La verdadera tierra de tu nacimiento | letras del cielo

La verdadera tierra de tu nacimiento | letras del cielo

(Ola de luz del arco iris)

Dios dijo:

Hablas de carencia. La carencia se ha convertido en un hábito, una forma de ver. Al mirar la vida, uno tiende a ver una imagen de carencia cuando se puede ver una imagen de abundancia. Has estado mirando desde un ángulo en un ángulo.

Un pez en una pecera ve todo su mundo. Está envuelto en ello y ve hasta donde alcanza la vista. Hay un océano y, sin embargo, el vidrio duro, por invisible que sea, lo mantiene atado a su pequeño cuenco. Y también lo es el mundo que has creado. Un pez está limitado al recipiente en el que se encuentra. Depende de otros para que se las arreglen por él. Por supuesto, un pez en una pecera queda relegado a una pecera. No tiene la motilidad que tú tienes.

No estás relegado. Tú que viniste del mar, puedes prosperar en la tierra o en el mar. Para un pez, serías un mago. Eres el rociador de comida en su plato. Eres una mano que cuida su mundo.

Sin embargo, un pez está contento en la vida. Se contenta con ser un pez incluso en un pequeño cuenco de tu cocina.

Tiendes a no estar contento con la vida. No estás contento con ser simple y únicamente un ser humano. Por supuesto que no. Estás en la piel de un ser humano y, sin embargo, miras y pastas mucho más allá. Un pez no puede durar mucho tiempo fuera del agua. Parece que has estado fuera del agua desde tu nacimiento corporal. Naciste del agua del Cielo, y ahora te abres camino en tierra firme. La tierra firme no es un océano y, sin embargo, tiene mucho que ofrecer.

No es una lástima estar en la tierra seca de la Tierra. Incluso en tierra firme, las flores florecen. Incluso en el desierto las flores florecen. La Tierra encierra una gran belleza. Ojalá miraras la belleza más que aquello a lo que te opones y que confirma tu posicionamiento de carencia.

Tienes un corazón que te mantiene conectado con la Tierra Verdadera de tu Nacimiento y una mente que te conecta con la tierra temporal por la que deambulas actualmente. Pasas de una tierra a otra y, sin embargo, tu origen es el Cielo. Tu morada temporal está en la Tierra. Un pez puede ser sacado del agua en el que nació, pero nunca podrás ser sacado del Cielo. Puedes pensar que sí. Tú lo has pensado. Así lo has estado seguro. Y, sin embargo, sois rápidos en la Isla de vuestro origen mientras vaciláis en la Tierra. Cambiaste tus pensamientos del Cielo por pensamientos de carencia en la Tierra.

Hoy, oriéntate. Hay un velero en tu corazón que te recordará cuando navegaste por los Siete Mares del Cielo. Tu corazón es el barco que te lleva a través de las fronteras del mundo. Ahora estás navegando a través de este Universo imaginado. La Tierra es preciosa para ti. Estás en un viaje precioso. Mire a través del espejo de su corazón y vea el Cielo que lleva consigo. El Reino que buscas ha estado dentro de ti desde siempre. Esto difícilmente se te ocurre. Tu mente no sabe cómo encajar este concepto. Tu mente lo intenta. Se sabe que tu mente está errante. Sin embargo, vuestro corazón, que consideráis carente, está conectado con hilos dorados de amor a la Fuente del Amor. Los filamentos de Nuestro amor son más fuertes que el hierro más fuerte de la Tierra. Los barrotes de la Tierra sólo los has imaginado, los entiendes. Puedes romper las ilusiones que, después de todo, son sólo tus pensamientos. Sólo tus pensamientos te atan a la Tierra.

La realidad física que ves y tocas está hecha de tus pensamientos. Qué poderosos son tus pensamientos. Desvía tus pensamientos, ¿y qué ves?

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