¿Sufres de fobia de impulsión o no?
¿Has sentido temor de lanzarte a las vías del metro? ¿De hacerle daño a tus hijos, a tu pareja, a ti? ¿De estar en una calle conduciendo y apretar el acelerador para atropellar a alguien? Muchos hemos sentido este miedo. Se conoce como fobia de impulsión.
¿Qué es la fobia de impulsión?
Es el temor a perder el control y cometer actos que dañen a otras personas o a uno mismo, implica pensamientos intrusivos molestos y desagradables y angustia ante ellos por la posibilidad de en verdad perder el control y hacer lo que estamos pensando. Un círculo vicioso.
Estos pensamientos tienen un gran nivel de visualización: las personas se imaginan vívidamente las acciones que no quieren hacer, y esto genera altos niveles de ansiedad. Esta fobia se puede presentar de forma aislada o formar parte de otro trastorno, el TOC o trastorno obsesivo compulsivo.
Estas ideas se presentan de forma involuntaria, y por eso se llaman pensamientos intrusivos. La persona rechaza estos pensamientos porque son irracionales, no concuerdan con sus valores morales o éticos ni con su personalidad, y sin embargo siguen apareciendo. Por ello, para asegurarse de no hacer nada peligroso, suelen tomar medidas para proteger a quienes consideran sus posibles “víctimas” y mantienen un control estricto sobre su conducta.
Entre las madres suele ocurrir con una alta frecuencia. Temen hacerles daño a los hijos, lanzarlos por una ventana, dejarlos caer al piso. Eso provoca en su conciencia tal grado de culpa que hacen todo lo posible por evitar las situaciones estresantes.
La fobia de impulsión se manifiesta también por la posibilidad de hacerse daño a sí mismos: evitan acercarse a barandillas, ventanas, balcones, vías de metro o tren, por el miedo a caer en la tentación de saltar al vacío.
Síntomas de la fobia de impulsión
Pensamientos intrusivos
Son pensamientos automáticos, involuntarios y de contenido desagradable o reprobable para la persona. Siente que no los puede controlar, y se pueden volver pensamientos obsesivos: aparecen una y otra vez, de manera persistente.
Visualización
La persona se ve a sí misma haciendo lo que piensa, por eso se dice que los pensamientos tienen un alto grado de visualización.
Pensamientos egodistónicos
Son pensamientos incongruentes, incoherentes e inaceptables para la persona, lo que hace que experimenten sentimientos intensos de culpabilidad o vergüenza.
Miedo a perder el control
Racionalmente, la persona sabe que no quiere cometer ningún acto que dañe a otro o a sí misma; en consecuencia, comienza a actuar de forma preventiva –comportamiento de evitación– para que los pensamientos no se transformen en realidad.
Por qué se produce la fobia de impulsión
Todos tenemos la capacidad de adaptarnos a las situaciones vitales que se nos presentan; la angustia y la ansiedad son dos cosas que nos permiten una respuesta adaptativa a tales situaciones. Una vez controlada la situación, la ansiedad y la angustia desaparecen.
Sin embargo hay circunstancias que nos sobrepasan, o en las que los niveles de ansiedad son tan elevados que ya no podemos manejarlos. Algunos factores de nuestra personalidad como el sentido hiper desarrollado de la responsabilidad, el perfeccionismo, una elevada autoexigencia, un momento vital de depresión, una muy baja autoestima o la necesidad de control pueden favorecer que esta fobia aparezca.
Diferencias entre pensamiento intrusivo y pensamiento obsesivo
Pensamiento intrusivo
Como ya lo señalamos, los pensamientos intrusivos son los que aparecen de forma involuntaria. Los podemos reconocer como imágenes desagradables, cuyo contenido es inapropiado o inmoral desde nuestro punto de vista.
Pongamos un ejemplo: una madre con su hijo recién nacido. Quiere hacerlo lo mejor posible, se siente con una gran responsabilidad. Pero también está bajo una gran presión, no duerme ni descansa lo suficiente, quiere tener todo bajo control y quiere que su bebé esté bien y trata de comprender en todo momento lo que a él le sucede.
Un buen día se le presenta el pensamiento de hacerle daño a su hijo. ¿Crees que es algo aislado? Te sorprenderías de saber que estos pensamientos son más frecuentes de lo que quisiéramos admitir. Convenimos en decir que es irracional, y como tal, deberíamos dejarlo pasar. Esto es un pensamiento intrusivo.
Hay dos respuestas ante él:
- “Por Dios, pero qué estoy pensando, a veces se me ocurre cada cosa. Estoy muy cansada y tengo hambre. Y ya que lo pienso, ¿a qué hora le di de mamar? Porque no ha llorado…”.
- “¡Por Dios, cómo soy capaz de pensar estas cosas! Pero si me vino el pensamiento es porque de algún modo puedo ser capaz de hacerle daño. ¿Y si no me controlo y le hago daño de verdad?”.
La primera respuesta no le da atención al pensamiento, pasa rápidamente de él a otra cosa; el pensamiento inquietante no se aloja en la mente.
En cambio, la diferencia con la segunda respuesta es obvia: se centra en el pensamiento, lo analiza, ve probabilidades. Ésta es la puerta para que aparezcan los pensamientos obsesivos.
Pensamiento obsesivo
Ya vemos que si no se les presta atención, los pensamientos intrusivos desaparecen de la misma manera en que llegan. Al focalizarnos excesivamente en ellos, comienzan a reaparecer de forma recurrente y entonces la persona empezará a valorarlos de otro modo, a interpretarlos de manera irracional y para nada realista, y le generará una gran ansiedad.
Los pensamientos obsesivos se vuelven mucho más difíciles de controlar, condicionan las emociones y en respuesta se adquieren comportamientos de evitación. En nuestro ejemplo, la madre podría evitar quedarse sola con su bebé, interfiriendo con su vida cotidiana de maneras insospechadas.
El embarazo y la lactancia producen cambios hormonales en las mujeres, generando lo que se llama “depresión post parto”. Una depresión de éstas puede sumir a la madre en un estado tal que surja la fobia de impulsión, y si no hay cuidado hasta en un trastorno obsesivo compulsivo.
Cualquiera puede presentar en algún momento de su vida esta fobia. Hay que estar vigilantes para que no se convierta en algo que impida una vida plena y feliz. Estar vigilantes significa buscar ayuda profesional para poder tomar el control de los pensamientos.
Estas fobias se alimentan del pensamiento obsesivo y del temor a cumplirlo; la persona se siente a merced de sí misma, vulnerable, indefensa.
Superar la fobia de impulsión
Esto requiere que se busque ayuda psicológica, porque el tratamiento es psicológico, y dependiendo de la profundidad e intensidad de la fobia, incluso farmacológico. La psicoterapia es importante porque te ayudará a:
- Entender realmente la causa y el funcionamiento de la mente, y así poder tomar el control de lo que te ocurre.
- Podrás valorar lo que has intentado para resolver tu problema.
- Optar por las soluciones que sí te pueden ayudar.
- Desligarte de tus pensamientos. Tenerlos no significa volverlos realidad ni que vayan a ocurrir.
- Prevenir una recaída y fortalecer las herramientas psicológicas que hayas adquirido.
La fobia de impulsión es un problema psicológico, y como tal debes afrontarlo. Los miedos, mientras no los enfrentas, nunca desaparecen. Así es con esto: enfrentar tus pensamientos y quitarles la fuerza que a ti te debilita, saber que no son tú, no reflejan quién eres y por lo tanto, dejarlos pasar como nubes en el cielo.
Una manera de aprender a “ver pasar” los pensamientos, cualesquiera que se presentan, es meditando. Con la meditación, además de calmar y bajar los niveles de ansiedad, entenderás que la mente trabaja incansablemente y que no hay que hacerle tanto caso.
Es una buena forma también de aumentar tu autoestima y de valorarte.
Autora: Maite Ayala, redactora en hermandadblanca.org
Fuentes: https://www.psicologia-online.com/fobia-de-impulsion-que-es-sintomas-causas-y-tratamiento-4705.html, https://www.grupodoctoroliveros.com/las-fobias-de-impulso-o-de-impulsion-un-gran-desconocido, https://www.areahumana.es/fobias-de-impulsion/, https://lamenteesmaravillosa.com/fobia-de-impulsion-que-es-y-como-se-trata/
Muy buen artículo, magnifica explicación. Todo muy ordenado, así es más fácil comprender y favorece la lectura. Gracias, buen trabajo.