Tragedia en México. Generamos sociedades preparadas para enfrentar emergencias.
México enfrenta nuevamente, una tragedia de magnitud mayor
Tragedia en México. Generamos sociedades preparadas para enfrentar emergencias.
Queridos hermanos del mundo, hoy quiero dedicar mi participación a un tema emergente. Como seguramente sabes, el pasado 19 de septiembre, la Ciudad de México y sus zonas aledañas, han sido nuevamente impactadas por un sismo de magnitud importante, lo que lamentablemente ha creado una situación de desastre. Al momento de redactar esta nota, las cifras oficiales, reflejan más de 150 personas fallecidas, 780 heridas y aproximadamente 300 familias que se han quedado sin hogar, sólo en la ciudad y entre 400 y 500 familias severamente afectadas en zonas de la periferia.
Irónicamente, los habitantes de esta ciudad, justo en la fecha señalada, estábamos conmemorando treinta y dos años del devastador terremoto que sacudió a México y que costó la vida a miles de personas, en el año de 1985. Por mi parte, esta intervención, no tiene la finalidad de solicitar ayuda. Afortunadamente, la sociedad civil mexicana, los grandes empresarios y el Estado, han dado nuevamente muestras de la solidaridad y empatía que ha caracterizado a esta nación.
Aunado a la invaluable y desinteresada labor de países amigos, que han aportado personal capacitado en rescates, así como ayuda humanitaria, equipos de maquinaria y herramientas especializadas y maravillosas muestras de solidaridad y hermandad entre los pueblos.
Un colegio colapsa al sur de la ciudad
No. Insisto en que, por fortuna, hemos contado con varios miles de manos, que se han volcado en el espíritu de apoyo. Sin embargo, sí deseo expresar la necesidad imperante, sobre la cultura de prevención. Durante los treinta y dos años que nos separan de aquella inenarrable tragedia de la década de los 80’s, hemos aprendido, a veces de forma muy dolorosa, que la cultura de prevención salva vidas.
Aquella mañana del 19 de Septiembre de 1985, la Ciudad de México, fue literalmente sorprendida por un fenómeno que, más allá de su magnitud, nos hizo entender una tristísima realidad: haber vivido en la absoluta falta de consciencia sobre temas de protección, prevención y planes de contingencia. Incluso, cabe mencionar que la tecnología aún no nos permitía de forma general, contar con sistemas de detección de movimientos telúricos. Tampoco contábamos con telefonía móvil. El Ejército y la Marina, no contaban con protocolos concretos para afrontar desastres ni para implementar logísticas de rescate, asistencia a damnificados o reconstrucción de infraestructuras gubernamentales o civiles. Lo que convirtió a la ciudad en una zona de total caos y que demandó de muchos años para ser rehabilitada a plenitud.
Las similitudes de lo acontecido son impresionantes
En fin, treinta y dos años después, la población civil pudo afrontar de una forma mucho más organizada y efectiva la emergencia. Pero lamentablemente muchas personas perdieron la vida y muchas otras, ahora son habitantes de una de las metrópolis más grandes e importantes del mundo y se encuentran sin hogar. Enfrentando la terrible realidad de haberlo perdido todo y de tener que reconstruir sus vidas y patrimonios desde cero.
Pareciera un relato fundamentado en la ironía, pero sólo dos horas antes del sismo del pasado 19 de septiembre, el país entero participó en un simulacro a nivel nacional, en conmemoración del terremoto acontecido hace treinta y dos años. Dichos simulacros en la actualidad, son cosa cotidiana en esta ciudad, pues ya sabemos que vivir en una zona de alta sismicidad, requiere tener frescos en la mente los protocolos de evacuación, pues sin duda es un factor que puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Sin embargo, esta nueva tragedia me ha impactado tanto, que he querido transmitirles mi preocupación, acerca de aspectos en el rubro de prevención que, o son ignorados, o no se les da la importancia requerida. Conocer las rutas de evacuación, atender las instrucciones del personal calificado y de las autoridades, tener siempre a la mano, documentos oficiales y participar activamente en simulacros y cursos de capacitación, no basta.
Los simulacros son parte esencial de la prevención de desastres
Considero que hay otros aspectos del quehacer humano, íntimamente relacionados con este tipo de tragedias, a los que se les resta relevancia ante la catástrofe. Por ejemplo el gran problema social y cultural de no estar preparados para afrontar la muerte. Es un tema difícil y que por lo general evadimos. Pero si nos tomáramos el tiempo de hablar con nuestros niños y jóvenes, ellos podrían comprender mejor que la vida está hecha de ciclos y que un evento natural, como un terremoto, es una causa de muerte como cualquier otra. Desde luego, no deja de ser una tragedia perder un ser querido de esa forma, pero la reconstrucción interior, a nivel emocional y psicológico de toda persona, sería más fácil y rápida, si tuviéramos la capacidad de entender sanamente que la vida sigue. Y que una pérdida familiar, no debe traducirse en el hecho de perder el sentido de vida.
Del mismo modo, reconocer que las posesiones materiales, son sólo eso, y que la existencia sigue valiendo la pena, aún después de perder el patrimonio, es desde mi punto de vista muy relevante. Las sociedades modernas, están inmersas en el consumismo. Muchas veces creemos que somos o valemos, en relación a lo que poseemos. Durante las horas posteriores al sismo que nuevamente ha colapsado a esta ciudad, he tenido la oportunidad de estar cerca de muchas personas que resultaron afectadas. Como grupo de apoyo, aquellos que nos hemos acercado a las zonas dañadas para ofrecer nuestras manos y solidaridad, hemos presenciado escenas desgarradoras.
La solidaridad de los mexicanos y de los ciudadanos de todo el mundo es maravillosa
El tema de la prevención, debería incluir la revisión periódica de edificaciones por parte de ingenieros o peritos en estructuras y construcción. En países como México, que se encuentran sobre o a un lado de una falla geográfica, como la Falla de San Andrés, es muy importante considerar que, aunque no sean perceptibles, los reportes de institutos de sismología, revelan que en un solo día, pueden presentarse un promedio de ochenta mini sismos. Esto significa que las edificaciones, sufren todos los días, un pequeño deterioro en sus estructuras.
La invitación concreta es que organices en tu agenda, una visita de inspección a tu lugar de residencia, para que un experto revise cada seis meses que tu hogar no ha sufrido alteraciones imperceptibles a simple vista. Por otro lado, si decides realizar o modificar instalaciones de gas, agua o electricidad en tu domicilio, cerciórate de utilizar sólo materiales de buena calidad y que cumplan con la norma de seguridad, específica para cada caso. Del mismo modo que deber asegurarte que quienes instalen, cuenten con la debida capacitación y certificación. Parece cosa de broma, pero muchos de los siniestros que implican la pérdida de un inmueble, tras un sismo, se relacionan con incendios provocados por cortos eléctricos o fugas de gas en porcentajes alarmantes.
Y todo esto puede evitarse su las instalaciones de tu casa y sus componentes, son de buena calidad.
Más de 60 personas, sólo en la ciudad, han sido rescatadas de entre los escombros.
Y por último la prevención en materia de seguros y tramitología. Es realmente muy importante que seamos conscientes de tener nuestra documentación siempre actualizada y vigente, así como renovar a tiempo las pólizas de seguros que nos den garantías tras una contingencia o desastre natural. Con frecuencia postergamos estos temas. Nos decimos a nosotros mismos que renovaremos la póliza a fin de mes o que actualizaremos los datos del pasaporte más adelante.
Puedo asegurarles que entre el día de ayer y hoy, he visto como las esperanzas de muchas personas, se han esfumado en el aire, al darse cuenta que acaban de perder su patrimonio y no cuentan con los documentos o trámites que los respalden para reorganizar sus vidas.
La Universidad Nacional Autónoma de México, así como La Cruz Roja Mexicana y decenas de otras instituciones, han recaudado alimentos, medicamentos y vestimenta para los damnificados
Por supuesto que el Estado Mexicano, ha declaro ayudar a todos los damnificados de esta terrible catástrofe, pero seamos conscientes de que, si hacemos en tiempo y forma, todo lo que debemos hacer para procurarnos seguridad, estaremos contribuyendo a que la reconstrucción de una comunidad sea más ágil y eficiente.
La información es trascendental para afrontar un evento catastrófico. Infórmate. Prepárate. Nunca se sabe en qué momento un fenómeno natural podría cambiar tu vida. Generamos sociedades preparadas para enfrentar emergencias.
Únete a la oración mundial por México
Para concluir, quiero agradecer infinitamente a todos aquellos habitantes del mundo, que nos han brindado su apoyo, amor, luz y oraciones en este terrible momento de tragedia. Las vidas que se han perdido, son sin duda irrecuperables, pero sus muestras de solidaridad y empatía, han sido un abrazo para el alma. Cierro esta nota solicitando a todos ustedes que unan sus corazones el próximo lunes 25 de Septiembre, y nos acompañen en una oración a nivel mundial, que se realizará a las 13:00 horas (tiempo de la Ciudad de México), para brindar paz a las víctimas y damnificados y para enviar luz espiritual a nuestros hermanos fallecidos.
Que la luz brille hoy y siempre en cada uno de ustedes.
AUTOR: Miranda Luna, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Oración mundial por México: Luz de apoyo en los desastres naturales