La era digital y sus efectos sobre las relaciones humanas
En la actualidad un “toque” de pantalla nos conecta de manera digital con el mundo entero
Las más recientes tecnologías de la era digital, han revolucionado las necesidades comunicativas de los negocios y el conocimiento. Y la humanidad ahora vive de formas muy distintas que en antaño.
Durante el siglo pasado, específicamente en las décadas de los 60’s y los 70’s, la humanidad presenció en inicio del despegue tecnológico. Mismo que terminaría por revolucionar todas las formas existentes sobre manejo de información. Y consumismo en masa. La era digital y sus efectos sobre las relaciones humanas, son ahora tan evidentes que no pueden negarse.
Desde luego, dichos avances han significado grandes logros en muchos campos del quehacer humano. Sin embargo, también han afectado la manera de relacionarnos con las personas. Y con el mundo en general. Los registros más remotos sobre la utilización de palomas mensajeras, datan de la antigua Grecia. Y se les entrenaba para comunicar a los pueblos de la periferia, los nombre de los ganadores de las justas olímpicas.
Secreter. Pieza de mobiliario de finales del 1800.
Hoy en día sólo los abuelos recuerdan la época en que las personas intercambiaban correspondencia. Se podían hacer por encargo piezas de papel especiales para escribir. Y sobres con nuestro sello personal ya impreso.
Conceptos como el correo o tránsito de documentos, oficiales o personales, son conocidos desde hace miles de años. Los antiguos egipcios, contaban con un sistema muy complejo para llevar caras y registros de población o contabilidad de cosechas. Desde el punto de origen del Nilo, hasta el final de sus afluentes.
Para el ser humano, comunicarse siempre ha sido una necesidad social. E involucra la atención del afecto entre las personas o los asuntos relacionados con el comercio. Y la implementación de leyes y estructuras de gobierno.
La era de la comunicación telefónica
Antaño, las comunicaciones interpersonales requerían de la viva participación entre emisor y receptor del mensaje. Incluso existían piezas de mobiliario diseñadas para guardar papel, sobres y tintas, llamados “secreter”. Se escribían cartas a mano. Y se experimentaba la emoción de ver llagar al cartero. Posiblemente con noticias de la familia o del ser amado.
La era digital, ha borrado del esquema práctico la utilización de papel y de correo ordinario para enviar mensajes a gran distancia.
Desde la invención del teléfono hasta nuestros días, los cambios que ha registrado la tecnología, han sido tan impresionantes que la telefonía ya no se parece en nada a como fue en sus orígenes. Sus efectos sobre las relaciones humanas en definitiva han modificado nuestra forma de ver el mundo y la forma de interconectarnos.
Un mundo impersonal
A todos nos ha pasado contemplar escenas en las que vemos a grupos de personas juntas alrededor de una mesa. Pero ninguna habla o interactúa con las otras.
Si un hermano o nuestra mejor amiga, se encontraba en otro país u otro continente, podíamos levantar la bocina del teléfono y llamarle para felicitarle en su cumpleaños. La emoción de escuchar la voz de ese ser que nos importa y queremos, ha sido substituida por los “mensajes de texto”. Breves párrafos plagados de caritas sonrientes.
O los juegos de video, que son la fascinación actual de chicos y grandes. Una persona puede pasar horas, a solas, jugando en línea con personas que están en países muy remotos. No pretendemos satanizar ni el desarrollo de nuevas tecnologías ni su implementación y uso en la era digital. Pero quizá debamos poner más atención en valorar y dimensionar correctamente lo importante de las relaciones humanas reales y en persona.
La convivencia real entre personas.
Las nuevas tecnologías son un gran logro del talento y la creatividad humanas. Pero la invitación es respecto a no abandonar el trato personal y afectivo con la gente que nos rodea.
Pensamos que es muy triste que ya nadie escriba una carta o realice una llamada telefónica a alguien que no ha visto desde hace tiempo. Salir a tomar café con amigos, ahora significa sentarse tres horas frente a una mesa, estar rodeados de personas, pero no hablan entre ellas. Lamentablemente ahora la finalidad es ver quién tiene es aparato de celular más moderno y costoso, o quien tiene más seguidores en redes sociales.
El auténtico y original sentido de reunirse con personas, se está perdiendo.
Todavía estamos a tiempo de resolverlo. Podemos seguir gozando de la tecnología moderna y de la que esté por venir, sin dejar de lado el contacto humano, que es la base de las sociedades y de su capacidad empática y de emotividad compartida.
¿Habías pensado sobre ello?
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Los signos del cambio: de la mutación digital a la transformación analógica.
El ser digital en el ciberespacio.
