Amor, por Montse Macanás
Contrariamente a lo que muchos creen, el corazón piensa … sí, el corazón tiene vida propia porque el corazón es el alma de nuestro ser.
En el corazón yacen nuestros más profundos sentimientos y emociones, aquellos que guardamos tan celosamente por miedo a que nos hagan daño, por miedo al dolor … Así pues, hay quien dice que el amor duele pero … ¿es realmente así??
No, el amor no puede doler precisamente porque es amor. Lo que duele son las expectativas que a veces proyectamos hacia ese amor, ya sea, de la pareja, de los padres, de los hijos, de los amigos …
La mayoría de nosotros no hemos aprendido todavía a amar sin esperar nada a cambio … “a priori” amamos incondicionalmente pero cuando el corazón “duele” nos dice con ese dolor que nuestras expectativas de reciprocidad, de reconocimiento, de gratitud … no han sido respondidas.
Este dolor no nos hace mejores ni peores, no es un indicativo de que no seamos sinceros al amar, de que seamos egoístas, todo lo contrario, ese dolor nos indica que todavía no estamos listos para amar incondicionalmente, que todavía nos queda un poco por aprender.
Y ¿cómo se aprende a amar incondicionalmente, sin esperar absolutamente nada a cambio? Pues, se aprende amando, se aprende conectando con nuestro corazón y dejando que se exprese libremente, que actúe, que sienta … Se aprende fluyendo desde la sinceridad, la emotividad, la sencillez, la humildad, la empatía que anidan en nuestro corazón.
No es fácil pero tampoco es difícil, simplemente es. Debemos aprender a ser nosotros mismos, con nuestras virtudes y nuestros defectos porque si hay algo que hace grande al ser humano es su capacidad para sentirse orgulloso de ser como es y de aprender de sus errores, apostando por el cambio y por el crecimiento del ser.
Debemos dejar que lo mejor de nosotros salga a la superficie, debemos aprender a protegernos desde el amor porque nuestro mejor escudo protector es nuestra sinceridad y lealtad hacia nosotros mismos, siendo auténticos y no buscando el reconocimiento de nadie más que el nuestro.
Debemos aprender a mirar la realidad a través de los ojos del amor porque hay amor en todo lo que nos rodea, en las flores, en las plantas, en el mar, en la música, en las escenas cotidianas, en absolutamente todo lo que nos rodea porque el amor “está en el aire” sólo hay que respirarlo, escucharlo, olerlo, tocarlo, degustarlo … SENTIRLO!!!
Amor por Montse Macanás
Fuente: elamanecerdelalma.wordpress.com