Pidiendo confirmación por Jordi Morella

Rosa (Editora)

El Maestro Jesus meditando

Con los años he ido abriendo las puertas de mi esencia, adentrándome en ella y dándome cuenta del verdadero ser que soy.

Con los años he ido subiendo los escalones de la Ascensión, sintiendo el verdadero amor del cual todos procedemos.

He conectado con el mundo espiritual; me he relacionado con él y con los seres que nos rodean de otras dimensiones.

Durante años he ido aplicando todo lo que leía sobre autoayuda o espiritualidad. Cada letra leída me aportaba una dosis de integridad y coraje para abrir mi corazón y así sentir su guía y orientación. Con el tiempo de mi aprendizaje también tuve la oportunidad de conocer a aquellos del mundo de la Luz que me acompañaban allí donde yo me encontrase. Me han hablado y me han transmitido la sabiduría que se encuentra en nuestro ADN. Profundicé en mi interior, y cuanto más lo hacía, más me encontraba con Seres Superiores de las Altas Esferas del Amor. Maestros conocidos como Ascendidos, Arcángeles, Ángeles y otras entidades del mundo espiritual conectados a la Conciencia y unidos al Amor de más alta vibración me abrieron sus brazos para recibirme y ayudarme en mi Plan Divino.

Conocí a los que fueron en su momento mis guías. Se presentaron uno a uno y me comunicaron el por qué de su presencia en mi vida. Me hablaron de mi papel en esta vida y lo que había venido a hacer. Me aconsejaron siempre que los llamé, y en el acto como se dice, se presentaron y yo los sentía en mi corazón y mi piel reaccionaba con sus presencias. Llegué a integrar ciertos síntomas físicos con sus presencias.

Pasando el tiempo llegué a ser Uno con Ellos y regresar al Hogar con mis hermanos de la Luz siempre que tenía necesidad de estar con Ellos. Nunca me han impuesto nada, ni me han obligado a hacer algo que yo no quisiera. En ninguna ocasión me han obligado a tomar decisiones según ellos querían. ¡No, nunca! Su Amor es tan grande y puro que respetan todas mis decisiones y dejan que yo cree mi vida. Me respetan y están allí donde estoy, porque juntos acordamos trabajar para poder materializar la Voluntad Divina en este planeta de nombre Tierra.

Somos Uno, y la unicidad existente exalza la majestuosidad de la Fuente Creadora de Vida, de Dios. Cada uno de nosotros es parte del Todo, siendo seres completos, multidimensionales y plenamente amorosos, aunque el término “amor” en la dimensión donde nos encontramos no está bien interpretado y entendido. De donde procedemos, la plenitud y el bienestar es absoluto, y el estado que nos sentimos cuando nos encontramos en el Hogar, para que se tenga una referencia, es de “SER ABSOLUTO Y UNO CON EL TODO. AMOR. SOLO AMOR DIVINO”.

Aprendí de todo lo que leí y comprobé su contenido en mi vida, dándome cuenta que no todo lo que se publicaba, y publica todavía, está en acorde a los nuevos tiempos, siendo obsoleto teniendo presente los cambios producidos en el ser que somos, habiendo despertado nuestra conciencia y abierto las puertas de nuestras inquietudes espirituales.

Mi corazón me hablaba alto sobre lo leído y experimentado. Mis hermanos de la Luz me hacían sentir la Verdad de lo publicado. Aprendí en el silencio y la soledad de estar conmigo mismo.

Llegué a darme cuenta que ya no necesitaba leer más libros, al menos los publicados hasta aquel presente de mi toma de conciencia. Hace años que he dejado de tener un libro en mis manos para conocer más los secretos ocultos de la vida, porque estos secretos se encuentran en mi interior. Aprendí a seleccionar lo que era importante y lo que no. Todo lo que necesitaba saber me era rebelado.

La sabiduría se obtiene no por tener más conocimiento, sino en aplicar este conocimiento en ti mismo. El verdadero conocimiento no proviene esencialmente de lo escrito, sino de lo sentido a través del silencio y la quietud.

Todo esto se me fue dado hasta el punto de dejar que la verdadera esencia que había en mi pudiera ser manifestada. Llegar a este punto requiere un alto grado de evolución, humildad y entrega de tu alma y tu vida al Creador de Todo lo creado, a la Energía Amorosa del Universo para que tu ser pueda sintonizarse con él y vibrar una octava superior, y convertirme en el ser que ahora soy. Desde el Amor podremos servir a la humanidad. Será entonces, cuando nuestra divinidad tome el papel que le corresponda y Dios se manifieste aquí a la Tierra a través de ti.

He aprendido a callar, a escuchar y sentir compasión sin juzgar ni criticar. Mi humana divinidad, a veces, también requiere conformidad por parte del Hogar y del Padre/Madre del cual procedo. En algún momento siento la sensación de tener claro algún aspecto de mi proceso del presente, y mi impulso me lleva a ir al Hogar, conectando con mi naturaleza espiritual. Allí encuentro la paz y el sosiego para darme cuenta que lo que busco ya lo sé, sintiendo la respuesta en mi interior, y en algún que otro momento, a través de una visión.

No estoy solo, ni vosotros que estáis leyendo estas palabras. Vivimos en la densidad de una biología y esto nos limita debido a un pasado impregnado en nuestras primeras capas del ADN.

Con el tiempo aprendí a liberarme y sanar mi pasado, lo que algunos conocen como karma. Yo Soy libre para crear y vivir según lo que he venido a hacer. Yo Soy Uno con el Universo. Yo Soy Amor.

Todo lo que necesito se encuentra en mi interior, y puedo deciros que lo importante en vuestra vida no se encuentra fuera, sino dentro de vosotros. Lo que es verdaderamente importante no es visible con los ojos físicos. Eres un ser perfecto y completo. Recuérdalo. Todo lo que necesitas se encuentra dentro de ti. Esta plenitud te permite ser un hacedor de milagros, sanación, atrayendo en tu vida según tu voluntad.

Todo y así, en algún momento, necesito retirarme en un lugar tranquilo y sintonizarme con la naturaleza y mi ser. Entonces se produce el éxtasi de la Unión de la Família Espiritual. La Família se reúne. Vuelvo al Hogar para sentir quien soy y reafirmar mi esencia en esta dimensión donde me encuentro.

Si supieras que eres el Cielo aquí en la Tierra y nada debes de temer porque estás siendo protegido, velado, amado y aconsejado, ¿seguro que te preocuparías? ¿Seguro que llevarías la vida que llevas? Si supieses que todo te será dado, ¿te preocuparías y crearías tensión en tu vida para esforzarte y luchar pensando que si no lo haces tú nadie te lo va a dar? ¿Seguro que actuarías así?

Hermano/a, ¿a qué esperas, pues?

Abre tu corazón y aleja de ti toda forma, porque lo esencial en tu vida no lo vas a encontrar en ella, sino en ti.

¿Acaso no te acuerdas que tú eres Amor, amado Dios en la forma?

http://jordimorella.blogspot.com

4 comentarios

  1. Jordi,
    que bonitas palabras, me identifico mucho con lo que dices y me hace sentir en paz. Confío y se que voy en el camino…..
    Me gustaría poder contactar con mi divinidad; experimentarla, para así poder «reconfirmarme» y dejar las incertidumbres que llegan a agobiar mi mente.

    Se que todo llega en su momento, y por eso estoy abierto a seguir fluyendo en amor y en armonía con la vida……………..

    Un abrazote!!

    GRACIAS!!!

    Michel

  2. Gracias por vuestras palabras. Vosotros dais sentido a mi presencia. Gracias por ser. Veo como la voz que siento en mi corazón siempre me mantiene en el camino adecuado para unirme a vosotros. Gracias.
    Que el Amor y la Paz sean en vuestro interior. Un abrazo.

  3. QUERIDO JORDI: tUS PUBLICACIONES SIEMPRE LAS RESPESTAS A MIS INQUIETUDES ESPIRITUALES Y SIEMPRE QUE PIDO A MIS GUIAS SABER ALGO ,TE ENCUENTRO A TI . GRACIAS INFINITAS Y QUE SIGAS ALIMENTANDO NUESTRA ALMA CON TU REFINADO CONOCIMIENTO.

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