Sobre la "Salud", la verdadera sanación y la Consciencia necesaria por Gerardo Hernández

Rosa (Editora)

Meditación mujer meditando bajo un arbol cerezo -hermandadblanca.org

Más que buscar nuestra sanación, lo que queremos a menudo es una especie de píldora mágica que nos permita seguir sin parar siquiera un momento en nuestra loca carrera. Aunque nuestro motor vaya gripado y pierda aceite por todas partes, la prisa no nos deja parar y nos impide ver lo que hacemos mal y está en el origen, a menudo, de nuestra enferemdad.

La auténtica sanación requiere esa búsquedad de las causas, no como pretenden cada vez más usuarios de la «Sanidad», que intentan además trasladar en exclusiva la responsabilidad de su tratamientoal propio sanador, del que demandan soluciones rápidas y standarizadas, válidas para todos los casos por igual.

Esta sanación exige a menudo replantearse como hacemos o enfocamos las cosas, cómo pensamos, dado que el 75 % de enfermedades son de origen psico-somático. Están originadas por una desequilibrio psíquico que necesita introspección y un enfoque más amplio que el meramente medicamentoso. Pero no se quiere sanación, sino que nos han y están condicionando a pedir más y más medicación. Hasta que explotamos un día dejando, claro, secuelas de orden familiar, laboral y de todo tipo.

A los profesionsales de la «Sanidad» se les ha sobrecargado con tareas puramente administrativas, de codificación precisas y vigilancia informática (de Super-Control), que homogeiniza los pacientes, haciéndolos a todos iguales y sujetos a terapia medicamentosa la inmensa mayoría de veces. Este «Control» al que nos someten desde arriba, sin preguntarnos siquiera, resulta ineficaz y contraproducente a todas luces, porque primeramente la veracidad de los datos que se recogen deja bastante que desear y segundo, como he dicho, no se puede manejar la Asistencia Sanitaria a las personas como si en vez de individuos seamos solo procesos, homogéneos además, de enefermedad. Ese afán de cosificación de la gente y de localización del poder y las decisiones en unos pocos, está llevándonos a todos a actuar como seres sumisos y robotizados (por la premura de tiempo), en contra de la buena praxis, lo que está aumentando, como en la población en general a la que se somete a este tipo de «Control» a un aumento de los niveles de estrés (enfermedad) que llevan frecuentemente al consumo de sustancias químicas que, por cierto, no vienen nada mal a los intereses de la Gran Industria Fármaco-Química.

Paralelo a ello, y paradójicamente, crecen los problemas sociales y psicológicos. Sin embargo se están perdiendo muchos de los logros sociales conseguidos en el último medio siglo.

Pero no debemos buscar solo responsabilidades fuera, pues debiéramos también todos y cada uno entonar el mea culpa, ya que nos hemos dejado arrastrar por el consumismo y la irreflexión, en una especie de huída hacia delante que nos ha llevado a alejarnos cada día más de nosotros mismos y de nuestra propia capacidad de decisión consciente. Y de esos lodos, estos barros.

Fdo: Gerardo Hernández Zorroza (Getxo)

 

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