Felicidad ¿A que edad somos más felices?
El presente articulo consistirá sobre una de las temáticas mas habladas en los últimos tiempos: la felicidad.
Muchos son los consejos que abundan sobre esta temática, lo cierto es, ¿cual de todas ellas estará en lo cierto?.
Así por ejemplo desde tiempo inmemorables se debatía sobre la felicidad, Aristóteles por su parte creía que la felicidad era un estilo de vida, entonces para ser feliz, había que ejercer la virtud.
Para Nietzsche la felicidad se encontraba mediante la superación de adversidades y la creación de modos originales de vivir.
Epicuro creía que acumular dinero y poder no eran factores que generasen felicidad. Tampoco asociaba al amor como un elemento central para ser feliz.
Actualmente no nos quedamos solo con las definiciones filosóficas sobre la felicidad, sino que vamos mas allá.
El famoso neurólogo y neurocientífico argentino Facundo Manes comenta que ni la fama, ni el poder y tampoco el dinero dan felicidad. Lo que da felicidad es tener lazos humanos, eso da bienestar. Tener contacto humano, contacto con los amigos, con la familia, con una pareja, etc. Además, aclara el celebre neurólogo que «los seres humanos somos seres sociales, y sabemos que, por otra parte, sentirnos solos crónicamente nos mata. Este sentimiento de soledad crónico es un factor de mortalidad mucho más importante que el alcoholismo y la obesidad, por ejemplo». Resumiendo para este ilustre científico la felicidad se basa en los lazos sociales.
Para el magnate Dr. Daniel Lopez Rosetti, cardiólogo argentino, quien por su parte afirma que la felicidad existe y que debe ser interpretada como una sensación de fondo que facilita o condiciona el bienestar.
Va un poco mas allá y dice lo siguiente: “si el estrés es igual a sufrimiento, entonces lo contrario es la felicidad. Pero entonces ¿existe la felicidad? Muchas personas utópicamente creen que no, pero sí, existe la felicidad y se puede medir. Médicamente se llama bienestar subjetivo percibido y se mide en el mundo entero. Cada persona tiene distintas percepciones de bienestar de acuerdo a su calidad de vida, no nivel de vida”. Debido a esto, refiere que hay que diferenciar entre calidad de vida y nivel de vida. Nivel de vida hace referencia a cosas tangibles, a la posesión, al poder adquisitivo de una persona, sin embargo calidad de vida refiere a si esa persona disfruta eso que tiene. Ya sea que gane un millón de dólares o 100 dólares (nivel de vida), pero si esa persona disfruta eso poco o mucho que tiene, entonces tiene buena calidad de vida.
Continua el Dr. Rosetti afirmando que “la calidad de vida es una diferencia entre tu expectativa sobre determinadas variables, lo que deseas de la vida y tu realidad vivencial. Si la diferencia entre tu realidad vivencial y a lo que aspiras, es muy alta, esta diferencia determina una baja calidad de vida.
Calidad de vida es qué tan contento estas con tu realidad vivencial. Si vos con tu realidad vivencial, cuando vos la analizas objetivamente, y queres tener esto de dinero, esto de éxito ,esto de lo otro y la diferencia es muy alta. Este delta o esta diferencia te va a dar un grado de insatisfacción que determina una calidad de vida baja.
La U de la felicidad.
El Dr. Rosetti comenta que «hay algo que es la U de la felicidad. Esto se midió en el mundo entero, en términos generales, las personas más felices son las personas alrededor de los 20 años porque a los veinte años tenes un futuro, tenes sueños, tenes un montón de cosas por construir, después viene la realidad. Entre los 40 y 50 años las cuestiones se complican un poco más. Pero hay una buena noticia queridos lectores, acá a los 50 todo empieza a ser mejor, de los 50 años para arriba.
La U de la felicidad significa que el bienestar «reaparece» entre los 60 y 70 para arriba
¿Sabes por qué? porque llega el momento en que valoras lo que tenes, no queres tener más, te alcanza los pocos amigos que tenes, la expectativa de vida es otra, vivís el tiempo presente, pasaste por un montón de cosas y ahora lo que te interesa son cosas de otro orden.
La u de la felicidad mide y dice entonces que se es feliz a los 20 y a los 60, a los 60 años ves las cosas distintas, empezas a valorar lo que tenes porque empieza a parecer la perspectiva de un fin, empieza aparecer la perspectiva de un tiempo presente. Entre los 46 y 50 razonamos mucho. No somos seres racionales, sino seres emocionales que razonan”.
La felicidad en años.
La curva de la felicidad es un estudio que se ha llevado a cabo en la mayoría de los países del mundo. Todas estas investigaciones llegaron a conclusiones similares, las cuales determinaron una teoría que podría explicar la curva de la felicidad. Se considera que la felicidad esta dada o mejor dicho condicionada por estados de bienestar, la cual puede variar a lo largo de la vida.
De esta manera, podemos dibujar una U, en cuyo extremo superior izquierdo podemos imaginar que ubicamos los 20 años, siendo este el primer pico de bienestar. Este bienestar esta dado por la sensación de las personas de que hay un gran futuro por delante, están llenos de esperanza, de proyectos, llenos de vida, llenos de ilusiones, sueños y la fuerza para llevar sus utopias adelante.
Con el pasar del tiempo, la realidad va tomando escena en la vida de una persona, hasta que finalmente es la única protagonista de su atención, apañando y tal vez borrando las ilusiones de los veinte y tantos. Es así como a partir de los 40, comienza la decadencia de estas ideas, ilusiones, proyecto, tomando dicho lugar la realidad y aumenta exponencialmente el funcionamiento cognitivo. Generalmente, comienza una etapa de preocupación excesiva, debido al aumento de razonamiento, que si no es controlado, por ejemplo mediante momentos de quietud, meditación, etc. Llevan a una de las angustias más grandes experimentadas por el hombre.
La edad en que la felicidad merma notoriamente.
Entre los 40 y 50 años, según este estudio nos encontramos, teniendo en cuenta el gráfico de U, en la parte inferior de esta curva. Obviamente esta franja puede variar en años, según el proceso personal de cada ser humano. No son parámetros fijos, sino solamente aproximados, ya que cada individuo es único y tiene sus propios tiempos y ritmos.
Esta etapa peculiar esta caracterizada por el énfasis en el funcionamiento de la parte superior de nuestro cuerpo, nuestras funciones cognitivas, por el cuestionamiento sobre lo que hemos hecho y lo que no, lo que hemos logrado, hasta donde hemos llegado, la familia, los amigos. Todas cuestiones que tienen que ver con el camino de vida elegido.
Generalmente aparece el auto reproche, la culpa y suele detonarse una crisis vital importante. Cabe aclarar que toda crisis es necesaria y fundamental para nuestro crecimiento, por lo que no la tapemos o negemos.
Ahora bien, si todo nuestro ser nos esta llamando a vivir una crisis, vivamosla, experimentémosla porque de esa crisis renacerá la mejor versión de nosotros mismos. Abracemos esta dolorosa pero, a largo plazo, tan beneficiosa experiencia.
Esta crisis suele generarse por la gran diferencia entre las metas que nos habíamos propuesto y la realidad vivenciada, es decir la diferencia entre nuestras expectativas de vida y la realidad. Si esta diferencia es muy grande, probablemente vivenciemos una de las crisis mas grandes de nuestra vida, pero recordemos lo necesario y vital de la misma.
Cuando la curva comienza su ascenso, la felicidad también.
A partir de los 50 aproximadamente la curva comienza a ascender, esto significa que comenzamos a valorar cosas que antes tal vez no valorábamos o ni siquiera notábamos lo fundamental de su existencia para nosotros. Es así como, al pasar lo años, uno va dándose cuenta o descubriendo los verdaderos pilares o fundamentos que hacen a la felicidad. Es decir, la percepción de bienestar se enfoca en otras variables distintas a las décadas anteriores. Es un momento en donde lo material, pasa a un segundo plano, en donde las relaciones son el tesoro mas preciado que uno pudo haber creado.
¿En que curva de la felicidad te encontras?
REDACTORA: Gisela S., redactora de la gran familia de la Hermandad Blanca.
FUENTE: https://www.lanacion.com.ar/2068830-la-u-de-la-felicidad
Tengo 78 años, algunos dolores en los huesos, pero comprendo que no se puede pretender llegar a mi edad y sentirme como me sentía a los 30.Tengo muchísimos intereses: me gusta la poesía (leerla y escribirla),me gusta cocinar para mi familia y mis amigos, me gusta conservar el jardín medianamente "arreglado", amo todos los animales, me fascina el Reino Mineral, mirar su luz, apreciar sus colores. Me siento bien, porque he recibido el Don del Amor Incondicional. Si muero mañana, igual estoy agradecida a Dios y a la Vida.
Muy cierto, cuando llegamos a los 50 nos damos cuenta que lo primordial son las relaciones humanas, lo material si bien es importante no es decisivo para sentirte satisfecho. Cuando nos damos cuenta que el amor no es reemplazable por ninguna otra cosa entonces nuestras prioridades cambian y tratamos de invertir nuestra energía y tiempo en personas y actividades que nos nutren el alma.