Palabras del Maestro Beinsá Dunó acerca de la Propiedad Privada

I. ¿Debe haber propiedad privada?

¿Debe existir propiedad privada? Respondo: Propiedad privada no puede existir. Dominar algo, puedes, pero ponerle un letrero de que es una propiedad tuya, no tienes derecho. Puedes dominar tu cuerpo, puedes dominar tu casa, pero el dominio es una cosa temporal. ¿Cómo vas a llamar propiedad privada al cordero degollado, una gallina, un cerdito? No tienes derecho de construir casas grandes. Esto te lo comprueba la Naturaleza misma. – ¿Cómo? – A través de los terremotos. La tierra se queja que lleva una carga mayor de la debida y Dios envía un terremoto para librarla. La tierra no está obligada a llevar cargas tan pesadas. Esto quería decir Cristo en el versículo: “¿Si no entendéis las cosas terrenales, cómo entenderéis las celestiales?”.

Decís: Entonces y Cristo estaba en contra de la propiedad privada. ¿Qué vamos a hacer si nos negamos de ésta? Aplicad el dominio. ¿Cuánto tiempo dura la flor de una planta? Cada flor es temporal. Tal como la flor y la fruta no son eternos, así y la propiedad privada, y el dominio son cosas temporales. Cuando hablo en contra de la propiedad privada, no me refiero a vuestras casas [cuerpos]. Yo hablo de aquella propiedad privada contra la cual y vosotros mismos protestáis. Por ejemplo, el marido considera a su mujer como una propiedad privada; la mujer considera a su marido como una propiedad privada. Ellos deben sacrificarse uno por otro sin dominarse, sin considerarse una propiedad privada. Esto no significa que el marido abandone a su mujer o que la mujer abandone a su marido. La conexión entre la mujer y el hombre debe ser interna, que descanse sobre la ley del amor, en el cual no hay cambio.

Digo: El hombre puede salir de su cuerpo, o sea de su casa, a voluntad propia, sin que sea necesario de que otros seres le obsesionen y le echen fuera. Hay leyes a través de las cuales el hombre puede guardar su dominio. Decís que vuestro padre, por ejemplo, se ha muerto y se ha ido a Dios. En realidad, vuestro padre ha sido echado, otros han tomado su propiedad privada y él queda en la posición de un sin hogar. Vazov llama a los sin hogar “ni queridos, ni amados”. Ellos son los héroes de la humanidad. Las maldades y las iniquidades en el mundo ocurren siempre por causa de la propiedad privada. Y el dinero, y el comer, todo es una propiedad privada. Si queréis vivir bien y en armonía con la magna razonabilidad, negaos de la propiedad privada. Solo así comprenderéis el sentido profundo de la vida Divina.

De nuevo repito: Guardaos de la idea de la propiedad privada la cual ahoga al hombre. La idea de ser el primero en el mundo, de ser el más fuerte es una idea de la propiedad privada. Esta idea os llevará a la tumba. Esta ahoga al hombre, como cada bocado que cae en la garganta torcida. La garganta, el corazón deben abrirse y ensancharse, que el hombre respire libremente. Sacad el bocado que se ha ido a la garganta torcida y os está ahogando.

¿Qué es lo nuevo que se espera de la nueva vida? ¿Qué bienes trae esta vida? Ella transforma la oruga en mariposa y le enseña cómo sacar el néctar dulce de las flores. Este libera al hombre de la idea de la propiedad privada. No estoy hablando contra vuestros cuerpos, como una propiedad privada, como un dominio propio. Digo: Guardad vuestros cuerpos, de manera que cuando venga vuestro amo, que deis cuenta de esto lo que habéis recibido de él. Diréis: Amo, lo he pasado muy bien en tu hogar. Te lo devuelvo con las mejorías hechas. Si tienes la intención de enviarme de nuevo a la Tierra, dame un hogar mejor, que adquiera algo más de esto lo que ahora he adquirido.

II. Eliminación de la propiedad privada.

Cristo dice: “Si elimináis la propiedad privada entre hermanos y hermanas, vuestra mente y espíritu serán libres para que podáis llegar a ser gente buena”. Si todas las mujeres de la raza blanca se penetran por esta idea, entonces en 100 años hubieran impulsado a la humanidad 4-5 mil años hacia adelante. Yo hablo por principio, y no por el gusto de este o de aquel, y miro la cuestión en un sentido amplio.

¿Acaso la gente contemporánea trabaja? Esto no es un trabajo, esto es una tortura, un afán. El trabajo se realiza siempre con amor, el afán sirve al deber, y la tortura sucede a través de violencia. La causa de todo esto es esta propiedad. La mujer, la cual ha introducido este hábito en el mundo, es culpable para este mal. Todas las mujeres enseñan a sus hijos y dicen: “Mirad que os volváis más ricos, que tengáis más ingresos, pedid de vuestros maridos todo lo que os hace falta, no les digáis todo, retened algo en reserva, etc.” Por eso la mujer comienza a pedir esto, aquello, de su marido, sin interesarse de su posición y él se ve en milagro y no sabe cómo satisfacerla.

Por lo tanto, vosotros, como cristianos, debéis eliminar la propiedad privada. La propiedad privada es un mal, tanto para cada hombre que quiere desarrollarse, así y para cada místico ocultista en especial, que quiere estudiar los secretos de la Naturaleza. La propiedad privada es un gran mal. Yo no sobreentiendo el orden estatal, pero el que quiere entender la vida humana, debe negarse de la propiedad privada. Esto no significa que seamos perezosos, sino que aprendamos a trabajar.

La Tierra es nuestra y nosotros podemos disponer con ella. Si amamos a nuestros hermanos y hermanas, nosotros podemos disponer con esto lo que ellos tienen. Si no les amamos, aparece la ley de la propiedad privada. La propiedad privada ha venido cuando el amor ha dejado de actuar. En tiempo de discordias la mujer dice: “Voy a divorciarme de él, pero lo voy a hacer que me pague.” Gente que no requiere de la vida nada especial, puede vivir con esta idea de la propiedad privada; pero estos que quieren solucionar los secretos de la Naturaleza, de escudriñar su existencia y el sentir de la vida, para ellos la propiedad privada es un tropiezo grande, un mal grande. Debéis dejar de asegurarse, sin embargo trabajar. El hombre puede crearse algún trabajo que le satisface. Pero vosotros vais a objetarme: “El Señor da, pero en el redil no mete.” Este proverbio fue creado después del pecado de Eva. La propiedad privada, esto es el redil. Eva escondió este proverbio. Este proverbio se sobreentiende así, que si queréis tener propiedad privada, debéis meter las ovejas en el redil solos. El Señor siempre da riqueza, pero en la propiedad privada no cree. Hoy en día, la gente se admira de este proverbio. Yo encuentro que éste es un invento humano.

Cristo dice: “Saca este viga”, o sea, la propiedad privada, de tu ojo, ningún redil no te hace falta. Cristo te saca del redil y te llevará a pastar. Esto indica que Él no cree en la propiedad privada. Y todos los cristianos que creen en la propiedad privada, tienen iglesias, sectas, etc. En un aspecto religioso ellos consideran que deben separarse en budistas, en brahmanes, etc., lo cual indica que creen en la propiedad privada. Yo creo solo en un magno principio Divino, pero en ningunas formas creo. El Señor ha creado los principios, mas las formas las creamos nosotros. Yo mismo hago mi bote, pero no creo en ningunos botes.

Hoy en día la gente ora a sus botes. Después de hacerse una casa, comienzan a volverse valientes y a creer, diciéndose: “Ya creo en Dios y puedo persignarme. Que el Señor guarde mi casa para que no la coja otro”, para esto se persigna él. Tal hombre no cree en Dios sino en su casa. Yo no me persigno de esta manera y digo al Señor: “Señor, no hay por qué guardar mi propiedad privada, yo no la reconozco, no creo en ella, perdóname que tantas veces me he persignado y Te he obligado. Yo quiero, junto contigo, caminar libremente por aquellos arroyos prístinos, chispeantes, por los pastos verdes y rociados, por los bosques lindos y densos, que reflexione y que sea un ciudadano libre de toda la Tierra.” – Solo así comprenderéis a Cristo, solo así estaréis cerca de Él.

Al mirarles hoy, no me gustan los ojos de todos vosotros, ¡sacad la viga de ellos! Y después de sacar la viga de vuestros ojos, vendrá Cristo, vuestro pastor y os sacará de vuestra propiedad privada. Se os darán las condiciones más favorables para la vida, os creará nuevos cuerpos, hermanos, hermanas, sociedades y pueblos, para que podáis vivir y trabajar entre ellos. Habéis servido suficiente a vuestro amo viejo. Alguien ha perdido su casa, se ha muerto su hijo, se desespera y se suicida. ¿Por qué actúa de esta manera? – Porque cree en la propiedad privada. El Señor ha tomado a su hijo o a su hija, porque ve que no van a poder vivir en esta casa.

Hoy en día, nosotros hemos salido en la propiedad privada para llegar a dominar al mundo, y con esto hemos perdido lo superior. Y por eso Cristo dice: “El que encuentre la propiedad privada, perderá a sí mismo, a su vida, y el que ha perdido la propiedad privada, adquirirá su vida.” El que ha abandonado la enseñanza de la propiedad privada, él se está acercando a Dios y a la cultura futura, mas el que cree en la propiedad privada, él se está alejando de Dios. Y vosotros caminaréis por este camino, valientemente caminaréis, de una manera heroica solucionaréis esta cuestión. Cuando el Señor vea que vosotros ponéis a la vista el libro, en el cual comenzaréis a marcar todos los puntos por los cuales os vais a negar, Él dirá: “Yo voy a ayudar con Mis ayudantes a esta búlgara que se ocupará con sacar la viga.” Vamos a ver cuál es la primera búlgara que se ocupará con este trabajo. Yo sé de muchos que creen en la Enseñanza Nueva y están listos de negarse de la propiedad privada, pero al mismo tiempo están asegurados en muchos bancos. Nosotros debemos ser fieles a un principio no solo por forma, sino y por contenido, y por sentido.

Palabras del Maestro Beinsá Dunó acerca de la Propiedad Privada