Motivación (14) Pesimismo y esperanza

José Contreras

Motivación (14) Pesimismo y esperanza

Introducción

Hoy vamos a darle una nueva interpretación a la palabra pesimismo. La vamos a tomar como la resistencia que nos ayuda a tomar el impulso necesario para lograr nuestras metras, nuestros deseos.

Vamos a ir de este pesimismo a la esperanza. Pero no una esperanza ilusoria, sino la esperanza del que va a lograr sus metas. La esperanza que anima a dar cada paso.

Además nos acercaremos a esos logros que están más allá de nuestros deseos. Esos logros que nos ayudan al desarrollo de nuestra personalidad, como es el de la sensibilidad artística.

Aún daremos un paso más. No basta con el logro de nuestros deseos. También llegaremos a las necesidades de los demás seres, de las plantas, los animales y los demás seres humanos.

De esta manera el pesimismo se convierte en un nuevo optimismo.

pesimismo y paraguas

De esta manera el pesimismo se convierte en una nueva esperanza.

Pesimismo y esperanza

En Esta ocasión vamos a tratar el tema sobre la visión del mundo en relación a nuestro presente. Algunas veces se cree que todo es un absurdo o que todo está contra nosotros. Otras veces consideramos que las cosas van bien y tenemos esperanza de que todo ira mejor. Nos preguntamos cuál de las dos visones es la correcta.

La posición de la filosofía de Schopenhauer es muy interesante en relación a la filosofía pesimista, porque hay muy poco de pesimismo en su filosofía.

Me explico. Es cierto que él dice que este no es el mejor de los mundos posibles. Incluso llega a afirmar que es lo más parecido a un infierno. Sin embargo, también afirma que nuestro objetivo es el de ser felices.

La posición de la filosofía de Schopenhauer es muy interesante en relación a la filosofía pesimista, porque hay muy poco de pesimismo en su filosofía.

Parece una contradicción, pero nos está diciendo que, aun en la peor condición, podemos conseguir un rayo de felicidad. En este sentido es una filosofía muy positiva.

El pesimismo vulgar

El pesimista, el que se la pasa quejándose por todo, posiblemente este disfrutando un montón. Su placer está en ver cómo le amarga la vida a los demás. Esto no tiene nada que ver con el pesimismo filosófico.

Así que no podemos confiarnos de los que andan produciendo tristeza y menos creer que ellos no se dan cuenta de la depresión que le producen a los que los rodean. En realidad son ladrones de energía.

 

El pesimismo optimista

¿Cómo funciona en la práctica este pesimismo que consideramos optimista? Este pesimista tipo Schopenhauer siempre que hace planes se imagina los obstáculos que tiene que afrontar y le busca soluciones con su imaginación. Y Se prepara para el momento en que ocurran. Si estos obstáculos se presentan en la vida real, ya él está listo para responder. Si no se presentan, mejor. Las cosas han salido mejor de los esperado.

Algunas veces nos quejamos porque pensamos que tenemos que demostrar que somos muy buenos en nuestra profesión. Hacemos lo mejor posible, nos esforzamos y al final descubrimos que superamos las expectativas de nuestros compañeros y jefes. Pensamos que perdimos el tiempo con tanto esfuerzo. Que no era para tanto.

Pero imaginemos la situación opuesta.

Optimismo fantasioso

Consideramos que estamos sobrados. Que no tenemos que hacer mucho esfuerzo por que somos muy capaces y no tenemos que demostrar nada ya que los demás se tienen que dar cuenta de nuestro talento. Sin embargo, al final descubrimos que en realidad esperaban más de nosotros. Por lo tanto tenemos que sufrir las consecuencias.

Podemos decir que la primera situación es la del pesimista que responde de manera positiva. Y la segunda posición es la del optimista que choca con la realidad. ¿En cuál de las dos actitudes te ubicas tú?

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Pesimismo: optimismo fantasioso.

Podemos decir que la primera situación es la del pesimista que responde de manera positiva. Y la segunda posición es la del optimista que choca con la realidad. ¿En cuál de las dos actitudes te ubicas tú?

Pesimismo y esperanza

Así que esta contraposición que presentamos en el título no es tal. El pesimismo nos puede dar la resistencia para tener esperanza. Para elevarnos necesitamos un apoyo. Si no tenemos un piso que nos hace resistencia, no podríamos saltar.

Hay una frase que dice que las tormentas hacen a los árboles más fuertes. Esas desgracias que no le ocurren a más nadie sino a nosotros, son las pruebas que van a darnos los músculos emocionales para afrontar situaciones exigentes en otros momentos de la vida. Cuando ocurran esas otras situaciones ya sabremos que tenemos capacidad para superarlas con éxito.

Podemos decir que la esperanza, no será una ilusión, sino fruto de nuestra experiencia.

 

arbol y pesimismo motivacion 14 pesimismo y esperanza i220506

El pesimismo nos puede dar la resistencia para tener esperanza.

La esperanza y el presente

Ahora podemos entrar al tema de la esperanza. Lo primero es recordar que siempre vivimos en el presente. La esperanza es esa flecha que lanzamos hacia un objetivo y llegamos al objetivo al mismo tiempo que la flecha. Cuando llegamos a nuestra meta estamos en nuestro presente. Siempre vivimos en el presente.

¿Porque relacionamos esperanza con futuro, si tenemos esperanza ahora? Esa esperanza se debe llenar con todo lo que queremos e imaginar que lo tenemos ahora. Es decir, la esperanza pertenece al presente.

Dos situaciones

Tenemos entonces dos situaciones en el presente. El de la realidad material que nos dice que algo nos hace falta y el de la realidad imaginativa (que no es fantasiosa) que nos dice que lo que queremos ya lo tenemos en el mundo ideal.

Podemos comenzar a disfrutar de lo que queremos con nuestra imaginación y eso es un trabajo. Es el trabajo de buscar superar los obstáculos que separan la realidad de la imaginación. Es hacer un plan que nos diga cuales son los pasos a seguir para lograr nuestras metas. Y es dar el primer paso.

A partir de ese primer paso, la distancia entre lo que queremos y lo que tenemos es menor. Debemos recordar que cuando hacemos algo que nos acerca a la meta ya no podemos regresar a la situación anterior. Hemos producido un cambio en el mundo físico. El problema que sigue es si vamos a continuar con el siguiente paso o no.

Pesimismo y esperanza

Con esto regresamos al problema del pesimismo y la esperanza. Ahora estamos en una situación diferente. Estamos más cerca de la meta. Pero cada paso vuelve a exigir un decisión, un esfuerzo. Nuevos conflictos y nuevas soluciones.

Al final llegamos a la meta. Podemos celebrar y reflexionar sobre lo que hemos aprendido. Podemos inclusive descansar. Pero luego descubrimos que lo que logramos ya es nuestro y que ahora tenemos nuevas responsabilidades.

Más allá del pesimismo

Aquí regresa el pesimismo filosófico de Schopenhauer. Ahora queremos algo nuevo. Nunca dejamos de querer.

Frente a ese problema del no poder detenernos, Schopenhauer sugiere una solución. O mejor dos tipos de soluciones que son complementarias.

Pesimismo y arte

La primera es el arte. Gran parte de nuestros problemas es por falta de sensibilidad. La pintura, la escultura, la literatura, la música desarrollan la sensibilidad. Podemos acercarnos a ella como receptores y así logramos gran parte del desarrollo estético. Pero también podemos ser más participativos y aprender algún arte.

Pesimismo y altruísmo

La segunda es el altruismo. Tenemos que reconocer que los demás son de alguna manera otra expresión de nosotros mismos. Su sufrimiento de alguna manera es nuestro sufrimiento. Sus alegrías nuestras alegrías.

Ese altruismo puede tener múltiples expresiones. Ese árbol que esta cerca de nuestra casa, que nadie lo cuida, nadie lo riega, puede ser una manera de hacernos responsables. Podemos adoptar un árbol. Podemos guardar la comida que sobra y llevársela a algunos perros callejeros. Podemos brindarle una sonrisa a un niño que está triste. Podemos descubrir cuál es nuestra vocación altruista.

Podemos volver a preguntarnos, ¿Qué tiene que ver el altruismo con el pesimismo? La respuesta es que si el mundo fuese tan perfecto como quieren algunos, no habría necesidad de ser altruistas. Pero este no es el mejor de los mundos posibles.

Es más bien muy parecido a un infierno, pero puede ser salvado, en la medida en que más y más personas tengan sensibilidad hacia los problemas de los demás.

Puedo mover esa energía que me hace siempre querer y sentirme insatisfecho. Le puedo dar un sentido diferente en el que mi objetivo de felicidad dejo de ser yo. Ahora quiero que los demás sean felices. Con el arte adquiero la sensibilidad para sentir a los demás, a las plantas, a los animales, a los demás seres humanos. Con el altruismo puedo aportarle mi experiencia a los demás seres.

Ahora el pesimismo no nos deprime, es más bien la base que nos va a hacer fuertes. Sabemos que este no es el mejor de los mundos. Más bien el mundo está ahí para que lo hagamos mejor. Mejor para nosotros mismos y mejor para loes demás.

Las noticias no nos pueden deprimir. Los políticos no nos van a hacer enfurecer. No esperamos nada mejor. En ese sentido somos pesimistas. Pero a la vez tenemos el poder de la esperanza, la de ser creadores ahora.

No vamos a cambiar el mundo, peo si podemos cambiar nuestra propia vida y la vida de alguien más, una planta, un animal, un niño, una persona necesitada. Cada vez tendremos más sensibilidad gracias al arte y sentiremos mejor cuales son las necesidades de otros y que aporte podemos hacer.

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No vamos a cambiar el mundo, peo si podemos cambiar nuestra propia vida y la vida de alguien más.

No vamos a cambiar el mundo, peo si podemos cambiar nuestra propia vida y la vida de alguien más, una planta, un animal, un niño, una persona necesitada. Cada vez tendremos más sensibilidad gracias al arte y sentiremos mejor cuales son las necesidades de otros y que aporte podemos hacer.

En conclusión

Hemos partido del Pesimismo y la esperanza y hemos caminado junto a la filosofía de Schopenhauer hasta llegar a la conclusión de que no son términos contradictorios.

El pesimismo filosófico nos puede hacer realistas. Nos ayuda a aceptar no solo que el mundo no es perfecto, sino que tenemos que aprender a ser felices en él.

Esto exige un esfuerzo. No podemos rendirnos porque la vida siempre nos va a exigir que logremos nuevas metas. Esas metas pueden ser extremamente egoístas. También podemos elevarnos por medio del arte y hacernos sensibles a todas las formas de vida.

El ideal cambia al final del camino y ya no nos conformamos con ser felices, sino que queremos que todos los seres sean felices.

El ideal cambia al final del camino y ya no nos conformamos con ser felices, sino que queremos que todos los seres sean felices.

Referencias

Schopenhauer

Anna Bonus Kingsford (8) protección animal

 

 

José Contreras redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org

 

 

Sugerencias de lectura

Sueño de Anna Kingsford (8) El laboratorio de vivisección

 

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