Entusiasmo existencial – Parte 3 – Por Roberto Pérez – comentarios por Gisela S.
Encima cuando ese placer me lo da el otro, quien sea, termino siendo adicto a ese otro. Ustedes me podrían decir “pero no Roberto, a mi me encanta trabajar, realmente me encanta, estoy feliz haciéndolo, y por lo tanto voy con todo el entusiasmo». Claro te hiciste adicto al trabajo porque si vos crees que la felicidad es trabajar, no volves nunca a casa. Me hago adicto a la actividad que tengo.
Conclusión, tampoco el Placer es la Felicidad.
Insisto a que me entiendan que todas estas cosas no son malas en si mismas, lo peligroso de esto es confundir que estas son, con la felicidad.
Y por ultimo, hay un sentimiento de felicidad que es mas casero, hasta te diría, eso si es felicidad. Y yo lo llamo así “es el estar bien con los demás”. Ustedes me podrían decir “Y si Roberto cuando estamos en casa nos tratamos bien, es muy placentero estar en casa, los fines de semanas no hay gritos, no hay peleas, no hay discusiones, hablamos de un tema, del otro». Totalmente, es eso la felicidad de llevarme bien con los demás.
Estar en el trabajo, estar bien con ellos, no hay discusiones no hay competencia eso es la felicidad, ¡No! Y ¿por qué? Porque es muy frágil. Hoy estamos así, después nos matamos como perros y gatos.
Si a la felicidad la asocio a esa sensación placentera que me dan las relaciones vinculares armónicas, ¡PELIGRO!
Porque mi felicidad va a depender eso. Y en la vida cotidiana, ¡atención por favor!, los conflictos son parte de la vida. Son situaciones de aprendizaje. «No en mi casa no hay ningún conflicto. Nunca discutimos», mmm… ¡PELIGRO! ¡mal! Porque el conflicto es parte de los vínculos y en ellos también se prueban muchas cosas.
Si en pos de nunca tener conflictos, si por nunca discutir, si por no sacar cosas que puedan molestar, empezamos a tapar o no decir, eso no es felicidad. Y muchas personas creen que eso es felicidad, que no hayan problemas entre nosotros, ¿por qué? Porque lamentablemente si asociamos a eso a la felicidad, estamos adictos a que no tengamos problemas. Entonces cuando hay un problema, “ay sácalo, sácalo. No le cuentes, no le cuentes a mama, no hablemos de eso. No hablemos de política, ni de religión porque hay problemas, no hablemos de nada de eso”. Entonces si asocio a la felicidad con llevarme bien con los otros, termino no siendo sincero, autentico y por evitar conflictos, me hago adicto a una cosa, que a largar y eso es inconsistente, porque eso no es la vida.
La vida es conflicto, la vida es solución de conflicto.
No es vivir en el conflicto, es tomarlo al conflicto, y asumirlo. Me equivoco, me caigo, pero es eso es trabajar con las equivocaciones, con los dolores y con las realidad.
Por eso hasta en cosas muy profundas eh, ustedes no saben cómo a mí me ha tocado estar cerca de ambientes de monasterios, de gente, de personas que viven en clausura, esa gente se lleva bárbaro. ¡No! Si no hay conflicto esa gente se va a llevar peor. Si no hay conflicto esas personas no son sanas. Tiene que haber conflicto y tiene que haber una buena resolución de conflictos. Y hasta en esos ambientes que parece que está todo divino, pacifico etc. ¡NO! Por tapar los conflictos, por no vivir los conflictos, se crea un atmósfera irreal. Entonces no termino de hablar lo que siento y pienso.
En una casa donde los padres no quieren problemas, los chicos hablan de problemas fuera de casa.
¿Se entiende no?
Entonces ustedes me podrían decir “pero Roberto, no me digas, llevarnos bien es tan lindo” ¡claro que si! Llevarnos bien con los demás, tener un momento de placer, tener la satisfacción de un proyecto logrado y como dicen “alguna vez me toca”, tener la suerte de que me viene algo bueno. Está buenísimo, no es malo eso. No es un tema de malo o bueno, el tema es que eso no es felicidad.
Entonces cuando diga lo que es felicidad, vamos a decir: “que distinto es pasar la vida pensando que la felicidad tiene que ver con otra cosa”. La autentica felicidad, o lo que llamamos felicidad esta asociado a otras cosas pero éstas, ¡Atención Ahora¡, dependen de mi.
Porque que me lleve bien con los demás o no, es cierto que depende de mi, pero también depende de todos los que están alrededor. En cambio que yo elija el placer depende de mi, pero repito si creo que eso es felicidad quedo pegado a eso.
Entonces ¿de que depende la Felicidad? ¿de mi?
1) Lo primero, que los que me han escuchado en aquella conferencia del “Ideal y misión en la vida”, lo primero, lo primero es entender que la felicidad es la vivencia de un ideal y de una misión en la vida, esto.
Soy feliz cuando estoy viviendo el ideal y la misión que tengo en la vida.
Cuando se que estoy haciendo lo que vine a hacer a esta vida, la experiencia de estar haciendo lo que vine a hacer aquí. La experiencia es estar viviendo mi ideal de vida, eso me da una felicidad que no tiene ni punto de comparación con todo esto. Y la felicidad es casi un subproducto, porque lo que importa es tu compromiso con tu ideal y con tu misión, y el compromiso de vivirlo, y no el cumplimiento pasivo como había dicho antes.
El compromiso de vivir tu ideal y hacerlo, te da una felicidad que no tiene nombre. Van a ver que todas las personas que conocen su ideal de vida se comprometen con eso y lo viven, tienen una felicidad que no pasa por nada externo e incluso hay proyectos que salen mal, hay momentos que no son placenteros, hay dificultades porque incluso te pueden criticar, a veces la suerte se te va para otro lado. Pero hay felicidad porque estoy cumpliendo mi ideal y mi misión en la vida, a veces con adversidades. Y no para poner como modelo a gente tan especial, pero cuantos hombres y mujeres que hemos tenido en la vida, que hemos admirado, no les ha ido todo bien, ¿entienden lo que quiero decir?, materialmente, pero los ves con una felicidad en el alma.
¡Qué lindo es tocar música con felicidad o expresarla o, expresar lo que expreso desde un lugar interior de que ese es mi ideal y mi misión!.
Como cuando un docente enseña porque está enamorado de lo que está haciendo porque siente que ese ideal y esa misión de enseñar es lo que vino a hacer a esta vida, que lindo. Que lindo realmente cuando la persona sabiendo cuál es su ideal y comprometiéndose a eso, vos lo ves, y lo ves feliz.
Y repito, lo material puede no acompañarlo, pero no pasa por ahí. Cuando uno ve “Beethoven apasionado”, ya le dije dos, el guerrero pacífico y Beethoven apasionado o algo así. Ven aun hombre enamorado de su música, saber que vino a esta vida a escuchar la música celestial y ponerla en notas musicales. Uno ve esa vida y no era una vida toda prolija, era bastante fea, en el sentido de su realidad de que no podía escuchar con los oídos, a veces hasta un poco libidinoso en su comportamiento osea que vos humanamente no lo veías como una persona perfectita pero era feliz. Feliz porque estaba haciendo lo que vino a hacer. Feliz porque estaba viviendo su misión y su ideal en la vida, y esto tampoco se puede traducir para personas que no viven así porque cuando vos le decís que es la felicidad, que la felicidad te puede dar eso, no entienden. Los que me entienden, saben lo que quiero decir. La felicidad no se busca directamente, es la vivencia.
No se trata de alcanzar el ideal, a medida que yo vivo ese ideal, soy feliz. Y cuando no vivo ese ideal o me alejo de mi ideal de vida, no lo soy. Entonces la felicidad pasa por las vivencias cotidianas, no es alcanzarlo, es vivirlo. La vivencia es lo que te da felicidad.
La otra fuente de felicidad es….
CONTINUA EN:
PARTE 1: https://hermandadblanca.org/entusiasmo-existencial-parte-1-por-roberto-perez-comentado-por-gisela-s/
PARTE2: https://hermandadblanca.org/entusiasmo-existencial-parte-2-por-roberto-perez-comentarios-por-gisela/
REDACTORA: Gisela S., redactora de la gran familia de la Hermandad Blanca.
FUENTE: https://www.youtube.com/watch?v=YqaFKoy2Is0
