Yoga para niños ¿tranquilidad en medio del caos?, por Naylín

Jorge Gomez (333)

 niña corriendo por el mar con mariposas

Cuando tenía unos 7 años, mi madre nos llevó a mis hermanos y a mí a nuestra primera clase de yoga. Recuerdo que me gustaba mucho la sala espaciosa, los espejos, las posiciones difíciles y retadoras, de equilibrio, y también la posición de “El cadáver”. No íbamos a una clase de yoga para niños, sino que habían personas de todas las edades y de todos los niveles. Cada quién era responsable de lo que hacía, de su cuerpo y de hasta dónde podía llegar.

Después de ese tiempo, que no recuerdo cuánto duró, no volví a practicar yoga hasta hace unos 3 años. Disfruté el resto de mi niñez, juventud y adolescencia con otros deportes como gimnasia, kárate, voleibol, y ya de grande las clases de zumba, de spinning y de body toning han sido mis preferidas, actividades que actualmente combino con mi práctica de yoga.

Yoga para niños

Pero siempre recuerdo con extrema alegría aquellos días de niña en las clases de yoga. Quizás por eso me enternezco cada vez que veo niños realizar esta milenaria práctica, y más aún sabiendo los beneficios que están obteniendo.

Beneficios del yoga para niños

Creo que los beneficios del yoga para niños aún no son suficientemente conocidos. Actitudes como la autoconfianza y la concentración son unos de ellos. También el yoga para niños les aporta equilibrio, sentido de alerta. Promueve el dominio del carácter y la calma. Desarrolla un mejor estiramiento de todo el cuerpo y una expansión en los niveles de energía. Les da, además, una mayor conexión del niño con su ser interior.

El yoga también los ayuda a sentirse relajados, y les enseña a manejar el estrés, aportándole herramientas y técnicas para ello. Además, aporta mayor flexibilidad en la espalda y mejora la digestión.

Los beneficios del yoga para los niños son muchísimos, sin embargo muy pocos niños practican yoga. Quizás es por desconocimiento, o falta de confianza en la utilidad real. Por eso creo que no hay nada mejor que dejar que los niños experimenten la práctica y decidan ellos si les gusta, y veas por ti mismo todo lo que le aporta.

¿Cómo debe ser una clase de yoga para niños?

En una clase de yoga para niños, las paredes deben estar lo más vacías posibles, para evitar que se distraigan demasiado.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los niños son niños, y no podemos esperar que sea una clase como la de adultos.

– Puede que haya lágrimas.
El detonante puede ser que estén demasiado cansados, o que otro niño se metió con él/ella durante la clase, o frustrados por no poder hacer su postura de yoga favorita. Las lágrimas son parte de los niños que aprenden sobre sus emociones y la forma de manejar la vida.

– Las clases pueden ser ruidosas
Los niños riendo, hablando, gritando, cantando, etc., puede ser parte de la clase. Los niños necesitan expresarse utilizando todos los sentidos y lo harán cada vez que tengan una oportunidad. Debe haber alguna regla, por ejemplo, cuando el instructor habla ellos deben escuchar. Las explicaciones deben oírlas y luego puede ser la clase más interactiva.

– Pueden haber interrupciones
Aunque hagas lo posible para que los niños vayan al baño antes de comenzar la clase, puede pasar que a alguno le den deseos de ir en medio de alguna explicación.
Además, puede que los escuches hablando de lo que hicieron el fin de semana, de sus mascotas o de sus padres. Es hora de volver a recordar de que es una clase de yoga para niños

– La gestión de la clase es esencial
A pesar de todo esto, el guía debe tener algunas habilidades de gestión de la clase, encontrar su propio estilo para mantener un ambiente propicio para el aprendizaje y el crecimiento. Encontrar la tranquilidad en medio del caos : )

– Evita usar las palabras “mal hecho”
Por el contrario, los niños deben recibir palabras de ánimo, frases positivas que lo lleven a mejorar y a darles confianza de que ellos sí pueden y de que lo están haciendo muy bien.

– Uso de juegos
Veo muy importante el uso de juegos en la clase de yoga para niños. Esto puede ayudar a aumentar el lapsus de atención que tiene normalmente un niño pequeño. Algunos de estos juegos pueden ser:

  • Pensar en 5 buenos momentos del día anterior, y ayudar a los niños a prestar atención a los acontecimientos de cada día y centrarse en la parte positiva, y a ser agradecidos.
  • Otro puede ser pasar la pelota con los pies, este es un juego divertido y que aumenta el sentido de colaboración entre todos.
  • También es entretenido cantar en la clase, generando así una energía que los mantendrá a todos alegres.
  • Colorear mandalas los ayuda a concentrarse y enfocarse, además de ser muy entretenido y formar la creatividad.

Hay muchos juegos que se pueden usar para hacer la clase aún más entretenida, permitiéndoles también aprender jugando.
A pesar de todo lo difícil que puede parecer ser instructor o guía de yoga para niños, creo que el placer de ofrecer herramientas para que sean felices y saludables el resto de sus vidas, de disfrutar de un verdadero sentido de llevar una vida dándole importancia a la curiosidad y la creatividad, a la compasión, hará que el guía termine cada clase lleno de satisfacción y encantado de recibir espontáneos abrazos de esos niños a los que estás guiando por este bellísimo camino.

Namaste

Yoga para niños ¿tranquilidad en medio del caos?, por Naylín

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