Nota sept 2013 / 4 estaciones: La importancia de descubrir QUIEN SOY? por Marisa Ordoñez
Es una tendencia natural en todo ser humano orientarse hacia el descubrimiento de si mismo.
Todos tenemos el impulso natural para movernos e intentar responder el gran interrogante existencial: «quien soy, en verdad?». A medida q vamos practicando respuestas podemos ir despejandonos del malestar/ flagelo que el estado d nuestro propio desconocimiento nos genera. Y hay un Orden Maestro en esto. Al principio de nuestro camino estamos sujetos a la mirada de los otros, lo que ellos depositan en nosotros segun sus propios condicionamientos previos (necesidades, intereses, anhelos, traumas, historia infantil, mandatos fliares y todo lo q a traves d ls años d experiencia e intercambio ha ido configurando su primer concepto de si mismo. Precisamente ese contenido es lo q se va a ir proyectando sobre nosotros cuando somos mirados.
Esto sucede por un motivo claro: no se puede dar lo q no se tiene; asi que lo q tenemos lo «convidamos» al configurar lo q observamos. No existe otra realidad para el observador que la que el mismo observador crea a partir de su propia experiencia de observacion. Hay una excepcion a esto y la llamamos «Ascension»
El poder trascender este primer paso es lo q nos permite «desapegarnos» de lo «ajeno y externo» y ahondar el transito de lo propio y autentico.
La verdadera identidad esta mas alla d toda idea, creencia y sentimiento interno / externo, de uno y de terceros… Traspasa todas las fronteras d nuestros egos… Es atemporal… Inmutable… Resuena en el misterio y paradojicamente se vivencia como certeza cdo nos abrimos a la revelacion y al descubrimiento.
Nuestra identidad real trasvasa toda trama karmica, todo juego d causa y efecto… Nuestro Yo Real es multidimensional y transpersonal… Porque nuestro Ser- Es- En- Red y esta conectado a todo lo que existe como actualidad concreta o evidencia y potencialidad simultaneamente. Nuestro legitimo Ser es la Totalidad, mas alla d lo individual y particular.
Podemos enfocarnos en lo que «somos» a partir de nuestras relaciones, status, roles, titulos, posesiones y hasta d nuestro cuerpo fisico e historia o animarnos a la busqueda profunda dentro de nosotros mismos despertando el conocimiento dl «mas alla» al dejarnos penetrar por la presencia del Gran Espiritu. Esto se suele llamar, en la jerga espiritual «el sendero del Misticismo» y tiene que ver con el reconocimiento de la poderosa y cohesiva fuerza del Amor al Ser-Dios que se manifiesta como otro modo de la Inteligencia Natural, q optimiza y embellece nuestro modo habitual d funcionar. El hacer pie en nuestro autentico ser nos suaviza los oleajes d crecimiento y aprendizaje y nos permite diseñar otros mundos, vivir otras realidades «mas alla» del dolor, el miedo, la enfermedad y el sufrimiento basado en la escasez/limitacion dl temor a nuestro legitimo poder creador.
Nos volvemos mas concientes y poseedores d nuestra Libertad… Nos abrimos a la Sencillez d las formas en el pensar, a la Liviandad en nuestras formas d sentir y a la Simplicidad en el estilo d accionar… Asumimos la gloria de resonar en la Perfecta Paz de la dimension conciente d la Unidad. Aqui las palabras no llegan a contar… Hoy t invito a meditar preguntandote: » ofrezco mi voluntad para dejarme llevar por mi real identidad?» Recuerda q en la intencion comienza la creacion…
Sat Nam.
Todo lo q se manifiesta esta sustentado por energia inteligente a la que podemos llamar Amor. En Metafisica decimos que solo el Amor es lo Real. Soporte de toda creacion. Suministro de todas nuestras experiencias como seres dotados de libertad para pensar, creer, programar, sentir y actuar nuestra propia realidad.
Cuando estamos en pleno despliegue del juego, las reglas q debemos cumplir nos llevan a la
Inevitable ilusion d ntra propia separacion… Esto sucede porq estamos diseñados para calificar todo dentro del circulo Yin-Yan y transitar las polaridades masculino/femenino, positivo/negativo y luz / oscuridad. al desplegarse este juego se desdobla nuestra identidad que queda organizada en la dupla yo ego/yo divinidad. El ego es el aspecto en nuestra mente identificado a lo pequeño, a lo particular, a lo relativo, a lo escaso, a lo dañino y a lo negativo. Es la «mente del reves» que toma el «arbol por el bosque» y excluye la verdad creando tramas d ilusion en la matriz del temor.
Los pensamientos basados en ello nos alejan del poder q fluye en nuestro Yo Dios: positivo, creador, virtuoso, integrador y vivificante. Y es entonces q debemos hacer movimientos d compensacion para regresar al Amor. Lo unico q nos permite sentirnos completos es el Amor a nosotros mismos reconociendonos como una totalidad d energias inteligentes complementarias integradas. Fuerzas, instrumentos, dinamicas que nos llevan a sentirnos seguros y complacidos de nosotros mismos. Cdo esto nos acaece ya no dependemos de relaciones «especiales» para vivir. Pero cdo aun no lo hemos logrado, el ego nos propone algo del mundo exterior (persona, actividad, objetos, habitos, contextos o ambientes, etc) para completarnos. El no reconocimiento del propio amor nos causa mucho dolor y luego un gran enojo con nosotros mismos por la amputacion, el desgarro, la negacion o exclusion de lo q verdaderamente somos. No vernos nos lleva a pagar un alto precio. Si nos sentimos incmpletos e insatisfechos hacia adentro tambien lo estaremos cdo intentemos establecer buenas relaciones en el mundo externo.
Mientras el Yo del Ego se pregunta: «q puedo obtener para llegar a ser?», el Yo del Espiritu se pregunta: «q puedo dar de lo q soy?
Es una alternativa d superacion, declarar nuestro proposito de entregar a la conciencia todo lo q dentro d nosotros se este oponiendo al Amor por lo q somos para no tener q reclamarselo a los otros. No se trata d comprimir esa relacion con uno mismo y con los otros a lo q la razon cree q debe ser sino d ejercitar la asuncion de lo q simple y perfectamente ya es. Eso es amar incondicionalmente sin pretender, exigir, criticar ni condenar nada.
Podriamos enunciar: » Elijo la responsabilidad por mi real identidad. Amada Presencia Yo Soy, en mi, permite q mis ojos sean los ojos dl czn para ver toda la belleza del verdadero Amor que me sustenta constante, y que se halla inmutable en todo y en todos para el cumplimiento en el Bien Supremo de la eterna Voluntad dl Padre. Amen.»
Deseos de victorioso regreso al Amor de tu Real Ser!
Namaste
Marisa Ordoñez
