Hoy os quiero hablar del mindfulness como herramienta que ayuda a convivir mejor con el daño cerebral adquirido.
Conocí esta práctica de respiración y de atención plena hace muchos años, en un momento en el que aún tenía muchas dificultades de regulación emocional. Eso quiere decir que las emociones me invadían de forma brusca e intensa sin poderlas controlar.
Me costaba convivir con ellas y me estresaban bastante
También era una época en la que no me era fácil aceptar las nuevas limitaciones que tenía tras la lesión cerebral. Me costaba convivir con ellas y me estresaban bastante. No me adaptaba fácilmente a los cambios. Por eso la frustración, la rabia y la tristeza eran más frecuentes de lo normal. Estas emociones y sentimientos convivían también con la alegría por estar viva y la esperanza de una mayor recuperación.
Aprendí durante este tiempo, a través del mindfulness, a poder estar más en contacto conmigo misma y que no me tambalearan tanto los vientos huracanados externos.
Es verdad que esto último se consigue con una práctica continuada. A veces con solo 10 minutos diarios es suficiente para empezar. Para mí la práctica del Mindfulness fue el primer paso necesario para contactar con la meditación, que ahora practico.
Al principio me costó empezar.
Tenía unas creencias bastante rígidas en cuanto a la meditación, o todo lo que se le pareciera. Pensaba que había que dedicarle mínimo una hora al día, que tenía que tener destinado un espacio específico en mi casa para poder meditar bien, con un cojín (zafu) perfecto, con incienso y con un ambiente en perfecto silencio. Cuando probé A sentarme en el cojín me di cuenta de que no podía aguantar sentada mucho rato por mis lesiones. Además no tenía ese lugar ideal en casa, no encontraba una hora a la que no hubiera ruidos a mi alrededor… todo me parecía muy complicado. Todas estas creencias hicieron que tardara mucho en iniciarme en el Mindfulness.
La meditación como una forma de vida, de escucha atenta, de gesto de amor propio.
Por suerte, al dar el paso e iniciarme se empezaron a caer varias de esas creencias. Esta técnica consiste en tener atención plena en lo que está pasando aquí y ahora. Me di cuenta de que podía hacer unos minutos de mindfulness tranquilamente sentada en la silla, delante del ordenador y si había ruidos lejanos de fondo los podía incluso incorporar a la meditación. Se trataba justo de poder emplear esta técnica en la vida diaria, en casi cualquier situación. Y empecé a practicarla, si estaba en casa siempre en silla por necesidad, y en distintos momentos del día. Al principio me ayudaron mucho los audios a guiarme. Hoy en día puedo hacerlo sin audios, pero hay muchos momentos en los que me doy cuenta de que me ayudan porque estoy bastante distraída o poco en contacto conmigo misma y vuelvo a ellos.
Aniana García Morato es psicóloga clínica y especialista en mindfulness.
Llevamos unos años trabajando juntas como compañeras en el acompañamiento emocional a las personas con DCA. Decidí incorporar la herramienta del mindfulnessa los grupos que coordino e incluirla a ella como especialista, para que personas con lesión cerebral adquirida aprendieran la técnica y pudieran practicarla. Mi objetivo era que esta técnica les brindara los beneficios que conozco en primera persona y en los usuarios de los grupos, por el feedback posterior que me dan.
Juntas, durante estos años, hemos ido logrando una adaptación del mindfulness al DCA, uniendo mi experiencia en primera persona, la experiencia de las personas que hemos acompañado en los grupos y el conocimiento y la experiencia de Aniana de enseñar la técnica.
Aniana ha grabado un pequeño video, que os pongo a continuación, para poder iniciarse en la técnica. Estoy segura de que este video puede ayudar a la práctica.
Cada vez más gente a nuestro alrededor practica mindfulness o meditación. No hace falta tener una lesión cerebral para que sus ventajas nos lleven a vivir mejor. Los familiares, amigos o cualquier persona que lea este post también pueden practicar la atención plena. Yo. además de en la silla, la practico a veces mientras nado en la piscina o mientras doy un paseo.
Espero que os sea útil. Si quieres más información sobre cómo aprender mindfulness puedes mirar la web de Aniana http://www.mindfulnessmadridnorte.com
¡Dejad vuestros comentarios y contadnos vuestra evolución!