Despierta Corazón: Cómo reciclar tu energía sexual con la técnica del Ankh (☥)

Por Claudio Alvarez Dunn

Muchas vivencias y posteriores investigaciones sobre nuestra sexualidad nos demuestran que hay una fuerza divina que se manifiesta en cada encuentro sexual, y que nuestra relación con la sexualidad ha sido distorsionada por patrones religiosos y de control mental que cultural y artificialmente nos han sido impuestos para impedirnos acceder a ese aspecto sagrado de nosotros mismos.

Como discípulo de Drunvalo Melquisedek un día durante el curso para maestros del taller “Despertando el Corazón iluminado” que tomamos en Ajijic, cerca de Guadalajara, México, le pregunté personalmente si los hombres debíamos guardar la semilla (evitar la eyaculación) a lo que le maestro fue enfático a decirme que NO y que debíamos canalizar la energía sexual con la Técnica del Ankh (Anj en español).

El Ankh o Anj (☥) es un jeroglífico egipcio que significa «vida«, un símbolo muy utilizado en la iconografía de esta cultura. También se la denomina cruz ansada (cruz con la parte superior en forma de óvalo, lazo o asa), crux ansata en latín, la «llave de la vida» o la «cruz egipcia».

El Ankh se relaciona con el símbolo de renacimiento, con la diosa Isis y con su esposo Osiris, ya que cuando este fue asesinado por su hermano, los jeroglíficos cuentan que su esposa lo resucitó mediante la ayuda de Anubis.

Otra hipótesis presupone que la «T» de la parte inferior del «Ankh» representaría, estilizados, los atributos sexuales masculinos, mientras que el asa representaría el útero o el pubis de la mujer. También, como reconciliación de los opuestos; podría simbolizar la reproducción y la unión sexual. Hathor, la diosa de la alegría de vivir y de la muerte, daba vida con ella. En muchos aspectos se corresponde con las diosas Inanna, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus. También se podría comparar el ‘Ankh‘ con un plantador de semillas (de ahí el significado de «vida»). El asa recibe el nombre de asidero y la parte superior, un cartucho circular, sería donde iba la semilla para plantarla.

Otras versiones esotéricas relacionan el Ankh con el vientre divino de la humanidad y la vida eterna, donde los genitales femeninos estarían representados en el círculo superior como el útero (el vientre divino) mientras que el corte del centro serían los Tubos de Falopio y parte inferior sería el canal vaginal (la puerta de la vida). Otras versiones ven al círculo superior como las gónadas masculinas y la parte inferior como el aparato reproductor femenino.

Lo cierto es que muchos faraones también incluyeron este jeroglífico del Ankh en su titulatura o nombre, como el célebre Tutankamón.

La técnica a la que Drunvalo se refería para reciclar la energía del orgasmo está descrita en su libro “El Antiguo Secreto de la Flor de la Vida, Volumen II”. Algunos escritos la describen como el “orgasmo egipcio” y, de acuerdo a mi experiencia, consiste más o menos en realizar el siguiente ejercicio:

En el momento en que sienta la energía sexual a punto de explotar (eyacular) intente levantarla (con su intención mental) hacia su columna vertebral. Para ello tome una respiración muy profunda y llene sus pulmones casi completamente de aire (llene 9/10 partes de su pulmón, dice literalmente la técnica), a continuación, mantenga la respiración para que la energía suba por su espalda.

Con su intención permita que la energía sexual del orgasmo se mueva hacia arriba por su columna vertebral y visualícela subiendo por sus chakras. Pero en el momento en que la energía llega al quinto chakra (a la altura del corazón, situado a un par de dedos por encima del esternón), con su fuerza de voluntad (su intención) debe enviar ese flujo de energía sexual hacia afuera por su espalda, que corra hacia atrás, como haciendo una curva de 90 grados hacia la parte externa por detrás de su cuerpo. A continuación, la energía automáticamente entra dentro del tubo Ankh y fluye por ese corredor que circula alrededor de su cabeza a unas 10 pulgadas (25 centímetros) de distancia de su cuerpo/piel.

Por ese tubo la energía del orgasmo recorre el círculo que va desde su espalda hasta la parte superior de su cabera (donde está el octavo -o decimotercer- chakra: a una mano/palma de distancia sobre el chakra coronario). A continuación, la energía seguirá hacia adelante por esa la curva alrededor de su cabeza, pasando frente a su cara hasta que vuelve a entrar al quinto chakra (corazón) donde comenzó, sólo que esta vez por la parte delantera de su cuerpo.

Independientemente de si usted no entiende lo que acaba leer, créame que sucederá automáticamente si con su respiración consigue llevar la energía del orgasmo por la parte trasera de su cuerpo hasta el quinto chakra, y de allí, con su intención debe empujarla hacia afuera de su espalda, desde donde automáticamente va a recorrer el tubo del Ankh hasta volver a la parte delantera de su cuerpo, donde vuelve a conectar en el quinto chakra, pero desde el frente.

Sólo tienes que hacer girar esa energía 90 grados hacia atrás y hacia afuera de tu espalda para que comience el circuito. A menudo la energía puede disminuir a medida que regresa al punto de origen, el quinto chakra/corazón. Si pudieras ver la energía, verías que se trata de algo así una punta afilada, por lo que cuando se acerca de regreso al quinto chakra desde la parte frontal del cuerpo, a veces hay una tremenda sacudida, ya que la energía del orgasmo se vuelve a reconectar con este chakra de nuevo y entonces el éxtasis se repite y la experiencia es… “otra cosa” (hay que experimentarlo 🙂

Todo esto se lleva a cabo mientras estás sosteniendo todavía tu primera respiración. En el instante en que la energía sexual se vuelve a conectar con su fuente (tu corazón, el quinto chakra), entonces puedes disfrutar de la respiración completa.

Previamente habías llenado tus pulmones casi completamente, por lo que ahora podrás respirar tan completa y eficazmente como te sea posible. En este punto exhala muy, muy lentamente. La energía sexual continuará por el canal del Ankh, siempre y cuando permanezcas exhalando. Al llegar a la parte inferior de este aliento, continuas respirando profundamente, pero allí ocurre un cambio importante.

Es aquí donde, si conoces el trabajo con los Cuerpos de Luz o el Mer-Ka-Ba, usted comenzará a respirar por su tubo pránico, desde los dos polos, utilizando la respiración del Mer-Ka-Ba.

El Merkaba es nuestro cuerpo de luz, todos los tenemos, pero muy pocas culturas lo enseñan.

Puede visualizarlo como la esfera de Leonardo Da Vinci, que circula a dos pies (50/60 cm.) por encima de nuestra cabeza, se expande hasta la punta de nuestros brazos extendidos y se cierra dos pies (50/60 cm.) por debajo de nuestro cuerpo. Esta esfera está atravesada por un tubo pránico de unas dos pulgadas de diámetro (cinco centímetros). Una su dedo medio con el pulgar y verá su propio tamaño. Este tubo pránico conecta por debajo con la energía de la madre Tierra y hacia arriba con la energía del Padre Sol o la Fuente. Cuando estamos conscientes y abiertos para recibir ambas energías, ellas se conectan con nuestro corazón formando una energía en forma de esfera dorada que a medida que respiramos crece en nuestro interior y se expande hasta formar ese campo de luz que alcanza el tamaño de la esfera de Leonardo.

Pero si usted es como la mayoría de la gente y no sabe sobre este trabajo del Merkaba, puede continuar respirando profundamente hasta que sienta que la relajación empieza a extenderse por todo el cuerpo. Luego relaje la respiración hasta alcanzar su ritmo normal.

Una de las ventajas asociadas a la Técnica del Ankh es que cada célula de su cuerpo se rejuvenece con esta energía vital. Esta energía del orgasmo regresa a ti y llega a los niveles físicos más profundos de la estructura de tu cuerpo, incluso más allá del nivel celular. Se siente como esta hermosa energía rodea a todo tu propio ser y trae salud a tu cuerpo, mente y corazón.

Una vez que comienza la relajación, la respiración va más lenta, por lo que si te es posible, permítete relajarte o incluso dormir por un tiempo, siempre abrazado a su pareja, pues ahí es donde el Ka, la energía que es la «fuerza vital», ese componente del espíritu humano, esa pizca del principio universal e inmortal de la vida, se comparte mejor entre ambos y se crea un campo de energía sublime.

Esta es en síntesis la Técnica del Ankh, el secreto del orgasmo egipcio, una herramienta que nos permite hacer que nuestra sexualidad comience a recorrer el camino de la sacralidad y nos permite “reciclar” la energía sexual para nuestro propio beneficio.

Que la disfruten.

Namaste

AUTOR: Claudio Alvarez-Dunn *, redactor de la gran familia de hermandadblanca.org

(* El autor es instructor de Yoga, Reiki Master y maestro certificado por The School of Remembering, para ofrecer el taller “Despertando el Corazón iluminado” con las técnicas de Drunvalo Melchizedek. Ha escrito el libro “Los Hombres sólo pensamos en Sexo… Supera la obsesión y encuentra la ruta del Amor”. Para mayor información merkabapr@gmail.com)