Tu ángel te describe tu hogar
La belleza de la vida reside en la atención serena, completamente focalizada y destinada al instante. La mansedumbre del momento te abraza y se queda contigo. Pierdes la noción del tiempo, cuando éste se adapta a ti y a tu latido.
La existencia se te presenta amigable como si vuestra amistad hubiera pasado a resultar tan viva que vibra con el mismísimo ahora y lo experimentas como la mejor de las bendiciones. Llévate cada instante al paladar como si fuera el más dulce de los caramelos y te alegrara la vida pues eres alegría en ti misma y la irradias de forma natural al igual que lo hacen los niños.
Has cultivado una paz profunda que marca tu camino y lo siembra de luz. La brisa de la mañana te acaricia el alma y su frescura te recuerda que tu niña sigue contigo y te sonríe con ternura. Ella se siente querida y escuchada y te agradece tus atenciones.
El horizonte destila un brillo especial que otorga al lugar un matiz sublime de apariencia angelical. Al fondo de las montañas crees contemplar una figura alada que te transmite confianza y sosiego. Te quedas con esta agradable sensación y respiras profundo. Tomas conciencia del ahora y de su dimensión invisible, sin forma.
Algo sagrado rodea el lugar de un halo divino que te estremece. Estas en la naturaleza pero puedes percibir el santuario natural que ésta despliega con su presencia. El silencio ha tomado posesión del lugar y te regala un espacio interior infinito en el que podrías incluso volar.
Te sobrecoge el estado apacible que se respira en cada muestra de vida de este lugar bendito donde tienes la fortuna de pasar tus días. Un aroma a tierra mojada te recuerda la infancia y la conexión que tenías con la madre naturaleza. Durante toda tu vida has avivado esta relación hasta el punto de sentirte en unidad con la Madre Tierra.
Te has enamorado de este planeta precioso, azul, verde, radiante, terrestre. Todos venimos a sentir el amor pero es un amor que para que sea verdadero no requiere nada a cambio y si no lo percibimos así, vivimos nuestra propia mentira. La verdad no siempre gusta pero no se hizo para gustar sino para sentirla en nuestras carnes y aceptarla, independientemente de ésta dependa de nosotros o no. Una nueva visión de serenidad se descubre ante ti como una cortina de lluvia fina que remarca los colores del bosque y lo embellece.
Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Acuarela
Fuente: http://canalizacionesyproyecciones.blogspot.com.es/
Inmenso! Me ha envuelto cada palabra. Me he sentido como si mi ángel hubiera escrito esto para mi. Maravilloso…