Conectando con la Diosa a través de la meditación
«Desde Bastet hasta Artemisa, a lo largo de la historia, la presencia de las diosas se ha escrito en la tradición y la mitología humana. Pero, ¿qué significa la Diosa moderna para nosotros hoy?
La Diosa moderna a menudo se relaciona con la Wicca o el paganismo , pero es importante aferrarse a su imagen de manera muy amplia. Todas las diosas se consideran reflejos diferentes de la única Madre Divina. Fijar a la Diosa es un desafío, ya que los creyentes afirman que se expresa de muchas maneras diferentes en los planos físico, mental y espiritual.
El significado de la Diosa
Según Wikipedia, algunas personas en el movimiento de las Diosas reconocen a múltiples diosas, y hasta incluyen dioses. En cambio otros honran a lo que se refieren como «la Diosa», que no necesariamente se ve como monoteísta, pero que a menudo se entiende como un término inclusivo y abarcador que incorpora muchas diosas, en muchas culturas diferentes.
También se puede entender que el término “la Diosa” incluye una multiplicidad de formas de ver a la deidad personificada como mujer, como una metáfora o como un proceso.
Otros nombres que tiene incluyen la Diosa Única, la Madre Divina, la Gran Madre, el Femenino Divino y la Energía Única (o Fuente).
Como dicen otros creyentes:
“Ella es la encarnación del femenino divino. Ella es la Madre Naturaleza, la Tierra – Gaia; ella es la fertilidad y el cambio de las estaciones. Ella es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y regeneración o renacimiento; ella es la Creadora de todo lo que es, fue y será. Donde el Dios es duro e inflexible, la Diosa es suave y flexible , abrazando la diversidad individual y humana, permitiendo el crecimiento y la expansión”.
El concepto de una diosa puede sonar muy abstracto, por lo que usar una meditación guiada puede ser muy importante para conectarse con ella. A través de la meditación, descubra usted mismo lo que esta deidad significa para usted.
Meditación de la Diosa
Paso 1
Comience su meditación sentándose en un lugar tranquilo, rodeándose mentalmente de una zona de silencio, como si hubiera corrido un velo entre usted y el mundo. Poco a poco, comience a disminuir el ritmo de su respiración. Primero inhale, luego exhale, dejando que su respiración le lleve más y más adentro. A medida que desaparezcan las distracciones de la vida cotidiana, deje que su conciencia descienda a la cámara interna de su corazón.
Paso 2
En seguida, imagine que se encuentra caminando por un sendero que lo aleja cada vez más de la civilización y se adentra en el corazón de un bosque primitivo. Mientras sigue este sendero, imagine que está dando vueltas entre árboles que tienen cientos de años.
Las flores tapizan el suelo y los pájaros cantan. En la distancia escucha el rugido amortiguado de las olas del océano, subiendo y bajando, subiendo y bajando, como música. Los latidos de su corazón, su respiración y las olas del mar siguen el ritmo de la naturaleza.
Paso 3
Pronto, el camino en el que se encuentra le lleva a un pequeño santuario de piedra que se está desmoronando, un lugar tan antiguo y escondido, que el tiempo lo había olvidado.
Espesamente cubierta de enredaderas y ramas nudosas, está claro que nadie entró en esta capilla en siglos, quizás incluso miles de años. Intuitivamente siente que algo misterioso pero profundamente familiar yace dentro de estas ruinas de un santuario olvidado. Lentamente abre la puerta y entra. Cuando abre la puerta, algo antiguo y atemporal se abre también dentro de su alma.
Paso 4
Una vez cruzado el umbral, se encuentra inmerso en una atmósfera que es sagrada y santa. Los techos abovedados se arquean sobre un altar de piedra tosca en el frente. Las velas están encendidas, hay un olor a incienso fragante.
En un altar se encuentra una estatua de la deidad femenina, la Diosa. Su rostro está tan envejecido y oscuro por el tiempo, las líneas de su cuerpo están tan desgastadas por el contacto de las manos en oración que ni siquiera se puede saber a qué religión pertenece.
Ella es simplemente la Madre, Dios como mujer, a quien el mundo se vuelve en todo su dolor y sufrimiento. Ella es Sofia, Kwan Yin, Mary, Sarah, Fátima, White Buffalo Woman, Isis, Sita, Innanna y Demeter. Ella es todos los rostros femeninos de Dios, pero es más que eso. Ella es la madre de la vida misma.
Paso 5
Arrodillado ante ella en reverencia, incline la cabeza en oración. Inmediatamente sois abrazados por su ser , y las preocupaciones y pesares del mundo se desvanecen, aliviados en su aceptación amorosa de todas vuestras faltas y fragilidades humanas.
Entrando aún más profundamente en su meditación, la estatua ante la que está rezando de repente cobra vida como un ser real y ahora se encuentra ante el misterio de la Madre viviente de toda la Creación.
Paso 6
A medida que cobra vida, la capilla se llena de una luz cálida y dorada. Ahora el rostro de la Madre anciana se anima con sentimiento.
Sentados frente a ella, os miráis a los ojos. Ella penetra en su alma con una mirada en la que lo ama hasta el fondo de su ser. Emociones de dulzura, misericordia y amoroso perdón emanan de ella, inundándolo en oleadas de dicha, sanando todas las partes suyas que están heridas, rotas y heridas.
Sostenido entre sus brazos, tomado en su regazo, usted se vuelve como un niño pequeño con su madre. Toca su cabello, su rostro con amoroso afecto, y a cambio siente su amoroso afecto por usted.
Paso 7
Al profundizar más en esta experiencia, comienza a sentir que el cuerpo de la antigua madre es la puerta de entrada al cuerpo de la creación misma. Yendo más allá de su forma, entra en comunión con el cuerpo de la Tierra: todas sus criaturas, árboles, océanos, ríos, montañas, ciudades y personas.
Yendo incluso más allá de la Tierra, sienta cómo el cuerpo de la antigua Madre se expande en el espacio, convirtiéndose en los cuerpos de las estrellas, los planetas y las galaxias arremolinadas que se extienden sobre el universo, como un manto de joyas brillantes.
Paso 8
En el vientre de este misterio usted siente una fuerza poderosa , una energía sagrada y el aliento de vida, el alma del cosmos. Sienta los latidos de su corazón al compás del ritmo de la vida misma.
Lentamente comience a regresar su conciencia a su cuerpo, aún sentado ante la antigua Madre en oración. Inhale profundamente, tomando en cada célula de su cuerpo, cada pensamiento en su mente. su cariñoso amor nutritivo que sostienehttps://hermandadblanca.org/nuevos-comienzos-por-los-andromedanos/ la vida.
Exhale, dejando que esta energía fluya de usted como un río de gracia que riega su vida y la de todos aquellos que conoce y cuida, con un torrente de bendiciones, felicidad y bienestar.
Paso 9
Ahora cierre su meditación inclinándose una vez más ante la antigua Madre. Levántese y salga de su pequeño y humilde santuario, cerrando la puerta detrás de usted. Mientras recorre el camino de regreso a la vida que dejó atrás, recuerde que lleva en su corazón un secreto precioso: la fe en la bondad de la vida, el don del amor de la Divina Madre del mundo»
Autor: Gaia.
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https://www.gaia.com/article/meditation-connecting-goddess
Traductora: Fanny Zapata, redactora y traductora de la Gran Familia de La Hermandad Blanca en hermandadblanca.org