"El Refugio" y "Saltá", por Julio Andres Pagano

Jorge Gomez (333)

«Saltá»

Cuando las tormentas internas se desatan, hay que seguir confiando.

Como si fuese un potente relámpago, en medio de una oscura y tenebrosa noche, este mensaje destellará claridad y brindará tranquilidad, sin importar cuán fuerte sea el marco del desconcierto. Estas palabras cruzan tu sendero por amor, traen el perfume de tu más hondo sentir. Nuevamente estás parado al filo de un abismo y has tomado tu más sabia decisión. Sólo falta que te animes a dar el paso. No temas. Hacelo. Abrí tus alas y saltá.

No es casual que lo intuyas, la muerte está cercana. Tu viejo mundo está llegando a su fin. Alcanzaste un punto de no retorno, donde pareciera que alguien te agendó una cita con la confusión, la incomprensión y la duda. ¿Qué está pasando? ¿No buscabas armonía, paz y equilibrio? ¿Tanto pudiste haberte equivocado? Calma. Vas por buen camino, sólo que el camino terminó. Ahora empieza una nueva fase, donde volarás con el corazón abierto.

No esperes ver que otros salten para confirmar que el vuelo es posible. Al formar parte de la misma esencia, los movimientos están sincronizados. Al saltar, los demás saltan con nosotros; pero basta conque uno se quede para detener al resto. Confiá. En el preciso instante en que tus pies abandonen el suelo, tus ojos presenciarán infinidad de hermosas alas surcando el horizonte. Internamente sabés que es el momento de animarse a más.

Encarnamos para ayudar a despertar, generando estructuras, caminos, espacios, redes y puentes por donde corra la energía cristalina. Sin nuestro vuelo el cambio se demora. Somos portales vivientes. Canalizamos frecuencias sutiles que avivan el desarrollo de la consciencia. En nuestra agenda interna hay palabras como religar, equilibrar, pulir, servir, cimentar, coordinar, sanar, sembrar y amar. Vinimos juntos a co-crear, vibrando en la luz.

En distintas partes del mundo hay miles y miles de almas peregrinas que están al filo del abismo, a la espera de tu decisión. No te demores buscando consenso entre quienes te rodean. Ellos ignoran tu función, sin embargo viajan en tu halo. No es necesario que convenzas a nadie, sólo que seas consecuente con tu sentir y te pongas nuevamente en acción. Animate. Recordá que estoy a tu lado. Escuchá tu corazón. Abrí tus alas y saltá.

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«El Refugio»

Mientras contemplaba cómo el viento ayudaba a que vuelen los pétalos de una rosa, algo sucedió. Recordé que antes de venir a la Tierra, delineamos creativas formas de aliviar nuestra tarea. Durante la planificación, entre risas y emociones una pregunta tuya me sorprendió: «¿Dónde me llevarías si me vieses cansado, confundido o triste?». ¿Sabés que hicimos? Juntos creamos un bellísimo lugar lleno de amor. Lo llamamos «El Refugio».
Dame la mano. Desviemos la mirada del sofocante delirio terrenal y concedámonos la licencia interna de volar hacia esa área mágica, que tiene la frecuencia de nuestro estado más puro. Sentirás una tierna y embriagante sensación de bienestar, pues una luz familiar ahora nos arropa, dándonos la bienvenida. Este es el singular espacio cristalino que dimos vida para realinearnos, sanar y no olvidar. Aquí relumbra la impecable energía del Hogar
Pronosticamos que a esta altura del trayecto cada paso sería agotador, de ahí que buscáramos alternativas viables donde oxigenarnos para continuar. ¿Ves esas fotos? Han tomado forma, a partir de nuestra intención, con el propósito de que recordemos, pero ni bien apartemos la vista volverán a esfumarse. Iré relatándote lo que nuestro ángel guía nos diga; él custodia esta inmaculada gruta, preservando su inmortal pureza sanadora.
Con la bondad genuina de los seres que sólo aman, nos manifiesta el sentido de lo que estamos presenciando: el corazón abierto es la confirmación del sendero elegido, las estrellas nos recuerdan nuestra naturaleza cósmica y el mundo sin divisiones rememora nuestro fiel compromiso de unificar por medio del amor. Hay otras imágenes, pero hagamos una pausa. Disfrutemos, un instante, de la vibración sutil que nos circunda.
Observá. La figura que tiene un punto, donde confluyen incontables líneas, está ahí para evidenciar que todos los caminos conducen al mismo lugar. Esas ondas, en cambio, destacan la importancia de fluir. Son estampas muy simples porque queríamos recordar que tendríamos que ser capaces de expresar lo complejo de manera sencilla. El ángel avisa, suavemente, que por hoy es suficiente. Centrémonos en nuestra luz interior.
Somos revitalizados con finísimas esencias de fe y constancia. El dolor se va. Las heridas curan. Nace una exquisita armonía. «El Refugio» simboliza nuestro perdurable acuerdo álmico de apoyarnos en los momentos más duros. Entrando a esta zona de paz, nuestra memoria antigua se activa y las alas cobran un brío muy especial, que nos decide a seguir andando. Mil gracias por acompañarme a visitar nuestro fantástico lugar fuera del tiempo.

Visitá: www.tu.tv/videos/despertar_15
Visitá: www.proyecto-despertar.com.ar/notas.htm


2 comentarios

  1. Hola,..me gustaria saber si Julio Andres Pagano estara proximo a dar alguna conferencia o algun Curso-Taller sobre estos mismos temas? y en donde? Gracias por su atención,..Alejandrina

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