Las miradas del héroe interior
La semana pasada decidí publicar una nota antigua, la cual adjunto a continuación, que pensé merecía estar en mi blog debido a la importancia del tema que trata.
El Camino del Guerrero
El Camino de la Paz, el Camino Interior, es también y
paradójicamente, el Camino del Guerrero. Y éste va más allá de
la violencia o la no violencia y se centra en lo realmente
importante: vivir con honestidad y valentía según nuestra visión
más elevada.
El Guerrero espiritual no está al servicio de terceros sino de su
propia Conciencia, la cual está continuamente en expansión. Es
posible que en el futuro haga algo por principios que en el pasado
no hubiera hecho por la misma causa, y viceversa.
La Vida es un proceso que, además de una actitud positiva,
demanda superar poco a poco miedos y prejuicios, y enfrentarnos con valor
a lo desconocido. Incluso a la misma muerte.
Curiosamente es cuando llegamos a superar nuestros miedos
que comprendemos que nunca hubo nada que temer.
El Camino de Guerrero aborda la importancia de ser fiel a nuestros ideales más elevados por encima delo que otros consideren que está bien o mal.
Sé que la palabra “guerrero” crea controversia especialmente en boca de alguien que se considera pacifista, y hubiera sido más fácil llamarlo simplemente el camino del Héroe, como muchos lo han llamado antes, pues al fin y al cabo conlleva el mismo sentido, pero precisamente por la cantidad de prejuicios que hoy en día pienso existen al respecto, decidí dejarlo como estaba.
Al poco un buen amigo me hizo la sabia observación de que mi reflexión le recordaba una parte de sus estudios: suicidio en el islam – justificación en el Corán – guerra santa una guerra interna…
La observación de mi amigo Valentín tiene su fundamento, y agradezco enormemente su comentario por muy escabroso que pueda parecer el tema, pues a mi entender puede ser de gran relevancia el comprenderlo.
Pienso que su observación se basa en casos muy determinados y reacciones extremas, debido precisamente a que la visión más elevada de las personas que actúan de esta manera, independientemente de la religión o ideología que profesen, está totalmente ofuscada y limitada por unas creencias absolutas y en muchas ocasiones dogmáticas sobre la vida y sobre cómo debemos actuar con respecto a ella. Personas que desde esa exclusiva perspectiva, y ante determinadas circunstancias que consideran inviolables, son capaces de acabar con la vida de otros y hasta con la suya propia en defensa de unos ideales. Personas que creen fervientemente que solo existe un único camino a seguir, una sola manera correcta de entender y en consecuencia solucionar esas situaciones que los desbordan.
Por eso mi blog más que en difundir valores se centraespecialmente en dar a conocer que existen otras Miradas desde las que aplicarlos.
Creo fielmente y todavía no he oído un razonamiento lógico que me demuestre lo contrario, que la humanidad es intrínsecamente buena. Creo que los valores en mayor o menor medida todoslos tenemos, aunque en muchos casos adormecidos o enterrados por el miedo yla desesperanza que la mayoría de nuestros paradigmas oficiales todavía alimentan.
Pienso que todos sin excepción, incluidas estas personas, somos almas nobles recorriendo juntos esta aventura evolutivaque es la vida.
Entenderlo así me ayudaaerradicar el odio y a poder sentir en su lugar compasión por esas personas que toman caminos tan extremos. Me sirve para comprender que en muchas de ellas, por encima del radicalismo de sus creencias, prima la intención que los promueve, una intención noble que, aunque confundida por el absolutismo y la demagogia, les impulsa incluso a sacrificarvidas por ella.
Terribles actos se han cometido a lo largo de la historia en nombre de las buenas intenciones, de las grandes causas que exigían enormes sacrificios. Pero el verdadero problema no ha estado nunca en las buenas intenciones sino en el radicalismo y en la limitada visión de las que sesustentaban.
Pienso que el honor, el amor a la humanidad, la defensa del débil y de una causa mayor que nosotros mismos, el servicio, la lealtad, el valor, la integridad,… siguen siendo virtudes que dignifican el espíritu humano y que engrandecen y dan sentido a nuestra vida.
Creo también sin lugar a dudas que cuando el hombre sabe mejor actúa mejor. Y creo que el hombre cada día que pasa sabe mejor.
Hoy, gracias entre otras cosas a la globalización de la información y las comunicaciones,somos cada vez más conscientes de queno existe una sola manera de entender la vida, de que en realidad existen infinidad de maneras, y de que si no tenemos miedo a investigar podemos aprender de ellas.
Este conocimiento, esta apertura mentalno solo a respetar otros modelos de pensamiento sino a conocerlos para poder expandir el nuestro, junto con nuestro deseo personal de honrar nuestros valores y nuestra visión más elevados, es lo que nos llevará todavía más lejos en este salto cuántico en la evolución de la humanidad que estamos viviendo actualmente.
Cuando el hombre sabe mejor actúa mejor, y no tengo dudas de que en los tiempos que vienen, la nobleza del héroe que todos llevamos dentro, será cada vez mejorencauzada no solo individual sino colectivamente,desde perspectivas más humanitarias, altruistas y pacíficas. Perspectivas que generaránuna Paz duradera nacida no de prejuicios sobre lo que está bien y lo que está mal, sino desde la comprensión profunda de nuestro prójimo y de nosotros mismos, de quiényquésomos como individuos y como especie, yen definitiva de porqué actuamos como actuamos.
Pienso que una miradaconocedora en profundidad de los entresijos del alma humana está libre de juicios, hacia otros y hacia uno mismo.
Una mirada así solo puede dar cabida al amor.
Y si además esta Mirada alcanza finalmente a vislumbrar cómo funcionan las leyes del Universo,cómo atraemos a nuestra vida, lo deseemos o no, aquello sobre lo que enfocamos nuestra atención, elimponer nuestra voluntad no sóloserá ya innecesario sino que habrá perdido todo su sentido.