"Lluvia de bendiciones" y "El Refugio", por Julio Andrés Pagano

Jorge Gomez (333)


«Lluvia de bendiciones»

Sumá tus gotas de luz para ayudar a que se abran más corazones.

¿Te preguntaste de qué otra manera podrías ayudar? Un ángel me susurró una creativa forma de hacerlo, por eso vengo a buscarte bajo el influjo divino del amor. Se necesitan más señales que enciendan la esperanza y multipliquen la alegría. Con tu ferviente ayuda refulgente, este mensaje recorrerá el mundo llevando un majestuoso mandala, con un preciado corazón de luz, que derramará una bellísima y refrescante lluvia de bendiciones.

Veo la clara energía que mana en tu interior, por eso sé que sumarás tus dones y talentos en esta mágica cruzada solidaria, que le devolverá la confianza a millones de almas peregrinas que comenzaron el valiente proceso de transformación. Ayudando nos ayudamos, de ese modo sanamos y seguimos avanzando. Vamos a generar una vibrante obra de amor, que colmará de luz los corazones y dirá al universo que hemos despertado.

Se te eriza la piel porque tu espíritu sabe que de este modo cumplís con lo acordado. Hay hermanos que en las estrellas también esperan ver esta magnífica señal de humanidad, que dará muestras del grado de consciencia alcanzado. Conectá con tu esencia. Dejá que tu hemisferio derecho y la energía femenina se sincronicen con sus opuestos y te ayuden a expresar la vibración que se abre paso en tu interior para co-crear este gran mandala.

¡Así! ¡Muy bien, sabía que podía contar con vos! Ponele música a este inmenso corazón. Pintalo con colores palpitantes. Colmalo con intenciones sanadoras. Incluile imágenes felices. Irrigalo con aromas que conduzcan a dimensiones sutiles. Emitile todo tu amor y emociones positivas. Plasmale caricias, besos, abrazos y gestos solidarios. Rocialo con pasión. Transmitile tus mejores palabras de aliento. ¡Así, así! El corazón ya late, ilumina.

Ahora dejemos que la ley de atracción lleve esta hermosa creación humana hacia otros amigos caminantes, para que les insuflen su maestría. Muy pronto este mandala llegará al cielo y veremos en las calles rostros amorosos, miradas relucientes y expresiones llenas de vida y encanto. Cuando la gente sonría y se pregunté qué fue lo que pasó, sabrás que nuestra labor dio sus frutos, pues la Tierra recibió la fulgurante lluvia de bendiciones.


«El Refugio»

Aquí podemos sentirnos renovados.

Mientras contemplaba cómo el viento ayudaba a que vuelen los pétalos de una rosa, algo sucedió. Recordé que antes de venir a la Tierra, delineamos creativas formas de aliviar nuestra tarea. Durante la planificación, entre risas y emociones una pregunta tuya me sorprendió: «¿Dónde me llevarías si me vieses cansado, confundido o triste?».

¿Sabés que hicimos? Juntos creamos un bellísimo lugar lleno de amor. Lo llamamos «El Refugio».

Dame la mano. Desviemos la mirada del sofocante delirio terrenal y concedámonos la licencia interna de volar hacia esa área mágica, que tiene la frecuencia de nuestro estado más puro.

Sentirás una tierna y embriagante sensación de bienestar, pues una luz familiar ahora nos arropa, dándonos la bienvenida. Este es el singular espacio cristalino que dimos vida para realinearnos, sanar y no olvidar.

Aquí relumbra la impecable energía del Hogar
Pronosticamos que a esta altura del trayecto cada paso sería agotador, de ahí que buscáramos alternativas viables donde oxigenarnos para continuar. ¿Ves esas fotos? Han tomado forma, a partir de nuestra intención, con el propósito de que recordemos, pero ni bien apartemos la vista volverán a esfumarse. Iré relatándote lo que nuestro ángel guía nos diga; él custodia esta inmaculada gruta, preservando su inmortal pureza sanadora.
Con la bondad genuina de los seres que sólo aman, nos manifiesta el sentido de lo que estamos presenciando: el corazón abierto es la confirmación del sendero elegido, las estrellas nos recuerdan nuestra naturaleza cósmica y el mundo sin divisiones rememora nuestro fiel compromiso de unificar por medio del amor. Hay otras imágenes, pero hagamos una pausa.

Disfrutemos, un instante, de la vibración sutil que nos circunda.
Observá. La figura que tiene un punto, donde confluyen incontables líneas, está ahí para evidenciar que todos los caminos conducen al mismo lugar. Esas ondas, en cambio, destacan la importancia de fluir.

Son estampas muy simples porque queríamos recordar que tendríamos que ser capaces de expresar lo complejo de manera sencilla. El ángel avisa, suavemente, que por hoy es suficiente. Centrémonos en nuestra luz interior.
Somos revitalizados con finísimas esencias de fe y constancia.

El dolor se va. Las heridas curan. Nace una exquisita armonía. «El Refugio» simboliza nuestro perdurable acuerdo álmico de apoyarnos en los momentos más duros. Entrando a esta zona de paz, nuestra memoria antigua se activa y las alas cobran un brío muy especial, que nos decide a seguir andando. Mil gracias por acompañarme a visitar nuestro fantástico lugar fuera del tiempo.

Visitá: www.tu.tv/videos/despertar_15
Visitá: www.proyecto-despertar.com.ar/notas.htm



1 comentario

  1. bellisimo el articulo, siempre visito el refugio y da tanta paz, la verdad muchas veces no quiero volver a las cosas cotidianas, creo que en algun momento los angeles me premiaran permitiendo que viva permanentemente en el refugio, bendiciones a todos y un abrazo de luz y amor.

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