Revelación de la secuencia cinematográfica del Juicio Final

En Libro de la Revelación, el apóstol San Juan anotó su famosa descripción del llamado Día del Juicio Final, donde todo el karma del mundo sería finalmente redimido y todo el sufrimiento humano llegaría a su fin. Revelación es el proceso que realiza el ojo del alma a través de la mente para establecer contacto con la mónada. En el proceso de revelado se hace uso de la luz primaria de los rayos de aspecto -amarillo, azul y rosa-, que originan los rayos de atributo -verde, naranja y violeta-.

Los rayos son las siete emanaciones de los “siete Espíritus ante el trono de Dios” que proceden del nivel monádico de percepción, que es el segundo plano etérico cósmico. Éstos son los “siete espíritus de Dios”, “como lámparas encendidas delante del trono” que el profeta vio en los símbolos de la visión.  Este registro representa la confusión de dos presentaciones, una referente a la sede del universo y la otra, a la capital del sistema.

Los asientos de los veinticuatro ancianos de la Hermandad Blanca están la sede de nuestro sistema local de mundos habitados. Pero en cuanto a la sede del Universo local, Juan escribió: “Y del trono salían relámpagos y truenos y voces” haciendo referencia a las transmisiones del universo a los sistemas locales. También visualizó a las criaturas de control direccional del universo local, las brújulas vivientes del mundo sede. Las cuatro criaturas de orientación, quienes operan sobre las corrientes del universo, mantienen el control direccional en Nebadón y están asistidas capazmente por el primer espíritu de mente, el ayudante de intuición, el espíritu de “rápido entendimiento”. Los cuatro puntos de la brújula son universales e inherentes a la vida del Universo Local son:

Oriente-Occidente-Norte- Sur

Tauro-Escorpio-Acuario-Leo

Callar-Amar-Saber-Osar.

A pesar de los siglos de confusión en que nos han mantenido las religiones, la revelación de San Juan contiene algunos de los secretos iniciáticos mayores jamás escritos. Una de esas enseñanzas secretas se conoce con el nombre de los Siete Sellos Sagrados. De un modo alegórico, san Juan describe el proceso o secuencia de apertura de cada uno de esos siete sellos por un ángel y el consiguiente desarrollo de los siete estados apocalípticos.

Cuando se abra el último sello, el demonio será conquistado definitivamente y la humanidad ascenderá a un plano superior. Por demonio ha de entenderse la luz del semblante de Dios que revela lo indeseable y ha de ser rechazado y modificado, transformando así la vida por la luz que fluye de la Divina Presencia.

La secuencia de activación describe una serie de tres saltos de consciencia que se despliegan como arco argumental cuando se activa el propósito superior en el ADN. Estos tres actos reciben el nombre de Desafío, Logro y Estabilidad y se definen a partir de la posición del sol en el momento del nacimiento. Cuatro claves genéticas específicas forman el campo vibratorio de la genialidad que cataliza un período intenso de transformación en la vida.

Los vértices de la cruz fija en los cielos describen el viaje mítico que son la esencia de la vida: la Función Vital, la Evolución, el Resplandor y el Propósito. La Función Vital y la Evolución describen lo que hemos venido a manifestar aquí a nivel externo y que se conoce como Misión, mientras que el Resplandor y el Propósito describen las recompensas internas más ocultas que van llegando conforme se acepta completamente lo anterior. Se le conoce como Visión.

Se puede ver cómo el recorrido de avance o descubrimiento atraviesa la esfera de conciencia social y es cuando se produce la herida.  La herida misma está ligada directamente a los tres cuerpos de la personalidad: el físico, el emocional y el mental. A través de una comprensión mental clara y de un proceso emocional suave de auto perdón, los modelos que causan a los seres humanos tanto dolor se convierten en guías hacia la liberación a través de los tres cuerpos superiores. Se trata de un proceso de evolución combinado con un proceso de involución, donde las más altas frecuencias de nuestro ADN se activan gracias al toque de la Misericordia.

La Represión

La naturaleza represiva se manifiesta en forma de queja. La Represión es la herida primaria de la humanidad, ya que se refiere justo al almacenaje del karma en el ADN físico. Gracias a las capas y capas de karma que se amontonan en el ADN, los cuerpos sutiles superiores se han oscurecido en detrimento del despertar. El karma es una profunda tensión física que se expresa como miedo y que habita cada célula del cuerpo. El karma solamente podrá ser transmutado a través del poder de la Gracia.

La Negación

Negación es la expresión externa del miedo en forma de rabia y agresividad. Si la herida básica es la Negación, entonces se es incapaz de ver o de tomar responsabilidad por el propio comportamiento. Cuanto más se intente mostrar tal negación, más poderosa se volverá. Se Pueden ver diversas expresiones de esta herida en la humanidad en casos de fundamentalismo, violencia o sexualidad.

La Vergüenza

La vergüenza emerge como un sentimiento agudo de falta de merecimiento. El mundo de la jerarquía y de la competitividad está basado en este sentimiento profundo de vergüenza. Cuando el Poder del Amor Universal vaya descendiendo sobre la humanidad, la urgencia por escapar de nuestra propia vergüenza a través de vías como el egoísmo o la avaricia dará paso a sentimientos de alegría y de amor por uno mismo.

El Rechazo

El rechazo es la herida que mantiene a los humanos incapaces de abrir sus corazones completamente los unos a los otros. Una vez que los seres humanos superan el miedo al rechazo externo, se convierten en puros agentes de la Gracia por medio de su amigabilidad, apertura de corazón y honestidad. La reacción es la respuesta instintiva a un estímulo interno, el combustible que lo alimenta es el temor al rechazo.

La Culpa

La naturaleza reactiva externaliza las quejas en algo o en alguien, toda culpabilización es una expresión de rabia proyectada hacia afuera y, por lo tanto, impura.

El sentimiento de culpa nos hace ver como inmerecedores, malvados, crueles y llenos de remordimientos, de reproches y de odio contra sí mismos. La culpa es el resultado de reprimir tanto tiempo el enojo, que se vuelve en contra propia.  La culpa es un tipo de deuda kármica que existe entre una persona y otra, o entre una raza y otra.

El Aislamiento

Como las realidades superiores de nuestra naturaleza permanecen ocultas para la mayoría de nosotros, nos sentimos lejos de la Divinidad la mayor parte de nuestras vidas. Gracias a esta sensación de separación tan intensa, estamos siempre buscando en el mundo exterior nuestras satisfacciones. Curiosamente, en esa misma búsqueda nos perdemos la oportunidad de experimentar nuestra propia naturaleza, que se encuentra alojada en las profundidades de nuestro sufrimiento.

La vacuidad

Un estado de entropía es similar a un estado de vacío. El sistema se está recargando, así que la energía existente se retira en una especie de éxtasis. Los sentimientos resultantes o la falta de sentimientos y/o el entusiasmo conforman un ambiente delicado para que algo bastante especial pueda suceder. Ese algo es el proceso creativo y el secreto para aprovechar la creatividad se encuentra en ese vacío.

La Secuencia de atracción es un camino de valiente apertura emocional en nuestras relaciones. Es un viaje que expande el corazón gracias a una correcta sintonización del campo atracción y a la paulatina liberación de los patrones defensivos. Al catalizar una suave cascada emocional del destino, la Secuencia de atracción ayuda a soltar el dolor de la separación e invita a dominar el arte de amar venciendo el desamor.

Seis patrones se encuentran bajo una única secuencia en el ADN. Una vez que se tiene acceso a la propia secuencia, se puede comprender el guion básico del proceso vital en lo que respecta a las relaciones humanas, así como el arco argumental que representa el propio destino.

Esos momentos internos de darse cuenta son los saltos de consciencia conocidos como Arbitrio, Destino, Inteligencia, Amor y Darse Cuenta. Cada uno de estos episodios contiene retos emocionales concretos que, una vez aceptados, sacan a la luz la expresión natural de la esencia nuclear.

La primera enseñanza de la secuencia de atracción nos confronta con otro ser humano con el que entramos en relación, para que podamos tomar la responsabilidad por nuestros propios sentimientos en vez de proyectarlos sobre él. Esta habilidad es la propia esencia del Don de la Misericordia, que está preparando a la humanidad para hacer un gran salto hacia la Libertad. El hecho de sentirse dañado o lesionado es conocido asimismo como sentirse “mal”. La gente se siente herida cuando siente que ha perdido algo. Cada uno de los sellos va sanando una de esas heridas.

La Voluntad divina

El Primer Sello se abre con el Poder de la Voluntad Divina, que sana a los seres humanos de la represión. El Poder de la Voluntad Divina, la única fuerza suficientemente poderosa capaz de transformar todas las capas de tensión.

Voluntad Divina significa, en realidad, relajación total, así que cuando este sello se abra paso a través de la humanidad, el cuerpo físico descansará finalmente en total relajación. Mientras se vaya relajando progresivamente en estados cada vez más intensos, los cuerpos superiores comenzarán a expresarse por completo, hasta que al final tu cuerpo no sea otra cosa que un instrumento completamente sosegado en manos de la Voluntad Divina. Este sello, al estar relacionado con la liberación de la tensión central del cuerpo físico, significaría, a un nivel colectivo, la erradicación de la enfermedad de nuestro planeta.

La Omnisciencia

El Segundo Sello se abre con el Poder de la Omnisciencia, y su marca es la herida de la negación.

La única fuerza capaz de romper con la negación es la Omnisciencia, aquello que sucede, a veces solo por unas décimas de segundo, cuando tu visión se abre y tus cuerpos más elevados, miran literalmente a través de tus cuerpos astral y mental. Esta noción de «ser autoobservado por» se recibe como un shock en el vehículo humano, que, normalmente, experimenta un renacimiento completo y permanente después de un evento de este tipo. Una vez que has podido ver tu negación, ya no será negación nunca más. Gracias a la apertura del segundo sello suceden las conversiones repentinas o comienzan a escucharse las llamadas de lo más alto. A nivel colectivo, este sello traerá una gran sanación a la sexualidad humana y, también, la extinción de la violencia.

El Amor universal

El Tercer Sello se abre a través del Poder del Amor Universal. Este es una de las formas más invasivas de la Gracia Divina, y, conforme se vaya afincando entre los seres humanos, pondrá en marcha una gran oleada de liberación. Esta oleada se irá contagiando de persona a persona, como si se tratase de una forma vírica positiva. Sana la herida humana de la vergüenza.

El amor por uno mismo el que nos conduce al altruismo y a la filantropía, en vez de a la competición. La vergüenza está obsesionada por esconder, mientras que el Amor Universal lo que hace es mostrar, te escondas donde te escondas, que el amor también está allí. A través de la apertura de ese tercer sello se comienza a gozar de la vida por lo que es, en vez de estar siempre imaginando algún tiempo futuro en el que alcanzar el ideal. Cuando la humanidad experimente esta apertura, se dará un salto cuántico en lo que se refiere al uso del dinero, y será el fin de la avaricia humana.

La Epifanía

El Cuarto Sello se abre con el Poder de la Epifanía, y lo simboliza el descendimiento de la paloma de la Paz. La Epifanía sana la herida del rechazo. La Epifanía es, en realidad, una experiencia increíble en la que los tres cuerpos superiores (simbolizados por regalos de los tres Reyes Magos en la Epifanía cristiana) estallan en el interior del cuerpo utilizando los tres cuerpos inferiores, lo que provoca una apertura del corazón desde el interior.

Conforme se abra este sello, la mayoría de las barreras levantadas por los humanos comenzarán a caer: las barreras políticas, los países, las fronteras, los ejércitos y todos aquellos aspectos que se hayan creado para protegernos y defendernos los unos de los otros. A nivel individual, el Cuarto Sello abre el potencial para llevar una vida romántica en la que no tienes nada que esconder ante los demás y en la que puedes ofrecer tu corazón abierto por delante. A nivel colectivo, este sello abre el corazón de la humanidad y lo manifiesta en forma de amabilidad. Este Poder traerá con él el final de la pobreza en el mundo.

El Perdón

El Quinto Sello se abre a través del Poder del Perdón. Es uno de los grandes Poderes, del mismo nivel que el Poder de la Gracia, y, como aquel, tiene un propósito especial: trabajar hacia atrás en el tiempo, a través del ADN colectivo de la humanidad, liberando los muchos bloqueos kármicos que plagan todos los diferentes linajes genéticos.

El Quinto Sello está especialmente enfocado en sanar los patrones inconscientes de culpa sobre los que se ha construido el karma. Conforme el poder del perdón se vaya abriendo camino en el genoma humano, la mayoría de las maldiciones ancestrales serán finalmente conjuradas. Este sello, en particular, tiene la capacidad de crear paz en el mundo, dado que actúa sobre individuos y naciones que se perdonan los unos a los otros las deudas que habían contraído. La Gracia que llega de la mano del perdón goza de un poder sin precedentes y trae consigo el sentido de la verdadera justicia de regreso a la humanidad. El perdón es una manifestación del quinto cuerpo, el cuerpo búdico, que quema el karma de nuestro ADN. A nivel colectivo, la liberación de todo este karma del mundo traerá como consecuencia el final de las contiendas.

La Verdad.

Al tratarse del estadio final de la secuencia (el séptimo es la gloria del arrebol), el Sexto Sello hace entrega de la copa de la gracia mientras que sana la herida primordial de la humanidad, la separación.

La apertura del Sexto Sello se hace posible gracias al Poder de la Verdad. La Verdad es algo con lo que nos integramos en la Unidad, no es algo que encontremos afuera. A través de la apertura de este sello, cada individuo podrá conocer su verdadera naturaleza como un aspecto o fractal de una vasta consciencia. La Verdad absoluta es un fenómeno colectivo que un día podrá incorporarse por completo a la humanidad, y eso será cuando la humanidad entera se reconozca espontáneamente a sí misma como un organismo único y divino. Solo entonces, en ese maravilloso momento, toda la búsqueda y los esfuerzos humanos llegarán a su fin. Y este Poder, a través de la realización y la encarnación expansiva, conseguirá finalmente traer un final aplastante a la mayor de las maldiciones humanas: la indiferencia.

La Gracia

El Séptimo Sello incluye siete ángeles y siete trompetas que tocarán en el Juicio Final de la humanidad. El Séptimo Sello es el espíritu de la Gracia, y ésta desciende sólo después de una grandísima transformación. Es como el arcoíris que aparece tras una gran tormenta, trayendo consigo una Transfiguración completa. A nivel individual, los Siete Sellos representan la total asimilación de las primeras seis capas del aura humana en el cuerpo intencional, la esencia primordial. En ese nivel se incluye el flujo de las revelaciones y las altas frecuencias de la Mónada.

En el Libro de la Revelación, la apertura del Séptimo Sello viene acompañada de capas y capas de ricas imágenes reveladoras.

La secuencia del servicio permite abrir nuestra consciencia mental y empujarla a operar en un plano superior. Definida sobre las posiciones de Marte, Júpiter y el Sol en el momento del nacimiento, se define un recorrido contemplativo para abrir la mente a la visión de un universo trascendente. Las claves genéticas específicas de este salto cuántico tienen una relevancia directa sobre la capacidad de ser eficaz y próspero en la vida. El otro gran secreto es el poder de la filantropía como visión del mundo. La esencia medular del ADN se revela como la verdadera Vocación interna.

Las cuatro etapas de la secuencia del servicio llevan por nombre Vocación, Cultura, Marca y Joya. Describen un proceso de reorientación y sincronicidad que nos pone en contacto con esas personas, culturas, lugares y dimensiones que son necesarias para que podamos cumplir con un destino superior.

Las tres etapas finales, Iniciativa, Crecimiento y Servicio favorecen un salto cuántico dentro del ser. En esta etapa todo el viaje del Camino Iluminado se ha integrado, conforme nos vamos experimentando a sí mismos como una faceta vibrante y única dentro de la geometría entrelazada de la totalidad.  La secuencia del servicio es un soporte para encontrar la forma de servicio más elevada posible que podamos ofrecer al mundo, a través de sus dones y poderes inherentes, comenzando a ser tejedores en la luz.

El Séptimo Sello incluye siete ángeles y siete trompetas que tocarán en el Juicio Final de la humanidad.

Primera. Dios ES. El Señor permanece eternamente firme. Sólo existe el Ser. Y nada más.

Segunda. El Tiempo ES. El Ser desciende para manifestarse. La Creación ES. El tiempo y la forma concuerdan. El Ser y el tiempo no concuerdan.

Tercera. La Unidad ES, El Uno que se halla intermedio surge y conoce al tiempo y a Dios. Pero el tiempo destruye a ese Uno intermedio y sólo el Ser ES.

Cuarta. El Espacio ES. Tiempo y espacio reverberan y velan al Uno que está detrás. El Puro Ser ES, desconocido y temerario, incólume y eternamente inmutable.

Quinta. Dios ES. Desaparecen y, sin embargo, permanecen eternamente, tiempo, espacio, el Uno intermedio. Entonces la razón pura es suficiente.

Sexta. El Ser exclama y dice: todo se ha consumado. La muerte desmorona todo. Desaparece la existencia; sin embargo, todo permanece incólume e inmutable. Dios ES.

Séptima. El Ser elige uno de los siete senderos cósmicos.

Este es el significado del sonido de las siete trompetas, que representa los siete niveles de frecuencia del aura humana. A nivel colectivo, la apertura del Séptimo Sello se refiere al advenimiento de los últimos momentos de esta etapa de la humanidad y el retorno de la raza humana a su estado Edénico original. Esta es la gran orquesta de trompetas que anuncian la redención de todos los seres.

Los centros son los puntos focales, transmisores y agentes para las siete energías de rayo. La joya es el cristal de vida por medio del cual la Mónada se ancla en el plano físico y por lo tanto el principio vida de todos los vehículos transitorios. Este cristal de vida contiene en sí todas las posibilidades, potencialidades, experiencias y actividades vibratorias. La joya es aquello que los tres aspectos defienden y los siete principios protegen. Existen siete de estas joyas que expresan la naturaleza séptuple de la conciencia, y son llevados cada una a la expresión vital.

La lucha que se libra para adquirir esa joya ocurre entre la personalidad y el alma y ocurre durante las cinco iniciaciones, a la vez que hay una lucha entre los éteres cósmicos y los éteres físicos. Los centros son los puntos focales, transmisores y agentes para las siete energías de rayo.

Los 144000 hacen referencia al número de almas redimidas. Cuando dicho número de miembros del cuarto reino de la naturaleza hayan pasado por el proceso de la iniciación, entonces el quinto reino se manifestará exotéricamente. Somos la quinta raza, la acuariana, la humanidad visionaria.

Cuando el ser humano haya descubierto la forma de extraer y utilizar la electricidad positiva combinada con la electricidad planetaria negativa, se producirá una situación muy peligrosa, constituyendo uno de los factores que oportunamente provocará la destrucción, mediante el fuego, de la quinta raza raíz. Del resto de la quinta subraza -la anglosajona- de la quinta raza raíz, construida bajo el quinto rayo de conocimiento concreto y con la ayuda de la quinta ley de fijación, emergerá la sexta subraza de amor fraternal -amor demostrado en la comprensión de la vida una, latente en cada Hijo de Dios.

El Juicio Final ocurre en la quinta ronda después de la lucha que se libra entre la mente superior y la inferior, y el campo de batalla es el cuerpo causal. Se produce la aparente destrucción de dos quintas partes de la familia humana; se trasladan las unidades de conciencia inmanentes a esferas que estarán más de acuerdo a su etapa de evolución. Este acontecimiento es considerado entonces como una catástrofe; pero los Conocedores verán y sabrán, y también tres quintas partes de la familia humana comprenderán la razón.

“Juan vio el número de los redimidos y todos alababan al Señor”.

Nuestros siete planos son sólo siete subplanos del plano físico cósmico y el plano monádico es el órgano de visión de nuestro Ser planetario y también su agente directriz para la vida y la luz que han de fluir al mundo fenomenal. Así mismo, la mónada es la reveladora del propósito de Dios y de la Voluntad del Ser Planetario. De tal modo, la frase “El Ojo que Todo lo Ve” se refiere al poder que tiene el ser Planetario de ver todas las partes, los aspectos y las fases de su Cuerpo planetario. Los cuatro jinetes hacen referencia a los Sistemas político, económico, social y científico que imperan en el planeta Tierra.

El órgano visual es el más desarrollado en este período mundial, en el cual el Logos trata de llevar a los reinos subhumanos, a la etapa en que poseerán la visión humana, y a la humanidad, al punto donde pueda desarrollar la visión espiritual, y la visión interna estratégica sea la cualidad normal de la visión iniciática, y así llevar a los miembros del Consejo de Maestros a la etapa en que adquiera la percepción universal. Por lo tanto se podría decir que a través del portal de:

1. La individualización, los reinos subhumanos obtienen la visión humana, que conduce al contacto mental y a la impresión inteligente.
2. La iniciación, la Humanidad obtiene la visión espiritual que conduce al contacto álmico y a la impresión espiritual.
3. La identificación, los Maestros obtienen la visión universal que conduce al contacto monádico y a la impresión extraplanetaria.

Aunque desde lo tecnológico pueda parecer que la impresión digital es más avanzada que el revelado analógico, espiritualmente no lo es, puesto que la revelación implica el uso del corazón como impresora de alta definición. Los puntos de revelación que sirven como técnicas para la comprensión del proceso de revelado son:

1. La energía sigue al pensamiento y el ojo dirige la energía. Involucra el plano físico.

Se relaciona con la primera iniciación. Concierne al centro ajna y al así llamado tercer ojo.

2. La voluntad es una expresión de la Ley de Sacrificio. Involucra el plano astral.

Se relaciona con la segunda iniciación. Concierne al centro cardíaco, el «punto de Luz que avanza».

3. La Mónada es para el Ser planetario lo que el tercer ojo para el hombre. El plano mental.

Se relaciona con la tercera iniciación. Concierne al centro de la cabeza. La luz del Propósito.

4. El Propósito mismo es una energía liberada dentro de los límites de la Cámara del Concilio.

Involucra el plano de la intuición.   La cuarta iniciación.    El centro laríngeo.     La Luz en el Sendero.

5. Cuando la luz de los siete rayos se mezcla con la del séptimo, puede conocerse la luz sempiterna. Involucra el plano intencional. Quinta y sexta iniciaciones. Centro alta mayor. La luz extraplanetaria.
6.  En la sexta iniciación los Maestros escogen uno de los siete senderos de rayo.

El puente arcoíris es el que vincula la Triada espiritual con la triple personalidad, así se forma la estrella de seis puntas, al separar el plano astral de los otros seis. Mientras que el séptimo plano, el divino, absorbe los últimos vestigios de nuestra separación, cada plano inferior y sus frecuencias se van desintegrando para volver a ser reabsorbidos como la verdadera esencia monádica. Las tres cualidades de la sustancia espiritual-intención, intuición e inteligencia- están simbolizadas en las tres cruces del monte de la crucifixión.