El poder entre los pensamientos | Cartas del cielo #2213
El poder entre los pensamientos | letras del cielo
Dios dijo:
Cuando su corazón se sienta tenso, déjelo descansar por un tiempo. Déjalo. Tu corazón puede esperar a que llegue una respuesta. Tu corazón no tiene por qué resolverlo todo. Ciertamente no tiene por qué resolver lo que sea que esté sucediendo en este momento. El caso es, amados, que ya todo está solucionado. Si podéis dejarme las revoluciones de la Tierra, ¿no podéis dejarme también vuestras dificultades?
Deja que tu corazón descanse Conmigo. Tu corazón permanece Conmigo de todos modos, así que deja que tu mente se dirija a algo más satisfactorio. Encuentras muchas cosas urgentes. Lo urgente, sin embargo, es que dejéis de lado la urgencia y volváis a la paz que os doy. Reclinaos en Mi amor, amados. Cuando os sentís preocupados, ¿qué más podéis hacer sino volver a Mí? Supongo que puedes golpearte el pecho si quieres. Puedes repetir tu dolor a cualquiera que te escuche. Puedes repasar mentalmente una y otra vez este gigantesco problema que, de todos modos, pronto olvidarás en una semana.
Cuando te encuentres frente a algo que te sientes incapaz de resolver, entonces entrégalo a Mí. Entonces se le presentarán ideas. O bien, te darás la vuelta y el problema simplemente ya no existirá. ¿A donde se fué? ¿De dónde vino, amados?
Probablemente surgió de pensamientos en tu mente. ¿Qué tipo de pensamientos? Pensamientos de miedo, por supuesto. ¿Qué pensamientos agonizantes podrías tener que no surgieran del miedo? Tienes miedo de algo. Tienes miedo de tu incapacidad para resolver. Tienes miedo de las consecuencias si no haces algo. Tienes miedo de ser responsable. En realidad, temes ser la causa de cualquier malestar que haya. Quizás temas ser la causa de todos los disgustos. Ciertamente, tú eres la causa de tu malestar.
No es pretender dejar que decisiones que no son tuyas descansen un rato. Cuando haces pan, dejas reposar la masa y luego sube. Haz lo mismo con las dificultades. Cuando no sepa qué más hacer, esto es lo que debe hacer: déjelo reposar. ¿No has aprendido esto muchas veces?
Puede ser que cualquier decisión que enfrentes parezca importante porque estás demasiado cerca de ellas. Aléjate un poco y luego los verás por el tamaño que tienen. De cerca es una cosa. Desde lejos, es otro. Bendito sean tus problemas, porque son los remos de tu barca.
Se han hecho grandes descubrimientos mientras la mente está en reposo. Un gran poder se encuentra entre los pensamientos. Los pensamientos abundan. El silencio entre pensamientos se convierte en diamantes, esmeraldas y rubíes.
Cuando un barco zarpa, sale de un puerto. El barco navega un rato antes de llegar al siguiente puerto. El barco tiene que navegar por el agua para llegar al siguiente puerto. Cuando se trata de decisiones a las que te enfrentas, el puerto de origen es tu dificultad y la solución es tu destino. Establece la dirección en la que quieres ir y el barco simplemente irá allí.
No hay necesidad de competir con el barco hasta allí. No hay que temer el viaje. No es necesario estar siempre en la proa. Ve a dormir un poco y deja que la evolución del mundo siga su curso. Cuando te despiertes, descubrirás que has llegado o, al menos, que te has acercado.
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