¿Qué es el Movimiento Slow?

«En la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad.» Gandhi

El ritmo de vida del ser humano, especialmente en las zonas urbanas, las ciudades, se ha ido acelerando a lo largo de la historia; en particular, la historia de los últimos 100 años. Poco a poco se fueron incorporando a la vida de la civilización instrumentos, herramientas, medios de transporte y tecnologías de todo tipo que han mejorado o maximizado el tiempo aprovechable para diversas tareas.

Voy a dar un ejemplo: antes de que se inventara y se utilizara masivamente la lámpara eléctrica, el día, momento de trabajo y actividad, culminaba con la llegada de la noche, la caída del sol. Parece obvio, pero cuando oscurecía ya las personas no trabajaban ni hacían prácticamente ninguna labor porque carecían de la luz necesaria. A pesar de que existían las velas o las lámparas de aceite, la iluminación era insuficiente para realizar la mayor parte de las tareas. Era un momento de reposo, de juntarse alrededor del fuego a contar historias o cantar canciones antiguas, y dormir.

 Una vez la tecnología eléctrica irrumpió en los hogares, se podía ser más productivo. No había tiempo que perder.

Y de este modo, cada innovación y avance fue incrementando la productividad, logrando que se realicen más tareas en menos tiempo, más rápido.

Una muestra del incremento de la velocidad de la vida, un día llegó a Roma, hace 30 años. En 1986 en la Piazza di Spagna se abrió un local de Mc Donald´s. Un comercio de comida rápida. Carlo Petrini se opuso a que invadieran su forma de vida y de comer y a partir de este hecho, y  modo de protesta, fundó el movimiento Slow Food o Comida Lenta.

De esta primera tendencia Slow, nacieron otras. Cada una aportando la idea de no dejemos que nos invada la velocidad, el hacer, el llenar cada espacio de tiempo con alguna actividad “productiva”.

La idea es disfrutar de cada momento, hasta de los momentos de ocio, de no hacer nada, esos momentos que nuestros antepasados añoraban y disfrutaban cada día, cuando se reunían a compartir cada sus alegrías y tristezas.

El movimiento Slow, hoy en día muestra diferentes aspectos o divisiones, como el Slow Travel, Slow Schools o Slow living o Slow Fashion. Nos detendremos en dos de ellos:

Es una red de ciudades “donde es bueno vivir” según el sitio web que las unifica. Son ciudades de menos de 50000 habitantes, caracterizadas por mantener las tradiciones y donde se valoran las formas tradicionales de hacer las cosas. Se oponen a hacer las cosas de manera homogeneizada, como lo pide el mundo globalizado. Tienen menos tráfico, menos ruidos y menos multitudes. Se priorizan los mercados de productores locales, a sustentabilidad, la hospitalidad de sus habitantes, en definitiva, la calidad de vida.

Fue el primer movimiento Slow y su objetivo es preservar la cocina tradicional de cada cultura y de esa forma también preservar las plantas comestibles, las semillas, los animales domésticos y de granja de cada región.  Es un movimiento que se opone a la deshumanización de la comida producida a gran escala y la industria de la comida rápida o fast food.

Muchos de nosotros sentimos que nuestras vidas son demasiado frenéticas y emocionalmente agitadas. Nos gustaría vivir una vida más consciente y plena.

 ¿Cómo podemos nosotros, incorporar algo del movimiento slow en nuestras vidas? Tenemos más cosas que en el pasado pero no estamos allí para disfrutarlas. No nos tomamos el tiempo para quedarnos un rato más a disfrutar la comida, la familia, los amigos. No saboreamos la vida y perdemos las conexiones de la vida real.

A continuación, estos consejos pueden ayudarte a desacelerar el tiempo y disfrutarlo más:

.Aprende a decir no: no satures tu agenda de actividades y de listas de cosas que hacer

.Desconecta la tecnología cada vez que puedas, al menos un rato cada día

.Conecta con la naturaleza

.Come despacio y saborea la comida

.Practica un hobby o actividad que te relaje: realiza yoga, pinta, escucha música

Si buscamos el balance encontraremos más felicidad en nuestro trabajo, con nuestra familia y con nuestra vida en general.

Si quieres saber más puedes leer el libro de Carl Honoré, «Elogio de la lentitud».

REDACTORA: Carolina Cobelli, redactora de la gran familia de la Hermandad Blanca

FUENTE: http://www.cittaslow.net/,  http://www.slowmovement.com/