Los Valores Morales no han pasado de moda

Es curioso que en estos tiempos sea cada vez más frecuente el escuchar a personas diciendo que los valores morales están pasados de moda. Sin embargo si analizamos un poco eso no puede ser así, el que de alguna manera nos determinemos a ignorarlos o no tomarlos en cuenta no significa que no funcionen.

Normalmente nos hacen memorizarlos y a la mejor no nos dijeron de una manera concreta que simplemente nos enriquecen interiormente, incrementan de manera exponencial nuestra calidad como personas y profesionales.

Los valores éticos están estrechamente ligados a la ley de la causa y efecto, esto es que, si los aprendemos y practicamos nos estaremos orientando en una dirección constructiva y si no lo hacemos estaremos de alguna manera perdiendo la brújula en nuestras acciones ya sean de cuerpo, palabra ó mente.

Por ejemplo, el Respeto sin duda es un valor moral y ético muy importante. Cuando respetamos a alguien sin importar las etiquetas, su edad, raza ó género estamos sembrando la semilla del respeto que de alguna manera volverá a nosotros en el mismo sentido, puede ser de forma inmediata o de alguna otra manera en el mismo orden. El Karma ó la Ley de la causa y efecto no opera de manera lineal es más complejo de lo que podemos imaginar, sin embargo en acciones constructivas como el ayudar a una persona discapacitada a superar su condición no puede tener otro resultado que un buen trato y consideración de los demás hacia nosotros mismos.

Si observamos  el caso de la Disciplina es más fácil,  pues los resultados adversos de su ausencia son evidentes, al ver  por ejemplo a los deportistas que tienen éxito en los Juegos Olímpicos, normalmente los que tienen resultados sobresalientes han pasado muchas horas en el gimnasio, en el aprendizaje teórico y en la habituación hacia lo edificante.

En el caso de la Tolerancia encontramos que es de gran utilidad practicarla porque al tomarla en cuenta nos da espacio para actuar de manera adecuada y minimizar el daño consciente o inconsciente que podemos hacer a los demás. La ausencia de paciencia y su resultado es evidentemente perturbador, puede llevarnos a pequeños conflictos como diferencias de opinión ó en los casos más graves al rompimiento de nuestras relaciones sociales y personales…y si es verdad que ya pasó de moda eso explicaría el porqué muchos conciben a la violencia o prepotencia como la única alternativa de acción, lo que es triste y lamentable.

En el caso de la Honestidad es evidente en algunos países y grupos sociales que han recurrido a métodos extremos para protegerse de robos a transeúntes, casas, coches o fraudes institucionales, la falta de éste valor es muy eminente, sin embargo, nos concentramos solamente en el efecto y no en la causa, se generan cuerpos policiacos y agrupaciones de derechos humanos para defender a los más afectados…sin comprender en el fondo que al no generar las causas no se producen efectos, si educamos en las consecuencias de la falta de éste valor se estará eliminando o disminuyendo el peso karmico de la acción.

Hasta éste momento podemos notar que los valores morales o éticos no han pasado de moda y que de hecho la causa de la mayoría de los conflictos por no decir que, de casi  todos, es la ausencia de los mismos.

Los Valores Morales más comunes son la lealtad, la tolerancia, la paciencia, la disciplina, la responsabilidad y el respeto.

El algunos países se está concientizando a las familias para el rescate de los valores primordiales desde el seno familiar y su reforzamiento en la escuela o en el aprendizaje académico.

También es importante retomar aquello de que “si escuchamos consejos llegaremos a viejos” y es totalmente cierto, la experiencia nos enseña que al equivocarnos carecemos de la aplicación de algún valor fundamental, como siempre no se trata solo de aprenderlos sino de aplicarlos, observarlos y disfrutar de sus consecuencias que con la práctica atenta se convierten en una causa para disfrutar la vida lejos del tormento de la confusión resultado de su falta o incorrecta aplicación.

Si bien los hemos olvidado volvamos a los tiempos en los que la felicidad y convivencia eran resultado de la presencia y aplicación de los valores morales…seamos conservadores al respecto y disfrutemos del efecto edificante que producirá en nuestro crecimiento y paz  interior.

AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca