Hacer la Cama o No (la realización por el silencio) por Assumpció Fàbregas i Anglada
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Hoy es un buen día para esta práctica, para descubrir más de mí misma…
¡Caramba! Lo primero que observo es que hay una manera de ser que incomoda mi estado. Por ejemplo, cuando veo la cama por hacer, algo en mí me dice que la haga… Es una voz que «ordena» que la haga, fruto de una enseñanza o creencia que me inculcaron de pequeña y, fíjate tú, que ahora que empiezo a hacer silencio, sube el volumen de esa voz.
Cuando la escucho me doy cuenta que puedo hacer dos cosas:
1. Obedecerla.
O
2. Aprovechar la ocasión y cuestionarme esta obligación para ver qué creencia se esconde detrás (la voz continúa diciendo: no eres buena ama de casa, qué desordenada que eres, fíjate si viene alguien y lo ve qué pensará…)
¡Otra vez la voz!
Cuando elijo la segunda opción, y me doy cuenta del origen de la creencia, puedo elegir libremente si hago la cama o no. Y si la hago, puedo descubrir desde dónde sale esta acción: si desde mi voluntad creadora o desde la esclavitud de la opinión de otra persona, que ya no vive conmigo, pero que todavía me tiene atada.
Puedo darme cuenta de que la auténtica libertad no es elegir hacer la cama o dejarla sin hacer, sino ver quién elige una cosa u otra.
Si hago la cama porque siento que lo quiero hacer (no porque me lo inculque la voz) estoy actuando desde la parte más pura de mi interior, más genuina, desde la auténtica libertad.
Lo más divertido es que si dejo la cama sin hacer, y lo elijo desde esta misma parte de pureza, no me siento culpable. Señal de que la otra (la voz) ya se está disolviendo, empequeñeciendo, desapareciendo…
La realización por el silencio me ayuda a hacerme responsable de las consecuencias de las acciones que crean mi vida.
¡Salud!
© Texto: Assumpció Fàbregas i Anglada, diciembre 2013
Lectora de almas y creadora de diagramas sanadores
Imagen: internet
