Perderlo todo para ganarlo todo por Jordi Morella
Me encuentro en unos momentos donde me apetece mucho, sencillamente sentir lo que vivo, así como la presencia del Hogar en mí y conmigo.
Sentir mi esencia me llena inmensamente, sintiendo y sabiendo del cielo aquí a la tierra.
Un gran cambio se ha producido en mi interior. Este me ha llevado a manifestarme y a detener lo que he estado haciendo durante bastante tiempo, o incluso años en relación a algún aspecto, y hacer una restructuración de mi vida, del camino que he estado siguiendo hasta ahora, de la manera que me adentraba en él. Nada es como antes. He necesitado un tiempo de interiorización, para darme cuenta hacia dónde dirigirme a partir de ahora.
Para resucitar y mostrar al verdadero ser que había en mí, tuve que morir y empezar de cero. Se me quitó todo para empezar el tramo de la Ascensión tan esperado. Primero fue el coche. Lo perdí. Después el trabajo. Necesitaba la ausencia de lo material para tomar decisiones, que ahora, una vez ya tomadas, creo que ha sido un regalo que se me ha hecho para mi mayor bien. No sólo las puertas de mi actividad se cerraron de cómo llegó a ser, sino que tuve que dejar la vivienda donde mi encontraba. Esta decisión hizo que, después que la vida me hiciera una propuesta, yo la aceptase. No sólo tuve que dejar todo esto, sino también la población donde había vivido los últimos diecinueve años.
He llegado a entender del por qué fui a parar allí. No hubiera llegado hasta el presente, sin toda la instrucción y aprendizaje aprendido en aquella población costera. Hubo personas que me ayudaron en mi camino hacia la evolución de mi alma, sin ellas saberlo inicialmente. Todo lo que tenía terrenalmente se me quitó de mi lado, habiendo de dejar personas que hasta entonces me estaba relacionando, pero todo tenía su finalidad. Cuando esta ya fue realizada, mi presencia allí ya no tenía ningún sentido. Había llegado la hora de “irme”.
Tuve que aceptar y desapegarme de todo, incluso de personas que amaba. Me sentía libre. Cuanto menos tenía, más libre me sentía. Este sentimiento lo guardé en mi memoria y sabiduría para darme cuenta que nada nos pertenece y se nos da para siempre. Todo tiene una finalidad espiritual, y cuando ya se ha aprendido, y nos ha dado lo que nos había de dar, necesitamos nuevos cambios para continuar nuestro camino. Yo no fui una excepción. Así fue conmigo.
Nada tenía, ni a veces, para comer, pero mi espíritu se fortalecía notablemente y el ser que había en mí que había de mostrarse vibraba intensamente pidiendo paso para ser manifestado.
Vivir en la escasez terrenal, te eleva y te abre las puertas de la abundancia espiritual. Cuando ésta se llega a sentir intensamente en un entorno de no tener nada, entonces es cuando la resurrección es posible. Aquello que se siente interiormente, se materializa.
Cuando en el vacío de no tener tus necesidades básicas cubiertas sientes la fuerza de continuar y el amor de Dios que hay en ti, teniendo la confianza y la seguridad que todo esto pasará y acabarás teniendo según tus anhelos y tu Voluntad, entonces es cuando has llegado a llamar a las puertas de tu divinidad y estas se han abierto.
A veces se ha de perder todo para ganarlo todo.
Con el tiempo, todo se ha aposentado para que los pilares de mi plena manifestación puedan elevar mi ser y llevar a término aquello que he venido a hacer.
Mi vida ha cambiado absolutamente toda ella.
Tuve de cambiar mi ritmo y estilo de vida, y últimamente sentí con una fuerza inusual que también había de dar un nuevo rumbo en mi actividad. Así lo hice.
No me cuestiono los resultados, y si irá bien o no, o si este es el camino. No dudo en absoluto de los pasos realizados, porque tengo la plena certeza que es lo que debo de hacer según la voz de mi corazón y de los que me acompañan del mundo de la Luz.
Actualmente no soy yo quien toma las decisiones. Hay un ser superior dentro de mí que decide por mí. Confío plenamente en Él y sé que sabe lo que está haciendo. (Yo también lo sé). Me dejo llevar por lo que siento, sin preguntar, controlar ni organizar nada. Sólo hago lo que siento desde mi divinidad.
Fluyo, y cuanto más lo hago, más me doy cuenta del poder que hay en cada uno para llevar a término el significado de su vida.
Acepto. Confío,… y sé, aunque no los “pequeños detalles del gran proyecto de mi alma”, sí la dirección a seguir y cómo hacerlo. Es como si a cada paso dado, “alguien amoroso” te diga, como el mejor amigo y aliado que puedas llegar a tener te cogiera de la mano, viendo los resultados de cada paso realizado. Cuanto más te dejas, más bien te sientes y más satisfacción y respuesta de tu entorno percibes que te llevan justo allá donde quieres.
Ahora me dedico a ser yo. SER, con lo que esto representa en toda su magnitud. Ser, sin las interferencias de un posible pasado o las intromisiones de tu entorno. Tú eres Luz y Amor, y tu presencia hace que quien esté contigo, vea la necesidad de respectarte, e incluso, apoyarte, ayudándote a abrir las puertas necesarias para llegar a materializar tu nueva vida, sin saber, a lo mejor, por qué lo hacen.
Ahora, adentrado en mi camino, y después de encontrar las indicaciones a lo largo de él, sé que debo de tomar nuevas decisiones y dejar que estas me lleven más allá de donde me encuentro en estos momentos.
Estoy disfrutando como no lo había hecho hasta ahora. SIENTO y SIENTO la fuerza del AMOR que soy, en mi ser, y cada día es una oportunidad de poder materializar y obtener sus frutos. Así está siendo.
Gracias por todo, por todos y por mí.
Mi vida continua y dentro de este proceso me esperan situaciones que, con mucho gusto, os iré transmitiendo para compartirlas con vosotros. Gracias a todos.
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros, y pensad que nada es lo que parece.
Cada quien consigue la verdad a su ritmo y vivencia. Particularmente nunca he sido apegada a nada material, son necesarios pero hasta ahí, soy yo misma, no soy lo que tengo, aunque la mayoría lo quiera ver así. Somos Espiritus experimentando en la materia y absolutamente todo, hasta nuestro cuerpo, es prestado temporalmente.
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Jordi, asi te siento – gracias companero de aventuras! – gracias por ser mi espejo, si me lo permites,
Seguiremos en la dura lucha y veremos en que puerto anclamos, en este camino espiritual, un fuerte abrazo con todo SHALOM.
Elizabeth O. Acosta. Miami, FL-USA-
Gracias a todos por vuestras palabras salidas del corazón. Alentáis a mi ser para continuar transmitiendo lo que siento que debe expresar al mundo. Que vuestros corazones sean el altavoz de la sabiduría del amor, para poder llegar a todos aquellos que necesitan de vuestra «agua» y poder regar, así, las almas áridas en busca de Dios en ellos.
Gracias a todos.
Un fuerte y cálido abrazo.
Bello ..
Gracias compañero de este barquito abrisado ..
Gracias por mostrarme TAMBIEN la 5 ta. Estando en la 3era.
Gracias por hacerme sentir que el 1 que significo .. Es con Dios y contigo ..
Viva la nueva tierra cielo que Co – creamos ..
Ah .. La entrevista no era para mi .. Era para expandir aun mas .. Tu cielo y
Que siguieran apareciendo mas estrellitas y soles .. Does’t it ..
Te veo en la reunión de esta gran Convocatoria ..
Bendito eres, entre Todo lo que ES.
Gracias, por este mensaje, lo necesitaba, estoy pasando por algo similar, me dio entendimiento, Luz, «acepto y confío»… que nada es para siempre que todo pasará, muchas gracias, Namasté.
Que mensaje tan ilustrativo y conmovedor, tal parece que fue escrito especialmente para mi, pues en estos momentos estoy viviendo algo parecido y almismo tiempo vuelvo a comprovar que las cosa llegan cuado se necesitan, Dios te bendiga Jordi Morella, tu compartir hace que se muevan las fibras más íntimas de mi ser y me abren un orizonte prometedor, demás tu forma de compartir traé luz a mi vida, en estos momentos de obcuridad.
jordi…me sentì exactamente igual y pasando el mìsmo proceso q tù…fue maravilloso verme representada en un escrito de otra humana q se sienta q sienta lo mìsmo…gracias por darme la alegrìa de saber q estoy en el camino correcto haciendo y aceptando lo correcto…mi felicidad es…INMENSA…una gran abrazo de luz…GABY
Te amo y te bendigo. Gracias por compartir la-nuestra-luz.