El liderazgo del Papa Francisco
El liderazgo en un fenómeno de interacción social cuya “esencia es el seguimiento. Por lo tanto, se podría decir que la prueba máxima para un líder es si le seguirán” (Castro et al, 2006, p.84). Por esta razón, para comenzar a reflexionar acerca de si el Santo Padre es un buen líder tenemos que ponderar la influencia que ejerce sobre sus seguidores, como ha respondido la humanidad ante su dirección.
En menos de cuatro años de pontificado Francisco ha sido reconocido y aclamado por miles de personas en todo el mundo. Los cardenales lo eligieron como Papa, los políticos se apresuraron a fotografiarse junto a él, la juventud lo ovacionó en Brasil, la prensa ha publicado innumerables notas a su favor y hasta el presidente de los Estados Unidos aceptó sus ideas. Es indiscutible que el Sumo Pontífice ha sido reconocido como un gran líder no solo por los católicos, sino también por gran parte de la población mundial.
Robert y Díaz (2000) afirman “que el hecho de que un adepto permita ser dirigido implica que éste cree implícitamente en la habilidad del líder” (en: Castro et al, 2006, p.84). Son millones los que creen en este Papa latinoamericano que disfruta del contacto con la gente, aboga por la austeridad, expone la verdad, se enfrenta a la injusticia y se esfuerza por poner en práctica los valores transmitidos por Jesucristo.
Prototipo del liderazgo efectivo
Lupano y Castro realizaron en el año 2008 un estudio con el objetivo de identificar prototipos masculinos y femeninos de liderazgo efectivo. En esta investigación hallaron los siguientes atributos que caracterizan a los líderes hombres: “capacidad de conducción, resultados obtenidos, visionario, haber participado de hazañas y hechos históricos y honestidad y valores” (Lupano y Castro, 2008, p. 75).
El Santo Padre ha demostrado su capacidad de conducción, dirigiendo al Vaticano hacia nobles objetivos. Entre ellos se encuentra el de la tolerancia cero con los delitos sexuales. Apartó a un cura condenado por violar a varios niños, separó a un obispo por encubrir pederastas y denunció la inexplicable complicidad de la Iglesia con los curas pedófilos. También animó a un joven a denunciar el abuso sexual que padeció en Granada.
Entre los muchos resultados obtenidos por el Papa se encuentra la reanudación de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Francisco es un visionario que sueña con un mundo donde las palabras de Jesucristo se practiquen. En el Evangelii Gaudium explicita que el “dinero debe servir y no gobernar. El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos” (Papa Francisco, 2013, p.49).
En menos de cuatro años de pontificado, Francisco ya ha realizado una hazaña, ejemplificando los valores del cristianismo y siendo honesto pese a la dificultad que esto entraña.
Comparte valores, intereses y propósitos
Acosta Tillerías (2012) señala que el liderazgo es fundamentalmente “un rol vinculado a situaciones sociales determinadas, donde el líder existe como una consecuencia derivada de la interacción entre individuos que comparten valores, intereses y propósitos, tratando de conseguir objetivos determinados” (p. 1219).
Un buen líder es aquél que comparte intereses, objetivos y valores con sus seguidores. Francisco representa los intereses de los oprimidos, frágiles y marginados, y trabaja para que ellos estén mejor. Defiende a los inmigrantes, protege a niños y ancianos, lava los pies a los presos, aboga por el cuidado de la naturaleza e impulsa el desarrollo de los más pobres.
Es un líder a favor de la igualdad de oportunidades, de la inclusión social, de la justicia y de la paz. Expone las desventajas de la creciente desigualdad económica explicando que cuando la sociedad “abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz” (Papa Francisco, 2013, p.50).
Quien fue en el pasado Jorge Bergoglio, y hoy está abocado a su rol como el Papa Francisco, persigue, al igual que muchos de sus seguidores, el objetivo de construir un mundo mejor, más solidario e integrado, menos agresivo y competitivo.
Los procesos de liderazgo se dan en una situación determinada y “se activan o son vitales cuando la situación social está en crisis” (Acosta Tillerías, 2012, p. 1221). La situación en la que se desenvuelve el Santo Padre es la realidad política, económica, social y ambiental mundial de la segunda década del siglo XXI. Una realidad marcada por crisis de diversa índole que el Papa reconoce y enfrenta. En su Exhortación Apostólica dice que la “crisis mundial, que afecta a las finanzas y a la economía, pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo” (Papa Francisco, 2013, p.47).
Papa Francisco
Los enemigos del Santo Padre
Pese a su gran popularidad, hay quienes consideran al Papa Francisco su enemigo. Hay terroristas que quieren matarlo y amenazas por parte del Estado Islámico, según especificó el comandante de la Gendarmería del Vaticano, Domenico Giani, en una entrevista realizada el 2 de marzo de 2015. En la misma, el comandante diferenció a los terroristas de los creyentes musulmanes que adoran a Dios y desean la paz.
Que el Papa tenga enemigos demuestra aún más la eficacia de su liderazgo. Si su mensaje evangelizador no llegase con tanta fuerza a tantas personas, los terroristas no querrían matarlo.
Guerrero de la luz
Por todo lo expuesto, no cabe duda de que el Papa Francisco es un muy buen líder. La Iglesia Apostólica Romana tiene la fortuna de ser conducida por un guerrero que no teme decir la verdad, que no necesita usar zapatos de oro y que sabe sobrevivir en un terreno altamente peligroso expuesto a las miradas de millones de personas.
FUENTES
Francisco, Papa. Evangelii Gaudium Exhortación Apostólica. 1a ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Conferencia Episcopal Argentina, Oficina del Libro, 2013. 224 p. ISBN 978-987-511-218-6
BIBLIOGRAFÍA
Acosta Tillerías, Jorge. Liderazgo político: características y particularidades. Un estudio de caso. Global Conference on Business and Finance Proceedings [en línea]. 2012, vol. 7, n.1. [consulta 23 mayo 2015]. <http://www.theibfr.com/proceedings.htm>. ISSN 1941-9589
Castro, Elizabeth, Miquilena, Elizabeth y Peley, Rosario. Las nuevas tendencias del liderazgo: hacia una nueva visión de las organizaciones educativas. Omnia [en línea]. 2006, año 12, n.1 [consulta 23 mayo 2015]. <http://www.luz.edu.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=83&Itemid=543>. ISSN: 1315-8856
Lupano Perugini, María L. y Castro Solano, Alejandro. Liderazgo y género. Identificación de Prototipos de liderazgo efectivo. Perspectivas en psicología [en línea]. 2008, vol. 5, n. 1. [consulta 23 mayo 2015]. <http://www.mdp.edu.ar/psicologia/public/#vol5>.
REDACTORA: Cecilia Wechsler, colaboradora de la gran familia de hermandadblanca.org