Somos una sociedad con vergüenza espiritual

Tenemos vergüenza espiritual, no me cabe duda. Si miramos las redes sociales veremos que constantemente compartimos chistes, videos de humor, videos de animales e incluso música. Sin embargo parece que nos cuesta mucho más compartir artículos de carácter espiritual.

En muchos sitios la espiritualidad está tan mal vista como la homosexualidad. No pretendo frivolizar con esto, sé que es una comparación arriesgada, pero el caso es que a muchas personas les cuesta salir del armario espiritual. Tienen  lo que yo llamo vergüenza espiritual. Es como si ser espiritual o leer libros de autoayuda fuera algo por lo que una persona normal debería sentir vergüenza.

Hay gente que devora libros de autoayuda, lee artículos como este o como otros que hay en la Hermandad Blanca, ve videos en Youtube como los que hay en mi canal o en muchos otros en los que se habla con naturalidad de espiritualidad, conciencia y todas esas cosas «locas» de las que hablamos las personas espirituales según la opinión de quienes rigen su vida solo por lo que pueden ver o por lo que dice la ciencia, pero aún así, esos devoradores de espiritualidad parece que luego no son capaces de hablar de estos temas con las personas de su entorno.

Es momento de dejar atrás la vergüenza espiritual

La mala noticia es que mientras sigamos estando presos de nuestra vergüenza espiritual y nos cueste hablar de estos temas como quien habla de fútbol o del tiempo, no lograremos abrirnos completamente a los beneficios que nos aportan estos temas en todos los ámbitos de nuestra vida. Ser espiritual no es algo de lo que avergonzarse, porque la espiritualidad forma parte de quienes realmente somos. No somos seres físicos que juegan a ser espirituales sino todo lo contrario.

La buena noticia es que cada vez somos más los desvergonzados que nos atrevemos a hablar de todo esto con naturalidad. Puede que para algunos sea más natural ver en la tele a veinte hombres corriendo detrás de un balón, pero quizás debería ser más natural mejorar nuestra autoestima, liberarnos de los bloqueos que nos limitan o aprender a comunicarnos con los demás de forma asertiva.

Estoy completamente seguro de que todo lo anterior es mucho más útil para tener una vida plena y feliz que ver a unos cuantos hombres corriendo sobre el césped de un campo de fútbol, pero nadie sale a la calle a celebrar que alguien diga públicamente que está trabajando para mejorar su autoestima y en cambio las calles se llenan de fans cuando juega la selección de fútbol de nuestro país.

No tengo nada en contra del fútbol, ni del deporte en general, especialmente cuando se trata de practicarlo en primera persona, pero mientras ver un partido por la televisión sea más importante que alcanzar todo nuestro potencial y más importante que sanar nuestras heridas emocionales y nuestras carencias afectivas, no creo que luego podamos quejarnos de que nuestra vida sea una… ¿puedo decir mierda en un artículo sobre espiritualidad?

Está bien ver un partido de fútbol, de baloncesto, de voleibol o de cualquier otra modalidad, pero también está bien compartir libros, artículos o videos sobre espiritualidad y conciencia, es momento de normalizar algo que forma parte de cada uno de nosotros, lo creamos o no. La espiritualidad puede que no sea una ciencia, pero probablemente es mucho más grande que la ciencia, porque es la que nos hace preguntarnos cosas y nos hace avanzar. La ciencia no investigaría nada si no hubiera tantas cosas que desconocemos y la espiritualidad, en gran parte, abarca todo ese mundo de posibilidades desconocido del que formamos parte y que la ciencia investiga.

Ha llegado la hora de compartir nuestra espiritualidad con el mundo

Si te encuentras en esta situación y sientes vergüenza espiritual, creo que es momento de que dejes de avergonzarte de ser espiritual, es mucho más vergonzoso no serlo. La espiritualidad nos une a todos, la selección de fútbol de nuestro país quizás también nos une, pero la espiritualidad además de unirnos también nos ayuda a alcanzar nuestro máximo potencial como seres humanos y eso es algo de lo que estar orgullosos.

Conviértete en un activista espiritual, dile adiós a tu vergüenza espiritual, comparte tu espiritualidad con el mundo, pero hazlo sin imponer nada, recuerda que la espiritualidad no consiste en convencer al otro de que está equivocado, sino de aceptarlo tal y como es, aceptándote también a ti mismo como eres. Y si eres espiritual, ¿por qué deberías ocultarlo?

En el siguiente video tienes una de mis Turbo Reflexiones, mis reflexiones en un minuto, en el video hablo de este tema. Si te gusta recuerda compartir este artículo, el video y tu espiritualidad con todo el mundo.