Como tomar la decisión correcta: 6 claves para ayudarte a decidir

No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones.

Steven Covey

Todos en algún momento de la vida nos encontramos con encrucijadas que nos obligan a decidir. Puede ser una mudanza o qué carrera estudiar, si casarse o no, tener un hijo o no…

Y también tenemos las pequeñas situaciones cotidianas que nos presentan dudas: qué vestido me pongo, qué voy a cenar, adónde voy de vacaciones…Y no todos somos iguales en cuanto a nuestra habilidad para tomar decisiones. Y esa es una de las razones por las que muchas veces nos cuesta decidir, el miedo a equivocarnos.

Sea cual sea el momento en el que te encuentres, siempre habrá una situación en la que la indecisión y las incógnitas hagan su aparición.

En los siguientes párrafos te detallaré algunas claves que pueden ayudarte a dar los primeros pasos para salir de la indecisión:

Antes que nada, tienes que saber que puedes realizar una buena elección, cree en ti mismo y  en tu intuición. Nuestro ser interior es muy sabio y nos envía señales y mensajes por medio de la intuición, no dejes de oírlo y prestarle atención. La intuición es tu fuente de sabiduría.

El objetivo final siempre debe reflejar el mayor bienestar o beneficios posibles para todos los involucrados en la decisión. En el caso de un cambio laboral, una mudanza, un cambio de carrera, siempre se debe tener en cuenta qué se pretende lograr con esa modificación de nuestras vidas, y la respuesta siempre debe tener expectativas positivas: mayor tranquilidad, felicidad, crecimiento personal o prosperidad. Siempre elige con ese objetivo positivo en mente. Puede ser de gran ayuda visualizar el objetivo que quieres lograr.

Este punto ayuda a que llegues a darte cuenta por la nueva opción que se presenta es realmente beneficioso. Toma un papel y un bolígrafo y escribe los aspectos positivos de quedarte en la posición que estás o decidir por la nueva opción. Además, detalla los elementos negativos tanto en una como en otra situación. Este sencillo acto pondrá luz sobre la decisión, verlo plasmado en el papel te aclarará mucho el panorama.

Siempre que puedas, deja el asunto unas horas y si es posible un día entero para descansar la mente y no apresurar la decisión. Es muy probable que luego de transcurrido ese tiempo, veas la situación con otros ojos.

Es muy útil pedir consejos, especialmente a personas en las que confías y que conoces que ya han tomado decisiones similares y han salido airosas. También puedes tener en cuenta la opinión de gente que estés seguro que realmente quiere tu mayor bien. Pero, por favor, no tomes en cuenta la opinión de personas que ni siquiera intentan avanzar en sus vidas y salir de su zona de confort. Recuerda, por sobre todas las cosas, que la decisión será finalmente tuya.

Finalmente, no te paralices, ¡toma la decisión!

Recuerda: no hay peor decisión que la que no se toma, porque te estanca y te impide avanzar.

No tengas miedo a fallar o a tomar una decisión equivocada, quien te diga que nunca se equivocó al tomar una decisión, seguramente miente o bien es una persona que evita tomar decisiones a cualquier costo.

Te dejo una frase de la filósofa Ruth Chang: “Cuando enfrentamos elecciones difíciles, no deberíamos darnos con la cabeza en la pared, tratando de averiguar qué alternativa es mejor. No existe. En vez de buscar las razones fuera, tendríamos que buscar las razones dentro: ¿quién quiero ser?”. 

¡Buena suerte!

REDACTORA: Carolina Cobelli, redactora de la gran familia de la Hermandad Blanca