Supersticiones. Abandona miedos y tradiciones innecesarias.
Heredadas de abuelos y ancestros, las supersticiones son causa del mal manejo de la energía vital. Abandónalas.
Hablemos de las supersticiones. Seguramente has experimentado, alguna vez, miedo a sufrir mala suerte si rompiste un espejo o se cruzó en tu camino un gato negro. Las antiguas leyendas y mitos urbanos, se heredaron de generación en generación. Y esas tradiciones nos provocan miedos innecesarios.
Lamentablemente, situaciones como esa, y otras tantas, pueden provocar que tus días se conviertan en malas experiencias. Y, finalmente, debes recordar que el poder de tu mente y de tu actitud positiva, son la clave para evitar problemas.
Uno de mis vecinos, trabajó casi por cincuenta años en una fábrica de vidrios y espejos en la ciudad de Puebla, México. Y él me aseguraba que, por mucha práctica y entrenamiento de los operadores, romper cristales y espejos en esa fábrica, era cosa de todos los días. Sólo imagina lo ilógico de la situación. Si la mala suerte se asociara al hecho de romper espejos, aquella fábrica hubiera ido a la quiebra. Y sus empleados, sufrirían mala suerte por toda la eternidad.
La capacidad de razonamiento es un regalo otorgado al ser humano. Procura entender lo irracional de las supersticiones.
¿Te has encontrado en un edificio u hotel que no tiene piso 13? Parece cosa de broma, pero sí existen.
Alguna vez leí que, en un suburbio de la Inglaterra medieval, el pánico al número trece, rayaba en lo impensable. El relato contaba que un matrimonio de campesinos, había procreado once hijos. Y nuevamente esperaban el término de otro embarazo. Pero, el asunto se complicó cuando la madre dio a luz unos gemelos. Eso daba como resultado la horripilante realidad de tener trece hijos.
Uno de los gemelos fue abandonado, y con ello la familia creyó que evitarían la mala suerte.
También existen supersticiones relacionadas al mar y la navegación. En muchos barcos militares, se prohíbe que aborden la nave, personas del sexo femenino, pues se cree que es de mala suerte.
La claridad de nuestro pensamiento y el dominio sobre lo razonado, te permitirá darte cuenta de que ciertas fobias o miedos son completamente absurdas.
En las ceremonias de bodas, sobre todo en aquellas de origen judeo-cristiano, se piensa que el novio no debe ver a la novia, vestida de blanco, antes de tomar sus votos. Dicen que, calzarse al revés los zapatos, por distracción, implica padecer mala suerte toda la semana.
Si bien es real que, pasar por debajo de una escalera, implica riesgos concretos; también es real, que el hecho, por sí mismo, no debe entenderse como la indiscutible condena a sufrir una racha de mala suerte.
Abrir un paraguas dentro de casa, tirar sal sobre una mesa, o pasar directamente de mano a mano, el salero a otro comensal. Guardar zapatos bajo la cama. Escribir una carta de amor con tinta negra. Etc. Todas supersticiones irracionales; sobre todo aquellas que están totalmente fuera de nuestro control. Como que un inocente gatito negro se nos cruce por enfrente o que encontremos un ave muerta al pie de la entrada de nuestro hogar.
No importa si son a favor o en contra. Cualquier superstición sólo te esclaviza a la irracionalidad.
También existen las llamadas supersticiones positivas o generadoras de buena suerte.
Encontrar un trébol de cuatro hojas, romper un huesito de pollo. Tocar madera como método previsor ante algo indeseado. Llevar en la bolsa una pata de conejo. Bajarse de la cama por el lado derecho. Usar ropa interior roja, durante el último día del año. Arrojar monedas a una fuente o pozo.
Conozco personas que poseen, una prenda que denominan: la blusa o el sweater, o el reloj de la suerte. Y es prácticamente imposible que asistan a una entrevista laboral o a un casino en las Vegas, si no portan dicha prenda.
La energía divina que todos emanamos, está muy por encima de todas estas supersticiones, mitos y leyendas urbanas. Y más aún, lo está nuestra innegable capacidad de razonamiento.
Siempre que mantengas elevados tus niveles energéticos, todo cuanto emprendas te saldrá bien. Por el contrario, si tu energía se ve contaminada por supersticiones y miedos ilógicos, obviamente no obtendrás los resultados esperados.
Algunos relatos de abuelos sobre este tipo de tradiciones, son interesantes y hasta divertidos. Pero no te permitas caer en sus garras. Libérate de supersticiones.
Que la luz divina brille en ti.
AUTOR: Miranda Luna, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
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