Reflexiones: Pensamiento Sistémico
Significado, origen y alcance del Pensamiento Sistémico
Deconstruyendo el término en el significado de sus componentes según el DRAE podríamos construir la siguiente definición:
Pensamiento: Facultad de formar y combinar ideas en la mente para crear una opinión o un juicio sobre algo.
Sistémico: Perteneciente o relativo a la totalidad de un sistema.
Pensamiento Sistémico: Facultad de formar y combinar ideas en la mente para crear una opinión o un juicio sobre un sistema.
Sin embargo, el concepto de pensamiento sistémico va más allá de su definición etimológica. Entre muchas definiciones encontramos esta del Instituto Andino de Sistemas (IAS) que dice lo siguiente:
“El pensamiento sistémico es integrador, tanto en el análisis de las situaciones como en las conclusiones que nacen a partir de allí, proponiendo soluciones en las cuales se tienen que considerar diversos elementos y relaciones que conforman la estructura de lo que se define como «sistema», así como también de todo aquello que conforma el entorno del sistema definido”.
Como vemos, el pensamiento sistémico es una metodología que interpreta la realidad como un todo, incluyendo las relaciones que existen entre las partes que la integran y entre ellas y su entorno.
Los fundamentos del pensamientos sistémico surgen en la primera mitad del siglo pasado, cuando el biólogo austriaco Ludwig Von Bertalanffy introdujo su teoría general se sistemas, en la búsqueda de dar solución a los problemas complejos que se presentan en los seres vivos, a los cuales el método científico, con su visión mecanicista, causal y reduccionista, no podía darles respuesta.
Desde su aparición, la teoría general de sistemas y el pensamiento sistémico, como metodología de su aplicación, han ido evolucionando hasta alcanzar su aplicación más allá de la biología, en múltiples disciplinas científicas como la ecología, la psicología, la cibernética la medicina, la ingeniería, la economía, la administración y los negocios, entre otras.
Conceptos y Principios de la Teoría General de Sistemas
Antes de abordar el próximo punto sobre las consideraciones a tener en cuenta en el pensamiento sistémico, es importante tener claros los conceptos y los principios de la teoría general de sistemas, que son el campo de acción del pensamiento sistémico. A continuación se describe cada uno de ellos, por lo menos los más relevantes:
Conceptos de la Teoría General de Sistemas
- Sistema: Un sistema es una entidad que mantiene su existencia y funcionamiento como un todo a través de las interacciones de sus partes. Presenta propiedades diferentes a las propiedades individuales de los elementos que lo componen. Si se cambia su estructura cambia su comportamiento.
- Tipos de sistemas: Hay una amplia variedad de tipos de sistemas:
- Abiertos: Intercambian recursos con su entorno, incluyendo información.
- Cerrados: No intercambian recursos con su entorno. Los sistemas cerrados no son viables a largo plazo porque al no intercambiar recursos su entropía interna termina por agotarlos.
- Naturales: Creados por la naturaleza.
- Artificiales: Creados por el hombre.
- Concretos: Constituidos por elementos tangibles, perceptibles por los sentidos.
- Abstractos: Pertenecen al mundo de las ideas. Como los sistemas de creencias.
- Determinísticos: Comportamiento regido por leyes bien establecidas que garantizan un desempeño uniforme en el tiempo.
- Probabilísticos: Su comportamiento no puede ser determinado con exactitud con base en comportamientos anteriores.
- Reales, ideales y modelos: Reales: Su existencia no depende del observador. Ideales: Son construcciones simbólicas que no existen en la realidad. Modelos: Abstracciones de la realidad que combinan lo conceptual con las características del sistema.
- Entradas: Son los insumos que recibe el sistema para funcionar y mantenerse.
- Salidas: Es lo que el sistema entrega al medio como resultado de su proceso de transformación.
- Elemento: son las partes o componentes que constituyen el sistema.
- Estructura: Son las interrelaciones entre los elementos del sistema.
- Organización: Es el patrón de relaciones que define los estados posibles de un sistema.
- Procesos: Son las actividades que desarrolla el sistema con los elementos de entrada, para obtener las salidas.
- Ambiente: Es el área externa al sistema que influye en su comportamiento.
- Frontera: Delimita el sistema de su ambiente.
- Atributo: Son las características y propiedades estructurales y/o funcionales del sistema.
Principios de la Teoría General de Sistemas
- Sinergia: El resultado total del sistema supera la suma de los resultados individuales de sus elementos o el comportamiento del sistema no se puede explicar ni predecir con base en el comportamiento individual de sus componentes.
- Emergencia: Consiste en que los elementos que componen el sistema, al interactuar, generan propiedades que no existen en ellos, pero están presentes en su interacción.
- Entropía: En todo sistema el desorden de sus elementos tiende a aumentar. Si el sistema permanece cerrado, sin intercambios con el ambiente, finalmente se desgasta al consumir toda su energía y sus recursos.
- Neguentropía: Es la capacidad de los sistemas abiertos de mantener el orden mediante el intercambio de insumos, energía e información con su ambiente.
- Resiliencia: Capacidad para resistir cambios producidos por el entorno.
- Equilibrio: Es la capacidad del sistema de mantenerse en el mismo estado en el tiempo.
- Finalidad: Todos los elementos de un sistema comparten el fin común de mantener el sistema en funcionamiento para alcanzar las metas propias del sistema.
- Equifinalidad: Un sistema puede ajustar su proceso para alcanzar el mismo resultado a partir de condiciones iniciales distintas.
- Equipontencialidad: Es la capacidad de un sistema de realizar las funciones de los elementos extintos con los elementos restantes.
- Homeostasis: Es la principal característica de los sistemas abiertos autorregulados, la cual permite mantener estable el estado original del sistema.
- Circularidad: Característica de los sistemas en la cual un elemento X genera otro Y que a su vez genera un Z y éste finalmente genera a X. Es una propiedad muy importante de los sistemas, y es clave en el pensamiento sistémico, pues rompe el paradigma reduccionista de la causa y el efecto lineales en el tiempo y el espacio.
- Complejidad: Se asocia a la cantidad de elementos del sistema (cuantitativa), a sus interacciones (conectividad) y al número de estados posibles que se producen a través de éstos (variedad, variabilidad). Existe mayor complejidad asociada a las relaciones posibles de los elementos más que al número de los elementos como tal.
- Variedad: Comprende el número de elementos discretos en un sistema. En este sentido, aporta a la complejidad estática del sistema.
- Variabilidad: Indica el máximo de relaciones posibles entre los elementos que constituyen el sistema. Según esto, podríamos hablar aquí de complejidad dinámica.
- Recursividad: Es la característica de los sistemas que permite organizarlos en diferentes niveles de supra-sistemas, sistemas y subsistemas y poder ver cada uno de ellos como un todo en si mismo.
- Retroalimentación del sistema: Es la información que regresa al sistema como resultado de comparar su salida con el objetivo establecido, con el fin de llevar a cabo las correcciones en el proceso para lograr el resultado esperado. Es un mecanismo de control en el proceso para alcanzar la meta. Hay tres tipos de realimentación:
- De refuerzo: Si el resultado que regresa al sistema indica que la salida es menor que la meta, el proceso se ajusta para incrementar la salida.
- De compensación: Si el resultado que regresa al sistema indica que la salida es mayor que la meta, el proceso se ajusta para disminuir la salida.
- Pro-Alimentación: El sistema pronostica el resultado de salida y dependiendo de si el pronóstico es menor o mayor a la meta ajusta la salida por refuerzo o compensación respectivamente.
Consideraciones sobre el Pensamiento Sistémico
A continuación algunas apreciaciones a tener en cuenta en el uso del pensamiento sistémico:
- El pensamiento sistémico no es lineal, por lo que las consecuencias de las acciones pueden ocurrir distanciadas en tiempo y espacio.
- El esfuerzo excesivo por aumentar un resultado, suele generar una retroalimentación de compensación que neutraliza el esfuerzo. La retroalimentación compensa los crecimientos desaforados y excesivos para regresar el sistema a su estado original.
- Las soluciones puntuales y de corto plazo que no consideran el sistema como un todo, generalmente desembocan en problemas futuros de mayor dimensión. Las soluciones fáciles suelen no ser eficaces.
- Si resolvemos el efecto inmediato del problema y no su causa raíz, el problema volverá a presentarse.
- Pequeños cambios pueden producir grandes resultados si se realizan en los puntos clave del sistema que generan los resultados que se quieren mejorar, que a menudo son los puntos menos obvios.
- Es posible lograr metas que en apariencia son contradictorias, si el logro de una de ellas puede apalancar el logro de la otra.
- Dividir un problema no mejora las posibilidades de solucionarlo, por el contrario puede evitarlo si la causa del problema está en la interacción de las partes que se separan.
Obstáculos en la aplicación de Pensamiento Sistémico
Estos son algunos de los obstáculos que podemos encontrar al tratar de aplicar el pensamiento sistémico:
- No sentirse parte del sistema en caso de serlo, viéndose como un ente aislado cuya única función es cumplir bien la tarea que tiene asignada en el sistema.
- Culpar de los problemas a los factores externos, sin considerar la resiliencia que debe tener el sistema para resistir los cambios en esos factores.
- Considerar proactivas las acciones reactivas, sin evaluar las consecuencias de esas acciones en el sistema total.
- Considerar que toda consecuencia tiene una causa obvia inmediata, sin tomar en cuenta que la(s) causa(s) puede(n) estar muy distante(s) en tiempo y espacio.
- No estar preparados para cambios sutiles y graduales cuyos efectos pueden ser muy grandes e irreversibles cuando nos demos cuenta de su presencia y reaccionar solo ante cambios grandes y significativos.
- Esperar aprender con la experiencia. La experiencia puede no ser útil cuando las consecuencias de las acciones tardan mucho en aparecer.
El Pensamiento Sistémico y los Modelos Mentales
Los modelos mentales son imágenes, ideas y suposiciones que tenemos en nuestra mente sobre nosotros, los demás y todos los aspectos del mundo, que definen la realidad que percibimos. Esos modelos los construimos con base en las costumbres culturales, sociales y en las ideas de personas importantes que han influido en nuestra manera de pensar, especialmente en nuestra infancia, pero no limitada a ella, dado el impacto que tienen actualmente los llamados “influencers” en la manera de pensar, especialmente en los jóvenes.
Todos nuestros modelos mentales se van integrando en el llamado “Sistema de Creencias”, que como sistema al fin, puede ser abordado con pensamiento sistémico. Para ese abordaje debemos tener presentes las siguientes consideraciones:
- Analizar los modelos de manera imparcial a fin de mantener y mejorar aquellos que contribuyen con nuestro crecimiento personal y abandonar los que lo obstaculizan.
- Identificar cómo la realimentación de refuerzo apoya nuestras creencias y cómo la realimentación de compensación nos mantiene sin cambios, de manera que podamos conservar los modelos que son útiles y reemplazar aquellos que no lo son.
- Tener una amplia variedad de intereses, que nos dé una mayor apertura a nuevos puntos de vista
- Aceptar la ambigüedad como una oportunidad de explorar nuevos caminos.
- Prestar especial atención a las ideas que contradigan nuestros modelos mentales.
- Prever un horizonte temporal amplio para obtener retroalimentación a nuestras acciones.
- Precisar si estamos afrontando una situación real o la idea que tenemos de esa situación.
- No tener consciencia de nuestros modelos mentales o tenerlos profundamente arraigados dificulta la aplicación de pensamiento sistémico.
- Hay dos tipos de actitudes esenciales en el trabajo con los modelos mentales:
- Reflexión: disminuir el ritmo de nuestros procesos mentales para ser más conscientes de la formación de nuestros modelos.
- Indagación: Entablar conversaciones donde compartimos abiertamente nuestros puntos de vista y procuramos conocer las premisas de los demás.
El Pensamiento Sistémico en la solución de problemas
Como se dijo al inicio, el pensamiento sistémico puede ser utilizado en la solución de problemas en múltiples disciplinas. Para ello es importante tener presente las siguientes recomendaciones:
- Definir claramente el problema a resolver sin confundirlo con los síntomas. Definir sus límites. Apoyarse con expertos para conocer su historia. Recolectar datos e identificar tendencias en ellos. Hacer observación directa del problema.
- Entender a profundidad el comportamiento de cada uno de los elementos del sistema y de las relaciones que hay entre ellos y con el entorno. Definir las escalas de espacio, tiempo y sector en las cuales se va a trabajar. Así como también los parámetros y las variables internas, externas y de estado a utilizar y las formulaciones lógicas que describen el funcionamiento del sistema.
- Construir modelos que permitan simular las operaciones del sistema, para entender mejor su funcionamiento y así poder predecir su comportamiento y valorar alternativas para mejorar sus resultados.
- Utilizar diagramas causales para identificar los efectos que una variable puede tener sobre otras variables.
- Cuando sea posible, utilizar modelos arquetipos, que son diagramas estructurales simplificados de los modelos resultantes de estudios de simulación complejos, que describen patrones de comportamiento. Pueden ser utilizados para el diagnóstico o la prospección.
- Analizar la complejidad del sistema para definir estrategias específicas según su complejidad, la cual puede tener múltiples razones:
- Aleatoriedad e incertidumbre en el comportamiento de sus variables.
- Desconocimiento de sus dinámicas internas.
- Dinámicas internas no lineales.
- Alto número de variables e interacciones.
- Causas y efectos no proporcionales.
- Partes del sistema interconectadas de manera sinérgica.
- Tiene realimentaciones positivas y negativas.
- Alta variedad de intercambios con el entorno.
- Muy dinámicos y con tendencia al desequilibrio.
- Sufren cambios súbitos o contra-intuitivos.
Como conclusión podemos decir que el pensamiento sistémico es una manera de pensar holística e integradora, distinta y complementaria al enfoque lineal, mecanicista y reduccionista de la ciencia, con aplicación en el ámbito académico y operativo, para analizar y resolver problemas en sistemas complejos. Inclusive lo podemos utilizar en el ámbito personal para analizar y resolver problemas relacionados con nuestros modelos mentales y sistema de creencias.
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Referencias
https://repository.javeriana.edu.co/handle/10554/41605
https://www.ingenieria.unam.mx/sistemas/PDF/Avisos/Seminarios/introMP.pdf
https://revistas.eia.edu.co/index.php/SDP/article/view/354/347
https://hermandadblanca.org/la-necesidad-del-ser-holistico-en-busca-de-la-verdad/
https://hermandadblanca.org/pensar-holisticamente-que-significa/
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Autor: Juan Sequera. Autor de la familia Hermandad Blanca