El engaño no hace camino, La verdad si. EL PODER DE LA PALABRA – I
La palabra tiene un gran poder de creación y materialización, y esto es debido a varios factores, entre ellos a que es el principal elemento comunicativo de nuestra parte consciente tanto consigo mismo como con los demás. Desgranemos el proceso del poder de la palabra:
Cuando estamos en el vientre materno, la comunicación verbal no es, desde luego, nuestra manera de comunicarnos con nuestra madre, pues aquí dentro la comunicación es pura, directa al principio y de emociones y sensaciones según se forma nuestra estructura emocional y física, que si son de paz, tranquilidad, nos traerán calma y seguridad, pero si percibimos alteraciones tanto en el estado anímico de nuestra madre o en el estado físico, o su entorno, nosotros lo percibiremos emocionalmente, esa es nuestra forma de comunicación, la transmisión de emociones que físicamente se traducirá en un conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales creadas biológicamente para predisponernos a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo, y lo experimentado quedará guardado en nuestro sudconsciente, pues al no verbalizar no haremos una evaluación consciente, está aquí actuando nuestro ser emocional, por tanto ya formado, y por supuesto nuestro ser mental, pero no una mente “concreta” esa mente lógica, analítica que racionalizara y será la protagonista en la mayor parte de nuestra vida.
Aquí no hay manipulación, lo que nuestro cuerpo físico y emocional experimentan es lo que transmiten y llega a todo nuestro SER.
EL PODER DE LA PALABRA, NADA MÁS NACER
Al nacer el ciclo de encarnación, o de materialización se ha completado, has entrado en una nueva realidad, donde ahora la prioridad es la supervivencia del ser físico, Todo cambia, lo primero aprender a respirar, pues el oxígeno es el alimento constante que no te ha de faltar, y en la mayoría de las ocasiones empiezas a obtenerlo mediante el llanto, tu primera verbalización. Emocionalmente se ha quedado grabado, que al “verbalizar” has conseguido “materializado” lo que querías, alimento en forma de aire.
Y usaras esta forma de verbalización, cada vez que te encuentres incomodo, con hambre o algún dolor, pues el lazo directo con la madre, ya no es tan directo y tu supervivencia y bienestar ahora depende de comunicar por ejemplo que necesitas alimento, estas experimentando el poder de la palabra.
Pero sigues siendo un ser tremendamente conectado con tu verdadero YO, con tu esencia, pues no juzgas, no racionalizas, solo transmites emociones, Esto hace que el canal comunicativo, contigo mismo este perfectamente abierto, pues no hay engaño.
Y como todas las cosas no son blancas o negras, en el camino hay un degradado de grises, paulatinamente vas cambiando, aproximadamente en los dos primeros años de vida, eres experiencia emocional en modo supervivencia, pero a partir de que empiezas a hablar o a entender lenguaje, avanzas hacia la necesidad de transmitir información más específica a los seres de tu entorno, ya no quieres comida, sino la papilla blanca dulce que tanto te gusta, y puedes transmitir que no es el pantalón el que te molesta sino que te han metido la camiseta por dentro y te aprieta. ¡¡¡¡Guauuu!!! ¡¡¡Que pasada!!!, cuanto más, conoces y utilizas la palabra eres capaz de concretar con más exactitud lo que te pasa y materializar la solución.
Igual que al aprender a conducir tienes que estar pendiente de coordinar mil coas que parecen imposibles, que si giro, intermitente, embrague, acelerador, pero luego practicando más y más tu cerebro lo automatiza. La palabra se entrena en ti, y se automatizara de tal forma en tu cerebro, que cambiara la manera de percibir y por tanto cambiara tu realidad, en los próximos años tu conexión emocional-mental, esa conexión tan pura contigo mismo, dejara de tener sentido, pues serás un ser tremendamente racional.
EN EL SUEÑO RECONECTAS CON TU COMUNICACIÓN NATURAL
En este momento, darás como real lo que pueda ser expresado por palabras, pues incluso tu dialogo contigo mismo es en palabras, si te pones a pensar te cuentas a ti mismo todo en palabras. ¿Te ha pasado alguna vez que te despiertas de un sueño, le intentas retener pero cuanto más piensas en el más se escapa de tu mente? quizás era un sueño lleno de vivencias y emotividad, sensaciones que seguían en ti nada más despertarte pero que se volatilizan al intentar retenerlas.
Durante el sueño nuestro cerebro descansa del tremendo esfuerzo que supone, analizar, juzgar y traducir todo a palabras, y vuelve a su estado expansivo, a una realidad más amplia, a esa unión. Cuando despiertas, entiendes todo en un primer momento pues no lo analizas, tu cerebro sigue vibrando en frecuencias Theta/Delta pero en segundos transformas tu sueño. pues empiezas a analizarlo e interiormente lo transformas en palabras, palabras limitadas por un vocabulario, se tergiversa así lo vivido, pues lo no expresable en palabras tu yo «lógico» no lo entiende y lo sabe integrar, el poder de la palabra otra vez.
Es como si vamos a un país exótico y nos sirven un plato de arroz con muchos tropezones que no sabemos lo que es, tenemos hambre y comemos deprisa, sólo el arroz, apartando todas esas cosas que hay con el pues no entendemos que son ni para que están ahí, las ignoramos hasta tal punto que al regresar a casa, nos preguntan ¿Que has comido en aquel país? y decimos solo comen arroz. Cuando en realidad el arroz era el acompañamiento, la verdadera esencia del plato y de la cocina de aquel lugar estaba en eso que hemos negado y apartado. Eso hacemos queramos o no expurgar la realidad limitándonos a lo entendible.
De esta manera las conexiones con esa parte emocional, con ese pensamiento más abstracto, se niegan, se desechan de lo real pues solo aceptamos y entendemos cuando nos lo podemos contar en nuestro dialogo idiomático. He aquí rota la conexión con nuestra esencia rota que nos hace permanecer en esa falsa realidad que algunos llaman «Matrix», falsa realidad creada entre todos, ese sueño de nuestro ser que usa solo un 10% de su cerebro para crearla y le cuesta comunicar con el 90% restante, aunque este 90% sigue funcionando a nivel físico pero lo llamara subconsciente, por no saber entenderlo, retándole importancia colocándole por debajo de lo consciente, y es esencial para llegar a conectar con ese supra-consciente donde esta nuestra esencia misma.
Aquí empieza el primer engaño, y empezamos a programarnos en ese robot de nosotros mismos llamado EGO.
Usemos la palabra, para volver
Pero para no extenderme demasiado lo dejo aquí y en un segundo artículo veremos, como la bola de falsa realidad va creciendo y como usar la palabra para crear, para des-andar el camino, y volver a estar en contacto con esa esencia que eres TU. Que es tu verdadero SER.
Permanece atento y por favor comparte este articulo, Por qué.
TU LUZ ENCENDERÁ OTRA LUZ
Carlos de la Prida