De dónde viene la ayuda | Cartas celestiales

Daniela Noruega

De dónde viene la ayuda | Cartas celestiales

1 DE ABRIL DE 2022

(Ola de luz del arco iris)

Dios dijo:

Toda ayuda viene de Mí. Yo soy la Fuente de Ayuda. No importa por qué ruta, no importa a través de las manos de quién, todo el amor, la sabiduría y la bondad que reciben provienen de Mí. Soy el Dador. Y recibes. Muchas manos y corazones me pasan a ustedes, pero todo amor se origina en Mí, de Mí y, de hecho, regresa a Mí. Eso es lo largo y lo corto.

Ahora que he dicho que todo lo bueno que te llega viene de Mí, puedes preguntarte si asumo la responsabilidad por lo no tan bueno que parece venir en tu camino o si eludo la responsabilidad por eso. Ciertamente, Yo, que soy el núcleo de ustedes, soy responsable del libre albedrío. Pero el libre albedrío pone la responsabilidad sobre ti. Eres Mi responsabilidad. Lo que haces es tuyo. Te estoy diciendo cómo es.

Muchas manos y corazones esparcen Mi amor. Esa es su elección. También es su responsabilidad. Mueven sus manos con amor. Esa es Mi Voluntad, pero es su elección.

Te he dado toda la dulzura del mundo, y es tuya para hacer con ella lo que quieras. Te he dado todos los ingredientes y tú eres el fabricante de dulces. Puedes hacer caramelos duros o blandos. Caliente o frío. Puede hacer dulces tan dulces como el original, o puede retenerlos y hacerlos menos dulces. Puedes alterarlo. Puedes disimularlo. Puedes agregarle un sabor amargo. Puedes hacer agridulce. Puedes enterrarlo. Puedes guardarlo en algún lugar. Pero no puedes evadir la dulzura para siempre.

Puedes sentir que te he tendido una trampa. Te doy dulzura y, sin embargo, parece que he puesto a tu disposición todos los demás sabores. Y luego tengo el descaro de decirte que solo la dulzura es verdad y que todos los demás sabores son ilusión. Usted dice que es posible que no haya puesto los otros sabores en sus manos o bocas, pero los puse donde pudieran alcanzarlos y que, por lo tanto, soy responsable. Bien, digamos que asumo la responsabilidad. ¿Entonces que? ¿Dónde te deja eso? ¿Harás pucheros o seguirás adelante en la vida?

Quizás a lo que equivale la tentación: en lugar de alcanzar lo dulce, buscas lo no tan dulce. Lo tomas como un sustituto del azúcar o algún tipo de compensación errónea. En cualquier caso, te engañas pensando que es igual de bueno, o mejor, o más emocionante, o más evidente.

Sin embargo, les diré que no hay nada más emocionante o más dulce que el amor. No hay nada con qué compararlo. Ya seas el dador o el receptor de Mi amor en un momento particular, nada lo iguala. Nada se acerca. Sólo el amor se iguala a sí mismo.

Entonces, ¿por qué, pregunto, alguien daría algo más? ¿Por qué, pregunto, alguien aceptaría algo más? De todos los tesoros del universo, ¿qué puede compararse con el amor de Dios y, por lo tanto, con el amor del hombre? El amor es el original. El amor es eso. El amor es todo.

Cuando el amor está mal formado, se llama odio o ira y otras cosas. Cuando el amor se tuerce, también se le llama de muchas maneras. Cuando el amor es cortado, negado, abdicado, aplastado, encadenado, olvidado, también hay otros nombres para él.

Ven, no pelees más. Entregarse al amor.

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