Neuroteología: Dios en el cerebro (1ª parte)
La “Neuroteología” es un campo único de la escolaridad y la investigación que busca entender la relación específica entre el cerebro y la teología y, mucho más en términos generales entre la mente y la religión. Los eruditos en este campo, se esfuerzan por explicar la base neurológica para las experiencias espirituales como “la percepción del tiempo y el miedo o la auto-conciencia se han disuelto; el asombro espiritual; la unidad con el universo”.
La neuroteología es de carácter multidisciplinario e incluye los campos de la teología, los estudios religiosos, la experiencia y la práctica religiosa, la filosofía, ciencia cognitiva, neurociencia, psicología y la antropología.
Anteriormente se utilizaba para implicar el estudio de las células nerviosas y su función sin una clara relación de las correlaciones conductuales y cognitivas. Hoy en día se extiende a muchos campos de estudio, incluyendo la neurociencia cognitiva, neurología, neurobiología de la espiritualidad, psiquiatría, psicología y la sociología. Las herramientas también han avanzado, pues contienen una variedad de capacidades para la imagen cerebral, para explorar la relación entre el cerebro y diversos procesos cognitivos, emocionales y de comportamiento (es decir, “Fotografías de Dios”[i] ).
Neuroteología
Como tema, la neuroteología ha obtenido una atención considerable en el ámbito académico y se ha extendido a más comunidades en los últimos años. Varios libros se han escrito en los que se aborda la relación entre el cerebro y la experiencia religiosa, así como numerosos artículos de investigación que han sido publicados.
Las comunidades científicas y religiosas han estado muy interesadas en obtener mayor información con respecto a la neuroteología, así como en la forma de abordar este tema y, también si la ciencia y la religión se pueden integrar de alguna manera que se preserve y mejore aún más. Sin embargo, se han producido reacciones tanto positivas como negativas a los estudios y perspectivas neuroteológicas pretendidos.
Dr. Andrew Newberg
El Dr. Andrew Newberg es un neurocientífico que estudia la relación entre la función del cerebro y los estados mentales. Es un pionero en el estudio neurológico de las experiencias religiosas y espirituales, campo conocido como “neuroteología”. Su investigación incluye el hacer escaneos de cerebros de sus pacientes en oración, meditación, rituales y, estados de trance, en un intento por entender mejor la naturaleza de las prácticas y actitudes religiosas y espirituales.
Newberg señala que si la neuroteología se considera un campo viable de cara al futuro, se requiere un conjunto de principios claros que pueden ser generalmente acordados y apoyados tanto por la perspectiva teológica o religiosa y la científica también. El propósito de su libro Principios de la Neuroteología, publicado en 2010, es exponer los principios necesarios de los cuales la neuroteología se puede utilizar como una base para el futuro discurso neuroteológico y académico.
Con el tiempo, señala que sería muy valioso disponer de una amplia gama de estudiosos que contribuya con respecto a estos principios para que el campo de la neuroteología permanezca dinámico en su ámbito de aplicación y proceso. Por lo tanto, es probable que a medida que avanza este campo, los principios rectores requerirán algunas modificaciones. También, debe indicarse claramente que en lugar de tratar de responder específicamente cuestiones teológicas o científicas, su libro tiene la intención de adoptar un programa académico y una base metodológica para la investigación futura, lo que sienta las bases para una nueva síntesis del discurso científico y teológico. Al final, la neuroteología, un término riesgoso cargado de problemas potenciales, podría, no obstante, ser una voz importante y muy útil en el mayor estudio de las ideas religiosas y teológicas y su intersección con la ciencia.
La relación entre la mente y la espiritualidad humana ha sido considerada durante varios miles de años. Esta intersección ha sido descrita en las antiguas escrituras hindúes de los Upanishads en el que se sabe que algo dentro de nosotros, sobre todo dentro de la cabeza, nos permite explorar y experimentar el universo a través de nuestros procesos cognitivos y sensoriales y, por otra parte, descubrir nuestro propio sentido de la espiritualidad:
Hay un espacio – äkäàa dentro del corazón,
Upanishads
Y en él hay un morador – puruáa hecho de mente – manomaya, inmortal, hecho de oro.
Entre los dos paladares cuelga la úvula, como un mamelón.
Este es el origen de (ese) Indra.
(Al salir por) donde la raíz del cabello se divide,
separando los dos lados de la cabeza,
(diciendo:) “bhür” entra en Agni (fuego)
(Diciendo:) “bhuvaù” (entra) en Vayu (viento)
(Diciendo:) “suvaù” (entra) en Aditya (sol)
(Diciendo:) “maha” (entra) en Brahman.
Alcanza (pues) el autodominio,
Alcanza el señorío de la mente,
el señorío del habla, el señorío de la vista,
el señorío del oído, el señorío del entendimiento.
Además, se convierte en esto:
En Brahman, cuyo cuerpo es espacio,
Cuya mismidad – ätma es verdad, cuyo gozo es la vida – präíä
cuya bienaventuranza es la mente – manas,
Paz perfecta e inmortalidad.
Adoralo así, oh präcïnayogi.
(Taittiriya Upanishad)
Esta sección de los Upanishads revela la importancia del cuerpo y el cerebro en el logro de la iluminación espiritual. La neuroteología es un intento más reciente en discernir cómo el estudio de la mente y del cerebro humano se relaciona a la búsqueda de las religiones y la experiencia religiosa. A pesar de que un número de estudiosos -cada vez mayor- han escrito una variedad de papeles y libros sobre este tema, éste aún se encuentra en sus etapas iniciales. Una de las mayores deficiencias de la neuroteología hasta ahora ha sido la falta de principios claros en que dicha escuela debe proceder. Así, con el fin de establecer más a fondo a la neuroteología como una disciplina académica, es vital tener en cuenta los principios fundamentales necesarios para tal esfuerzo.
Para infundir a través los principios de la noción de “neuroteología”, es importante que ésta requiera de una apertura científica así como espiritual, así como preservar los elementos esenciales de ambas perspectivas. La parte científica debe progresar utilizando definiciones adecuadas, medidas, la metodología y la interpretación de los datos. El lado religioso debe mantener un sentido subjetivo de espiritualidad, una evaluación fenomenológica del sentido de la realidad última que puede o no incluir una presencia divina, una noción del significado y propósito en la vida, una adhesión a diversos procesos doctrinales y, un análisis cuidadoso de la religión desde la perspectiva teológica.
Para que la neuroteología tenga éxito, la ciencia debe mantenerse rigurosa y la religión, religiosa. La investigación en este campo pretende también facilitar un intercambio de ideas y conceptos a través de la frontera entre la ciencia y la religión. Este diálogo puede considerarse como un enfoque constructivo que informa ambas perspectivas al enriquecer la comprensión de la ciencia y la religión.
[i] Newberg A, D’Aquili EG. Why God Won’t Go Away: Brain Science and the Biology of Belief. New York, NY: Random House Publishing Group; 2008. p. 12.
Neurociencia: Como parte de su investigación, Andrew Newberg estudió la actividad cerebral de los budistas tibetanos antes y durante la meditación. Newberg encontró un aumento de la actividad en el lóbulo frontal de los meditadores, responsable de enfocar la atención y la concentración, durante la meditación. Él encontró resultados similares en un estudio parecido de individuos de edad con problemas de memoria.
