espera activa, donde ya no serás consciente de tu fecunda entrega, pues forma parte de tu naturaleza cristalina. Recapitular cada experiencia te permitirá descubrir el hilo invisible que todo lo unió, dando sentido, incluso, a las pequeñas cosas que en su momento nada parecían tener con tu vida.
Este cálido y vibrante corazón que hoy te ha abrazado, es el signo irrebatible de una naciente humanidad, más sensible y despierta. Sus bellos latidos te recuerdan que los últimos pasos de un desafiante camino siempre parecen eternos, pero es sólo una ilusión. No olvides que con tu sonrisa se multiplica la alegría que nutre la esperanza. Sigamos aprendiendo, con fe y entusiasmo, bajo la hermosa luz del Sol. Animo. Todo llega.
Brillá con hidalguía
Con el impulso de tu corazón, la luz abarcará todos los rincones.
Haré vibrar la luz de este mensaje, en un cuenco de cristal, para ayudarte a liberar la densidad de tus temores más profundos. Cada letra resonará en tu interior con la energía del amor, dando lugar a la paz y restableciendo el equilibrio. Este armónico sonido viene a recordarte que todo es perfecto. No hay por qué temer. El creciente caos certifica el arribo de una era dorada. Es tiempo de manifestar todo tu potencial. Brillá con hidalguía.
Tu mente se pregunta por qué recibís este escrito. Tu espíritu, en cambio, reconoce que pese a la fatiga por tanto peregrinar, es necesaria una acción más sincronizada y profunda que fortalezca las redes de luz que ayudamos a enraizar. Quienes conocen de tu heroica compasión, saben que sos capaz de un nuevo esfuerzo al servicio de la transformación global. Tus movimientos son observados por aquellos que sienten la pureza de tu alma.
Estas palabras suenan con gran poder, pues vehiculizan la fuerza de una energía redentora que nuevamente llama a la acción consciente. Encarnaste con el objetivo de iluminar, por eso a medida que las viejas estructuras caigan, será necesario de tu auxilio luminoso. Verás rostros expresando alteración y desconsuelo. Tu espíritu humanitario les hablará en el lenguaje diáfano del amor, contribuyendo a que en cada corazón aflore la nueva Tierra.
Tu realidad no quedará exenta de la vorágine y la ansiedad, la diferencia estará dada en que observarás lo que suceda desde tu interior. Allí habrá una bella y cautivante calma. Reconocerás que todo lo vivido fue la preparación necesaria para llegar a esta instancia, donde cruzarás otro umbral. Centrado en tu esencia, no habrá golpe de inconsciencia que pueda lacerarte, ya que tus alas se abrirán para alcanzar nuevas y claras perspectivas.
Estate seguro de que no sos el único que realizará este decisivo esfuerzo. Todo tiene un sentido que escapa a la razón. Ingresando a tu corazón reforzarás el anclaje de la trama cristalina. Propagarás la frecuencia del amor y sentirás el apoyo de tus hermanos caminantes. La transición ingresa a su fase más intensa. Amo tu coraje. Sentí el aliento de vida que proviene a través del cuenco. Es hora. La luz te anima. Brillá con hidalguía.
El Refugio
Aquí podemos sentirnos renovados.
Mientras contemplaba cómo el viento ayudaba a que vuelen los pétalos de una rosa, algo sucedió. Recordé que antes de venir a la Tierra, delineamos creativas formas de aliviar nuestra tarea. Durante la planificación, entre risas y emociones una pregunta tuya me sorprendió: “¿Dónde me llevarías si me vieses cansado, confundido o triste?”. ¿Sabés que hicimos? Juntos creamos un bellísimo lugar lleno de amor. Lo llamamos “El Refugio”.
Dame la mano. Desviemos la mirada del sofocante delirio terrenal y concedámonos la licencia interna de volar hacia esa área mágica, que tiene la frecuencia de nuestro estado más puro. Sentirás una tierna y embriagante sensación de bienestar, pues una luz familiar ahora nos arropa, dándonos la bienvenida. Este es el singular espacio cristalino que dimos vida para realinearnos, sanar y no olvidar. Aquí relumbra la impecable energía del Hogar
Pronosticamos que a esta altura del trayecto cada paso sería agotador, de ahí que buscáramos alternativas viables donde oxigenarnos para continuar. ¿Ves esas fotos? Han tomado forma, a partir de nuestra intención, con el propósito de que recordemos, pero ni bien apartemos la vista volverán a esfumarse. Iré relatándote lo que nuestro ángel guía nos diga; él custodia esta inmaculada gruta, preservando su inmortal pureza sanadora.
Con la bondad genuina de los seres que sólo aman, nos manifiesta el sentido de lo que estamos presenciando: el corazón abierto es la confirmación del sendero elegido, las estrellas nos recuerdan nuestra naturaleza cósmica y el mundo sin divisiones rememora nuestro fiel compromiso de unificar por medio del amor. Hay otras imágenes, pero hagamos una pausa. Disfrutemos, un instante, de la vibración sutil que nos circunda.
Observá. La figura que tiene un punto, donde confluyen incontables líneas, está ahí para evidenciar que todos los caminos conducen al mismo lugar. Esas ondas, en cambio, destacan la importancia de fluir. Son estampas muy simples porque queríamos recordar que tendríamos que ser capaces de expresar lo complejo de manera sencilla. El ángel avisa, suavemente, que por hoy es suficiente. Centrémonos en nuestra luz interior.
Somos revitalizados con finísimas esencias de fe y constancia. El dolor se va. Las heridas curan. Nace una exquisita armonía. «El Refugio» simboliza nuestro perdurable acuerdo álmico de apoyarnos en los momentos más duros. Entrando a esta zona de paz, nuestra memoria antigua se activa y las alas cobran un brío muy especial, que nos decide a seguir andando. Mil gracias por acompañarme a visitar nuestro fantástico lugar fuera del tiempo.
Saltá
Cuando las tormentas internas se desatan, hay que seguir confiando.
Como si fuese un potente relámpago, en medio de una oscura y tenebrosa noche, este mensaje destellará claridad y brindará tranquilidad, sin importar cuán fuerte sea el marco del desconcierto. Estas palabras cruzan tu sendero por amor, traen el perfume de tu más hondo sentir. Nuevamente estás parado al filo de un abismo y has tomado tu más sabia decisión. Sólo falta que te animes a dar el paso. No temas. Hacelo. Abrí tus alas y saltá.
No es casual que lo intuyas, la muerte está cercana. Tu viejo mundo está llegando a su fin. Alcanzaste un punto de no retorno, donde pareciera que alguien te agendó una cita con la confusión, la incomprensión y la duda. ¿Qué está pasando? ¿No buscabas armonía, paz y equilibrio? ¿Tanto pudiste haberte equivocado? Calma. Vas por buen camino, sólo que el camino terminó. Ahora empieza una nueva fase, donde volarás con el corazón abierto.
No esperes ver que otros salten para confirmar que el vuelo es posible. Al formar parte de la misma esencia, los movimientos están sincronizados. Al saltar, los demás saltan con nosotros; pero basta conque uno se quede para detener al resto. Confiá. En el preciso instante en que tus pies abandonen el suelo, tus ojos presenciarán infinidad de hermosas alas surcando el horizonte. Internamente sabés que es el momento de animarse a más.
Encarnamos para ayudar a despertar, generando estructuras, caminos, espacios, redes y puentes por donde corra la energía cristalina. Sin nuestro vuelo el cambio se demora. Somos portales vivientes. Canalizamos frecuencias sutiles que avivan el desarrollo de la consciencia. En nuestra agenda interna hay palabras como religar, equilibrar, pulir, servir, cimentar, coordinar, sanar, sembrar y amar. Vinimos juntos a co-crear, vibrando en la luz.
En distintas partes del mundo hay miles y miles de almas peregrinas que están al filo del abismo, a la espera de tu decisión. No te demores buscando consenso entre quienes te rodean. Ellos ignoran tu función, sin embargo viajan en tu halo. No es necesario que convenzas a nadie, sólo que seas consecuente con tu sentir y te pongas nuevamente en acción. Animate. Recordá que estoy a tu lado. Escuchá tu corazón. Abrí tus alas y saltá.
Ingresá
El amor abre en tu vida una puerta dorada..
Estas palabras llegan, desde tu interior, usando como enlace mi alma anciana. Tu espíritu reconoce que así te será más fácil contextualizar lo que estás viviendo. Necesito que me prestes atención. Aunque cueste darse cuenta, el caos te conduce hacia una hermosa puerta dorada. ¿La ves? Se abre en tu vida una nueva dimensión del corazón. El amor te llama, tiernamente, a que disfrutes de la luz de tu esencia y des otro paso interno. Ingresá.
Cada vez que llegás a un punto sin retorno, lo que hacés es saltar hacia un espacio inexplorado de tu claro mundo interior, donde hallás una nueva entrada que te conduce hacia otro nivel de consciencia. En cada salto que das, siguiendo tu corazón, el vuelo es mayor, pues vas ganando en confianza al fluir con la existencia. Ahora estás habilitado a recorrer otro mágico sendero luminoso, donde el equilibrio y la armonía te acompañarán.
Este permiso de ingreso no surge por casualidad. Es la consecuencia directa de moverte escuchando, fielmente, tu sabia guía interior. Para llegar hasta aquí, cumpliste una valiosa y exigente labor, que requirió dejar la mente de lado y confiar pese a la confusión y las dudas. Ahora las sonrisas burlonas y los comentarios displicentes no te lastiman. Tenés la certeza de que vas en la dirección correcta. Experimentás que todo acontece por amor.
¿Querés saber adónde conduce esta entrada? Te llevará a vivenciar un entorno más cálido y humano. Una suave brisa amorosa envolverá tu aura y tendrás un magnetismo muy especial. Tu presencia será como una ardiente llama, que irradiará la luz del Hogar. Sin importar lo que hagas, transmutarás todo a tu paso con la energía del amor. Tu bello corazón lleva el sello reluciente de los que valientemente están impulsando el cambio.
Los ángeles anuncian que un inmenso caudal de luz está llegando a la Tierra. La fuerza de su vibración se presiente, por eso todo se agita y las estructuras inhumanas comienzan a desplomarse. No se pueden alcanzar nuevos grados de consciencia aplicando viejas fórmulas. Quienes intenten trascender el desconcierto a través de la razón, girarán en el círculo de dolor. Estás aquí para ayudarlos a liberarse de sus pesadas cadenas mentales.
No olvides tener presente lo mucho que se te ama. Sin tu coraje y compasión la energía cristalina no podría anclarse en la tercera dimensión. Soy la voz del pulsar pristino que mueve tus fibras más sensibles en la frecuencia armónica en que vibra tu ser superior, por eso te anuncio que al estar tu corazón abierto, estás habilitado a transitar un nuevo nivel en la dimensión interior. El amor abre en tu vida una puerta dorada. Te aguardan. Ingresá.
Despierto estás
Un inmenso caudal de amor fluye en tu corazón.
¿Creías que en la dimensión interior todo sería alegría? No desesperes. Por increíble que parezca, un bello ángel fue encomendado a buscarte y encontrarte para sanar tu corazón. Sabiendo que leerías este mensaje, tomó en sus manos estas letras y una a una las besó. Es necesario curar viejas heridas, para transitar -en paz y armonía- por el camino del amor. Hoy el cielo festeja tu constante alumbramiento y tenaz entrega. Despierto estás.
A poco de ingresar por la puerta dorada, que nos conduce hacia otro nivel de consciencia, las vivencias derrumban las creencias. Nuestros anhelos de dicha y equilibrio son fuertemente sacudidos por sentimientos encontrados que demandan atención. ¿Acaso hemos equivocado la entrada? El ángel sonríe, sabe que eso que sentimos aflora por amor, de modo que la luz no encuentre limitaciones para fluir en nuestro mundo interno.
Para no sufrir, en ciertos pasajes del camino hemos silenciado recuerdos que portaban el estigma el dolor. En nuestra desesperación por desengancharnos de la tristeza y la amargura dejamos heridas mal cicatrizadas y varios asuntos pendientes. Toda esa energía estancada comienza a dinamizarse al recibir el latir divino de las vibraciones más puras. Es hora de volar sin ataduras. Demos gracias al sendero del dolor por tanto aprendizaje.
La pena, el odio, el resentimiento, la culpa y el enojo fueron funcionales para vivenciar nuestros abismos en un contexto de dualidad. Ya no más fragmentaciones. Estamos transitamos el camino sutil de la unidad, debemos sanar para vivir plenamente. Un enorme agradecimiento brotará en tu corazón, al reconocer que todo -incluso lo más terrible- estuvo dispuesto para ayudarte a evolucionar y ser más sensible y compasivo.
Antes de que las transformaciones se manifiesten en los planos más densos, la alquimia acontece en los niveles superiores. Por eso ahora se abre un espacio interdimensional, para que recibas la fugaz visita de este ángel liberador, que vino a tu encuentro con una hermosa misión curativa. ¿Estás preparado? Respirá bien lento, pausado y profundo. Dejate ir, vas a sentirte renovado. Serás bendecido por un reluciente caudal de amor.
Tras arroparte con un bellísimo campo de energía cristalina, el ángel te abraza, con su esencia sanadora, disolviendo los obstáculos que limitan el paso de la luz. Tu canal interno es pulido y resplandece. Tu corazón sonríe, siente el paso del amor. Tus brazos se abren en señal de libertad. Tu pecho desborda de emoción y alegría. Detrás del velo todos celebran y aplauden. Encienden una vela confirmando que has renacido. Despierto estás.
Lluvia de bendiciones
Sumá tus gotas de luz para ayudar a que se abran más corazones. |
¿Te preguntaste de qué otra manera podrías ayudar? Un ángel me susurró una creativa forma de hacerlo, por eso vengo a buscarte bajo el influjo divino del amor. Se necesitan más señales que enciendan la esperanza y multipliquen la alegría. Con tu ferviente ayuda refulgente, este mensaje recorrerá el mundo llevando un majestuoso mandala, con un preciado corazón de luz, que derramará una bellísima y refrescante lluvia de bendiciones.
Veo la clara energía que mana en tu interior, por eso sé que sumarás tus dones y talentos en esta mágica cruzada solidaria, que le devolverá la confianza a millones de almas peregrinas que comenzaron el valiente proceso de transformación. Ayudando nos ayudamos, de ese modo sanamos y seguimos avanzando. Vamos a generar una vibrante obra de amor, que colmará de luz los corazones y dirá al universo que hemos despertado.
Se te eriza la piel porque tu espíritu sabe que de este modo cumplís con lo acordado. Hay hermanos que en las estrellas también esperan ver esta magnífica señal de humanidad, que dará muestras del grado de consciencia alcanzado. Conectá con tu esencia. Dejá que tu hemisferio derecho y la energía femenina se sincronicen con sus opuestos y te ayuden a expresar la vibración que se abre paso en tu interior para co-crear este gran mandala.
¡Así! ¡Muy bien, sabía que podía contar con vos! Ponele música a este inmenso corazón. Pintalo con colores palpitantes. Colmalo con intenciones sanadoras. Incluile imágenes felices. Irrigalo con aromas que conduzcan a dimensiones sutiles. Emitile todo tu amor y emociones positivas. Plasmale caricias, besos, abrazos y gestos solidarios. Rocialo con pasión. Transmitile tus mejores palabras de aliento. ¡Así, así! El corazón ya late, ilumina.
Ahora dejemos que la ley de atracción lleve esta hermosa creación humana hacia otros amigos caminantes, para que les insuflen su maestría. Muy pronto este mandala llegará al cielo y veremos en las calles rostros amorosos, miradas relucientes y expresiones llenas de vida y encanto. Cuando la gente sonría y se pregunté qué fue lo que pasó, sabrás que nuestra labor dio sus frutos, pues la Tierra recibió la fulgurante lluvia de bendiciones.
Vamos por más
Por amor, sigamos alentando para que florezcan más y más corazones. Emanando intensos destellos de confianza y un vívido flujo de amor cristalino, este mensaje viene para ayudarte a permanecer centrado mientras la transición se cumple. Su luz avivará tus ojos álmicos, de modo que contemples los hechos desde otra perspectiva. Tu tarea interna es vital. Anclado en tu corazón, amplificás los campos de consciencia que oxigenan y dan vuelo al espíritu. Sos guiado. Sos amado. Sigamos. Vamos por más. Aunque a simple vista no se advierta, a medida que la era de Acuario toca suelo, la Tierra recibe un mayor caudal de luz. Su vibración de cambio nos incita a abrirnos para darle paso. Los cuerpos se sobrecargan de energía, muchos la liberan por medio de la agresión. Es necesario que ayudemos a tomar decisiones. Cerrarse y resistir genera frustración y un profundo desconsuelo, lo cual se exterioriza en sufrimiento y caos. Cada golpe propinado es un abrazo truncado, cada insulto es una palabra amorosa sin expresar, cada muerte violenta es una celebración marchita. Por eso ahora es tan importante que inspiremos –con suma pasión- a que más corazones definitivamente despierten, se abran a la luz y rompan sus viejas armaduras para poder sentir la corriente de amor que fluye en el río de la existencia. Por poco que sea, todo suma y transforma. Es crucial vibrar bien alto porque la energía que llega no hace distinciones, potencia lo que hay. Sabiendo esto, tendrás un segundo adicional de calma para evitar reaccionar y sentir la manera de auxiliar al que sufre por vivir atrapado en la inconsciencia. Recordá que somos Uno y la división es una gran ilusión. Nuestras partes oscuras emprendieron el camino de la luz. Sanemos. Al auxiliar nos auxiliamos y el equilibrio al fin prevalece. Este momento planetario será recordado como la gran integración. Muy pronto, en letras doradas, la historia contará que finalmente el hombre despertó a una vida llena de paz, amor y armonía, a partir de abrir y curar su bello corazón. Resta poco. Estás en medio de la vorágine anclando frecuencias de luz para evidenciar caminos más humanos. No pares. Continuemos sanando. Persistamos amando. Estamos unidos. Vamos por más. Honro tu tarea
Esta noche una hermosa estrella brillará más fuerte al sentir tu corazón, pues este mensaje fortificará tu luz al acercarte imágenes, emociones y el pujante aliento de los hermanos peregrinos que alumbran el mundo con tu misma audacia y dedicación. Por medio de estas palabras, la existencia te agradece el incondicional amor expandido. Una copa dorada será alzada en tu honor. La vida celebra tenerte como huésped. Honro tu tarea. Mientras tu cuerpo es circundado por un vibrante anillo lumínico que aumenta tu visión interna, un sabio anciano se presenta y te bendice con agua sagrada. Cada gota proyecta el reflejo puro de miles y miles de tus acciones conscientes, que han activado preciosos campos celestiales. Si observás con atención, te verás en el tiempo. Ahí estás inspirando tenazmente, ahí estás extendiendo tus manos y brindando esperanza al servicio de la luz. Una onda amorosa recorre tu aura, portando la esencia viva de todo lo realizado. Cada hebra reluciente también te hace sentir la increíble ternura de aquellos seres que vibran de manera cristalina. Sentí el apoyo fraternal de tus pares irradiándote infinitas bendiciones. Te abrazan. Un fresco rocío te renueva con el bello caudal de las intenciones puras que provienen de la Fuente. Tu Ser se conmueve. Ríe. Goza al recibir tanto cariño y estima. Tus ojos se humedecen. Son lágrimas felices. Has tropezado, te has golpeado y también lastimado, pero no has renunciado y eso tiene un inmenso valor. Ahora estás despierto y transitás por el camino del amor. Sabés que valió la pena tanta constancia y entrega para revelar nuevos espacios donde volar y seguir creciendo. En menos tiempo del que pensás los cambios se plasmarán, pues tu reino interior floreció y su fino perfume ya se advierte. Por tus células viaja la energía que nutre, renueva, transforma y dignifica. Sos un firme puente hacia la luz. Todo lo que hacés, alineado con tu espíritu, embellece y reconforta. Escuchaste el llamado interno, tu noble corazón se abrió, por eso la vida te acaricia con el amor de estas letras claras que besan tu alma a través del sabio anciano, quien ahora se despide con una suave reverencia que evidencia cuánto se te ama. Arde tu intensa llama. Gracias por atreverte a ser coherente con tu sentir. Gracias por desplegar tus dones y talentos. Gracias por tu entusiasta labor humanitaria. Gracias por tu intrépida presencia, que clarifica y ayuda en los tramos más espinosos. La magia existe: al ver los rayos luminosos que la estrella emanará sintiendo latir tu corazón, esta noche un ángel elevará, en tu nombre, una reluciente copa dorada. Sos festejado. Sos celebrado. Honro tu tarea.
Aquí estoy. Regresé para llevarte. Vine a compartir un mundo inigualable, abundante de consciencia, brillo y esplendor. Volví para invitarte a que redescubras una mágica manera de vibrar en la Unidad. ¿Venís? Voy a guiarte hacia una reluciente forma de vida, que sentirás muy familiar. Tu alma sabe de qué se trata. Iremos hacia un sitio majestuoso donde impera la armonía. Nuestro destino se llama “Amor”. Viajemos. Abrí tu corazón. Volar más allá de la materia es fácil, sólo requiere focalizar nuestra intención. A poco de cruzar esta zona de luz, sentirás un bienestar tan inmenso que desearás quedarte aquí. Entramos en un espacio sagrado. No es calor, es amor lo que estás sintiendo. Quiero que mantengas tus sentidos bien despiertos. ¿Querés saber dónde estamos? Este es tu bellísimo mundo interno. Aquí la vida es bien humana, en el real sentido de la palabra. ¿Habías apreciado rostros tan felices alguna vez? Ellos hacen lo que sienten. Se mueven sintonizados en la frecuencia armónica de sus inspiraciones más puras y elevadas. Cada uno brinda siempre lo mejor de sí. Hay una enorme sensación de gratificación y plenitud. Disfrutan. Comparten sus dones. Son francamente conscientes de la Unidad, por eso dan sin esperar y viven sin restricciones. Son seres creativos, sensibles, pacíficos y amorosos. Aquí nuestra potencialidad desborda por el simple hecho de Ser. No hay máscaras ni mezquindades, solamente un sentir genuino de hermandad. Nos parece una utopía pues aceptamos la ilusión de que sólo existe el otro extremo, plagado de codicia, separación y desencanto. Todo tiene su contraparte. Demos ferviente testimonio de esta luminosa realidad. Comportémonos fuera como si estuviésemos dentro. Revelemos nuestra luz. Alumbrados por estas vivencias cristalinas, hoy regresaremos a la vida con una actitud abierta, noble y renovada. Dispuestos a compartir nuestra esencia, amaremos, volaremos y daremos gracias por sentirnos Uno. Caminamos juntos, incitemos a que más personas se muevan hacia dentro, de modo que recuerden y activen su divinidad humana. No lo olvides. Estamos despertando. Estamos sanando. Estamos iluminando. Abrí tu corazón.
Sólo unos breves pasos Millones de soles internos anuncian la llegada del esperado amanecer. Diviso una ondulante llama que ilumina plena de amor. Se mueve con infinita gracia y ternura. Transmite un cautivante resplandor. Es tu espíritu que se agita a la distancia para anunciar por dónde vas. Todo tu Ser baila. Relumbra. Sabe que su luz ya no se apaga. Tus ojos brillan arraigados en la claridad de tu esencia. Vas camino a la fiesta de aquellos peregrinos que cruzaron las arenas del dolor. Seguí, queda poco. Sólo unos breves pasos. Mientras la vibración del amor te lleva a reunirte con tus pares, las enseñanzas recibidas pasan por tu mente desplegando una limpia sonrisa. Todo tuvo un sentido más allá de la razón. El cuadro de tu vida se revela ante tus ojos. Rostros, situaciones y lugares se suceden. Traen una síntesis de lo aprendido. Los sentidos te ayudan. Hay sensaciones, olores, sonidos, imágenes y sabores que intensamente colorean el lienzo de tus vivencias. A medida que tu obra se muestra bajo la amorosa mirada de tu ángel guía, tu alma reafirma la importancia que tuvo aprender el lenguaje sutil de la existencia, basado en las sincronicidades, las señales, las corazonadas y la intuición. Nada ocurrió por azar. Hasta lo más insignificante tuvo su real motivo. Lo aparentemente intrascendente está ahí para definir y realzar el profundo testimonio de lo vivido. Todo es perfecto. ¿Lo podés sentir? En los planos sutiles, las lecciones asimiladas crearon fibras luminosas que hilaron la bella túnica que ahora lucís. Cada hebra de conciencia se consolidó al transmutar tus lágrimas en comprensión. La trama elevó su lumbre cuando aprendiste a aceptar y cobró suavidad y pureza al dar las gracias abriendo tu corazón. Aunque dudes, vestís las ropas adecuadas para asistir al festejo, por eso recibiste la luz de este mensaje a modo de señal. Nos dirigimos al ansiado reencuentro donde confirmaremos que todos los caminos conducen al mismo espacio. Sabremos que aunque pasamos por distintos desafíos, nos nutrimos con la esencia amorosa de las mismas enseñanzas. Somos Uno. Puedo ver tu ardiente llama. La siento. Mantengámonos alentando con fe y entusiasmo, ya casi hemos llegado. Avancemos de la mano. Con coraje, vamos. Resta poco. Sólo unos breves pasos.
Vibrando vas Seguí iluminando, la luz del amor te guía. Preanunciando inminentes tiempos de gloria, este cálido mensaje acude para bendecir tu alma por tener la audacia de alumbrar. El fervor de tu perseverancia va transformando la Tierra en un palpitante corazón lleno de amor. Doy fe de que tu fiel trabajo no es en vano. Estás irradiando. Estás inspirando. Estás dando testimonio de una nueva humanidad. Con tu férrea actitud, repleta de vida, el entramado resplandece. Humano sos. Vibrando vas. No son simples letras las que están frente a tus ojos. Es una frecuencia nítida que arriba, desde muy lejos, para que vislumbres la intensidad de tu pulsar. El universo ya escucha el diáfano latido, consciente, que manifiesta el ansiado nacimiento de una era dorada. Cada armónico sonido se compone de la sutil integración de lo que diariamente originamos al servicio de la luz. Tu enérgico aporte es vital. Fortalece, anima y embellece lo emanado. No temas. Los contratiempos, los percances económicos y las dificultades personales intensifican el brillo de tu leal labor. Es clave persistir emitiendo mientras golpea el último gran coletazo de un ciclo oscuro, cruento y desalmado. Permanecé así, de pie. Alumbrando con fe. Puede que el árido escenario mundial te haga pensar que poco puede hacerse. Es sólo una ilusión. La luz del amor está presente. Te guía. Fluye en tu corazón. Es entendible que expreses cierta ansiedad, el camino recorrido fue duro. Internamente advertís que es hora de presenciar la magistral obra en escena. Sabés que tus hebras lumínicas contribuyeron a gestar una relumbrante trama, que sirve de contexto para que se manifieste el verdadero Humano. Un poco más de paciencia. Muy pronto apreciaremos la visión general de lo co-creado. Habrá dicha, plenitud y mucha paz. Llorarás de gozo. Puedo sentirte. Sos un apasionado Ser, muy especial, que vino a propagar amor y elevar el nivel de consciencia. Disfrutá de tu viva esencia sanadora, mientras transmuta lo que aún no está alineado con la Luz. Te abrazo y río. Vamos caminando, de la mano, con las lecciones aprendidas. Brindo por un día más, un paso más, un latido más. La Tierra te aclama por cuidarla, amarla y respetarla. El Sol te ilumina. Humano sos. Vibrando vas. Volá Tu luz es agua clara para quienes tienen sed de esperanza. Asfixiadas por la vorágine de la crisis y golpeadas por el temor, millones de almas miran el cielo en busca de una señal. Tenemos tarea. Estamos aquí para ayudar a despertar en la transición. Emprendé tu mágico vuelo sagrado. Inspirá confianza. Esparcí amor. Elevate en medio del caos, sobre la fuerte tormenta del desánimo, para que tu corazón refleje la vivificante luz del Sol. Que tus elegantes alas les recuerden que también son libres. Volá. Los tramos finales son febriles. Prueban tu potencial. Ahora, más que nunca, debe surgir la fuerza de tu corazón guerrero, pero esta vez sin dejar de lado la sutileza. La vibración del amor te anima a que reveles lo aprendido. Formamos parte de un inmortal flujo de incesantes transformaciones, donde el equilibrio es vital. Volar, en vez de cerrarse, maldecir y llorar, hace que el lamento deje lugar a que la compasión dirija tus acciones. Es en tu corazón donde rebrota la alegría de vivir. Abrilo. Reí. Bailá aunque todavía esté oscuro. Tu espíritu reconoce que este lúgubre escenario cambiará. Festejá por anticipado. Derramá todo tu encanto. Contagía optimismo. Tené presente que aceptaste venir a un ámbito deshumanizado para acelerar el cambio que le devuelva al hombre su dignidad. Tu esencia es cristalina. Sos luz palpitando en las tinieblas. Ayudar es tu forma de pulsar. Ascendé, así me elevo. Viajamos juntos. Somos eternos caminantes. No permitas que nos obliguen a olvidar que podemos co-crear entornos sanos y relucientes. Hoy te vuelvo a abrazar para ayudarte a despegar de la inconsciencia imperante, que intenta adormecerte para silenciar tu dulce voz. Sos guía. Alumbrá. La luz se mueve, de corazón a corazón, avivando la bella trama que comienza a manifestar un nuevo mundo. Sigamos irradiando. Todos deben recordar. Volar es avanzar pese al cansancio y las dudas. Es hacer lo que se siente, aunque te tilden de loco. Volar es honrar la vida. Es ser conscientes de la Unidad. Es amar sin condiciones. Volar es atreverse a Ser Humano. Es vibrar en la frecuencia del amor. Vamos, mi viejo amigo, almas hermanas ansían una señal. El Sol relumbra tras las negras nubes de la desesperanza. Es hora. Desplegá tus alas. Sé que podés hacerlo. Volá. Recordá Tu corazón está abierto y vibra en la luz del amor. Sentí cada palabra. Este mensaje es orientado por la divina fuerza de los seres que aún no ves, pero sabés que te sienten, te aman y te escuchan. Su luz recorrerá tu interior para aumentar tu confianza. Sos un reluciente espíritu que vehiculiza la frecuencia del amor. Vivís una experiencia humana que te permite evolucionar despertando corazones. Estás aquí para brillar y así anunciar que comenzó la era luminosa. Bella es tu tarea. Recordá. La vibración que emana cada una de estas líneas conmoverá tu corazón. Su energía tiene la gracia de hacer que tus ojos trasciendan la ilusión. Estás de paso. No lo olvides. Tu estadía en la Tierra es temporal. El verdadero desafío consiste, ahora, en no renunciar a la pureza de tu alma. Son pocos los pasos que restan, pero muy intensos y desgastantes. Confiá. Todo pasa. Retornaste para inspirar, transformar y liberar. No temas. Te auxilian. No sos el único al que le gustaría tener un libreto al cual ajustarse para evitar caer en el juego de las dudas y los miedos que propone la mente. Estás bien encaminado. No te preocupes. Pase lo que pase, conducí tu mirada hacia tu diáfano cielo interno. Tu corazón te habla. Escuchalo. No dejes que te aplaque la densidad de quienes optan por vivir en la esclavitud de la inconsciencia. Tu verdadera esencia es luz. Alentá. Tu servicio moviliza. Hay veces que sentís que tu firmeza tambalea ante la falta de certezas. Es ahí cuando más aflora la necesidad de contar con un guión que permita desterrar los cuestionamientos. No existen mapas que señalicen tu camino. Lo sabés. Los lineamientos no son físicos, laten en tu interior. Así fue acordado para desarrollar habilidades que potencien la magia de tu vuelo dorado. Persistí. Podés. Somos peregrinos. No hay cansancio capaz de marchitarte. No te preocupes por la magnitud del caos, es sólo transformación. El cambio es una realidad que todo tu Ser aplaude. Gracias por la luz de tu permanente entrega. Humanizar es una labor profunda, que requiere de una cristalina cuota de valentía y compasión. Tus acciones se sienten, no se cuantifican. Estás acompañado, pulsá bajo el fulgor del amor. Maestro sos, tu presencia ilumina. Te abrazan. Te honran. Este es tu momento. Recordá.
Propagá tu maestría Las estrellas te recuerdan que sos luz. Armonizado con la relumbrante frecuencia dorada que está llegando a la Tierra, la luz de este cálido mensaje hará vibrar tu corazón, llevándote fuera de los límites terrestres. Estas nítidas palabras fueron diseñadas para que sientas y vueles más allá de la razón. Confiá. Tu espíritu fluye en la dimensión del amor, que ilumina y purifica la materia. Tus firmes pasos liberan, hacen historia. Aunque cueste, no te detengas. Irradiá. Propagá tu maestría. A medida que tus ojos perciben estas letras, una enérgica vibración abraza tu cuerpo y te transporta muy lejos, hacia el centro mismo de la galaxia. Todo esto que vivenciás forma parte de tu naturaleza cósmica. Por tu sangre corre la ancestral memoria de estos cuerpos celestiales que iluminan sin cesar. Sos hijo de las estrellas, mensajero sin tiempo. Viniste para impregnar energías puras en las dimensiones densas. Recordá. Tu labor es dar a luz. Mientras el caos agita y moviliza con fuerza, ayudando a transformar, tu corazón es un portal sagrado que da ingreso a este reluciente flujo sutil que proviene desde la Fuente. Pronto este manantial cristalino regará los áridos caminos por donde fuiste sembrando consciencia, y verás brillar la paz de tu Sol interno en toda su magnitud. Esa será la señal, inconfundible, que coronará tu magnífica tarea de servir en medio de tan ruda adversidad. El centelleante resplandor que ahora nutre tu aura, estimula y fortalece tus fibras más profundas. Les infunde el brío necesario para continuar caminando por las zonas oscuras, anunciando el fin de la deshumanización. Cada paso es un segundo menos de espera, que acorta el desembarco pleno de una era majestuosa. Animo. Que el polvo del olvido no tape tu diáfana mirada. Vamos juntos. Marchamos, con valentía, bajo el manto del amor. Tu hábil mente se empeñará en remarcar que físicamente no viajaste a ningún lado. No te preocupes, está en lo cierto. Tu vuelo fue en espíritu. Fuiste guiado a recordar tu bella esencia pristina, para que mantengas vivo el fulgurante sentido de tu intenso peregrinar. Hoy reirás y alumbrarás aún más fuerte, pues tus células rememoraron para qué vinimos. Trascendé tus temores. Avanzá. Tu llama eleva, humaniza. Sos luz. Propagá tu maestría. Vine a reflejar tu luz Las flores en tu camino dan testimonio del amor con que diste cada paso. Este mensaje tiene una bella misión. Fue concebido con el don de abrazar tu corazón, infundiéndole confianza. Sus letras son sonidos que recorren tus sentidos y les anuncian el retorno de la magia. Hoy ingresaremos a una flor, que de manera sencilla y pura se abrirá para mostrarte que el amor está llegando de maneras muy sutiles. Vas a recordar. Te vas a emocionar. Tus alas volverán a energizarse. Aquí estoy. Vine a reflejar tu luz. Cada vez que tus ojos surcan el cielo en busca de una señal, un ángel es encomendado a que vivencies cuánto se te ama. Puede que no lo veas, pero lo podés sentir. Su radiante halo emite la frecuencia que ahora te contiene en la vibración armónica de estas suaves palabras. Ellas te guían hacia el centro de esta flor, que emergió a la vera de tu camino gracias a la clara luz de tu corazón, que se cristalizó en los pasos de tu ferviente entrega. Esta profunda paz no te es ajena. Respirala. Disfrutala. Permití que todo tu Ser se relaje al percibir la cálida bienvenida que se te ofrenda en honor al brillante amor que infundís con tu servicio humanitario. ¿Ves cómo en sus delicados pétalos se traslucen las gotas de conciencia que nutrieron sus raíces? Mirá desde tu inocencia. Sentí con el alma. No hay división entre la flor y vos. Es la misma esencia divina palpitando en otras formas. Su fragancia es dulce y refrescante, al igual que tus expresiones. Sus colores vibran, al igual que todas tus acciones. Ella se abre cada día, al igual que tu sabio corazón, con la mirada puesta en el Sol para embellecer su entorno sin esperar nada a cambio. Así es tu interior, pulcro y reluciente. Cuando mires hacia atrás y veas tu rastro florecido, sabrás que valió la pena caminar. El ángel ríe. Unge tu frente con la savia del amor y se retira. La hermosa flor que has visitado está enraizada en la claridad de tus huellas, por eso esta diáfana energía te resultó tan cercana. Nada de lo que hacés es en vano. Ni siquiera un simple paso. Por eso te aliento a que sigas y sigas andando, pues así vas propagando las semillas del cambio que humanizan la Tierra. Una vez más te celebro, me inclino y te agradezco. Caminamos por la misma senda. Soy un peregrino. Vine a reflejar tu luz.
Fuimos convocados a religar Ayudemos a que florezcan más y más corazones. Respondiendo a tu sutil llamado, estas sentidas palabras acuden por amor a fortalecer tu seguridad en las decisiones tomadas. Cada letra es una delicada gota de energía pristina que derramará su gracia divina al entrar en contacto con tu alma, de modo que el brillo de tus ojos siga anunciando que podemos ser más humanos. Al verte pasar, una majestuosa mariposa azul abre sus alas, te invita a continuar volando. Fuimos convocados a religar. Las infinitas huellas en tu claro sendero revelan que el intenso proceso de ascensión te humanizó. Sus delineados contornos denotan el equilibrio alcanzado. Muy lejos quedó en el recuerdo el coraje necesario para dar el primer paso que te transformó, haciéndote salir del reino de tu mente para ingresar a tu corazón. Cada lágrima sincera perforó tu coraza interna, así tu espíritu afloró y manifestó, con firmeza, su ancestral sabiduría compasiva. Ahora sentís. Emitís paz interior. Las vivencias te hicieron saber que descendiendo se trasciende el apego a la cima, y que no hacía falta correr en busca de claridad, porque la luz brota dentro. ¿Recordás? Saltar te hizo consciente de tus alas. Volar abrió tu mágico mundo interior. Mirándote en el fiel espejo de quienes supusiste enemigos viste reflejadas tus partes más oscura. Aprendiste. Internalizaste que al ser Uno, si cambiás todo cambia. Necesito agradecerte. Fui testigo de tu transmutación, que también fue la mía al entender que no hay divisiones. Me ayudaste a levantar. Me alentaste a seguir. A tu lado supe que creer es crear y que lo externo estaba ahí para evolucionar, dándonos la gran oportunidad de plasmar nuestra esencia en el plano de la materia. Caminamos un extenso trecho y hoy quiero volver a decirte gracias. Mi corazón se siente bendecido por tu lumínica presencia. Hay una trama invisible a la mente, pero sensible al corazón, que con sus destellos afirma que cada paso estuvo bien dado. Con nuestras decisiones conscientes crecimos en la Unidad. Estamos aprendiendo. Fluimos en el amor de una frecuencia dorada que nos sabe indivisibles. Soy tu reflejo. Sos mi espejo. Vamos, la bella mariposa nos espera. Volemos alto, aprovechemos el fuerte viento transformador del caos. Fuimos convocados a religar. Comencemos a celebrar Alumbrá con pasión para que se iluminen más corazones. Estas son palabras simples, palabras puras, palabras llenas de amor, que viajan cantando y hermanando corazón con corazón. Su reluciente melodía evoca la excelsa belleza de un mundo sin fronteras, donde la paz es la bandera que nutre la vida como los rayos del Sol. Por gracia de un ángel, este mensaje besará tu espíritu con el celestial recuerdo de vibrar en Unidad. Juntemos las manos. Iluminemos el mundo. Comencemos a celebrar. Los armónicos sonidos, que expanden estas letras, acuden para auxiliarnos a rememorar nuestro antiguo compromiso álmico de danzar en la oscuridad, iluminando el caos que a todos despertará. Tus células se electrizan, confirman que vinimos para alumbrar este singular momento planetario, de modo que la gran crisis se contemple como el instante sagrado para realinearnos, reencontrarnos y así volver a disfrutar de sabernos religados. Conscientes de la diáfana frecuencia que eleva a la Tierra, hoy volvemos a reunirnos, volvemos a sentirnos, volvemos a festejar. Unamos nuestras manos para potenciar la llama que hará de este obstáculo otro escalón dorado en el camino de ascensión, tras derretir las sólidas corazas que sustentan la ilusión de que estamos separados. Somos familia. Somos hermanos. Aquí estamos, dispuestos a honrar nuestro acuerdo de brillar. No existen las distancias ni tampoco las barreas cuando nos expresamos desde la luz interior, por eso ahora nos vamos entrelazando a partir del corazón, sincronizando las mejores intenciones para que refulja la trama donde el Ser Humano florece. Hagamos ya lo acordado. Celebremos la vida. Celebremos el cambio. Celebremos el resurgir de una humanidad más evolucionada, inteligente y libre, que dance, sienta y vibre en Unidad. Nunca olvides que sonrío en tu bella sonrisa y bailás en mi interior, pues nos une un flujo cristalino que impregna todo con amor. Expresamos la mágica esencia pristina en infinitas formas divinas. Somos las gotas que reflejan los vivos colores de un asombroso arco iris que comienza a revelarse, emanando paz y felicidad. ¿Oís la melodía? Suena la danza del reencuentro. Dame tu mano, iluminemos el mundo. Comencemos a celebrar. JULIO ANDRÉS PAGANO www.proyecto-despertar.com.ar |
Gracias Julio, es maravilloso sentir cada palabra tuya que nace del corazón de la Creación, eres un canal de Luz inmensa, gracias de nuevo por la labor infinita que haces tus enseñanzas quedaran en cada uno para recordarnos siempre de donde venimos y cual es nuestra misión en este encuentro temporal. Abrazo en Luz
Gracias , te he encontrado justo cuando lo necesitaba .La sincronicidad ha vuelto a mi vida espero no perderme de nuevo
Deseo abrir mi corazon y sentir
Andrés que hermoso es poder haber despertado hoy con la lectura de tu hermoso mensaje. Me dejaste en el corazón con esta lectura, una huella más para que continúe con el trabajo iniciado anteriormente, pero esta vez sin detenerme. Mil gracias. Que las bendiciones sigan llegando a tu corazón y el despertar para todos sigan siendo tu guía.
Gracias, gracias, gracias!!!! por ta hermoso mensaje esperanzador. No me estoy sintiendo bien,ya que mi mamá tiene una enfermedad grave, y me apena mucho verla sufrir,
Bendiciones y abrazos de luz !!!!
! Sencillamente ,humano.! Gracias
Eres un ser maravilloso,todo lo que escribes y dices llena mi alma y mi corazón de inmenso amor amado amigo
HOY DESCUBRO QUE LAS RESPUESTAS ESTAN DENTRO DE MI.
GRACIAS SIEMPRE JULIO!!!!
ABRAZOS EN LA CALIDA LUZ CRISTICA.
Gracias Andres por tu mensaje, lo recibí con el corazón. Te envío mi luz y mi amor.y mi corazón seguira adelante quebrando oscuridad. Otra vez un abrazo luminoso. Silvia