Segundo Acuerdo Tolteca: ‘No te tomes nada personalmente’

Lucas María

no te tomes nada personalmente

«No te tomes personal su locura. Eres la excusa que utiliza su inconsciente para darle vía de salida a su sufrimiento no admitido.»

– Leandro Taub

En la actualidad, con el avance de las telecomunicaciones y la tecnología, la forma en que nos relacionamos se encuentra en crisis. Por lo tanto, es imperioso que nos preocupemos por crear vínculos fuertes y verdaderos en nuestra vida.

Bienvenidos a esta segunda entrega del ciclo de análisis de los Cuatro Acuerdos Toltecas. En el artículo anterior hablamos del Primer Acuerdo y del valor de las palabras. En esta oportunidad veremos la importancia del Segundo Acuerdo Tolteca: ‘No te tomes nada personalmente’.

La ley del Espejo

No se puede hablar de este acuerdo sin hacer referencia a la anterior. Ya sabemos del poder de creación que tiene el lenguaje, y que según cómo lo utilicemos, podremos hacer el bien o el mal. Sin embargo, no podemos controlar la forma en que los demás lo utilicen.

Y la verdad es que, de la misma manera que con nosotros, cuando alguien habla está haciendo referencia a su propia persona, o como dice Miguel Ruiz, sus propios acuerdos. De esa manera deja entrever sus propias creencias, valores y principios, así como también sus propios prejuicios, inseguridades y conflictos. Poco tienen que ver contigo.

Y sin embargo te afecta.

Esto sucede porque tenemos el acuerdo de darle valor a lo que los demás dicen, y eso nos lleva a reaccionar. Si eres una persona conflictuada con tu peso, que alguien te diga gordo disparará una reacción de tu parte. Si eres una persona que tiene conflictos debido a que no se siente productivo o inteligente, que alguien te lo eche en cara tocará una fibra íntima en tu ser. ¿Cómo hacemos entonces para no tomarnos esto de manera personal?

Conócete a ti mismo

Pues la respuesta es simple. Si sabes cómo eres, y te aceptas de esa manera, entonces lo que los demás te digan no te afectará. Para cumplir con este acuerdo deberás aprender a quererte a ti mismo, empezando quizás con ser impecable con las palabras con las que te hablas. Luego, lo que los demás te digan no te afectará porque tú ya conoces la verdad sobre ti.

Las personas hablarán de ti porque eso es lo que la gente que no está pensando en su crecimiento personal hace. Si un día están mal, te hablarán mal, si están bien te tratarán bien. Tu responsabilidad está en que tu estado anímico no dependa del trato de los demás. Conócete a ti mismo primero. Y que cada quien resuelva sus propios problemas.

segundo acuerdo tolteca

Las personas como víctimas

En el mundo de hoy vivimos en un contacto constante con la violencia, la frustración, la inseguridad, etc. Y es ese veneno que las personas respiramos del ambiente el que nos pide salir. Saldrán a la calle a repartir veneno emocional, porque ellos también lo han recibido de otras personas. No seas el recipiente de la basura emocional de otros. No dejes que las palabras de los demás te afecten.

Hay una forma de evitar absorber esta violencia que se respira, y es la que Miguel Ruiz nos enseña: No te tomes nada personalmente. Y para lograr esto, el primer paso es conocerse uno mismo.

De esa manera romperás con ese ciclo.

De más está decir que a nadie le resulta fácil vivir el día a día bajo el acuerdo de los toltecas. No todo el tiempo vamos a estar predispuestos a llevar adelante todas nuestras acciones basados en esta gran enseñanza.

Sin embargo, si tomamos estos principios y los adoptamos como los valores sobre los cuales posicionarnos para la vida, entonces ellos serán más importantes para nosotros que las meras circunstancias de nuestros días. Y a partir de ese momento, habrá un solo curso de acción.

Sé impecable con tus palabras y no te tomes nada personalmente.

AUTOR: Lucas, redactor de la gran familia de HermandadBlanca.org

FUENTES: ‘Los Cuatro Acuerdos‘, de Miguel Ruiz

3 comentarios

  1. Agradezco profundamente estas enseñanzas, la difusión debería ser permanente, así como son las publicaciones tóxicas que envenenan a la gente, éstas en cambio las apoderarían al cultivar el crecimiento personal y el mundo se beneficiaría con más gente iluminada.

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