Cómo superar el orgullo: 4 pasos para vencer la arrogancia

El orgullo es la opinión exaltada que tenemos de nosotros mismos. A primera vista puede parecer una característica de la fuerza, pero es sinónimo de arrogancia, e importancia propia. Esto significa que las personas orgullosas tienen dificultades en ver sus propias deficiencias.

Si eres orgulloso, puede que pienses que eres mejor que los demás. Pero el orgullo aprisiona el corazón, genera distancia con las otras personas. Por este motivo se destrozan amistades, y relaciones de trabajo, de negocio, de pareja, o familiares. En consecuencia, se estanca el propio crecimiento.

El orgullo puede convertirse en un problema para la expresión de sentimientos porque la persona orgullosa no reconoce los errores y culpa a los demás. Aún cuando en ocasiones, sean conscientes de que están errados.

Imagina lo siguiente: vas conduciendo por una carretera y de pronto te das cuenta que estás yendo en el sentido contrario. ¿Qué harías? ¿Seguirías yendo en la dirección incorrecta? ¡Claro que no! Bien, lo mismo debe hacer el orgulloso cuando sabe que ha cometido un error.

1. Busca reconocimiento en otras personas
2. Trata a otros de manera injusta
3. No acepta responsabilidad por equivocarse
4. Habla sin escuchar
5. Está preocupados por sí mismo

Una persona que no está en paz consigo misma no podrá estar en paz con los demás. Ghandi

Esto lo lograrás admitiendo cuando te equivocas. Todos, en cierta forma, tenemos dificultad para hacernos cargos de nuestros errores. Pero no somos perfectos, y nadie lo es. Admitir nuestras equivocaciones no es una debilidad sino todo lo contrario.

Aprende a admitir el error y rectifícate. Te ayudará a mejorar tus relaciones.

Querer tener siempre razón te prepara para estar a la defensiva, y malgasta tu energía mental y emocional en conflictos.

En lugar de de reaccionar inmediatamente cuando te contradicen, tomate una pausa. Un par de respiraciones te ayudarán. Y luego, lo que debes proponerte es desarrollar una actitud curiosa hacia el punto de vista de la otra persona. Finalmente trabaja en aceptar las críticas como una experiencia de aprendizaje.

Siempre habrá personas que critiquen a otros. Confía en ti, alimenta tu amor propio sanamente, sabes que estás en este mundo para aprender y evolucionar. No te preocupes porque piensen que eres el mejor, el que nunca se equivoca. No lo harán.

En el camino del aprendizaje te equivocarás como todos. Reconócelo. Sé más pacífico y seguro.

Si siempre quieres tener razón, dejas de ser objetivo, te pierdes en el intento por ganar la discusión a toda costa. Pierdes el foco y no aceptas otro punto de vista.

Comprende que la gente tiene derecho a equivocarse…Y tu también.

Intenta abrirte a las opiniones de los demás, puede que aprendas otra forma de hacer las cosas.

Relájate, eso no es una competencia. Estamos todos aprendiendo unos de otros.

Muéstrate más vulnerable, y comienza a admitir tus imperfecciones. Los demás se sentirán más atraídos hacia ti. Puedes empezar con algo pequeño: “¡Cómo me cuesta resistirme al chocolate!”. Para mostrar vulnerabilidad hay que tener coraje, pero con la práctica se te hará más fácil.

Las enfermedades tienen su origen en la mente y en los sentimientos. Louise Hay en su libro “Puedes sanar tu vida”, relaciona el orgullo y el resentimiento con una enfermedad que hoy en día está muy propagada: el cáncer. Esta enfermedad también está relacionada con sentimientos de odio.

Deja ir el orgullo y abraza la humildad. Mejorarás tus relaciones y tu salud.

REDACTORA: Carolina, redactora de la gran familia de la Hermandad Blanca.