Etiquetas limitadoras (Reflexión), por Jordi Morella
De hace años hacia aquí, y sobre todo, desde que entramos en el nuevo milenio, el aparador de la espiritualidad ha quedado invadido por las etiquetas de, representa, “nuevas maneras de ayudar al ser humano”: “Psicología ecológica (???), regresiones, constelaciones familiares, técnicas de liberación emocional (EFT), psicología transpersonal, reconexión personal, biodescodificación, sanergía, reconexión, reiki angelical, ensoñación consciente, talleres de códigos de Luz Quantum Holoforms, de registros akáshicos, de Merkaba, de cambio cuántico, etc, etc, etc, ….”. ¿Son necesarios tantos nombres etiquetados como para hacer ver que lo que se hace es la última novedad y “¡el no va más!”? Podría nombrar y nombrar muchas otras maneras que se han hecho un lugar en el mundo de la autoayuda o sanación, como si fuese la llave para el ser humano. Muchas de las etiquetas van destinadas a desbloquear una parte del todo que es el individuo. Se crean terapias y sistemas para tratar una parte de la persona. Algunas de ellas, incluso, vienen a ser casi lo mismo pero con diferente nombre. ¿Es necesario hacerlo? ¿Es necesario ir por partes para tratar el todo? ¿Es necesario que se haga trabajar a un bebé para que aprenda a andar, primero hacer unos ejercicios para cada dedo del pie, después el tobillo, a continuación las rodillas y finalmente las caderas??!? ¿Es necesaria tanta dedicación parcial cuando somos un todo? Sencillamente se debe de enseñar a tener equilibrio, sin dar la importancia conforme estas “parcialidades” son “básicas y esenciales” para la existencia. Una visión limitadas la que crea las etiquetas.
De cuando en cuando “descubro” nuevos etiquetajes sin llegar al fondo, a la raíz de lo que realmente nosotros somos y todo es,…. ¡y necesitamos!
Vivir desde el intelecto crea situaciones mentales, y estas aportan resultados que no “van al grano” de lo que realmente necesitamos. Podemos sentir un alivio, pero no solucionan la situación o el estado interior en que nos encontremos. Solo una conciencia despierta en un ser equilibrado, como una plena conexión con su divinidad puede darse cuenta que el ser humano se distrae con “inventos” que con el tiempo serán obsoletos. Así ha sido, creándose nuevas etiquetas cada “x” tiempo. “Cuando se va al detalle, nunca se tiene bastante. Cuando se va al por mayor, todo se tiene”.
No se puede crear y actuar desde la parcialidad si queremos que el ser que somos se manifieste con toda su majestuosidad, porque sino estamos creando una conciencia de dependencia, de hacer un curso o una terapia y darse cuenta, después, que necesita hacer otras cosas porque las que ha hecho no le acaban de llenar y satisfacer del todo en la vida para conseguir la plena felicidad, una salud radiante y un absoluto bienestar interior.
La espiritualidad no es parcialidad. La espiritualidad es plenitud.
Para hacer funcionar un coche no es necesario que se enseñe a alguien cómo funciona una dinamo, y después los pistones, y a continuación el carburante, y así parte por parte. A alguien que quiere hacer funcionar un vehículo, se le debe de dar “la llave” y dejar que la conecte, y así darle un pequeño giro o indicándole qué botón es si es automático. Esto es lo que está pasando actualmente en todos aquellos que se adentran en el mundo espiritual. Se están encontrando en su entorno con un libro lleno de instrucciones de cada parte del vehículo. Unos tratan una parte, y otros el resto. Si juntásemos todas las “etiquetas que son la salvación para nuestro ser” podríamos empapelar toda una habitación. “¿Son necesarias tantas valoraciones para decir: lo ves? Esta es muy importante y la hago yo”. Si todas y cada una de ellas son importantes, ¿por qué dar tantas vueltas y no ir directamente a lo esencial?
Demasiados intereses relacionados con el ego, vanidad y la poca conciencia, al no transmitir lo que realmente se necesita. No quiero decir que no sea necesario trabajar las emociones, equilibrar a la persona, o hacerle ver una visión holística de la su vida y ser. ¡No, no quiero decir esto! Alguien puede llegar a decir que son pasos importantes para llegar a otros más profundos de autoconocimiento, pero yo os digo que a un bebé que está aprendiendo se le debe de enseñar a levantarse y mantener el equilibrio, no a decirle que se coja para que no caiga. ¿Veis el tipo de energía diferente que se le está dando en su “instrucción”? Una es de tipo limitador: cógete para que no caigas y así puedas mantenerte derecho; y la otra es hacerle ver que puede mantener el equilibrio por él mismo. Hemos de mostrarle su potencial ilimitado sin miedos. No se le muestran las muletas porque le estamos inculcando una dependencia y un sentido de: “yo no siempre puedo o podré”. ¿Veis la diferencia? La energía de la instrucción es muy diferente una de la otra. Son pequeños matices que hacen que el individuo después actúe desde el miedo y el no saber que siempre puede, o que se sienta fortalecido y sabedor que él, pase lo que pase, puede.
Todo depende de cómo se hace servir la energía en nuestra vida, y las energías que recibimos cuando nos encontramos en un proceso de aprendizaje desde el principio. Son matices pero que harán, con el tiempo, poder manifestar al verdadero ser que somos con todas nuestra plenitud.
No hemos de tratar solo nuestra parte emocional, ni nuestra parte mental o física, ni todos los aspectos más humanos de nuestro ser. Lo que hemos de hacer es enseñar al individuo cual es su verdadera naturaleza, y esta no es humana, sino espiritual. Nos pensamos que la forma predomina ante el fondo, pero nada más lejos de la realidad. Todo aquello que crea cierta dependencia (ir muchos días a una consulta, o hacer cursos y cursos, o que alguno de ellos dure mucho tiempo o días), no es el camino adecuado.
¿Qué tal si enseñamos al ser humano a pescar por sí solo y no darle el alimento cada vez que lo pida? Enseñarle a pescar haremos que él pueda tener el alimento que necesita cuando lo requiera, no cuando nosotros le demos el día y hora para que vuelva a venir.
Esto representa vivir y actuar desde la parcialidad, desde la dependencia, la limitación como seres. Estas palabras, probablemente sean recriminadas y contra decidas por algunos de los que las leéis, pero no os debéis de crear este malestar, sino pensar el por qué os han alterado, en caso de que así haya sido y queráis tener razón.
El ser humano no es quien se piensa que es. Ha llegado la hora que la espiritualidad tome el lugar que le corresponde, dejando de lado toda religión, chamanismo, esoterismo y dar pie que el camino del amor y la divinidad sean en uno mismo.
Somos mucho más de quienes nos pensamos. Somos seres espirituales en una biología, y esto a veces nos confunde o nos hace dar más vueltas de las necesarias para conectar con nuestra verdadera esencia. Ya no es necesario dar vueltas y vueltas, como en la vieja energía. Los nuevos tiempos nos permiten conectar y sentir nuestra divinidad para cualquier aspecto de nuestra vida y de una manera directa. A un niño pequeño ya no es necesario darle muletas para la vida por si un caso; lo que se necesita es enseñarle que él ya es la perfecta divinidad manifestada (los nuevos niños y gran parte de los jóvenes actuales, en el fondo ya lo saben).¿Qué tal si los estimulamos para que conecten con ella? Cuando llegamos a sentir quiénes somos y despertamos nuestra conciencia sin miedos, teniendo el coraje y la fortaleza de liberarnos de nuestra mente y ser nosotros, entregándonos a lo que hemos venido a hacer, entonces nos quietaremos la mochila de la dualidad y empezaremos a ver de una manera clara quienes somos, nuestro verdadero potencial y qué hemos venido a hacer. Entonces sentiremos la Unicidad con todo, con todos y con uno mismo. Entonces sentiremos el Dios que somos. “Dios es el Todo, no una parte”.
No nos hemos de quedar con una parte cuando nosotros somos el Todo.
¿Son necesarias tantas supuestas nuevas técnicas o sistemas, tantas etiquetas cuando en el fondo solo se necesita una?: ¿Quién soy Yo? ¡Yo Soy Dios!
¡Siéntelo! ¡Siéntete!
Solo hay un camino: el camino hacia la manifestación de tu plena divinidad. Conecta con ella y todas las dudas se desvanecerán.
Gracias a todos por vuestras palabras.
Agradezco sinceramente vuestro expresar desde el corazón.
Gracias por vuestro Despertar. A todos, gracias.
Que podáis sentir el Amor y la Paz en vuestro interior.
Cuando se presentan tantas y diversas informaciones, da la impreción que el hombre necesita muletas para llegar a conocerse y sobre todo aceptarse . Las religiones tradicionales tratan de vender el pasaje para el cielo, mostrando que pueden borrar las imperfecciones, pero no muestran la verdadera naturaleza espiritual del hombre
Gracias muchas gracias. Que Dios te siga bendiciendo y expandiendo su luz en ti.
Gracias, tu mensaje es esclarecedor, abridor de conciencia. Necesitamos elegir, ejercer nuestra libertad y eso es un trabajo arduo, si no nos damos cuenta quedamos entrampados en ritos vacíos e intereses espiritualoides que nos distraen del camino hacia la Unidad. Necesitamos mas artículos como este, gracias, te animo a seguir escribiendo
Jordi,
Te aplaudo y agradezco de antemano estas palabras tan bellas y sabias.
Fascinante tu punto de vista con el cual estoy completamente de acuerdo!!
Se me salieron las lágrimas de alegría y emoción al sentir leyendo este artículo….
Gracias mi hermano por hacer mi día más bello de lo que ya es, y por inspirarme a seguir pleno, fluyendo con la vida.
Recibe un abrazote lleno de mucho cariño, alegría y agradecimiento!!!
Una vida bella para ti siempre 🙂
Michel
hracias hermana tienes toda la rrazón no nos hemos dado cuenta muchos de nosotros incluyendome el ser divino que cada uno somos por que somos y soy yo soy el que yo soy. un abrazo en la luz teflicito por ese gran ser de luz que eres hermana yo tambien lo soy un abrazo en la luz.